PLANTA DEL DIA Quinua (Chenopodium quinoa Willd.) La semilla de los dioses Familia: Amarantáceas Origen: Zona andina de América del sur Características: Planta herbácea anual, que normalmente alcanza una altura de 1 a 3 m., el tallo central puede estar más o menos ramificado, dependiendo de la variedad o densidad del sembrado. El fruto es un utrículo (aquenio de pericarpo membranoso) de unos 2 mm. de diámetro; tiene semillas lenticulares. Hojas: Alternas, anchas y polimorfas (triangulares o romboidales las de la planta, triangulares o lanceoladas las de la inflorescencia). La lámina de la hoja tiene tres venas principales que se originan del pecíolo. Las láminas son más grandes en el follaje y más pequeñas en la inflorescencia. A la madurez las láminas se tornan amarillas, anaranjadas, rosadas, rojas o púrpuras. El pecíolo de las hojas es largo y acanalado, su longitud depende de su origen; son más largos los que se originan directamente del tallo y más cortos los que se originan en las ramas. El color del pecíolo puede ser verde, rosado, rojo y púrpura. Flores: Organizadas en panículas, son pequeñas y carecen de pétalos. Las terminales son hermafroditas o masculinas y las laterales generalmente femeninas. Época de floración: Depende del sitio de siembra y clima, de acuerdo a la variedad sembrada. Destino: Alimenticio, culinario, medicinal. Adaptación: Buena. Suelos: Se adapta a diferentes tipos de suelo, siendo los óptimos los de buen drenaje, francos, semi profundos, con un alto contenido de materia orgánica, evitando los que tengan problemas de anegamiento o inundación. Luminosidad: Pleno sol. Resistencia al frío: Resistente. Humedad del ambiente: Se adapta a diferentes ambientes, desde calurosos y secos como el clima de la costa desértica, hasta aquellos temperados lluviosos o secos de los valles interandinos y aquellos fríos y lluviosos o secos de la sierra alta y el altiplano. Riego: Crece en zonas con precipitaciones de 0 a 1000 mm, por lo tanto, no importa la cantidad de agua siempre que drene fácilmente. Es tolerante a la sequía. Abonos: Tiene una alta demanda de nutrientes, por lo que deberá analizarse el terreno si se hace un cultivo a nivel comercial. Necesita macro elementos tales como oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre. También necesita pequeñas cantidades de micro elementos como hierro, boro, zinc, cobre, sodio, molibdeno, cloro, cobalto y sílice. Causas parasitarias: Mildiu, Podredumbre marrón del tallo, Podredumbre radicular o mal de almácigos, Moho verde, Mancha ojival del tallo, Manchas foliares, Ojo de gallo, Mancha bacteriana. Propagación: Por semillas, en siembra directa o por trasplante. Cuidados: Dependiendo del lugar del cultivo, serán fechas diferentes de siembra. No es lo mismo en el Altiplano que a nivel del mar. Lavar cuidadosamente las semillas antes de usarlas. Usos: Se la utiliza de muchas maneras, debido a que es una gran fuente de minerales y proteínas, posee un excepcional equilibrio de proteínas, grasas y carbohidratos (fundamentalmente almidón). Alimenticio: Entre los aminoácidos presentes en sus proteínas destacan la lisina (importante para el desarrollo del cerebro) y la arginina e histidina, básicos para el desarrollo humano durante la infancia. Igualmente es rica en metionina y cistina, en minerales como hierro, calcio y fósforo y vitaminas, mientras que es pobre en grasas, complementando de este modo a otros cereales y/o legumbres. El nivel de proteínas contenidas es cercano al porcentaje que dicta la FAO para la nutrición humana. Los nutrientes concentrados de las hojas tienen un bajo índice de nitratos y oxalatos, los cuales son considerados elementos perjudiciales en la nutrición. Puede consumirse por celiacos al no contener gluten. Culinario: Su sabor agradable, la calidad de sus proteínas y su alto valor nutritivo la convierten en un superalimento. El elevado contenido en calcio, hierro y aminoácidos esenciales, han llevado a Naciones Unidas a reconocer este grano andino como un aliado para luchar contra el hambre. Tradicionalmente, los granos se tuestan y con ellos se produce harina. También pueden ser cocidos, añadidos a las sopas, usados como cereales o pastas e incluso se fermentan para obtener cerveza o chicha, bebida tradicional de los Andes. Cuando se cuecen adoptan un sabor similar a la nuez. La harina de quinua sustituye muchas veces a la harina de trigo y enriquece así sus derivados de panes, tortas y galletas. El único inconveniente es que posee una toxina denominada saponina que le otorga un sabor amargo característico. Esta toxina suele eliminarse a través de métodos mecánicos (pelado) y lavando las semillas en abundante agua. Medicinal: La mayoría de los pueblos tradicionales andinos la considera planta medicinal. Entre sus usos más frecuentes están el tratamiento de abscesos, hemorragias, luxaciones y cosmética. La quinua también contiene altas cantidades de magnesio, que ayuda a relajar los vasos sanguíneos, y que es utilizada para tratar la ansiedad, diabetes, osteoporosis y migraña, entre otras enfermedades. Otros usos: En la provincia de Catamarca (Argentina) se elabora una cerveza especial de quinoa. Todas las imágenes son de la red y pertenecen a: http://www.fao.org/3/a-i5374s.pdf Para información más completa sobre su cultivo: http://www.fao.org/3/a-i5374s.pdf .
