Cardo mariano (Silybum marianum): ficha y usos medicinales

Tema en 'Varias plantas medicinales' comenzado por Malee, 7/6/13.

  1. Malee

    Malee MARISA

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    Cardo mariano

    “Silybum marianum”

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    El cardo mariano lleva siendo usado como planta medicinal desde tiempos remotos pues fue probablemente Teofrasto en el siglo IV A.C el primero en describir esta planta con el nombre de “Pternix”. Posteriormente Dioscórides la mencionó en su “Materia medica”, así como Plinio el Viejo quien la describió como un excelente colagogo. El uso del cardo mariano ha sido mencionado en todos los herbarios medicinales como el de la abadesa Hildegarda von Bingen (1098-1179), Hyeronimus Bock (1593), Jacobus Theodorus (1664), Mattioli (1626), Valentini (1719) o Van Haller (1755) por citar algunos.

    De todas las descripciones leídas es la del doctor Font-Quer en su Plantas medicinales, El Dioscórides Renovado, la más completa y amena para familiarizarnos con uno de los cardos más bellos y de mayor tamaño de nuestra flora.

    Según Font Quer, el cardo mariano (o milk thistle como lo llaman los angloparlantes) es una planta vigorosa que puede alcanzar metro y medio de altura, bienal con un rosetón enorme de grandes hojas alabeadas, con manchas como de leche, por su blancura, y con lóbulos espinosos en sus orillas; las del tallo sin rabillo (pecíolo), con un par de orejuelas redondeadas en la base que lo abrazan (es decir, amplexicaule). Las flores se disponen en cabezuelas grandes, con las brácteas u hojas externas rematadas en una recia espina extendida o reflexa. Estas flores tiene color de rosa o purpúreo, y los cinco estambres de su interior tienen sus filamentos soldados en un solo haz. Los frutos de este cardo son aquenios, miden de seis a siete milímetros, y son lisos y jaspeados. El vilano con que están empenachados tiene blancos pelos hirsutos de hasta dos cm. de largo que les permiten volar.

    Florece a partir de mayo hasta julio o agosto y lo podemos encontrar en lugares incultos, terrenos baldíos, al borde de caminos y carreteras, al pie de muros, por lo común donde medran las ortigas y otras plantas que siguen al hombre. Es muy común en toda la Península Ibérica aunque escasea hacia el norte; también se la puede ver en Canarias y Asia Menor habiendo sido introducida en otros muchos países como EE.UU. y Australia.

    Cuenta la leyenda que las hojas de este cardo se mancharon de blanco gracias a la leche derramada por la Virgen María, que estaba amamantando al niño Jesús y que el cardo quedó bendecido y lleno de virtudes (por eso, su nombre en los diversos idiomas hace referencia a la leche y a María). Otra leyenda cuenta que la Virgen María tiñó de blanco las hojas de esta planta con la leche de pecho cuando trataba de ocultar a Jesús de la persecución mandada por Herodes.

    Parte utilizada:

    Para su uso medicinal se van a emplear principalmente los frutos secos (aquenios), pero según Font Quer también se pueden utilizar la raíz, el tallo y las hojas.

    Principios activos:

    El cardo mariano posee silimarina un flavolignano formado por silibina, silidianina, silicristina y según algunos autores también isosilibina. El principal componente del complejo silimarina es la silibina. También contiene otros flavonoides, a saber: taxifolina, quercetina, dihidrocamferol, kenferol y apigenósido; aceite esencial con una elevada proporción de ácido linoléico, oleico y palmítico; esteroles: tocoferol, estigmasterol, campesterol y sitosterol; taninos catéquicos, tiramina, proteínas y mucílagos.

