Plantas y aromas que recuerdan nuestra infancia

Guapurú, tenemos la suerte y la dicha de tener el mejor recuerdo de nuestros padres, con todo su cariño que nos han dado de forma incondicional, de mi mamá puedo decir que tengo todos los aromas, todos los colores, todos los sentimientos, simplemente decir que huele a rosas, un perfume que no se puede describir...
Un besito muy grande!!

 

Guapuru... que recordamos sólo los olores percibidos antes de los treinta...?

 

Guapuru 17, que gran pregunta has dejado. ¿Cúal es el perfume que nos recuerda a nuestra madre. Ese perfume creo que existe en cada uno de nosotros, pero no podemos describirlo, es una mezcla de aromas de cosas ricas y de flores que a ella le gustaban. Es una aroma, una escencia que ella provacaba con su presencia. Particularmente, cuando mamá murió, debí vestirla por desicion y deseo propio. Es lo más hermoso y especial que hay. Llevé para esa ocasíon un agua de colonia y pasé mis manos por su rostro, cabeza y ropa. Ella se fue con esa fragancia y tengo el frasco vacío guardado hace 3 años y cada vez que lo abro siento esa misma sensación que viví con ella. Fue muy lindo.

 

vendimiadora, pues sí, hasta los treinta somos capaces de retener olores, después de esa edad, no. Para todos aquellos que tengan menos aprovechen de oler todo lo que esté a su alcance.

Hermoso lo que cuentas María de tu madre, en varios mensajes dejas entrever el amor que sentías y sientes por ella. El último momento que compartiste con ella será imborrable, mágico.

 

Sabian que un anciano tiene mas cosas en común con un niño que con una persona adulta u otra de su misma edad?. Llega un tiempo cuando las personas mayores dejan de ser oídas, son mandadas al olvido, estorban...y se descubre que se puede vivir mejor sin ellas...y el silencio se convierte en el compañero obligado de esa persona que nació con antelación.
Maldita cultura del desapego, de la frialdad y de los asilos...

Sin embargo...a mi me regaló una madre...

Llegó con su familia desde Francia siendo pequeña, aprendió el castellano y a lidiar con el segundo idioma que se habla en Paraguay..el guaraní, se casó a los 14 años con un hombre al que no amaba...tuvo hijos y muchos y manejó su casa con mano de hierro, vio morir a dos hijos de cáncer y sin embargo seguía en pie...
Yo la conocí al nacer, fue la primera persona que me sostuvo en sus brazos porque mi madre casi muere en el trabajo de parto..estaba predestinado, una ausencia de padres no por deseo sino por necesidad..el mundo es tan competitivo...y quedaba yo con ella....con mi abuela.

Me enseño a amar la naturaleza, la veía todo el día en su jardín, un jardín como pocos en Asunción, senderos de piedra rodeados de enredaderas que llovían flores al pasar, maceteros gigantescos de cemento sin pintura que contenían palmeras, toda una parcela de frutales, y la famosa pérgola de los 4 jazmines que hasta salio en el diario un domingo y le causaba tanto orgullo!...el jardín terminaba en un balcón que daba a la calle y al costado la escalera...15 escalones que contaba con tristeza cada vez que debía dejar su casa...

Marcaba con lápiz los días con ansias por volver...religiosamente cada domingo...y sé que ella también. Atravesaba todo el jardín en una loca carrera con risas ahogadas y miles de cuentos para contar...me esperaba debajo de un árbol de guayabo que había rodeado de incontables planteritas de colores, hechas con todo lo que podía reciclar...
No habían saludos ni los consabidos protocolos...ella era mi amiga, era llegar y sentir salir las palabras a borbotones..inyectándole yo vida y ella a mi afecto...cada domingo...levantar mi falda y mostrarle los moretones de mi ultima caída del árbol de mango de casa, contarle que chico me gustaba y ella nunca recordaba los nombres!...claro..yo me enamoraba cada semana de uno distinto...y confesiones llorosas de ella que inútilmente trato de recordar y solo veo sus facciones entristecidas...

Llegó mi cumpleaños numero 10 y la vi llegar a la casa en la camioneta repleta de sus plantas...entendí ese día su regalo?...no,...lo entendí tantos años después...
Pasó otra semana vuelta a encontrarnos...no me habló mucho, pero no dejó de regalarme su lánguida sonrisa, en un momento me dice...vení sentate en mi regazo que va ser la última vez que vamos a estar juntas...y yo inocente le pregunté si viajaría y me dijo "si"....
Viernes...escucho sonar el teléfono y veo salir a mi madre, noto que en el escritorio mi padre empieza a hacer unas llamadas.." y está mal...en un hospital...infarto..."...no fue necesario preguntar..yo sabia que hablaba de ella...dejó de existir sin que me diera cuenta, sin tiempo para despedirme, para recibir un solo abrazo mas...

