Poemas, cuentos y leyendas

Tema en 'Temas de interés (no de plantas)' comenzado por mai^a, 27/2/08.

  1. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Me alegro Piscui, a mi también me gusto mucho!:razz:
     
  2. leok

    leok Mexico sin tejido social

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    interesante


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    la vecina del 403

    UNIVERSIDAD ANAHUAC

    LOMAS DE ANAHUAC MEXICO

    1972

    Soy un cobarde. Por todo lo que digo y por que no he matado aun a la canosa vecina del segundo izquierdo. La primera vez que la vi, trato de convencerme de que yo era torero. Mucho más fácil de capa que de muleta. Mi traje preferido: el celeste y el oro. Hablo de mi alternativa en Madrid y me pidió que me cortara un dedo. Al día siguiente el dedo me dolía y la sangre coagulo despacio. Hubo sombras, sonaron violines, llovió, apenas recuerdo los relojes. No me sentí cansado entonces.

    Nuestro segundo encuentro fue en el ascensor un jueves al volver del colegio. Yo iba despeinado. Esta vez no me hablo. Lo de cortarme el segundo dedo, fue una sugerencia tan sutil que apenas me ofendió. Lo hice convencido de que esta era la última vez, pero de todas maneras era imposible negarse. Afile las cuchillas de diversos tamaños, escogí una hora prcisa y creí que todos los relojes la pronunciarían con dolor respetuoso, sin hastió, cómplices voluntarios.

    -¿Fue así? (me preguntaron mis amigos en la mañana siguiente)

    -”por supuesto”

    Y ya no se hablo más del asunto. Todos lo olvidaron.

    Poco después me entere que ella tenía en su casa todas las flores del mundo, con la intención de verlas secarse lentamente, y las regaba lo justo para engañarlas.

    En el tercer encuentro, ella iba cargada de gladiolas, gardenias, claveles, petunias, violetas, y hablo del amor. “posesión” dijo. “obcecación” entendí. Luego se aclaro todo. Cogio una flor al azar y la amo en mi presencia. Todos los pétalos quedaron destruidos. En el pequeño campo de batalla quedo, silencioso y ridículo, mi tercer dedo cortado hábilmente gracias a la experiencia adquirida con los dos anteriores.

    Desde entonces el oído fue fácil. Destruí hormigueros muy complejos y guaridas subterráneas de hombres que se esconden para huir de sus hermanos.

    En esa época huía de ella por todos los medios a mi alcance. Estaba convencido de que era preciso no volver a verla, que debía evitar la destrucción de los dedos que me quedaban. Comprendía que las manos tienen una evidente utilidad, que irremediablemente un dedo menos es una oportunidad menos de apretar un gatillo y morderse una uña. Para no encontrarme con ella entraba y salía de mi casa, por las ventanas, me disfrazaba, hablaba bajo, me negaba rotundamente a pactar con las cucarachas y me ponía guantes. Los demás vecinos decían que ella no existía.

    A las dos de la tarde se presento en mi piso con utensilios diversos que servían para todo. Me los ofreció amablemente y me explico su funcionamiento. En un mismo tubo de ensayo se conseguían alternativamente licor de cerezas y venenos azules. Me mostró paraguas contra la lluvia radioactiva, reproduciciones en cualquier tamaño del quijote, artefactos para producir el silencio, mapas del purgatorio y un dispositivo ingenioso para destruir cualquier civilización. Amputarme el cuarto dedo fue sencillísimo, considerando sus enseñanzas y la perfección técnica de los múltiples objetos subministrados.

    “Es evidente, me domina”. “no existe”. ¿”Como que no existe”? ¿”Y mis dedos”? “no existe”. “nunca existió”.

    Así fue y así seguirá siendo porque no me atraeré a matarla, no podría, aunque eso será discutible

    Me he enterado de que sigue usando el ascensor y el buzón de las cartas. Se que pasea sus flores y sus perritos gemelos; y la oigo respirar desde mi habitación. La oigo preparar el te, deslizarse sobre las alfombras. La oigo susurrando canciones de todas las épocas, imitando con su garganta el ruido de la lluvia y el de los frenazos de los automóviles. Se que viaja. Se que no se mueve de su butaca. Se que a pesar de todo vive sola. Sus deseos son líquidos y gotean sin derramarse. Se que volveré a encontrarla y que no quiero perder mas dedos. No podré huir, ella conoce todas las ciudades, ha estado en todas las esquinas, ha leído todos los libros que se han escrito, y conoce su mentira. Dice que no existe. Recuerdo perfectamente las arrugas de su cuello, su perfecta insolencia, sus labios un poco pintados, su nariz, su hastío. Los periódicos dicen que no existe. Recuerdo su perfume cuando la oigo toser débilmente. Recuerdo su sonrisa neutra y mi despertador que suena cuando ella quiere. Ahora esta cantando.

