¿Cuantos hemos sido los que nos hemos peleado con diferentes tipos de insectos que ponían en aparente peligro las plantas o cultivos? ¡Casi todos! Hasta ahora la creencia de que estos seres son enemigos del huerto ha sido consecuencia de los mil y un ingenios del hombre en su labor por exterminarlos, desde fuertes venenos ya sean sintéticos o vegetales, hasta la rebuscada idea de utilizar otras especies de insectos devoradoras o parasitarias de los insectos no deseados. No es apropiado hacer juicios ya que todo aparenta haber sido necesario para llegar a comprender los asuntos mundanos desde una forma cognitiva diferente. Por supuesto que son muchos los factores que van a determinar la aparición de plagas en las plantas, los ritmos cósmicos, la calidad de las semillas, la forma en que se fertiliza el suelo y las plantas, las rotaciones de cultivos, en fin, multitud de fenómenos físicos que se han de tener en cuenta a la hora de intervenir en la naturaleza y que están en muchos libros de agricultura y agricultura ecológica. Ahora podemos tener en cuenta otra cuestión, es el nivel de consciencia y la relación que existe entre el hortelano y su huerto, esta relación va a dar como fruto una EMOCION y que va a ser el “agua (patrón de ondas)” que va a regar por doquier hasta el último rincón del huerto y sus múltiples formas de vida. Es importante concretar que es una emoción y que es lo que la diferencia del resto de percepciones. ¿Qué es la emoción? Entendemos por emoción una sensación que produce bienestar o malestar y se somatiza en el cuerpo pudiéndola percibir claramente en algún punto del cuerpo. Para ser prácticos y objetivos diferenciamos dos emociones básicas: Amor: La del bienestar y Miedo: La del malestar. Las demás podemos decir que son emociones secundarias, pues hay un pensamiento asociado a esa emoción. El término de “pensamientos disfrazados” es muy apropiado. Hay que tener en cuenta otro concepto importante para comprender, es la DUALIDAD. ¿Qué es la dualidad? Es la forma que tenemos los seres humanos de experimentar la vida en la tierra a través de nuestra consciencia. Observamos el cielo y la tierra separados, arriba y abajo. El electrón de carga positiva y el de carga negativa. Polo Norte y polo Sur. El ser humano, con la consciencia, con el sentido común, solo puede captar información de forma dual. En el caso de las emociones, la dualidad es Amor / Miedo. Por ejemplo: Un niño de dos años, que aún no tiene apenas consciencia, si mientras está jugando con su pelota, está se escapa cruzando la carretera, el niño, sin ningún MIEDO irá en su búsqueda. El niño, al no ser consciente en esa edad, solo responde a sus instintos básicos de supervivencia que lleva codificado por las experiencias de su especie (la raza humana/ cultura) y estos se alojan en el inconsciente, y el inconsciente existe en UNIDAD, NO DUALIDAD. Los animales viven exactamente así, no piensan (consciencia) sino que captan, y actúan, (de forma inconsciente) siempre con un sentido y coherencia biológica. Por supuesto las plagas tienen un sentido biológico por el cual intervienen, es para reparar/reciclar algo, ya sea por causa natural desde la (unidad) o producida por el hombre desde la (dualidad). Para los que no conozcáis la permacultura y el método “Fukuoka” se basan en la no interferencia, no se labra el suelo, no se añade nada que allí no crezca y por supuesto no se mata ningún bichito ni se los molesta. Obtienen excelentes resultados a plazo medio/largo, según se mire. Consiste en dejar hacer a la naturaleza en UNIDAD. Aparentemente puede ser esta la mejor opción de relacionarnos con el huerto, pero cada vez que el hombre interviene en el huerto, le permite experimentar la dualidad a este, generando en consecuencia a la intervención un estado de “CAOS”. Y está claro que a la naturaleza le gusta experimentar la dualidad o al menos está conforme con que nosotros la manipulemos para experimentarla a través de ella pues después de los siglos que llevamos haciendo aparentes barbaridades con ella, nunca ha dejado de querernos y darnos caprichos. La naturaleza no contiene leyes sin sentido. Hasta los