La cornicabra (Pistacia terebinthus) ya ha salido varias veces en este foro. Quiero mostraros en este mensaje el desarrollo de la agalla que da nombre a esta especie. Las fotos, excepto la primera, están sacadas en el mes de septiembre pasado. Hoja de cornicabra. Tiene un número impar de foliolos, que se caen en invierno después de ponerse rojos. Fruto de la cornicabra La agalla empieza a formarse en primavera, como consecuencia de la picadura de un hemíptero llamado Baizongia pistaciae (un pulgón) La agalla va creciendo hasta adoptar la forma de una cornamenta de cabra, en cuyo interior puede llegar a haber hasta 15000 pulgones. Los pulgones emigran durante el otoño para seguir su ciclo en las raíces de otras plantas (gramíneas principalmente) Y aquí, los artistas en el interior de una joven agalla cortada.
Fijateeeee así que se llama cornicabra por el pulgón!!!!! Ottia que hambre mantrau! Tanto con los frutos como con los pulgones. Seré goloso... Pistacia terebinthus, que buen insulto de camufleix.
Lourdes qué colegios más raros conoces Muy interesante, sí, pero eso ¿qué objeto tiene? ¿por qué están los pulgones dentro? ¿por infección casual o es así siempre? si los pulgones están dentro ¿cómo hacen para salir ? Madre mía me estoy deprimiendo de ver qué poco sé de la vida. Me está afectando entrar en este foro nunca más volveré a ser la misma
diego sebastian, he disfrutado mucho con tu clase magistral y con tus excelentes y didácticas fotografías. Muchas gracias por ponerlas y por tus explicaciones. Hoy he aprendido una cosa más sobre la naturaleza. Un saludo: Juan
Gracias, Lourdes y Mundani. Verne, lo único feo de los insectos es el nombrecito que les ponen... Canela, a este paso te acabas convirtiendo en una entomologadicta (¡bien!) Te cuento lo que sé yo de estas agallas. Las agallas son inducidas en general por la picadura de un insecto (o de una arañita) En el caso de la cornicabra se trata de un insecto, el pulgón de nombre tan raro que he escrito antes. Concretamente es una hembra la que pica el ramillo y pone ahí sus sus huevos. La cornicabra reacciona creando como una verruga, de origen totalmente vegetal, que acaba rodeando los huevos. Cuando salen de los huevos los pequeños pulgones, empiezan a comer materia vegetal de la propia agalla, y esta reacciona creando más materia vegetal. Por eso, las agallas aumentan de tamaño. El beneficio de los pulgones es obvio: obtienen alimento fresco y seguro (a más pulgones, más alimento), y la agalla los protege de las bajas temperaturas y de los depredadores. En el caso de la cornicabra, la agalla adopta la forma de un cuerno de cabra (no me preguntes por qué), que está llena de pulgones. Hasta el mes de septiembre, creo, en que los pulgones abandonan la agalla y se dirigen a las raíces de otra plantas a completar su ciclo. Más o menos. No saben na los jodíos pulgones...
¿Por qué la agalla adopta la forma de un cuerno de cabra? Vaya explicación interesante estos pulgones ¿son los que nos martirizan a los triples "I" (incautos-inexpertos-ignorantes)? No sé si preguntar cual es el ciclo de los pulgones en cuestión....
He visto esas agallas aquí, en Pistacia lentiscus, no completamente desarrolladas (con forma de cuerno) pero sí en la fase "hoja deformada con tumoración roja". Es bastante frecuente. No sabía -ni me imaginaba- que fueran pulgones. Ahora lo sé, te lo agradezco, Diego Sebastián, es muy interesante. Ahí pego una foto del Lentisco y su agalla:
Maiorica, la agalla de tu lentisco se parece a la de la cornicabra, pero no es igual ni la produce el mismo insecto. En al caso del lentisco (Pistacia lentiscus) la agalla aparece como un engrosamiento de un borde de la hoja en forma de media luna. Al principio es verde y luego se vuelve roja. En la cornicabra, la agalla se forma sobre las ramillas, en la base de las hojas (mira mi cuarta foto de ahí arriba) El insecto que forma la agalla en el lentisco es otro hemíptero de nombre Forda formicaria, y el proceso de formación y desarrollo de la agalla es similar al de la agalla de la cornicabra. Agalla sobre hoja de lentisco (forma de media luna)
Gracias, Diego. He estado leyendo por ahí y parece que el mejor sistema para eliminar la plaga es manualmente, arrancando uno a uno los brotes afectados, y destruyéndolos antes de la primavera, momento en que los parásitos de la planta emergen, alados, para aparearse y colonizar otras plantas. Saludos.
Diego.... ¿y cual seria el bichito que provoca la agalla en el laurel? Gracias anticipadas, "maestro". Un beso.
Ostras!!! Yo tampoco sabía de agallas ni de pulgones, las había visto y pensaba que eran malformaciones causadas por vaya usted a saber ... Muchas gracias Diego.
Pues sí, Maiorica, yo creo que ése puede ser un buen sistema, aunque yo en eliminación de bichos estoy muy poco puesto, prefiero que anden por ahí a su bola (siempre que no se conviertan en legión, claro) Angels, el insecto que produce la agalla en el laurel es otro hemíptero llamado Trioza alacris, y es así de bonico: Retrasa el desarrollo del laurel y lo debilita. Ana, espero que este mensaje lo lea un zagalote mallorquín de unos 15 años. Salúdalo de mi parte.
Diego, no vayas a pensar que soy "insectineitor". Sólo comentaba algo que leí. A mí me gustan los insectos, incluso mantengo algunos en terrarios. De todas formas, una plaga es una plaga y si está en nuestras manos evitar ciertas catástrofes, pues se debe hacer. Pero también hay quien le encuentra utilidad a algunas plagas. Me viene a la memoria un relato de una autora norteamericana (Marlo Morgan, Las voces del desierto) que se vio obligada a pasar un mes entero con los aborígenes australianos. Llevaban una vida nómada y de vez en cuando se encontraban a merced de unas plagas de insectos. Mientras ella se desesperaba y enloquecía, y se asfixiaba porque los insectos incluso entraban en sus fosas nasales y en su boca, los aborígenes se dejaban hacer, con los brazos extendidos y el cuerpo y la mente relajados. El sentido de esa actitud tan extraña, es que los aborígenes se lo toman como una limpieza corporal: los insectos los limpian de piel muerta, costras, suciedad, cerumen, heridas, etc. y los dejan limpios. Curioso ¿no?. Cuestión de actitud. A mí me gustan, son interesantes. Ya "me salí" de la cornicabra...
Más razón que un santo tienes, Maiorica. Y lo que no debemos olvidar nunca es que las flores que tanto nos gustan no son más que un truco que utilizan las plantas para atraer a los insectos. Si no hubiera insectos, no habría flores, o éstas serían menos llamativas, como las de las coníferas. No sabía lo de los aborígenes australianos, pero yo ya me he dejado a veces quitar pellejillos de los pies por avispas. Tiene su morbo, pero da gustirrinín. Debo tener algún pariente lejano en Australia...