Mandarina La “hermana pequeña” de la naranja, que se encuentra este mes en pleno apogeo, destaca por su contenido en vitaminas A y C y en minerales como el calcio, el potasio, el fósforo y el magnesio. Originaria de la China (de ahí, quizá, su nombre), este cítrico es una buena fuente de sustancias antioxidantes, capaces de combatir los dañinos efectos de los radicales libres. Además, de la mandarina se aprovecha todo: de su corteza se extrae una esencia utilizada en repostería y para fabricar caramelos, mientras que el tegumento (una especie de piel blanquecina) que se encuentra entre los gajos, así como adheridos a éstos, contiene pectina, un tipo de fibra capaz de hacer descender los niveles de colesterol LDL y bioflavonoides. No tires la piel blanca que separa los gajos. Artículo de la red