    Propiedades farmacológicas:

    El cardo mariano es un excelente hepatoprotector y colagogo, pero también posee virtudes como aperitivo, digestivo, hemostático, venotónico, diurético, antipirético, antirradicalar, antidepresivo, antihemorrágico y en la medicina popular como antiespasmódico. Recientemente la silimarina – o la silibina que es su principal componente, por lo que nos referiremos a ellos indistintivamente – ha recibido mucha atención debido a sus actividades alternativas beneficiosas como pueden ser acciones anticancerígenas, quimiopreventivas, hipocolesterolémicas, cardioprotectoras, neuroactivas y neuroprotectoras. Existen numerosos estudios acerca de nuevas y posibles aplicaciones de la silibina siendo importantes sus efectos sobre la actividad estrogénica, modulación de transportadores moleculares e incluso sobre la expresión del DNA.

    Indicaciones:

    El cardo mariano está indicado en casos de insuficiencia hepatobiliar, hepatitis agudas y crónicas, cirrosis, disquinesias hepatobiliares, contra los efectos de la resaca. También es indicado en casos de inapetencia, dispepsias hiposecretoras, hemorragias (hematuria, epistaxis, metrorragias), gripe catarros, cistitis, urolitiasis y oliguria.

    Algunos autores lo recomiendan como complemento para tratar la ictericia, para contrarrestar la absorción involuntaria de metales pesados como el plomo y el aluminio de latas de refrescos, o el mercurio de empastes dentales. Su principio activo silibina actúa en caso de problemas pancreáticos, de pulmón, enfermedades del riñón, en el tratamiento de desordenes en la próstata como puede ser el adenocarcinoma, o en dermatología y cosméticos.


    Modo de acción:

    Vistas las indicaciones y propiedades generales podemos indagar un poco más en algunas de las más importantes.

    Cardo mariano como hepatoprotector: la silibina actúa inhibiendo el sistema de transporte en la membrana del hepatocito y estimula la síntesis de ARN aumentando la síntesis de proteínas y por tanto promoviendo la regeneración del tejido hepático. De esta forma inhibe el circuito enterohepático de las toxinas (alcohol, veneno etc….).Debido a esta propiedad la silibina es utilizada en casos de envenenamiento por setas hepatotóxicas pues actúa como un buen antagonista de las toxinas.

    Cardo mariano como anticancerígeno y quimioprotector: la acción anticancerígena y quimioprotectora que ejerce la silimarina se debe en parte a su pontencial antirradicalar pero se ha visto que la silimarina inhibe la acción carcinogénica de muchos compuestos químicos. Pero además la silibina es capaz de actuar inhibiendo el crecimiento y produciendo la muerte de células del carcinoma de próstata. También actúa contra el cáncer de ovarios gracias a su actividad antiangiogénica. Por todo esto la silimarina es un adyuvante en el tratamiento del cáncer.

    La silibina actua principalmente como un antioxidante para proteger los tejidos expuestos al estrés oxidativo generado por los compuestos usados en quimioterapia y para eliminar su hepatotoxicidad. Es común que en quimioterapia se tengan que hacer interrupciones en el tratamiento por daños hepáticos producidos por los químicos empleados. Con la administración de silibina los tratamientos pueden continuarse durante más tiempo sin interrupciones.

    En el caso citado de cáncer de ovario, la silibina aumenta la acción citotóxica de ciertos fármacos contra las células tumorales potenciando así su actividad antitumoral.

    Actividades neuroprotectoras y neurotróficas del cardo mariano: aunque en este campo no se ha indagado mucho, se sugiere que la silimarina puede actuar en el tratamiento y prevención de procesos neurodegenerativos y neurotóxicos.

    Cardo mariano en el tratamiento de la diabetes mellitus: esta propiedad es ya conocida en Marruecos donde preparan decocciones de las partes aéreas de la planta para tratar la diabetes mellitus. La silimarina previene el incremento de la glucosa en sangre y gracias a su actividad antioxidante puede actuar como un quimioprotector y regenerador del páncreas.

    El cardo mariano sirve también para prevenir nefropatías y como apoyo en el tratamiento de las infecciones urinarias. Estimula las células del riñón de la misma forma que las del hígado, incrementando la síntesis de proteínas y DNA, así como la actividad de la lactato deshidrogenasa.

