Los rosales no necesitan que se les proteja de las hormigas, son completamente inofensivas para ellos. Si sobre un rosal hay hormigas suele ser porque está infestado o bien de pulgones o bien de cochinillas. Las hormigas trepan al rosal para alimentarse de las secreciones azucaradas que segregan estas plagas. Los pulgones y cochinillas eliminan un líquido azucarado que entregan a las hormigas a cambio de que éstas las protejan frente a insectos carnívoros, uniéndose en una relación de simbiosis. Si detectas hormigas en tus rosales, busca si hay pulgón o cochinilla y trata la plaga con el insecticida adecuado. Verás como las hormigas también desaparecen de inmediato.