Nombre común: Flor de lagarto. Nombre científico: Stapelia/Orbea variegata. Familia: Asclepiadaceae. Origen: Suroeste de África. Ubicación: Requiere una ubicación soleada para florecer, pero los tallos se le ponen entonces de color rojizo. Lo ideal es buscar el equilibrio entre sol y sombra. Riego: En invierno no se debe regar nada, pues está en reposo y son muy delicadas se se juntan los factores de agua y frío. En verano puede regarse una vez a la semana, o incluso más, dependiendo de la exposición en la que se encuentre. Sustrato: Toleran cualquier tipo de sustrato, pero la parte de arriba debe de tener una capa de gravilla o de tierra muy porosa para evitar la pudrición de los tallos. Se recomienda plantarla en macetas más anchas que altas. Abonado: Les gusta tener el subtrato abonado, pues así crecen más frondosas y florecen mejor. Temperaturas: Resiste las altas temperaturas, pero las bajas temperaturas las lleva mal, por lo que se recomienda empezar a meterla en raposo antes que al resto de las plantas suculentas. Floración: Las floreces aparecen en grupo, que suelen ser de 1 a 5 cada vez. En el centro de la flor podemos ver un anillo que llega hasta la base de los pétalos. Su forma es pentagonal y su color es amarillo claro con manchas y puntos de color marrón. Las flores tienen un olor cadavérico para atraer a los insectos. Reproducción: Se reproduce muy fácilmente por esquejes, aunque también es posible hacerlo por semilla. Plagas: Su peor enemigo, al igual que el del resto de las Asclepiadáceas, es la cochinilla algodonosa. Usos: Tiene un uso méramente ornamental.