transgénicos tienen un sentido biológico, pero no lo hablaremos aquí. Cuando uno toma consciencia de todo esto, en lo que menos piensa es en exterminar la plaga y lo más importante, deja de ver la plaga como enemiga sino como una gran aliada para la evolución del huerto y cada vez obtener mejores cultivos tanto en calidad como en cantidad y con el menor esfuerzo físico posible. Los últimos descubrimientos en física cuántica, epigenética y otras ciencias avanzadas, están demostrando como todo está conectado y se consiguen encontrar los “por que es” y sobre todo los “para que es” esto implica un drástico cambio de paradigma. Y en este nuevo paradigma donde el hombre crea su realidad a través de la comunicación que tiene con el exterior mediante la emoción y la cantidad de posibilidades que esto implica, como por ejemplo el caso de las personas que practican el “respiracionismo” o comúnmente llamado “vivir de la luz, o el prana, o la energía vital” y que no necesitan calorías ni proteínas físicas para vivir de forma saludable, claramente, que no necesitan comer alimentos sólidos, demuestra la capacidad creadora de realidad que puede tener un pensamiento, una creencia y por definitivo una EMOCION. Por lo que podemos interpretar y experimentar de forma empírica el como solo dando AMOR consciente (sin emociones ocultas) podemos obtener cultivos saludables, sin más preocupación de astros, ni especiales cuidados en la tierra, ni otros temas de importancia física, pues la EMOCION transforma la materia. Para ello, primero habremos de haber andado por la dualidad lo suficiente como para poder integrarla y trascenderla. Mientras tanto, tendremos que tener en cuenta los por que y los para que de lo que nos pasa en el huerto y no lo hemos deseado, y esto amigos lectores, tendremos que entender específicamente cada cuestión al respecto y tratarla con esta forma de percibir e interpretar para conseguir las respuestas que solucionen el conflicto de raiz. Podemos empezar preguntándonos ¿Qué es lo que me da miedo en relación a mi huero? ¿Cuántas cosas pueden pasar que me producen miedo? ¿En que escala está mi huerto en relación 1:10 Amor/Miedo? Así encuentres los resultados verás la coherencia de equilibrio de tu huerto y los sucesos que en el experimentáis. Hasta pronto!!! PD: En este artículo se dán muchos datos que es importante comprobarlos por uno mismo (en internet o con expertos sobre estos temas) y no aceptar las cosas porque...me gusta mas que lo que tengo, sino siendo coherentes con que siento que es así y también necesito entenderlo racionalmente para integrar el conocimiento y evolucionar, sinó nos quedamos en la Fe ciega o esperanzada y eso no es CONSCIENCIA. CONSCIENCIA = PENSAMIENTO COHERENTE CON LA EMOCION = FE DE CERTEZA. SABIDURIA = CONOCIMIENTO APLICADO EN TU VIDA = CERTEZA EN TI MISMO Fuente del artículo:http://www.aprendebiodinamica.blogspot.com/2012/01/que-son-las-plagas-en-realidad-facil-un.html
Re: Que son las plagas en realidad? Fácil, un espejismo proyectado desde ti. La enfermedad no es algo externo, ayudar al cuerpo o las plantas miles maneras hay, lo importante es la toma de consciencia de que lo que enferma, es por la percepción de la persona y el huerto no es mas que una extensión de la misma. Cambiando tu, cambias tu mundo y tu realidad, sea de salud, o de dinero, o de plagas!!
Re: Que son las plagas en realidad? Fácil, un espejismo proyectado desde ti. En eso estamos, Juanpagc
Re: Que son las plagas en realidad? Fácil, un espejismo proyectado desde ti. Si se eliminan las plagas también se extinguirán sus depredadores y a la que algún otro bicho ocupe el hueco dejado por la plaga no tendrá depredador. Otra cuestión es cuando es plaga y cuando la existencia normal de un bicho en concreto. Se debe actuar como tú dices cuando el nº de bichos puede ser perjudicial a la plantación, pero si hay dos bichos por cada 10 plantas es un nº que no pone en riesgo a la plantación y puede atraer a su depredador que lo acabará controlando. Hay que dejar a la naturaleza seguir su curso y solo intervenir cuando es preciso, cosa que en un medio equilibrado es prácticamente casi nunca
