El Cuenta Cuentos

Tema en 'Comunidad de Infojardín' comenzado por EvaPatry, 31/8/07.

  1. Hola Lux-InfernaliS:beso: :beso: Abuelena :beso: :beso: Bienvenidos :happy:

    LAS HADAS


    Erase una vez una viuda que tenía dos hijas. La mayor asemejaba a la madre en todo, tanto físicamente como en el carácter, quien veía a la madre veía a la hija. Las dos eran sumamente antipáticas y llenas de soberbia, a tal punto que nadie quería estar cerca de ellas, ni vivir junto a ellas.

    La más joven por el contrario, tenía una dulzura increíble, y por la bondad del corazón, era el retrato de su padre, y era de una belleza incomparable que era difícil encontrar otra joven tan bella como ella. Naturalmente, como todos aman a sus semejantes, la madre tenia predilección por la mayor y sentía por la menor una aversión y repugnancia espantosa.


    Le hacía comer en la cocina, y todos los que haceres de la casa le tocaban a ella. Aparte de todo, esta pobre niña debía dar dos viajes a una fuente distante, de más de una milla y media a buscar agua y traer un gran cántaro lleno.

    Un día mientras estaba en la fuente llenando su cántaro, se le acerca una pobre vieja, quién le rogó que le diera agua de beber. “Pero claro, abuelita, con mucho gusto.” respondió la niña, “espere que le llene la jarra”. Inmediatamente la limpió, la llenó con agua fresca y se la presentó, sosteniéndola en sus propias manos para que bebiera cómodamente y hasta saciarse. Cuando hubo bebido, la viejita le dijo: “Eres tan buena, y tan bella que por esto no puedo hacer menos que darte un regalo”. Aquella era un hada que había tomado la forma de una vieja campesina para ver hasta donde llegaba la bondad de la jovencita. Y continuó.”Te doy por regalo que por cada palabra que sale de tu boca brotará o una flor o una piedra preciosa”.

    La muchacha regresó a la casa con el cántaro lleno, algunos minutos más tarde; la madre estaba hecha una furia por el minúsculo retardo. “Mamá, ten paciencia, te pido perdón” dijo la hija toda humilde, y en tanto hablaba le salieron de la boca dos rosas, dos perlas y dos diamantes enormes. “Pero qué sucede aquí!!” dijo la madre estupefacta, “me equivoco o estás escupiendo perlas y diamantes!… Oh pero cómo, hija mía? …”

    Era la primera vez en toda su vida que la llamaba así y en tono afectuoso. La niña contó ingenuamente todo lo que le había sucedido en la fuente; y mientras hablaba , brotaban los rubíes, topacios de sus labios. “Oh, qué fortuna!”, dice la madre, “necesito enviar también a esta otra niña.

    Mira, Cecchina, mira lo que sale de la boca de tu hermana cuando habla. Te gustaría tener también a ti este don?… Es necesario que solamente vayas a la fuente de agua y si una viejita te pide agua, dásela con mucha amabilidad.” “¡No faltaba más, ir a la fuente ahora!” reclamó la otra. “¡Te digo que vayas ahora mismo!” Gritó la mamá.

    Salió corriendo la muchacha, llevando consigo la más bella jarra de plata que había en la casa. … Apenas había llegado a la fuente, apareció a una gran señora, vestida magníficamente, que le pide un poco de agua. Era la misma hada que había aparecido a su hermana; pero había tomado el aspecto y vestuario de una princesa, para ver hasta dónde llegaba la malacrianza de esa joven. “¡Pero claro” dice la soberbia, “que he venido aquí para darle de beber a usted! … ¡Seguro!…Para darle de beber a usted y no a otra persona!…Un momento, si tiene sed, la fuente está ahí!” “Tienes muy poca educación, muchacha…” dijo el hada sin inmutarse “Ya que eres tan maleducada te doy por regalo , que por cada palabra pronunciada saldrán de tu boca una rana o una serpiente”.�

    Apenas la vio la madre a lo lejos, que le grita a plena voz: “¿Como te fue, Cecchina?” “¡No me molestes mamá!, replicó la muchacha; e inmediatamente escupió dos víboras y dos ranas Oh Dios, que veo!… la culpa debe ser toda de tu hermana!, me las pagará!” Y se movió para pegarle. Aquella pobre joven huyó del rencor y fue a refugiarse en el bosque cercano.�

    El hijo del Rey que regresaba de la caza la encontró en un sendero, y viéndola tan hermosa, le preguntó qué hacía en ese lugar tan sola, y porqué lloraba tanto. “Mi madre me ha sacado de la casa y me quería golpear” Respondió la joven. E hijo del Rey quien vio salir de aquella boca cinco o seis perlas y otros tantos brillantes, le rogó que le contara cómo era posible algo tan maravilloso. Y la muchacha le contó toda la historia de lo que le había sucedido.

    El príncipe real se enamoro de inmediato de ella, y considerando que el don del hada era más valioso que cualquier dote que ninguna de las damas del reino podrían tener, la llevo sin chistar a palacio y se casó con ella. La otra hermana, mientras tanto se hizo odiar por todos de tal manera, que su misma madre la sacó de la casa; y la desgraciada joven después de tratar de convencer a muchos de que la recibieran, todo en vano; se fue a morir al fin del bosque.
     
  2. MercedesAl

    MercedesAl

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    Almería.
    Hola.

    chagall precioso tu cuento del árbol...abrazar árboles.

    Sobrecogedor el de Lux-Infernalis, de los que no se olvidan.



    Leí algo por ahí...sobre cosas que aparecen y que te pueden dar en la cabeza. Tengo desde hace muucho un cuento guardado, quizás mi favorito, lo he buscado en don google y aquí está. Me gusta por la sonoridad las palabras, su musicalidad, de niños...de adultos, su moraleja que cambia según los años...los pequeños miedos que derrotan, los que nacen con alas pero que no están hechos para volar, los astutos, el poder lejano...

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    Un Pollo Repollo

    Un día Pollo Repollo fue al bosque y una nuez le cayó encima de la cabecita.
    - ¡Ay, qué desgracia! Se me ha caido encima el cielo. Voy a contárselo al rey.
    Entonces Pollo Repollo dio media vuelta y se encontró con Gallina Cochina. Le preguntó a donde iba.
    - Voy al bosque a buscar comida.
    - ¡Ay, Gallina Cochina, no vayas! El cielo se cayó encima de mi cabecita. Ahora voy a contárselo al rey.
    Entonces Gallina Cochina dio media vuelta y se encontró con Gallo Zapallo. Le preguntó a donde iba.
    - Voy al bosque a buscar comida.
    - ¡Ay Gallo Zapallo, no vayas! Encontré a Pollo Repollo y el cielo se le había caído encima de la cabecita. Ahora vamos a contárselo al rey.
    Entonces Gallo Zapallo dio media vuelta y se encontró con Pato Barato. Le preguntó a donde iba.
    - Voy al bosque a buscar comida.
    - ¡Ay, Pato Barato, no vayas! Encontré a Gallina Cochina y Gallina Cochina a Pollo Repollo y el cielo le había caído encima de la cabecita. Ahora vamos a contárselo al rey.
    (…)
    Entonces Pavo Clavo dio media vuelta y caminó con Paloma Rabona, Ganso Manso, Oca Loca, Pato Barato, Gallo Zapallo, Gallina Cochina y Pollo Repollo. En el camino se encontraron con Zorro Piporro.
    - ¿Adónde vais? -dijo.
    - Encontré a a Paloma Rabona, y Paloma Rabona a Ganso Manso, y Ganso Manso a Pato Barato, y Pato Barato a Gallo Zapallo, y Gallo Zapallo a Gallina Cochina, y Gallina Cochina a Pollo Repollo, y el cielo le había caído encima de la cabecita. Ahora vamos a contárselo al rey.
    - Seguidme. Os mostraré el camino.
    Zorro Piporro los guió hasta su casa. Zorro Piporro y sus cachorros enseguida se comieron al pobre Pollo Repollo, a Gallina Cochina, a Gallo Zapallo, a Pato Barato, a Oca Loca, a Ganso Manso, a Paloma Rabona y Pavo Clavo.
    De modo que no vieron al rey y jamás pudieron contarle que el cielo se había caído.



