Después de encontrar una publicación que indicaba que son comestibles, corté y froté las palas bajo el agua con un estropajo de alambre, mientras las sostenía con papel de periódico, hasta remover las espinas. Doré unos ajos y los retiré del aceite antes de echar las palas cortadas en tiras y saladas. El sabor es ácido. Para combinar, quizá, con unas rabas (a las que habitualmente se echa limón).
Pues nunca se me habria ocurrido comerme un microdasys, ni siquiera acercármelo a la boca. ¡Con la de veces que se me ha quedado algún pincho en la boca comiendo higos chumbos! y eso que los limpio a conciencia. Sí he comido palas de Opuntia ficus-indica de esas sin espinas, no se si seré inermis o algo pero abunda en la zona litoral y prelitoral. Las he comido asadas como en el último video y crudas, peladas y cortadas en tiras en ensaladas. No descarto probar algún día el microdasys, que seguro que se presentará la oportunidad.
Sumergir en agua la parte que vayas a limpiar (tanto higos como palas), te ayudará a librarte más fácilmente de los pinchos.
Ya, si ya lo hago, pero siempre puede quedar algún pincho y de vez en cuando se clava uno en la boca y es difícil sacárselo. Para cogerlos uso guantes de goma de los de lavar los platos, pese a no tener que tocarlos con la mano porque uso una caña de coger higos. Se trata de una caña a la que se le hacen dos cortes verticales de unos 20 cm el el extremo superior y se le pone una piedra para abrirla de forma que quedan 4 tiras de caña separadas unos centímetros. El higo se coge con ella y se tira en un cubo. El siguiente paso es extenderlos en un suelo pavimentado y limpio y se les pasa una escoba haciéndolos rodar por el suelo para hacerles saltar los pinchos. Después se les mete manguerazo para limpiarlos de pinchos y se sumergen en un fregadero lleno de agua para que los pinchos sueltos que se pegan por la piel floten y se van quitando. Un último lavado los deja teóricamente limpios. Para pelarlos uso un tenedor para pincharlos y evitar tocar su piel que ya se supone que no tiene pinchos, mientras con el cuchillo se cortan los dos extremos y se hace un corte longitudinal para separar toda la piel. Pues aún así se cuela algún pincho. ¿Vosotros lo hacéis así? Es como lo he visto hacer toda la vida, pero igual hay métodos mejores.
Pues el frotamiento y la inmersión en agua son los métodos más socorridos. Y si después se pelan, pues tanto mejor. Aquí, donde yo vivo, apenas se consumen higos chumbos, pero me interesan esos y otros alimentos americanos porque fueron poco o nada aprovechados en épocas de penuria. Me sorprende de ellos, así como de muchos otros traídos del otro lado del Atlántico, que no llegaran, o llegaran sin su correspondiente receta: ni se consumieron las palas de las chumberas, ni se nixtamalizó el maíz, ni se trajeron los aguacates, ni se han aprovechado nunca los piñones de las araucarias... ¿Y no hay más cactus que proporcionen frutos comestibles?