No lloré...no ese día, la imaginaba en otro jardín...y acompañe a mis padres a buscar su cuerpo, me senté al lado y le tome los pies...los tenia tan limpios...tan blancos...cómo nunca me fije en ellos?, parecía dormida...
Sus plantas se quedaron conmigo...flores, hojas, latas...ella...y hoy si lloro...como todas las veces en que su recuerdo golpea suave mis sentidos...

 

Friuli, no tengo palabras para tu historia tan bella...
Tu abuela debe estar muy orgullosa de tener una nieta como vos! no lo dudes, y su paraíso debe ser que la recuerdes con tanto amor,se advierte en tus palabras... porque ellos solo se van cuando ya no los recordamos.
Un abrazo grande y gracias a todos por compartir historias que dan siempre caricias en el alma

 

Daniela, concuerdo contigo sobre lo escrito por Friuli, es hermosa su historia.
Creo que los abuelos son tan importante como los padres.

Guapuru 17 Gracias por tú comentario, mi madre y padre fueron muy especiales, a pesar de ser personas comunes y corrientes, pero fueron especiales. Al igual que a Friuli, su abuela y para mis hijos mi madre fue y sigue siendo una abuela especial para ellos porque la disfrutaron y regalonaeron con ella hasta último momento.

 

Friuli, es muy importante la figura de tu abuela en tu vida. Está muy bien hilada tu historia puedo imaginármela entre los frutales y su sonrisa imborrable al ver valorado su jazmín. Ahora entiendo tu pasión por la naturaleza. Son amores que llevaremos con nosotras siempre.

María , la personas comunes tienen tanto o más que entregar. Mejor aún si son grandes seres humanos. La belleza está en lo simple.

 

Friuli,me emociono tu historia me hizo pasear por ese jardin con enredaderas,movio mi alma hasta lo mas profundo,porque yo tambien ame a mis abuelos de la misma manera y como a ti ,los mios tambien me enseñaron ese amor por lo puro ,lo real,a veces no nos damos cuenta pero esas hermosas experiencias de vida junto a nuestros seres queridos son las que marcan nuestra personalidad,tengo que felicitarte por las fotos de cataratas,yo estuve en semana santa y se me poso la mariposa con el numero8,cuando vi tu foto ,me dieron ganas de volver saludos daniela de mercedes bs as

 

Friuli, tan bello tu relato...cuánto te habrá adorado tu abuela...cuánto lo harás tú! Cómo podemos seguir queriendo tanto aún después de la muerte! No hay nada más hermoso, maravilloso que querer no es cierto?

Mirta, te busco ahora la receta y te la envío. Disculpa mi demora, en estos días apenas puedo leer de a poquitos el foro.

Un abrazo grande para todos y mucho amor, paz y salud a su alrededor.

 

Friuli:
Tu historia me conmovio hasta la medula de las huesos!! Sabes que yo no conoci a mis abuelas. Una de ellas mi abuela materna se murio cuando yo tenia 8 años pero viviamos a 8 horas de camino en diferentes medios de trans porte incluido un burro. Y nosotros estabamos tan pobres en aquella epoca. (hace 32 años) que para mis papàs era practicamente imposible cargar con sus ll hijos he ir a visitar a la abuela. Asi que un buen dia solo vi a mi mamà llorando porque se habia muerto la abuaela, se fua a enterrarla y se acabo.
Años mas tarde estuve en la que fue su casa y su querida huerta, no sabes, hubiera querido hacerla presente ahi y verla aunque fuera solo una vez rodeada de sus queridos arboles frutales, Pero todos sabes que desgraciadamente los muertos no vuelven. Asi que tu llegas y me compartes esa Historia tan bella y yo lamento tanto no haberla tenido conmigo.
Besos.