    Pronto bostezara, moverá los picaportes para entrar en habitaciones que solo ella conoce y a las ocho tomara su helado con nueces. Mis vecinos dicen que no existe; pero a todos les faltan cuatro dedos, a todos.
     
  3. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas



    2 - LA PRENDA DEL PAYADOR

    El sol se oculta: inflamado
    el horizonte fulgura,
    y se extiende en la llanura
    ligero estambre dorado.
    Sopla el viento sosegado,
    y del inmenso circuito
    no llega al alma otro grito
    ni al corazón otro arrullo
    que un monótono murmullo,
    que es la voz del infinito.

    Santos Vega cruza el llano,
    alta el ala del sombrero
    levantada del pampero
    al impulso soberano.
    Viste poncho americano,
    suelto en ondas de su cuello
    y chispeando en su cabello
    y en el bronce de su frente
    lo cincela el poniente
    con el último destello.

    ¿Dónde va? Vese distante
    de un ombú la copa erguida,
    como espiando la partida
    de la luz agonizante.
    Bajo la sombra gigante
    de aquel árbol bienhechor,
    su techo, que es un primor
    de reluciente totora,
    alza el rancho donde mora
    la prenda del payador.

    Ella, en el tronco sentada,
    meditabunda le espera,
    y en su negra cabellera
    hunde la mano rosada.
    Le ve venir: su mirada,
    más que la tarde serena,
    se cierra entonces sin pena,
    porque es todo su embeleso
    que él la despierte de un beso
    dado en su frente morena.

    No bien llega, el labio amado
    toca la frente querida,
    y vuela un soplo de vida
    por el ramaje callado...
    Un ¡ay! apenas lanzado,
    como susurro de palma
    gira en la atmósfera en calma;
    y ella fingiéndose enojos
    alza a su dueño unos ojos
    que son dos besos del alma.

    Cerró la noche. Un momento
    quedó la Pampa en reposo,
    cuando un rasgueo armonioso
    pobló de notas el viento.
    Luego, en el dulce instrumento
    vibró una endecha de amor,
    y, en el hombro del cantor,
    llena de amante tristeza,
    ella dobló la cabeza
    para escucharlo mejor.

    "Yo soy la nube lejana
    (Vega en su canto decía)
    que con la noche sombría
    huye al venir la mañana;
    soy la luz que en tu ventana
    filtra en manojos la luna;
    la que de niña, en la cuna,
    abrió tus ojos risueños;
    la que dibuja tus sueños
    en la desierta laguna

    "Yo soy la música vaga
    que en los confines se escucha,
    esa armonía que lucha
    con el silencio, y se apaga;
    el aire tibio que halaga
    con su incesante volar,
    que del ombú vacilar
    hace la copa bizarra,
    ¡Y la doliente guitarra
    que suele hacerte llorar!"

    Leve rumor de un gemido,
    de una caricia llorosa,
    hendió la sombra medrosa,
    crujió en el árbol dormido.
    Después, el ronco estallido
    de rotas cuerdas se oyó;
    un remolino pasó
    batiendo el rancho cercano;
    y en el circuito del llano
    todo en silencio quedó.

    Luego, inflamando el vacío,
    se levantó la alborada,
    con esa blanca mirada
    que hace chispear el rocío.
    Y cuando el sol en el río
    vertió su lumbre primera,
    se vio una sombra ligera
    en occidente ocultarse,
    y el alto ombú balancearse
    sobre una antigua tapera.