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    Jan Ormerod
     
  3. HOla esta mañana os he descubierto en cuanto os tenga a todos leidos os enviaré uno mio me ha encantado la idea :beso: :11risotada: :5-okey: :5-okey:
     
  4. Gladis Alicia

    Gladis Alicia Angie, te quiero amiguis!

    :52aleluya: :52aleluya: PRECIOSO POST, CON LO QUE ME ENCANTA LEER:52aleluya: :eyey: :eyey: ... SALUDOS A TOD@S:beso: :beso: :beso:


    :sirena: :sirena: :sirena: :sirena: :sirena: :sirena: :sirena: :sirena: :sirena:
     
  5. guirnalda de rosas

    guirnalda de rosas

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    Mercedes...ese cuento fue mi preferido cuando era niña, pero se titulaba: POLLITO PITO...me ha encantado recordarlo

    :beso:
     
  6. zoezillar

    zoezillar

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    españa
    graciasssssssssss
     
  7. Bienvenid@s Gladis Alicia ,MercedesAl,guirnalda de rosas,zoezillar :beso: :beso: :beso: :beso:

    sirenita_2.gif

    LA Sirenita


    Erase una vez, un maravilloso palacio, en el fondo del océano más azul, en el que habitaba
    el Rey del Mar, un viejo y sabio tritón que tenía una abundante barba blanca.
    Vivía en esta espléndida mansión de coral multicolor y de ostras preciosas, junto a sus hijas,
    cinco bellísimas sirenas.
    Sirenita, la más joven, además de ser la más bella, poseía una voz maravillosa; cuando cantaba acompañándose con el arpa, los peces acudían de todas partes para escucharla,
    las conchas se abrían, mostrando sus perlas, y las medusas al oírla dejaban de flotar.

    La pequeña sirena casi siempre estaba cantando, y cada vez que lo hacía levantaba la vista
    buscando la débil luz del sol, que a duras penas se filtraba a través de las aguas profundas.
    "¡Oh!, ¡Cuánto me gustaría salir a la superficie para ver por fin el cielo
    que todos dicen que es tan bonito, y escuchar la voz de los hombres
    y oler el perfume de las flores!"
    "Todavía eres demasiado joven". Respondió la madre.
    "Dentro de unos años, cuando tengas quince, el rey te dará permiso para salir a la superficie,
    como a tus hermanas". Sirenita soñaba con el mundo de los hombres, el cual conocía a través
    de los relatos de sus hermanas, a quienes interrogaba durante horas para satisfacer
    su inagotable curiosidad cada vez que volvían de la superficie.
    En este tiempo, mientras esperaba salir a la superficie para conocer el universo ignorado,
    se ocupaba de su maravilloso jardín ornado con flores marítimas.

    Los caballitos de mar le hacían compañía y los delfines se le acercaban para jugar con ella; únicamente las estrellas de mar, quisquillosas, no respondían a su llamada.
    Por fin llegó el cumpleaños tan esperado y, durante toda la noche precedente,
    no consiguió dormir.
    A la mañana siguiente el padre la llamó y, al acariciarle sus largos y rubios cabellos,
    vio esculpida en su hombro una hermosísima flor.

    "¡Bien, ya puedes salir a respirar el aire y ver el cielo!
    ¡Pero recuerda que el mundo de arriba no es el nuestro, sólo podemos admirarlo!
    Somos hijos del mar y no tenemos alma como los hombres, Sé prudente
    y no te acerques a ellos.
    ¡Sólo te traerían desgracias!.
    Apenas su padre terminó de hablar, Sirenita le dio un beso y se dirigió hacia la superficie,
    eslizándose ligera.
    Se sentía tan veloz que ni siquiera los peces conseguían alcanzarla.

    De repente emergió del agua.
    ¡Qué fascinante!
    Veía por primera vez el cielo azul y las primeras estrellas centelleantes al anochecer .
    El sol, que ya se había puesto en el horizonte, había dejado sobre las olas un reflejo dorado
    que se diluía lentamente. Las gaviotas revoloteaban por encima de Sirenita y dejaban oír
    sus alegres graznidos de bienvenida.
    "¡Qué hermoso es todo!" exclamó feliz, dando palmadas.
    Pero su asombro y admiración aumentaron todavía: una nave se acercaba despacio
    al escollo donde estaba Sirenita.
    Los marinos echaron el ancla, y la nave, así amarrada, se balanceó sobre la superficie
    del mar en calma.
    Sirenita escuchaba sus voces y comentarios.
    "¡Cómo me gustaría hablar con ellos!", pensó.
    -¡Qué fuertes y viriles son!- pensaba la sirenita. Se sentía feliz.
    Pero más se emocionó aún cuando apareció en cubierta un elegante y joven príncipe.

    Se había hecho muy tarde ya, pero no podía apartar sus ojos del barco ni del bello príncipe.

    De repente el cielo se cubrió de nubes, el viento sopló cada vez más fuerte,
    los truenos estallaron en estrépito y el mar provocó inmensas olas que sacudieron
    violentamente el barco hasta hundirlo.

    La sirenita nadó precipitadamente para salvar el príncipe. Sostuvo su cabeza sobre las olas,
    dejando que la corriente les llevase hasta la costa.

    Arrastrándose pudo dejarlo sobre la arena de la playa. Le acarició y le besó con mucha ternura.
    Se quedó a su lado cuidándolo, cantando para él las más bellas canciones durante toda la noche.Cuando salió el sol, vio que el príncipe despertaba. Entonces, volvió al fondo del mar.
    Volvió a su mundo acuático con el corazón enamorado de un príncipe terrestre.

    Explicó a su abuela lo que había sucedido.Ahora solo deseo -le dijo- volver al mundo exterior
    para poderlo ver.
    Lo amo. Deseo vivir con él en la tierra!

    -¿Pero qué dices, Ariel? -la interrumpió la abuela muy irritada-
    tu vida, tu mundo, somos nosotros. ¡Ni se te ocurra tal tonteria!.

    La sirenita, entonces, decidió ir a ver a la bruja del mar.
    Pese a la repugnancia que le producía, sabía que solo ella la podría ayudar.
    Nadó hacia las profundidades pasando por aguas arremolinadas, cruzó por entre las piedras
    y algas enroscadas como verdes serpientes, y finalmente encontró el cubil de la bruja,
    rodeada de peces con ojos punzantes, tiburones y serpientes.
    Allá la bruja le dio un brebaje que le permitiría cambiar su cola por unas piernas,
    para poder salir en la superficie.

    La sirenita tomó el brebaje y nadó hasta la superficie. Mientras subía sintió un horrible dolor
    en su cola de pez.
    Cuando llegó a la costa tenía dos bonitas piernas. Quiso cantar de felicidad,
    pero la bruja le había robado, de pasada, su bella voz. Se reclinó en la arena
    recordando a su amado y se durmió. Cuando despertó, a su lado estaba su príncipe,
    más bello y radiante que nunca.

    -Gracias! - exclamó - Me has salvado la vida, he venido a esta playa todos los días a buscarte.
    Y hoy, al fin, ¡he tenido la suerte de encontrarte!
    Ella le miró con los ojos mucho abiertos y le sonrió.
    -Sin embargo, ¿quien eres?- preguntó el príncipe, afligido.La sirenita negó con la cabeza.
    El príncipe entonces la cogió de la mano y la llevó al palacio.

