Cómo no! Corto cebolla, morrón y ajo y los pongo a sofreir en una cacerola con algo de aceite. Voy agregando los zapallitos cortados chiquitos y revuelvo todo bien. Le pongo condimentos varios (un poco de todo, porque no le pongo sal) y queso rallado. Lo revuelvo bien, lo tapo y dejo que se cocine todo a fuego bajo. Mientras tanto preparo la masa. No uso masa comprada porque me resulta chica para la asadera que yo tengo. Cuando voy a poner el relleno sobre la primera tapa de masa generalmente lo escurro un poco con la espumadera porque los zapallitos suelen soltar algo de líquido. Le pongo la tapa superior, la pincho un poquito y al horno! Acá tenés una foto de hace un tiempo del relleno cocinándose: La fugazza que hice no tenía una cantidad demasiado grande de cebolla... Creo que no te hubiera caído mal. ¡Qué buena cantidad de morrón! Vas a tener por un buen tiempo. ¡Y qué producción de esquijitos de grapto! Hace un buen rato, cuando aún estaba claro, le tomé foto al segundo pimpollo del serpentinus que abrirá esta noche... Más tarde saldré a fotografiar la flor.