 

Daniela felicidades por el post...es uno de los mejores que conozco, nada mas lindo que la transparencia del alma y aqui se pueden leer esas cosas.
maria abarca...ojala tuviéramos mas abuelitos...
Guapuru...creo que en la niñez se fijan las pasiones que en la edad adulta demostramos, que maravilloso tesoro es un niño y aun mas que eso..una persona que se interese por uno...
mabel tana...cuanta razón tenes, me alegro que la mariposa 88 se haya posado en tu mano..que privilegio...
unarbolunrio...pasaron tantos años y creo que el afecto ha ido creciendo, como también todas las cosas que acompañan a la idea cuando esa persona ya no esta...mas que nada la añoranza, pero agradezco tener ese recuerdo maravilloso.
Lupis...siento que no hayas tenido abuelos para disfrutarlos, pero siempre existe alguna vecina de edad, una tia viejita, ancianos en el asilo del barrio que agradecen un poco de atención...y que charlatanes son..verdad?....

un beso a todas... me emociona saber que se pueden despertar sentimientos desde una pc...las voy leyendo de a poco que hace un tiempito descubri este hermoso post...

 

Si, gracias a todos(as) por estos maravillosos momentos. Y este post lleno de remembranzas.

 

Vuelvo a entrar en este hilo del foro porque, realmente, me transmite paz. Leo los escritos sobre vuestras madres, y me emociono. ¿Cómo recuerdo a mi madre? Con cariño, ternura, impotencia a veces... porque se fue demasiado pronto. La recuerdo en momentos felices, cuando en casa iban bien las cosas, había dinero, vivíamos contentos, sin muchas preocupaciones: las comidas de Navidad, los cumpleaños, los días de playa, las noches esperando a los Reyes Magos, las visitas a los museos, los cientos de iglesias que visitábamos (por Dios, cómo le gustaban). La recuerdo en los momentos amargos, cuando el trabajo escaseó, contando las monedas para comprar el pan, esperando a mi tía, que nos traía sopas porque sino no comíamos, recuerdo las latas de comida que nos daban algunos amigos, a nuestros vecinos, que eran médicos y le daban a mi madre medicamentos sin cobrarle... Recuerdo noches en la que nos quedábamos las dos en la cocina, cuando todos dormían, hablando sobre cómo lo haríamos para salir adelante, rezando para que mi padre conservara el trabajo cuando lo encontraba, recortando la puntera de las zapatillas de estar por casa porque nos iban pequeñas y no podíamos comprar otras. Recuerdo de manera agridulce una pieza de tela que me dieron en uno de los muchos trabajos que yo tenía (yo andaba por los 15 o 16 años, trabajaba toda la semana y estudiaba bachillerato por las noches), era a cuadritos azules y blancos, y estuvimos como dos semanas haciendo un montón de cosas con la tela: un mantel con sus servilletas (todo rematado a ganchillo), camisones y pijamas para todos, una cortinilla para la cocina, fundas para cojines... Recuerdo cuando las cosas empezaron a mejorar, la alegría que volvió a sus ojos, las noches en la cocina, mientras todos dormían, riendo las dos y planificando las comidas para la semana, y cómo recitaba La Profecía ("Me lo dijeron ayer las lenguas de doble filo..."), La Lirio ("Tiene una pena la Lirio...") o cómo cantaba coplas maravillosas (La Zarzamora, Triana, Francisco Alegre...). Todavío sonrío recordando lo contenta que se puso cuando me la llevé de vacaciones una semana a París, las dos solas, y cómo disfrutó en Euro Disney, como una chiquilla (tengo una foto suya con Goofy, igual que los críos...).
Recuerdo los días que estuvo enferma, sólo 26 días, antes de morir, cómo intenté devolverle algo de lo que me dió, dándole de comer, de beber, aprendí a poner inyecciones, le daba la morfina... Hasta el último momento se empeñó en ir al baño ella sola, y cuando ya no pudo, la llevaba yo en brazos...
¿Qué me queda de mi madre? Su amor incondicional, su ternura, sus recitados (los aprendí todos), sus canciones, su aroma eterno a lavanda, sus recetas... Y el profundo convencimiento de que ha sido la persona más valiente que he conocido, que luchó hasta el final y que, llegado el momento, no pensó en ella, sino que minutos antes de morir le dijo a mi padre "No te preocupes, estoy bien, todo pasará, no llores".

Perdonad por lo extenso del mensaje... Pasaría horas hablando de ella y de lo que significó para mí.

 

se me hizo un nudo en la garganta al leerte Xel...como se destila sentimiento sin proponerse uno..verdad?, es lo mas natural..sentarse y hablar de algo que se vivió. Haber participado en esa lucha diaria por subsistir te habrá hecho fuerte y maduraste antes de tiempo, pero asi también....aprendiste a valorar a las personas antes que nadie, una perdida temprana deja una tristeza recurrente, pero tiene un propósito...despertar al mundo de los sentimientos reales, sé que muchas personas te aman por ese corazón grande que tenes...un beso.