     
  4. Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Dejo dos textos con palabras inventadas;son poemas de Oliverio Girondo


    EL PURO NO

    El no
    el no inóvulo
    el no nonato
    el noo
    el no poslodocosmos de impuros ceros noes que noan noan noan
    y nooan
    y plurimono noan al morbo amorfo noo
    no démono
    no deo
    sin son sin sexo ni órbita
    el yerto inóseo noo en unisolo amódulo
    sin poros ya sin nódulo
    ni yo ni fosa ni hoyo
    el macro no ni polvo
    el no más nada todo
    el puro no
    sin no





    YOLLEO

    Eh vos
    tatacombo
    soy yo

    no me oyes
    tataconco
    soy yo sin vos
    sin voz
    aquí yollando
    con mi yo sólo solo que yolla y yolla y yolla
    entre mis subyollitos tan nimios micropsíquicos
    lo sé
    lo sé y tanto,
    desde el yo mero mínimo al verme yo, harto en todo
    junto a mis ya muertos y revivos yoes siempre siempre yollando
    y yoyollando siempre
    por qué
    Si sos
    por qué dí
    eh vos
    no me oyes
    tatatodo
    por qué tanto yollar
    responde
    y hasta cuándo...
     
  5. Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Ahora sí, "La inmiscusión terrupta" de Julio Cortázar.
    A tono con el texto que citó Espliego en el Me gusta.....
    A que se entiende lo que dicen las vecinas...¿o no?


    Como no le melga nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí nomás le flamenca la cara de un rotundo mofo. Pero la Tota no es inane y de vuelta le arremulga tal acario en pleno tripolio que se lo ladea hasta el copo.

    – ¡Asquerosa! – brama la señora Fifa, tratando de sonsonarse el ayelmado tripolio que ademenos es de satén rosa. Revoleando una mazoca más bien prolapsa, contracarga a la crimea y consigue marivorearle un suño a la Tota que se desporrona en diagonía y por un momento horadra el raire con sus abrocojantes bocinomias. Por segunda vez se le arrumba un mofo sin merma a flamencarle las mecochas, pero nadie le ha desmunido el encuadre a la Tota sin tener que alanchufarse su contragofia, y así pasa que la señora Fifa contrae una plica de miercolamas a media resma y cuatro peticuras de esas que no te dan tiempo al vocifugio, y en eso están arremulgandose de ida y de vuelta cuando se ve precivenir al doctor Feta que se inmoluye inclótumo entre las gladiofantas.

    – ¡Payahás, payahás! – crona el elegantiorum, sujetirando de las desmecrenzas empebufantes. No ha terminado de halar cuando ya le están manocrujiendo el fano, las colotas, el rijo enjuto y las nalcunias, mofo que arriba y suño al medio y dos miercolanas que para qué.

    – ¿Te das cuenta? – sinterrunge la señora Fifa.

    – ¡El muy cornaputo! – vociflama la Tota.

    Y ahí nomás se recompalmean y fraternulian como si no se hubieran estado polichantando más de cuatro cafotos en plena tetamancia; son así las tofitas y las fitotas, mejor es no terruptarlas porque te desmunen el persiglotio y se quedan tan plopas.
     
  6. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    hola Piscui!:beso:

    La salvación
    [Cuento. Texto completo]
    Adolfo Bioy Casares

    Ésta es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa. "¿Cómo un ser tan ínfimo" -sin duda estaba pensando el tirano- "es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?" Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. "Por humildes que sean" -dijo indicando al pájaro- "hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros".
    FIN




     
  7. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas


    Santos Vega -Poema de Rafael Obligado

    3 - EL HIMNO DEL PAYADOR

    En pos del alba azulada,
    ya por los campos rutila
    del sol la grande, tranquila
    y victoriosa mirada.
    Sobre la curva lomada
    que asalta el cardo bravío,
    y allá en el bajo sombrío
    donde el arroyo serpea,
    de cada hierba gotea
    la viva luz del rocío.

    De los opuestos confines
    de la Pampa, uno tras otro,
    sobre el indómito potro
    que vuelca y bate las crines,
    abandonando fortines,
    estancias, ranchos, mujer,
    vienen mil gauchos a ver
    si en otro pago distante,
    hay quien se ponga delante
    cuando se grita: ¡A vencer!.

    Sobre el inmenso escenario
    vanse formando en dos alas,
    y el sol reluce en las galas
    de cada bando contrario;
    puéblase el aire del vario
    rumor que en torno desata
    la brillante cabalgata
    que hace sonar, de luz llenas,
    las espuelas nazarenas
    y las virolas de plata.