    Prevención de problemas cardio-pulmonares: la silibina se ha mostrado muy efectiva como cardioprotector cuando se somete a los pacientes a tratamientos de quimioterapia en donde los compuestos suministrados generan un estrés oxidativo dañino para las células del corazón. También se ha mostrado muy efectiva en la prevención alergias y asma por su actividad antiinflamatoria.

    Otras aplicaciones: la silimarina protege la piel del estrés fotoxidativo de la radiación solar; es un complemento para tratar la ictericia; facilita la eliminación de piedras vesiculares; se usa como remedio para atajar las hemorragias y reducir el flujo menstrual; en el tratamiento de la hipercolesterolemia: la administración de cardo mariano produce un incremento en los niveles de colesterol HDL, o comúnmente conocido como “colesterol bueno”.

    Contraindicaciones:

    Incompatible con tratamientos antidepresivos con IMAO en caso de haber hipertensión. No hay que prescribir formas de dosificación con contenido alcohólico a niños menores de dos años ni a consultantes en procesos de deshabituación etílica. También está contraindicado en el embarazo y lactancia.

    Efectos secundarios:

    La planta fresca puede provocar dermatitis de contacto y en altas dosis tiene un efecto laxante debido al incremento de la secreción biliar. Se ha descrito un caso en que el consumo de cardo mariano produjo sudores, nauseas, vómitos, diarrea, debilidad y colapso.

    Dosificación:

    -Infusión: una cucharada de postre (150 ml) por taza. Infundir durante 10 minutos. Una taza antes de las comidas.

    -Extracto fluido (1:1): 25-50 gotas una a tres veces al día. En casos de hepatitis crónicas se han descrito, al asociarlo a partes iguales, con extracto de Ribes nigrum.

    -Tintura (1:10): 50-100 gotas, de una a tres veces al día, entre comidas.

    -Extracto seco (5:1): 0,5-1 g/día.

    -Cápsulas: extracto estandarizado al 70-80 % de silimarina, 100-300 mg tres veces al día.
    La silimarina alcanza su nivel máximo en sangre a las cuatro-seis horas de la administración oral y su evacuación ocurre por vía biliar y renal a las ocho horas.

    Remedios caseros:

    Fórmula hapatoprotectora. Para reducir la inflamación del hígado, ayudando a que funcione mejor. A partes iguales cardo mariano, angélica, raiz de genciana, alcachofera, cachurrera menor, centaurea, caléndula, menta y hojas de boldo. Infusión.

    Tisana antialcohólica. Para reducir la dependencia al alcohol y complementar el tratamiento de la hepatitis alcohólica.Una cucharada sopera de cardo mariano con dos de cachurerra. Infusión.

    Fórmula antihemorrágica. Para tratar reglas abundantes, hemorroides, hemorragias nasales y varices. A partes iguales cardo mariano, bolsa de pastor, ortiga dioica y cola de caballo. Infusión.

    Fórmula contra las úlceras varicosas: sobre las úlceras varicosas se aplica polvo de semillas o se preparan apósitos con el té de la planta.

    Utilización en homeopatía:

    Se prescribe contra los trastornos hepáticos, contra la colecistitis, la cefalalgia frontal, el lumbago, el reuma muscular y las úlceras varicosas de la pierna.

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    Las imágenes son de la red.
     
  2. Betina2010

    Betina2010 Marta

    PLANTA DEL DIA



    Cardo mariano (Silybum marianum)


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    http://terranostra-terranostra.blogs...ardo Mariano


    NOMBRE CIENTIFICO: Silybum marianum

    Aplicaciones mágicas: Cuenta la leyenda que las hojas de este cardo se mancharon de blanco gracias a la leche derramada por la Virgen María, que estaba amamantando al niño Jesús y que el cardo quedó bendecido y lleno de virtudes (por eso, su nombre en los diversos idiomas hace referencia a la leche y a María). Tradicionalmente considerado en Inglaterra "agitador de serpientes": se dice que se revuelven unas contra otras, en su presencia, seguramente porque se asocia la serpiente con el mal y el cardo mariano con el bien.