    -Te diré Ariel- le dijo. La sirenita conoció bailes, realizó paseos por las montañas
    y cabalgó por los prados.

    - Ariel -la gritó un día el príncipe- te presento a Úrsula, princesa de un país lejano.
    Se quedará con nosotros de visita. La sirenita, mientras saludaba a Úrsula,
    advirtió algo extraño en sus ojos. Un brillantez de maldad se reflejaba en ellos.

    Transcurrían los días y el príncipe se acercaba más y más a Úrsula,
    dejando sola a la pobre sirenita, que no dejaba de pensar donde había visto aquellos ojos.

    Una noche, durante una fiesta a palacio, Úrsula cantó con una voz bella.
    La sirenita reconoció entonces su propia voz, que la bruja le había robado el día
    que transformó su cola de pez en piernas de mujer. El príncipe quedó pasmado ante aquella voz, cálida, clara y tierna.
    Entonces propuso a Úrsula que se casase con él.

    La ceremonia se iba a realizar en alta mar. La noche de la boda, la sirenita estaba muy bella,
    pero más triste que nunca. Mirando el mar, deseó estar al lado de su familia.
    Fue entonces que surgieron desde el agua sus hermanas mayores.
    ¡Cuál alegría tuvo al verlas! La sirenita las abrazó con los ojos llenos de lágrimas.
    Las hermanas le dijeron: -
    Entregamos a la bruja nuestras joyas para que nos explicase toda la verdad y poderte encontrar.

    -Escucha con atención hermanita - dijo la más grande-.
    Hay una forma de romper el encantamiento de la bruja.
    Si besas el príncipe este se enamorará nuevamente de tí, volverás a tener tu voz
    y Úrsula volverá a ser la bruja de los mares.

    La sirenita sonrió a sus hermanas y entró en el salón donde todos, reunidos, esperaban
    la ceremonia de la boda.
    Se lanzó a los brazos del príncipe y besó sus labios con todo el amor de su alma.
    En aquel mismo momento se rompió el maléfico embrujamiento.
    El barco se sacudió con violencia y Úrsula perdió todos sus falsos encantos.
    Convertida otra vez en bruja, se lanzó al mar.
    Y todos escucharon de los labios de la sirenita la verdad de la historia.


    -¡Como pude hacerte tanto mal! dijo el príncipe conmovido, y añadió dulcemente:
    -Pido que me perdones y acceptes, si es que aún me quieres, que te proteja
    y te brinde mi amor para siempre.
    ¿Deseas ser mi esposa?

    La sirenita le miró jubilosa y besó nuevamente sus labios con toda la ternura que tuvo para él
    desde la noche que le conoció.
    La fiesta se realizó en un barco de lujo.
    Fue la boda más espléndida que nunca se hubiese visto.

    Las sirenas nadaron hasta la superficie para cantar al unísono.
    Los peces alzaron la cabeza por encima las olas haciendo brillar sus escamas doradas.
    Incluso el gran rey de los mares subió para ver a su hija.
    La sirenita, habiendo ya recuperado la voz, cantó con sus hermanas, llenando de gozo
    el corazón del príncipe.


    Fin
     
  8. MercedesAl

    MercedesAl

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    Almería.
    Hola.

    Gracias por la bienvenida chagall. Muuchas veces he visto la peli de La Sirenita con mi hija, me encanta la canción Bajo el maar...el acento del cangrejo es genial :11risotada:. Aunque deseo que a la pequeña Ariel no le salgan piernas y se quede con sus hermanas y su padre en los fondos marinos para siempre.

    Tengo esta mañana dos cuentos en la cabeza, cortitos ...




    Instrucciones para llorar


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    Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

    Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

    Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.


    Y otro...



    Conservación de los recuerdos​



    Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra".

    Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempres de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.




    Julio Cortázar

    :beso: