Y ahora me despido. Voy a comer lo que queda de un delicioso budín que hice con el enorme tronco y las hojas de un brócoli que el verdulero quería cortar y se asombró cuando le dije que los dejara. Bien hervidos y procesados fueron mezclados con dos huevos ,dos cucharadas de leche en polvo y dos de queso rallado, mucha nuez moscada y unas gotas de edulcorante. Volcado en una budinera fue a parar al microondas y tuve comida para dos días.