    El cardo mariano (Silybum marianum) es una planta herbácea anual o bienal, originaria de Europa y fácilmente distinguible por sus hojas, recorridas en su haz por franjas de color blanco lechoso.

    Aplicaciones culinarias: Las hojas jóvenes se pueden utilizar en cocina, hervidas y rehogadas.

    MEDICINAL: Combate el daño inflamatorio
    Varias células en el cuerpo producen sustancias inflamatorias que pueden causar severos daños al hígado y a otros tejidos El cardo mariano lo que hace es inhibir la formación de estas sustancias tóxicas
    En altas dosis puede reducirlas hasta un 70% comparada con el valor de control.
    A través de estas propiedades anti-inflamatorias, el cardo mariano puede ayudar a prevenir el daño en los tejidos del hígado, los riñones y de cualquier otra parte del cuerpo, como también disminuir la formación de cálculos.

    El cardo mariano protege contra la diabetes

    Aunque comúnmente solo relacionamos a la diabetes con el páncreas y la insulina, el hígado tiene un importante rol en la regulación de azúcar en la sangre, pues transforma la glucosa y la almacena para cuando sea requerida.
    Si el hígado es significativamente dañado por el alcohol, excesiva inflamación o toxinas, no podrá regular el azúcar en la sangre, predisponiendo a la diabetes.
    Hace algunos años, fueron 60 pacientes con diabetes (del tipo 2) y daños en el hígado causados por el alcohol. A la mitad se les administraron 600 gramos de cardo mariano todos los días durante 12 meses, y a la otra mitad se les dio un placebo.
    Los resultados fueron sorprendentes: el cardo mariano redujo rápidamente los niveles de glucosa en la sangre. Pero no bajó tanto el nivel de glucosa en la sangre como para causar un bajo contenido de azúcar (hipoglucemia), sugiriendo que esta planta es “inteligente”, ya que estabiliza los niveles de azúcar en la sangre.

    Tres acciones contra el cáncer

    Estudios recientes sugieren que el cardo mariano puede ser útil en la dura batalla contra el cáncer de tres maneras distintas:

    En primer lugar, puede pelearle al cáncer directamente. Un estudio de laboratorio mostró que esta planta puede detener in vitro el desarrollo de células cancerigenas. El cardo mariano no las mata sino que hace que se comporten como células normales (al menos en el cáncer de próstata, que fue el objeto del estudio).

    En segundo lugar el cardo mariano puede potenciar los efectos de las drogas que se utilizan contra el cáncer.

    Finalmente, esta hierba puede proteger a los riñones de los efectos dañinos producidos por la quimioterapia contra el cáncer.

    El cardo mariano baja el colesterol

    En 1977 un estudio conducido por científicos alemanes encontró que esta planta podía inhibir la producción de colesterol. Nuevos estudios produjeron similares resultados, mostrando que tomando esta medicación bajaba el nivel de colesterol total y se incrementaba el de colesterol “bueno”.
    Además el cardo mariano disminuye la oxidación o la transformación del colesterol “malo” en formas mas perjudiciales.

    ¿Cómo se usa?

    Las diversas investigaciones realizadas hasta el momento no identificaron todavía la óptima dosis de cardo mariano.
    Se piensa que al menos 250 mg. por día de cardo mariano pueden ayudar a la gente con diabetes y otros daños que tengan que ver con la regulación de la glucosa en el cuerpo.
    Dosis de 150 hasta 300 mg. por día son considerados suficientes para proteger al hígado sano, mientras que entre 400 y 800 mg. por día serían necesarios en casos claros de daños en el hígado.
    Usándolo apropiadamente el cardo mariano no parece producir efectos colaterales, aunque se debe tener cuidado al usar el extracto de esta hierba mientras se consumen otros medicamentos, como por ejemplo aquellos utilizados para subir la presión.

    "Desde tiempos ancestrales la planta conocida como “cardo mariano” ha sido usada para tratar dolencias relacionadas con el hígado y con la vesícula, picaduras de serpientes y problemas menstruales.

    Científicamente conocida como Siyibum marianum, esta hierba es miembro de la misma familia de plantas de la alcachofa y la margarita. Las propiedades medicinales de esta planta derivan de sustancias presentes en sus semillas, donde el componente biológicamente más activo es la silibinina.
    Diversas investigaciones afirman que esta planta desintoxica y protege al hígado, salvaguardándolo de daños severos, reduciendo inflamaciones y promoviendo su bienestar.

    El cardo mariano y el hígado

    Popularmente conocida como el “guardián del hígado”, esta planta medicinal lo protege contra las toxinas estimulando el crecimiento de nuevos tejidos para reemplazar las áreas dañadas. Esta protección es crucial para la eliminación de venenos biológicos.
    Situado en el costado derecho del abdomen superior, el hígado posee muchas tareas, incluyendo la de convertir partículas de comidas en grasas, carbohidratos y proteínas y participando de la regulación y almacenamiento de la glucosa.
    El hígado es un órgano que se encuentra bañado en sangre. Esta sangre contiene gran cantidad de sustancias nocivas, incluyendo bacterias, alergenos, etc. Lo que hace el hígado es filtrar estas sustancias dañinas a través de la sangre y atacar a otras con enzimas que las eliminan o neutralizan.
    Eliminar estas sustancias dañinas es una tarea peligrosa porque si no son desactivadas y curadas rápidamente el hígado puede dañarse. El cardo mariano previene que esto pase de diferentes maneras:

    Protege al hígado de las sustancias dañinas

    Esta planta resguarda al hígado de drogas como el alcohol y hongos venenosos, como también de las drogas usadas en quimioterapia u otras sustancias perjudiciales.
    Una de las maneras de proteger el hígado que tiene esta planta es estimulando la producción de una sustancia llamada “glutatión”, que desintoxica a las células vivas. Diversos estudios realizados en animales mostraron que el cardo mariano promueve el incremento de esta sustancia en un 35% en el hígado, en el estómago y en los intestinos. Además esta planta altera las membranas exteriores de las células vivas, haciéndolas más fuertes para que las toxinas no ingresen en ellas.

    Mantiene el flujo biliar

    La bilis ayuda a expulsar las toxinas desactivadas a través de las heces. Las obstrucciones biliares pueden inducir a una ictericia (color amarillento de la piel por la presencia biliar anormal). Lo que hace esta planta es ayudar a proteger al hígado inhibiendo la producción de las sustancias llamadas leucotrienos, que promueven la colestasis (“estancamiento” de la bilis).

    Protección contra los daños causados por el exceso de alcohol

    El cardo mariano interfiere en el desarrollo de la cirrosis y elimina el tejido anómalo que acompaña al daño hepático de origen alcohólico.

    Reduce el exceso de hierro en el cuerpo

    El exceso de hierro en el cuerpo puede provocar daños en el hígado. Esta planta medicinal actúa como un antioxidante, ayudando y protegiendo al hígado contra los daños resultantes.
    Además ayuda a eliminar el hierro de la sangre, mediante la defecación.

    Regenera los tejidos del hígado

    El cardo mariano fomenta la producción de proteínas en las células del hígado, estimulando el crecimiento de células nuevas y permitiendo que las dañadas se regeneren.
    El debilitamiento del hígado, debido a la acumulación de sustancias toxicas en él y en el resto del cuerpo, puede traer problemas al sistema inmunológico.
    Ayudando a mantener al hígado saludable y fuerte esta planta mantiene saludable a todo el cuerpo.

    Poder antioxidante

    Esta hierba combate el estrés oxidativo y el daño provocado por los radicales libres, que pueden debilitar y destruir células en todo el cuerpo.
    Además estimula la actividad de otros antioxidantes."



    Texto e imágenes de: http://terranostra-terranostra.blogspot.com.ar/search/label/Cardo Mariano