    De entre ellos el más anciano
    divide el campo después,
    señalando de través
    larga huella por el llano;
    y alzando luego en su mano
    una pelota de cuero
    con dos manijas certero
    la arroja al aire gritando:
    "¡Vuela el pato!-¡Va buscando
    un valiente verdadero!".

    Y cada bando a correr
    suelta el potro vigoroso,
    y aquél sale victorioso
    que logra asirlo al caer.
    Puesto el que supo vencer
    en medio, la turba calla,
    y a ambos lados de la valla
    de nuevo parten el llano,
    esperando del anciano
    la alta señal de batalla.

    Dala al fin. Hondo clamor
    ronco truena en el circuito,
    y el caballo salta al grito
    de su impávido señor;
    y vencido y vencedor,
    del noble triunfo sedientos,
    se atropellan turbulentos
    en largas filas cerradas,
    cual dos olas encrespadas
    que azotan contrarios vientos.

    Alza en alto la presea
    su feliz conquistador,
    y su bando en derredor
    le defiende y clamorea.
    Uno y otro aguijonea
    el ágil bruto, y chocando
    entre sí, corren dejando
    por los inciertos caminos
    polvorosos remolinos
    sobre las pampas rodando.

    Vuela el símbolo del juego
    por el campo arrebatado,
    de los unos conquistado
    de los otros presa luego;
    vense, entre hálitos de fuego,
    varios jinetes rodar,
    otros súbito avanzar
    pisoteando los caídos;
    y en el aire sacudidos,
    rojos ponchos ondear.

    Huyen en tanto, azoradas
    de las lagunas vecinas,
    como vivientes neblinas,
    estrepitosas bandadas;
    las grandes plumas cansadas
    tiende el chajá corpulento;
    y con veloz movimiento
    y con silbidos de balas,
    bate el carancho las alas
    hiriendo a hachazos el viento.

    Con fuerte brazo les quita
    robusto joven la prenda,
    y tendido, a toda rienda:
    "¡Yo solo me basto!" grita.
    En pos de él se precipita,
    y tierra y cielos asorda
    tras el audaz desafío,
    con la pujanza de un río
    que anchuroso se desborda.

    Y allá van, todos unidos,
    y él los azuza y provoca,
    golpeándose la boca,
    con salvajes alaridos.
    Danle caza, y confundidos,
    todos el cuerpo inclinado
    sobre el arzón del recado,
    temen que el triunfo les roben,
    cuando, volviéndose, el joven
    echa al tropel su tostado...

    El sol ya la hermosa frente
    abatía, y silencioso,
    su abanico luminoso
    desplegaba en occidente,
    cuando un grito de repente
    llenó el campo y, al clamor
    cesó la lucha, en honor
    de un solo nombre bendito,
    que aquel grito era este grito:
    ¡Santos Vega, el payador!

    Mudos ante él se volvieron,
    y, ya la rienda sujeta,
    en derredor del poeta
    un vasto círculo hicieron.
    Todos el alma pusieron
    en los atentos oídos,
    porque los labios queridos
    de Santos Vega cantaban
    y en su guitarra zumbaban
    estos vibrantes sonidos:

    "¡Los que tengan corazón,
    los que el alma libre tengan,
    los valientes, ésos vengan
    a escuchar esta canción!
    Nuestro dueño es la nación
    que en el mar vence la ola
    que en los montones reina sola,
    que en los campos nos domina,
    y que en la tierra argentina
    clavo la enseña española.

    "Hoy mi guitarra, en los llanos,
    cuerda por cuerda, así vibre:
    ¡hasta el chimango es más libre
    en nuestra tierra, paisanos!
    Mujeres, niños, ancianos,
    el rancho aquél que primero
    llenó con sólo un ¡te quiero!
    la dulce prenda querida,
    ¡todo! ¡el amor y la vida,
    es de un monarca extranjero!

    "Ya Buenos Aires, que encierra
    como las nubes, el rayo,
    el Veinticinco de Mayo
    clamó de súbito: "¡Guerra!"
    ¡Hijos del llano y la sierra,
    pueblo argentino! ¿Qué haremos?
    ¿Menos valientes seremos
    que los que libres se aclaman?
    ¡De Buenos Aires nos llaman,
    a Buenos Aires volemos!

