Hola a tod@s. Tengo un rosal blanco que está al lado de otro de color rojo y otro de color amarillo. Las rosas blancas han empezado este año a tener motas rojas..¿me podéis explicar el porqué? Intento subir una foto.
Otra pregunta: Mis rosas, como la rosa blanca que os mostré duran muy poco, corriendo se caen las hojas ¿algún consejo?
Hola, Diría que es un muy, muy incipiente ataque de Botrytis. Se puede presentar con varios síntomas, el más conocido son pudriciones acuosas y con moho blanco, pero en ornamentales, se pueden dar manchitas +/- redondeadas en tonos rojizos/púrpura y el centro, por lo general, blanco. Eso está ya relacionado con la genética del rosal, poco o nada se puede hacer.
Yo diria que a tus rosas blancas no les pasa nada. Los híbridos de rosal tienen una genética muy compleja. Los distintos colores se han obtenido por la suma de diferentes pigmentos. Esos pigmentos se van difuminando o bien aumentando en las distintas fases de apertura de la rosa. En las diferentes variedades, los pigmentos tienen comportamientos diferentes. En la mayoría de variedades los pigmentos se difuminan. El capullo y flor recién abierta puede ser rojo intenso, y pasa a rosa claro con la apertura. Los pigmentos van de más a menos. Otras variedades intensifican algún pigmento o incluso sube un pigmento nuevo con la apertura de la flor. Por ejemplo la rosa Piccadilly, un híbrido de té clásico, es amarilla en capullo, a media apertura le sube pigmento rosa con la insolación a las puntas de los pétalos, y la rosa completamente abierta es carmín fosforito. Tu rosa blanca tiene también un poco de pigmento rojo, y es de esas variedades que el pigmento va de menos a más, por eso se manifiesta más en la flor abierta. Posiblemente este efecto aumente en la floración de otoño, en que los colores de las rosas suelen ser más intensos. Para aumentar la duración de las rosas lo mejor es tenerlas muy bien regadas. En climas calurosos como los nuestros, de mayo a septiembre la tierra de su base ha de estar de húmeda a casi encharcada. En climas continentales, aportar diez o quince litros al día por rosal (plantado en tierra) es un aporte normal de agua. Al regar tanto también hay que abonar cada vez que rebrotan para una nueva floración, ya que al regar mucho también se lava mucho el terreno y se arrastran sus nutrientes.