    "¡Ah! ¡Si es mi voz impotente
    para arrojar, con vosotros,
    nuestra lanza y nuestros potros
    por el vasto continente;
    si jamás independiente
    veo el suelo en que he cantado,
    no me entierren en sagrado
    donde una cruz me recuerde
    entiérrenme en campo verde,
    dónde me pise el ganado!"

    Cuando cesó esta armonía,
    que los conmueve y asombra
    era ya Vega una sombra
    que allá en la noche se hundía...
    ¡Patria! a sus almas decía
    el cielo, de astros cubierto,
    ¡Patria! el sonoro concierto
    de las lagunas de plata,
    ¡Patria! la trémula mata
    del pajonal del desierto.

    Y a Buenos Aires volaron,
    y el himno audaz repitieron,
    cuando a Belgrano siguieron,
    cuando con Güemes lucharon,
    cuando por fin se lanzaron
    tras el Ande colosal,
    hasta aquel día inmortal
    en que un grande americano
    batió el sol ecuatoriano
    nuestra enseña nacional.






     
  8. espliego

    espliego

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Gracias, piscui, se entiende perfectamente.

    Os escribo un poema de Vicente Medina, poeta español que nació en Archena (Murcia) en 1866 y murió en Rosario de Santa Fe (Argentina) en 1937, y que
    escribía sus versos en “panocho”, un dialecto (si es que llega a la categoría de dialecto) que, por desgracia, va desapareciendo, ya sólo lo hablan algunas personas mayores en ámbitos rurales. Os transcribo uno de los poemas de Medina. Espero también que se entienda. Un saludo a todos.

    CANSERA


    ¿Pa qué quiés que vaya?
    ¿Pa ver cuatro espigas
    arroyás y pegás a la tierra;
    pa ver los sarmientos ruines y mustios
    y esnúas las cepas,
    sin un grano d’uva,
    ni tampoco siquiá sombra de ella...?

    ¿Pa ver el barranco,
    pa ver la laera,
    sin una matuja...?
    ¿Pa ver que se embisten,
    de pelás, las peñas?...

    Anda tú, si quieres,
    que a mí no me quea
    ni un soplo d’aliento,
    ni una onza'e juerza,
    ni ganas de verme,
    ni de que me mienten,
    siquiá, la cosecha...

    Anda tú, si quieres,
    que yo pué que nunca
    pise más la senda,
    ni pué que la pase,
    si no es que entre cuatro,
    ya muerto, me llevan...

    Anda tú, si quieres...
    No he d’ir, por mi gusto,
    si en crus me lo ruegas,
    por esa sendica por ande se fueron,
    pa no volver nunca,
    tantas cosas buenas...
    esperanzas, quereres, suöres...
    ¡tó se fue por ella!

    Por esa sendica se marchó aquel hijo
    que murió en la guerra...
    Por esa sendica se fue la alegría...
    ¡Por esa sendica vinieron las penas!...
    No te canses, que no me remuevo;
    anda tú, si quieres, y éjame que duerma,
    ¡a ver si es pa siempre!... ¡Si no me espertara!...

    ¡Tengo una cansera!...
     
  9. DORA DJ

    DORA DJ

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Me encantan las poesías y narraciones que envían, algunas ya las había leído. Inclúyanme en el grupo y mandaré algo.
     
  10. clause

    clause Claudia

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Bienvenida Dora!Me alegro que te gusten!:happy:
     
  11. DORA DJ

    DORA DJ

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Gracias Claudia.:beso:
     
  12. mai^a

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Bienvenida Dora[​IMG], y bienvenido sea lo que
    nos traigas!!! gracias ...
     
  13. mai^a

    mai^a My Garden

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Gracias espliego [​IMG]por traernoslá y que bueno que lo recuerdes
    ... es como recuperar, como seguir manteniendoló vivo
    al dialécto!
     
  14. DORA DJ

    DORA DJ

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    Gracias Maia, estoy felicísima de integrar el grupo. :beso: :besogrande:
     
  15. mai^a

    mai^a My Garden

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    Re: ... de poetas, cuentos y leyendas

    clause!! .. piscui!![​IMG]
    yo no lo entendí a sí a la primera leída!
    ... lo leeré más tranqui!
    :razz: