Hola a tod@s !!!!! He pensado en abrir un hilo sobre la escritora Agatha Christie, ya que hace unos añitos me "enganché" con sus libros, estoy intentando completar la colección de sus obras pero aún me quedan algunos e incluso tengo algunos repetidos Supongo que habrá foreros a quien les guste este tipo de lectura y esta autora Aqui podemos comentar lo que sea sobre esta escritora y sus obras. ¿Alguien se anima?
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Agatha Christie Nombre completo: Agatha Mary Clarissa Miller. Nacimiento: 15 de septiembre de 1890 Torquay, Inglaterra Defunción: 12 de enero de 1976 (85 años) Cholsey, Inglaterra. Seudónimo: Mary Westmacott. Ocupación: Escritora. Nacionalidad: Inglesa. Período: Siglo XX. Género: Policial, romántico, teatral de suspenso y de drama. Cónyuges: Archibald Christie (1914-1928) y Max Mallowan (1930-1976) Descendencia:Rosalind Hicks (1919-2004) Influido por: Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe, Anna Katherine Green y G. K. Chesterton Firma:
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB BIOGRAFÍA DE AGATHA CHRISTIE. Nació en Inglaterra en el año 1890, concretamente en Torquay. Era la hija menor del matrimonio compuesto por Fred Miller y Clara Boehmer. Ella y sus hermanos tuvieron una feliz y típica infancia británica. De niña tuvo un carácter tímido y retraído, y rechazaba sus muñecas para jugar con amigos imaginarios. Esto le ayudó mucho para su trabajo como escritora. Su padre, que vivía de rentas y se pasaba el día jugando a las cartas, murió cuando ella tenía once años, dejando a su mujer e hijos en bancarrota. Agatha Christie fue una mujer que disfrutó plenamente de la vida, sin seguir los mandatos de la sociedad a pesar de que fue criada bajo las rígidas costumbres victorianas de la época. Se casó por primera vez a los 24 años durante la Primera Guerra Mundial con Archie Christie, un piloto de aviación. Éste fue el padre de su única hija, Rosalind. Durante la Guerra Mundial trabajó de enfermera voluntaria en un hospital y un día se le ocurrió escribir una historia policial cuya víctima moría envenenada. La novela en cuestión fue "The mysterious affair at Styles", con Hércules Poirot como protagonista. Al acabarla la presentó a la editorial Hodder and Stoughton que la rechazaron de inmediato. Tras esta negativa prueba suerte en otra editorial: The Bodley Head, que tardó casi dos años en contestarle. En 1920, después de hacerle modificar el capítulo final, le publican el libro. De este libro se vendieron unos 2000 ejemplares, una cifra muy buena para el primer libro de una escritora desconocida. Pero más importante que esto fue que el periódico The Weekly Times compró el manuscrito para publicarlo en entregas. Agatha no veía su futuro en la literatura, pues para ella su familia estaba ante todo, pero la mala situación económica que pasaban su madre y ella le animó a escribir otro libro. A partir de entonces nunca dejaría de escribir. Para hacer su autobiografía tardó unos quince años. Esta obra ayudó mucho para conocerla, pues era una persona muy celosa de su intimidad. Hay un capítulo en su vida muy oscuro del cual ella nunca quiso hablar: cuando murió su madre y su marido le pide el divorcio para irse con su secretaria. Estos dos hechos le produjeron una gran crisis nerviosa que dio lugar a amnesia. En una noche de diciembre del año 1926, teniendo ella 36 años, apareció su coche abandonado cerca de la carretera, pero no había rastro de ella. Sobre este suceso hubieron muchas especulaciones, hasta se pensó que era una acción para dar publicidad a la escritora. Lo que es cierto es que once días más tarde apareció en un hotel de la playa registrada con el apellido de la amante de su marido. Al no saber quién era publicó una carta en un periódico para ver si alguien la reconocía, pero como firmó con otro apellido nadie lo hizo. Afortunadamente su familia la encontró y pudo recuperarse de este golpe con tratamiento psiquiátrico. Separada de su marido y con su hija internada en un colegio, Agatha viajó sola a Bagdad a bordo del Orient Express, tren que le sirvió de inspiración para una de sus novelas más famosas: "Murder on the Orient Express". En esta época era muy arriesgado que una mujer cruzara sola toda Europa para visitar Oriente. En el transcurso de este viaje conoce a Max Mallowan, un arqueólogo quince años menor que ella con quien se casa a pesar de las críticas. Ella tenía 40 años. A partir de entonces la escritora vive entre Oriente Medio e Inglaterra, siendo su matrimonio un éxito. La última parte de su vida fue muy triste. Murió en el año 1976. Tenía 85 años y su marido sólo la sobrevive dos años. En 1971 le concedieron el título de Dama del Imperio Británico en reconocimiento de su obra. La misteriosa desaparición de la escritora en el año 1926 se refleja en un largometraje británico llamado "Agatha", que se basa más en la imaginación de los creadores de la película que en los verdaderos hechos que ocurrieron. Los protagonistas de la película fueron lo actriz Vanessa Redgrave, dando vida a la escritora, y los actores Timothy Dalton y Dustin Hoffman como Archie Christie y Wally Stanton, un reportero americano que investiga el suceso, respectivamente. El film fue dirigido en 1979 por Michael Apted (Nell, etc.). Agatha Christie fue una mujer que hizo siempre lo que deseaba y lo que le hacía sentirse feliz. En esto radica el secreto de su gran éxito.
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB PERSONAJES PRINCIPALES DE SUS OBRAS. Aparte de los más conocidos, Hércules Poirot y Miss Jane Marple, Agatha Christie también tiene otros personajes que también salen más de una vez en sus libros. Vamos a ir viendo uno por uno todos ellos: Hércules Poirot. Aparece por primera vez en la primera novela de Agatha Christie. Poirot es un oficial de policía jubilado de origen belga, con una gran opinión de si mismo, que se caracteriza por su bigote y su cara en forma de huevo, que le han hecho leyenda en todo el mundo. Junto con el capitán Hastings, el inspector Japp, Felicity Lemon y Ariadne Oliver, y ayudado por sus "pequeñas células grises", Poirot protagoniza más de 30 novelas y narraciones cortas, convirtiéndose en uno de los personajes más populares de la escritora. También ha aparecido en numerosas películas y series de televisión. Algunos de los actores que le han dado vida han sido Albert Finney, Peter Ustinov y David Suchet. Éste último ha sido el que mejor ha sabido retratar al famoso detective. Miss Jane Marple. La Sta. Marple aparece por primera vez en el libro "Murder at the Vicarage" (1930). Ya entonces era algo mayor, sin embargo protagoniza los libros de Christie hasta el año 1979. Es una solterona inglesa, que vive en la aldea de St. Mary Mead. Ella no es una detective, pero siempre tiene éxito donde la policía falla. Usa su instinto y su conocimiento de la naturaleza humana en vez de usar la lupa para buscar pistas. Como ella ha dicho muchas veces: "la naturaleza humana es igual en todas partes". Las actrices Margaret Rutherford y Joan Hickson han dado vida a Jane Marple en muchas series de televisión. Capitán Hastings. Acompaña a Poirot en once libros, desde el primero hasta "Curtain". Es alguien parecido al Doctor Watson para el detective Sherlock Holmes. Inspector Japp. Aparece junto con Poirot en el primer libro de la escritora. Su amistad con el detective se remonta a 1904, cuando Poirot trabajaba para la policía belga y Japp para Scotland Yard. A pesar de sus diferentes métodos para solucionar los crímenes son buenos amigos. Felicity Lemon. Trabaja como secretaria privada del detective Parker Pyne antes de trabajar para Poirot. Aparece en seis historias cortas y cuatro novelas. Su aparición es corta y no tiene significado en las historias, excepto en "Hickory Dickory Dock". Ariadne Oliver. Ariadne Oliver es un personaje muy interesante para los seguidores de Agatha Christie, pues comparte algunas características y hábitos de la escritora. Oliver es una escritora y su máximo protagonismo lo tiene en el libro "The Pale Horse". Coronel Johnny Race. Es un agente del Servicio Secreto que aparece por primera vez en "The Man in the Brown Suit". Parker Pyne. Es un detective privado, más realista que Poirot, que aparece por primera vez en el libro "Parker Pyne Investigates" (1933). Para captar clientes se anunciaba en The Times con el siguiente anuncio: "Are you happy? If not, consult Mr. Parker Pyne, 17 Richmond Street". Superintendente Battle. Trabaja en Scotland Yard. Aparece por primera vez en "The Secret of Chimneys", además de en cuatro novelas más. Inspector Craddock. Es el sobrino e ahijado de sir Henry Clithering, el anterior comisionado de Scotland Yard, que tenía un especial respeto por el talento de Miss Jane Marple. Tommy y Tuppence Beresford. "Secret Adversary", la segunda novela de Christie introdujo a un par de jóvenes aventureros, en paro después de trabajar en las Fuerzas Armadas. El mejor libro de esta pareja fue sin duda "Partners in Crime", en el cual son parodiados algunos personajes creados por otros escritores de detectives, e incluso la escritora se parodia ella misma. T & T aparecen por última vez en "Poster of Fate".
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Entre todas sus obras tuvo: 80 libros e historias, en los cuales hubo aparición: 39 libros e historias: Hércules Poirot. 13 libros e historias: Miss Marple. 8 libros e historias: Arthur Hastings (Junto a Hércules Poirot). 5 libros: Tommy y Tuppence Beresford. 3 libros: Superintendente Battle. 2 libros e historias: Parker Pyne. 6 novelas de romance. 24 Obras de teatro, de los cuales: 12 se crearon basadas en sus libros. 4 se representaron después de su muerte.
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Novelas y cuentos (como Agatha Christie) Todas éstas obras de la Reina del Crimen (Apodo de Agatha Christie), son novelas de suspense y misterio: Fecha ----> Nombre ---->Nombre original ---->Detective/s 1920 --->El misterioso caso de Styles --->The Mysterious Affair at Styles --->Hércules Poirot y el Capitán Hastings 1922 --->El misterioso señor Brown --->The Secret Adversary --->Tommy y Tuppence Beresford 1923 --->Asesinato en el campo de golf --->The Murder on the Links --->Hércules Poirot 1924 --->El hombre del traje color castaño --->The Man in the Brown Suit 1924 --->Poirot investiga --->Poirot Investigates --->Hércules Poirot 1925 --->El secreto de Chimneys --->The Secret of Chimneys --->Superintendente Battle 1926 --->El asesinato de Roger Ackroyd --->The Murder of Roger Ackroyd --->Hércules Poirot 1927 --->Los cuatro grandes --->The Big Four --->Hércules Poirot y el Capitán Hastings 1928 --->El misterio del tren azul --->The Mystery of the Blue Train --->Hércules Poirot 1929 --->Matrimonio de sabuesos --->Partners in Crime --->Tommy y Tuppence Beresford 1929 --->El misterio de las siete esferas --->The Seven Dials Mystery --->Superintendente Battle 1930 --->Muerte en la vicaría --->The Murder at the Vicarage --->Miss Marple 1931 --->El enigmático señor Quin --->The Mysterious Mr. Quin 1931 --->El misterio de Sittaford --->The Sittaford Mystery 1932 --->Peligro inminente --->Peril at End House --->Hércules Poirot y el Capitán Hastings 1933 --->Poirot infringe la ley --->The Hound of Death --->Hércules Poirot 1933 --->La muerte de Lord Edgware ---> Lord Edgware Dies --->Hércules Poirot y el Capitán Hastings 1933 --->Miss Marple y trece problemas --->The Thirteen Problems --->Miss Marple 1934 --->Asesinato en el Orient Express --->Murder on the Orient Express --->Hércules Poirot 1934 --->Parker Pyne investiga --->Parker Pyne investigates --->Parker Pyne 1934 --->El misterio de Listerdale --->The Listerdale Mystery 1934 --->La trayectoria del bumerán --->Why Didn't They Ask Evans? o The boomerang clue 1935 --->Tragedia en tres actos --->Three Act Tragedy --->Hércules Poirot 1935 --->Muerte en las nubes --->Death in the Clouds --->Hércules Poirot 1936 --->El misterio de la guía de ferrocarriles --->The A.B.C. Murders --->Hércules Poirot y el Capitán Hastings 1936 --->Asesinato en Mesopotamia --->Murder in Mesopotamia --->Hércules Poirot 1936 --->Cartas sobre la mesa --->Cards on the Table --->Hércules Poirot 1937 --->Muerte en el Nilo --->Death on the Nile --->Hércules Poirot 1937 --->El testigo mudo --->Dumb Witness o Poirot loses a client --->Hércules Poirot y el Capitán Hastings 1937 --->Asesinato en Bardsley Mews --->Murder in the Mews --->Hércules Poirot y el Capitán Hastings 1938 --->Cita con la muerte --->Appointment with Death --->Hércules Poirot 1939 --->Diez negritos --->Ten Little Niggers/And Then There Were None 1939 --->Matar es fácil --->Murder is Easy 1939 --->Problema en Pollensa --->The Regatta Mystery and Other Stories --->Parker Pyne/Hércules Poirot/Miss Marple 1939 --->Navidades trágicas --->Hercule Poirot's Christmas --->Hércules Poirot 1940 --->Un triste ciprés --->Sad Cypress --->Hércules Poirot 1941 --->Maldad bajo el sol --->Evil Under the Sun --->Hércules Poirot 1941 --->El misterio de Sans Souci --->N or M? --->Tommy y Tuppence Beresford 1941 --->La muerte visita al dentista --->One, Two, Buckle My Shoe --->Hércules Poirot 1942 --->Un cadáver en la biblioteca --->The Body in the Library --->Miss Marple 1942 --->Cinco cerditos --->Five Little Pigs --->Hércules Poirot 1943 --->El caso de los anónimos --->The Moving Finger --->Miss Marple 1944 --->Hacia cero (Hora cero) --->Towards Zero --->Superintendente Battle 1945 --->Cianuro espumoso --->Sparkling Cyanide 1945 --->La venganza de Nofret --->Death Comes as the End 1946 --->Sangre en la piscina --->The Hollow --->Hércules Poirot 1947 --->Los trabajos de Hércules --->The Labours of Hercules --->Hércules Poirot 1948 --->Pleamares de la vida --->Taken at the Flood --->Hércules Poirot 1948 --->Testigo de cargo --->Witness For The Prosecution and Other Stories 1949 --->La casa torcida --->Crooked House 1950 --->Tres ratones ciegos y otras historias --->Three Blind Mice and Other Stories --->Miss Marple/Hércules Poirot 1950 --->Se anuncia un asesinato --->A Murder is Announced --->Miss Marple 1951 --->Ocho casos de Poirot --->The Under Dog and Other Stories --->Hércules Poirot 1951 --->Intriga en Bagdad --->They Came to Baghdad 1952 --->El truco de los espejos --->They do it with mirrors --->Miss Marple 1952 --->La señora McGinty ha muerto --->Mrs McGinty's Dead --->Hércules Poirot 1953 --->Un puñado de centeno --->A Pocket Full of Rye --->Miss Marple 1953 --->Después del funeral --->After the Funeral --->Hércules Poirot 1955 --->Asesinato en la calle Hickory --->Hickory Dickory Dock --->Hércules Poirot 1955 --->Destino desconocido --->Destination Unknown 1956 --->El templete de Nasse-House --->Dead Man's Folly --->Hércules Poirot 1957 --->El tren de las 4:50 --->4.50 from Paddington --->Miss Marple 1957 --->Inocencia trágica --->Ordeal by Innocence 1959 --->Un gato en el palomar --->Cat Among the Pigeons --->Hércules Poirot 1960 --->Pudding de Navidad --->The Adventure of the Christmas Pudding --->Hércules Poirot 1961 --->El misterio de Pale Horse --->The Pale Horse 1962 --->El espejo se rajó de lado a lado --->The Mirror Crack'd from Side to Side --->Miss Marple 1963 --->Los relojes --->The Clocks --->Hércules Poirot 1964 --->Misterio en el Caribe --->A Caribbean Mystery --->Miss Marple 1965 --->En el hotel Bertram --->At Bertram's Hotel --->Miss Marple 1966 --->La tercera muchacha --->Third Girl --->Hércules Poirot 1967 --->Noche eterna --->Endless Night 1968 --->El cuadro --->By the Pricking of My Thumbs --->Tommy y Tuppence Beresford 1969 --->Las manzanas --->Hallowe'en Party --->Hércules Poirot 1970 --->Pasajero a Frankfurt --->Passenger to Frankfurt 1971 --->Némesis --->Nemesis --->Miss Marple 1972 --->Los elefantes pueden recordar --->Elephants Can Remember --->Hércules Poirot 1973 --->La puerta del destino --->Postern of Fate --->Tommy y Tuppence Beresford 1974 --->Primeros casos de Poirot --->Poirot's Early Cases --->Hércules Poirot 1975 --->Telón --->Curtain --->Hércules Poirot y el Capitán Hastings 1976 --->Un crimen dormido --->Sleeping Murder --->Miss Marple
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Novelas (Como Mary Westmacott) Agatha Christie, para no dañar su reputación, usó el seudónimo de Mary Westmacott para publicar novelas de romance, todos éstos libros poseen esa categoría: Fecha --->Nombre --->Nombre original 1930 --->Un amor sin nombre --->Giant's Bread 1934 --->Retrato inacabado --->Unfinished Portrait 1944 --->Lejos de ti esta primavera --->Absent in the Spring 1948 --->Rosa de sangre --->The Rose and the Yew Tree 1948 --->Una hija es una hija --->A Daughter's a Daughter 1956 --->La carga --->The Burden
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Obras de teatro Agatha Christie hizo varias obras de teatro, algunas basadas en sus libros: Fecha --->Nombre --->Nombre original 1928 --->Alibi --->Alibi 1930 --->Black Coffee --->Black Coffee 1930 --->Love from a Stranger --->Love from a Stranger ¿1937-1939? --->Una hija es una hija --->Basada en su libro A Daughter's a Daughter,la obra nunca fue representada. --->A Daughter's a Daughter 1940 --->Peligro inminente --->Basada en su libro Peligro inminente. --->Peril at End House 1943 --->Diez negritos --->Basada en su libro Diez negritos.--->Ten Little Indians 1945 --->Cita con la muerte --->Appointment With Death 1945 --->Muerte en el Nilo --->Basada en su libro Muerte en el Nilo. --->Murder on the Nile 1949 --->Muerte en la vicaría --->Murder at the Vicarage 1951 --->Sangre en la piscina --->Basada en su libro Sangre en la piscina. --->The Hollow 1952 --->La ratonera --->Basada en su libro Tres ratones ciegos y otras historias --->The Mousetrap 1953 --->Testigo de cargo --->Basada en su libro Testigo de cargo. --->Witness for the Prosecution 1954 --->The Spider's Web --->The Spider's Web 1956 --->Hacia cero --->Basada en su libro Hacia cero. --->Towards Zero 1958 --->Verdict --->Verdict 1958 --->Una visita inesperada --->The Unexpected Guest 1960 --->Go Back for Murder --->Go Back for Murder 1962 --->Rule of Three --->Rule of Three 1972 --->Fiddler's Three --->Originalmente Fiddler's Five, nunca se publicó . --->Fiddler's Three 1973 --->Aknaton --->Escrita en 1937. --->Aknaton 1977 --->Se anuncia un asesinato --->Basada en su libro Se anuncia un asesinato. --->A Murder is Announced (Obra póstuma) 1981 --->Cartas sobre la mesa --->Basada en su libro Cartas sobre la mesa. --->Cards on the Table (Obra póstuma) 1993 --->Matar es fácil --->Basada en su libro Matar es fácil. --->Murder is Easy (Obra póstuma) ¿2000? --->Diez negritos --->Basada en su libro Diez negritos. --->And Then There Were None (Obra póstuma)
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Amig@s ......... Después de toda esta información os dejo esta película de la obra de Agatha El Espejo se rajó de lado a lado. Por cierto, ¿alguien lo ha leído? Espero que os guste.
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Si habré leído... la primer obra de ella la escuché por radio en una audición de "Radio Nacional" Se titulaba "Las Dos Caratulas" El teatro de la humanidad... cada domingo a las 21Hrs transmitían un radio-teatros de autores famosos, cada mes dedicado a un solo autor: No había aun TV en Argentina solo radio-teatros. Lo tengo muy presente: "Diez indiecitos", la siguiente "Testigo de Cargo" luego fuimos a ver la película... TESTIGO DE CARGO (1957) Director: Billy Wilder. Intérpretes: Charles Laughton, Tyrone Power, Marlene Dietrich, Elsa Lanchester. MALEE Muy buen hilo!
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Hola Kryzalida !!!! Me alegro que a tí también te guste Agatha Christie Mira que debía ser interesante escuchar las historias en la radio sin imágenes, lástima que ya no haya de eso Yo Testigo de cargo aún no la he leído, estoy leyendo Los cuatro grandes y la verdad no me está gustando mucho . Aqui te dejo esta película basada en la obra de Agatha: Diez negritos
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Amig@s ...... Aqui os dejo esta historia El caso del bungalow, Agatha Christie -Ahora recuerdo un caso... -dijo Jane Helier. Su bello rostro se iluminó con la sonrisa confiada del niño que busca aprobación. Era la sonrisa que conmovía a diario al público de Londres y que había hecho la fortuna de los fotógrafos-. Le ocurrió a una amiga mía -dijo con precaución. Todo el mundo hizo hipócritas gestos de aliento. El coronel Bantry, su esposa, don Henry Clithering, el doctor Lloyd y la anciana señorita Marple estaban convencidos de que la “amiga” de Jane era ella misma. Hubiera sido incapaz de recordar o interesarse por algo que afectara a cualquier otra persona. -Mi amiga -continuó Jane-, no mencionaré su nombre, era una actriz muy conocida. Nadie exteriorizó la menor sorpresa y don Henry Clithering pensó para sí: “Me pregunto cuánto tardará en olvidarse de la farsa y dirá 'yo' en vez de 'ella'...” -Mi amiga se encontraba de gira por provincias, de esto hará uno o dos años. Supongo que es mejor no decir el nombre del lugar. Estaba en la ribera de un río, muy cerca de Londres. Lo llamaré... Hizo una pausa, frunciendo el entrecejo. Al parecer, inventar un simple nombre era demasiado para ella, y don Henry acudió en su ayuda. -¿Lo llamamos Riverbury? -le sugirió. -Oh, sí, espléndido, Riverbury, lo recordaré. Bien, como decía, esta amiga mía se encontraba en Riverbury con su compañía cuando ocurrió algo muy curioso. Volvió a fruncir el entrecejo. -¡Es tan difícil decir lo que una quiere decir! -se lamentó-. Temo confundirme y decir unas cosas antes que otras. -Lo hace usted muy bien -le dijo el doctor Lloyd para animarla-. Continúe. -Bien, pues ocurrió algo muy curioso. Mi amiga fue llevada al puesto de policía. Al parecer se había cometido un robo en su bungalow, situado junto al río, y habían detenido a un joven que les contó una extraña historia, y por eso fueron a buscarla. Nunca había estado en un puesto de policía, pero se mostraron muy amables con ella, amabilísimos. -No me extraña en absoluto -dijo don Henry. -El sargento, creo que era un sargento, o tal vez fuese un inspector, la invitó a sentarse y le explicó lo ocurrido. Desde luego yo vi en seguida que se trataba de una equivocación. “¡Aja! -pensó don Henry-. '¡Yo!' Ya está, lo que imaginaba”. -Eso dijo mi amiga -continuó Jane, sin advertir su propia traición-. Explicó que había estado ensayando en el hotel con su suplente y que nunca había oído siquiera el nombre de señor Faulkener. Y el sargento dijo: “señorita Hel...”. Se detuvo muy sonrojada. -¿Señorita Helman? -le sugirió don Henry con un guiño. -Sí, sí, eso es. Gracias. El sargento dijo: “Señorita Helman, creo que debe de haber alguna equivocación, puesto que usted se aloja en el Bridge Hotel”. Y luego me preguntó si me importaría que me confrontaran con aquel joven. No sé si se dice confrontar o carear. No lo puedo recordar. -No importa realmente -le aseguró don Henry. -De todos modos, yo dije: “Claro que no”. Y lo trajeron y dijeron: “Ésta es señorita Helier” y... ¡Oh! -Jane se interrumpió boquiabierta. -No importa, querida -le dijo señorita Marple para consolarla-. De todas maneras lo hubiéramos adivinado. Y no nos ha dicho el nombre del lugar ni nada realmente importante. -Bueno -dijo Jane-. Mi intención era contárselo como si le hubiera ocurrido a otra persona, pero es difícil, ¿verdad? Quiero decir que una se olvida. Todos le aseguraron que era muy difícil y una vez tranquilizada, prosiguió con su algo enrevesado relato. -Era un hombre muy atractivo, mucho. Joven y pelirrojo. Al verme se quedó con la boca abierta y el sargento le preguntó: “¿Es ésta la dama?” Y él contestó: “No, desde luego que no. Qué estúpido he sido”. Yo le sonreí, diciéndole que no tenía importancia. -Me imagino la escena -dijo don Henry. Jane Helier frunció el entrecejo. -Déjeme pensar cómo sería mejor continuar. -¿Y si nos contara de qué se trata, querida? -dijo señorita Marple con tal amabilidad que nadie pudo sospechar su ironía-. Quiero decir que cuál era la equivocación de aquel joven y de qué se trataba el robo. -Oh, sí -exclamó Jane-. Bien, ese joven, Leslie Faulkener, había escrito una comedia. A decir verdad había escrito varias, aunque nunca le representaron una. Y me envió una en particular para que la leyera. Yo lo ignoraba, ya que recibo cientos de obras de teatro y leo muy pocas, sólo aquéllas de las que sé algo. De todas formas, así fue, y al parecer el señor Faulkener recibió una carta mía, sólo que resultó que no la había escrito yo. ¿Comprenden? Hizo una pausa con ansiedad y todos le aseguraron que la habían entendido. -En ella le decía que había leído su comedia, que me gustaba mucho y que viniera a hablar conmigo. Le daba la dirección, el bungalow de Riverbury. De modo que el señor Faulkener, muy satisfecho, fue a verme a ese lugar: el bungalow. Le abrió la puerta una doncella a quien él preguntó por la señorita Helier y ella le dijo que la señorita Helier lo estaba esperando y le hizo pasar al salón, donde lo recibió una mujer que él aceptó como si fuera yo, lo cual resulta bastante extraño, puesto que me había visto actuar y mis fotografías son bien conocidas en todas partes, ¿verdad? -Por todo lo largo y ancho de Inglaterra -replicó la señora Bantry-. Pero a menudo hay una gran diferencia entre la fotografía y el original, mi querida Jane. Así como cuando se ve a las artistas fuera del escenario. No todas las actrices pueden superar esa prueba como tú, recuérdelo. -Bueno -dijo Jane un tanto aplacada-, es posible. De todas formas describió a aquella mujer diciendo que era alta, rubia, de grandes ojos azules y muy atractiva, de modo que debía parecerse bastante a mí. Desde luego, él no sospechó nada y ella se sentó, comenzó a charlar de su comedia y de las ganas que tenía de representarla. Mientras hablaban, les sirvieron unos combinados y el señor Faulkener tomó uno. Bueno, eso es todo lo que recuerda, que se bebió el combinado. Cuando despertó, o volvió en sí, estaba tendido en la carretera junto a la cuneta, desde luego donde no había peligro de que lo atropellaran. Estaba muy débil y desorientado, tanto que, cuando se levantó y echó a andar tambaleándose, no sabía adónde se dirigía. Dijo que, de haber estado en posesión de todas sus facultades, hubiera vuelto al bungalow para tratar de averiguar lo ocurrido, pero se sentía tan torpe y aturdido que siguió caminando sin saber apenas lo que hacía. Empezaba a rehacerse cuando fue detenido por la policía. -¿Por qué lo detuvieron? -preguntó el doctor Lloyd. -¡Oh! ¿No se lo dije? -exclamó Jane abriendo mucho los ojos-. Qué tonta soy, por el robo. -Usted mencionó un robo, pero no dijo dónde tuvo lugar ni por qué. -Bueno, ese bungalow, ese al que fue él, no era mío, por supuesto. Pertenecía a un hombre cuyo nombre era... De nuevo Jane Helier frunció el entrecejo. -¿Quiere que vuelva a hacer de padrino? -le preguntó don Henry-. Seudónimos gratis. Descríbame al individuo y yo lo bautizaré. -Lo había alquilado un acaudalado caballero, de la ciudad. -Don Herman Cohen -sugirió don Henry. -Le va perfectamente. Lo alquiló para una mujer, esposa de un actor y también actriz. -Al actor podemos llamarle Claud Leason -dijo don Henry- y a ella por su nombre artístico, por ejemplo, señorita Mary Kerr. -Creo que es usted muy inteligente -dijo Jane-. A mí no se me ocurren las cosas tan fácilmente. Bien, era una especie de casita de campo donde don Herman... ¿ha dicho usted Herman?, y la dama pretendían pasar los fines de semana. Por supuesto, la esposa no sabía nada de esto. -Es lo que suele ocurrir -dijo don Henry. -Y le había regalado a la actriz una buena cantidad de joyas, incluidas unas esmeraldas muy finas. -¡Ah! -exclamó el doctor Lloyd-. Ya vamos llegando. -Estas joyas estaban en el bungalow bien cerradas en un joyero. La policía dijo que era una imprudencia, que cualquiera pudo cogerlas. -¿Ves, Dolly? -intervino el coronel Bantry-. ¿Qué es lo que te digo siempre? -Bueno, según he visto por propia experiencia -contestó la señora Bantry-, es siempre la gente cuidadosa la que pierde sus joyas. Yo no encierro las mías en ningún joyero, las guardo sueltas en un cajón debajo de las medias. Me atrevo a decir que si... ¿cómo se llama?, si Mary Kerr hubiese hecho lo mismo, no se las hubieran robado tan fácilmente. -Las habrían encontrado -replicó Jane-, pues todos los cajones fueron abiertos y su contenido esparcido por el suelo. -Entonces no andaban buscando joyas -dijo la señora Bantry-, sino documentos secretos. Es lo que ocurre siempre en las novelas. -No sé nada de ningún documento secreto -respondió Jane pensativa-. No los oí mencionar. -No se distraiga, señorita Helier -dijo el coronel Bantry-. No se inquiete usted por las pistas falsas disparatadas que diga mi esposa. -Siga hablando del robo -le indicó amablemente don Henry. -Sí. La policía recibió una llamada telefónica de alguien que se hizo pasar por Mary Kerr. Dijo que habían robado en el bungalow y describió a un joven pelirrojo que se había presentado aquella mañana en el bungalow. A su doncella le pareció un tipo muy raro y se negó a dejarlo entrar, pero más tarde lo vio salir por una ventana. Lo describió con tanto detalle que la policía lo detuvo media hora después y entonces él contó su historia y mostró mi carta. Vinieron a buscarme y al verme, dijo lo que ya les he contado: ¡que no era yo! -Una historia muy curiosa -dijo el doctor Lloyd-. ¿El señor Faulkener conocía a esa señorita Kerr? -No, no la conocía, o por lo menos eso dijo. Pero aún no les he contado lo más curioso. La policía fue al bungalow y lo encontraron tal como lo he descrito antes: los cajones por el suelo y ni rastro de las joyas, pero no había nadie. Hasta algunas horas más tarde no regresó Mary Kerr, quien negó haberles telefoneado y afirmó que nada sabía de lo ocurrido hasta aquel momento. Al parecer había recibido un telegrama de su representante ofreciéndole un papel importante y concertando una entrevista a la que naturalmente se había apresurado a acudir. Al llegar allí, descubrió que todo había sido una broma y que el representante no le había enviado ningún telegrama. -Un truco bastante usado para quitarla de en medio -comentó don Henry-. ¿Qué me dice de los criados? -Había ocurrido lo mismo. Sólo tenía una doncella a la que llamaron por teléfono, aparentemente de parte de Mary Kerr, para decirle que ésta se había olvidado algo muy importante y dándole instrucciones para que cogiese cierto bolso de mano que estaba en un cajón de su dormitorio y tomara el primer tren. La doncella así lo hizo, desde luego, y dejó la casa cerrada. Pero cuando llegó al club de la señorita Kerr, que era donde le dijeron que esperara a su señora, la esperó en vano. -¡Hum! -murmuró don Henry-. Empiezo a comprender. La casa se quedó vacía y entrar por una de sus ventanas no creo que resultara muy difícil. Pero no veo qué pinta en todo esto el señor Faulkener. ¿Y quién telefoneó a la policía, si no fue señorita Kerr? -Eso nadie llegó a averiguarlo nunca. -Es curioso -comentó don Henry-. ¿Resultó ser el joven quien dijo ser? -Oh, sí. Incluso presentó la carta que supuso escrita por mí. La letra no se parecía en nada a la mía, pero, claro, no era de esperar que conociese mi letra. -Bien, precisemos los hechos con claridad -dijo don Henry-. Corríjame si me equivoco. La señora y la doncella son alejadas de la casa. Atraen a ese joven a la casa por medio de una carta falsa, aprovechando la circunstancia de que usted se encontraba aquella semana actuando en Riverbury. El joven ingiere una droga y la policía recibe una llamada que hace que sospechen de él. Se ha cometido un robo. ¿Supongo que se llevarían las joyas? -Oh, sí. -¿Y fueron recuperadas? -No, nunca. A decir verdad, creo que don Herman intentó echar tierra al asunto. Pero no pudo conseguirlo y me parece que su esposa solicitó el divorcio por este motivo, aunque no lo sé con certeza. -¿Qué le ocurrió al señor Leslie Faulkener? -Que al fin fue puesto en libertad. La policía no tenía suficientes pruebas contra él. ¿No les parece que es todo muy extraño? -Realmente muy extraño. La primera pregunta es: ¿qué historia debemos creer? Señorita Helier, he observado que usted se inclina hacia la del señor Faulkener. ¿Tiene usted alguna razón para ello aparte de su propio instinto? -No, no -contestó Jane contrariada-. Supongo que no. Pero era tan simpático y se disculpó de tal modo por haber tomado a otra persona por mí, que tuve el convencimiento de que decía la verdad. -Ya comprendo -dijo don Henry con una sonrisa-. Pero debe admitir que pudo inventar esa historia con toda facilidad y haber escrito él mismo la carta que se suponía que era de usted. También pudo tomar alguna droga después de cometer el robo, pero confieso que no veo qué propósito pudiera tener semejante actuación. Era más sencillo entrar en la casa y desaparecer tranquilamente, a menos que lo hubiese visto algún vecino y él lo supiera. Entonces pudo rápidamente idear este plan para desviar las sospechas y explicar su presencia en la casa. -¿Tenía dinero? -preguntó la señorita Marple. -No lo creo -respondió Jane-. No, más bien me parece que andaba bastante apurado. -Todo este asunto resulta muy curioso -dijo el doctor Lloyd-. Debo confesar que si aceptamos la historia de ese joven como cierta, el caso presenta más dificultades. ¿Para qué iba a querer la dama que pretendía hacerse pasar por la señorita Helier mezclar en el asunto a un desconocido? ¿Por qué montar una comedia tan terriblemente complicada? -Dime, Jane -dijo la señora Bantry-. ¿Llegó a encontrarse frente a frente el joven Faulkener con Mary Kerr en algún momento durante los interrogatorios? -No puedo asegurarlo -contestó Jane despacio y esforzándose por recordar. -¡De no ser así, el caso está resuelto! -exclamó la señora Bantry-. Estoy segura de que tengo razón. ¿Qué es más sencillo que pretender que había sido reclamada en la ciudad? Luego telefonea desde Paddington o cualquier otra estación a su doncella y, mientras ésta va a la ciudad, ella regresa. El joven acude a la cita, lo droga y prepara la escena del robo con el mayor lujo posible de detalles. Telefonea a la policía, les da la descripción de la víctima propiciatoria y vuelve de nuevo a la ciudad. Luego regresa a su casa en el último tren y se hace la inocente y sorprendida. -Pero, ¿por qué iba a robar sus propias joyas, Dolly? -Siempre lo hacen -respondió la señora Bantry-. Y de todas formas se me ocurren mil razones. Tal vez quería dinero y es posible que don Herman no se lo diera, por lo que simula el robo de las joyas y luego las vende en secreto. O quizás alguien le estuviera haciendo chantaje, amenazándola con decírselo a su marido o a la esposa de don Herman. También es posible que ya las hubiera vendido, y don Herman lo sospechara, le preguntara por ellas y se viera obligada a hacer algo. Eso sucede muy a menudo en las novelas. O quizá se las estaba haciendo montar de nuevo y tenía en casa una imitación falsa. O bien... ésta es una buena idea y no tan típica... simula que le han sido robadas, se pone frenética y él le regala otras. De este modo tiene dos lotes en vez de uno. Estoy segura de que esa clase de mujeres saben muchos trucos. -Eres muy inteligente, Dolly -le dijo Jane con admiración-. A mí no se me habría ocurrido. -Es posible que lo sea, pero no ha dicho que tenga razón -comentó el coronel Bantry-. Yo me inclino a sospechar del caballero de la ciudad. Él sabría la clase de telegrama que haría marcharse de su casa a la actriz y el resto pudo arreglarlo fácilmente con la ayuda de una buena amiga. Al parecer nadie ha pensado en preguntarle a él si tiene una cortada. -¿Qué opina usted, señorita Marple? -preguntó Jane volviéndose hacia la anciana, que había fruncido el entrecejo. -Querida, en realidad no sé qué decir. Don Henry se reirá, pero esta vez no recuerdo ningún caso similar ocurrido en el pueblo que me sirva de ayuda. Desde luego, hay varios aspectos de su relato que son muy sugerentes. Por ejemplo, la cuestión del servicio. En... ejem... en una casa de costumbres tan dudosas, la sirvienta debía conocer perfectamente la situación, y una muchacha decente no hubiera aceptado jamás semejante empleo, ni su madre se lo hubiera permitido ni por un momento. De modo que podemos suponer que la doncella no era muy de fiar. Pudo dejarles la casa abierta a los ladrones mientras ella iba a Londres para desviar sospechas. Debo confesar que me parece la solución más probable. Sólo que si fuese obra de unos ladrones corrientes me resultaría muy raro, ya que para un robo así se precisan más conocimientos de los que pueda tener una doncella. La señorita Marple hizo una pausa antes de proseguir con aire soñador: -No puedo dejar de pensar que hubo algo más, quiero decir algún conflicto personal. Supongamos, por ejemplo, que alguien se sintiera despechado. ¿Tal vez una joven actriz a quien él no hubiera tratado bien? ¿No creen que eso explicaría mejor las cosas? Un intento deliberado para complicarle la vida: Eso es lo que parece. Y no obstante, no resulta del todo satisfactorio. -Vaya, doctor, usted no ha dicho nada -dijo Jane-. Me había olvidado de usted. -De mí se olvida siempre todo el mundo -contestó el doctor con tristeza-. Debo de tener una personalidad muy anodina. -¡Oh, no! -exclamó Jane-. ¿Quiere, pues, darnos su opinión? -Me encuentro en la posición de estar de acuerdo con las soluciones de todos y al mismo tiempo con ninguna. Yo tengo la teoría descabellada, y probablemente totalmente errónea, de que la esposa tiene algo que ver en el asunto. Me refiero a la de don Herman. No tengo el menor indicio en qué basarme, sólo sé que les sorprendería saber las cosas extraordinarias, realmente muy extraordinarias, que son capaces de hacer las esposas engañadas si se les mete en la cabeza. -¡Oh! Doctor Lloyd -exclamó la señorita Marple, excitada-, qué inteligente es usted. No me había acordado para nada de la pobre señora Pebmarsh. Jane la miró extrañada. -¿La señora Pebmarsh? ¿Quién es la señora Pebmarsh? -Pues... -la señorita Marple vacilaba-... ignoro si tendrá algo que ver con esto. Es una lavandera que robó un broche con un ópalo que estaba prendido en una blusa y lo escondió en casa de otra mujer. Jane pareció más confundida que nunca. -¿Y eso le hace ver claro este asunto, señorita Marple? -dijo don Henry con su habitual guiño. Mas, ante su sorpresa, la señorita Marple negó con la cabeza. -No, me temo que no. Debo confesar que estoy completamente desorientada. Lo que sí sé es que las mujeres deberían estar siempre unidas y defender en caso de apuro a las de su propio sexo. Creo que ésta es la moraleja de la historia que acaba de contarnos la señorita Helier. -Debo confesar que no había considerado el aspecto ético del misterio -dijo don Henry en tono grave-. Tal vez vea con más claridad el significado de sus palabras cuando la señorita Helier nos haya dado la solución. -¿Cómo? -exclamó Jane, todavía más asombrada. -Estoy confesando que "nos damos por vencidos". Usted y sólo usted, señorita Helier, ha tenido el alto honor de presentar un misterio tan complicado que incluso la misma señorita Marple ha tenido que confesar su derrota. -¿Todos se dan por vencidos? -preguntó en alta voz Jane. -Sí. -Tras un minuto de silencio durante el cual todos esperaban que los demás tomasen la palabra, don Henry volvió a llevar la voz cantante-. Es decir, que nos limitamos a presentar las soluciones esbozadas por todos nosotros: una de cada caballero, dos de la señorita Marple y cerca de una docena de la señora B. -No llegaban a una docena -replicó la señora Bantry-. Algunas eran variaciones sobre el mismo tema. ¿Y cuántas veces he de decirle que no quiero que me llame señora B? -De modo que se dan por vencidos. -Jane estaba pensativa-. Es muy interesante. Se inclinó hacia delante en la silla y empezó a limarse las uñas con aire ausente. -Bueno -dijo la señora Bantry-. Vamos, Jane. ¿Cuál es la solución? -¿La solución? -Sí. ¿Qué ocurrió en realidad? Jane la miró de hito en hito. -No tengo la menor idea. -¿Cómo? -Siempre quise saberla y pensé que entre todos ustedes, que son tan inteligentes, podrían dármela. Todo el mundo disimuló su contrariedad. Todos aceptaban que Jane fuese tan hermosa, pero en aquel momento todos pensaron que había llevado demasiado lejos su estupidez. Incluso la belleza más trascendental no podía excusarla. -¿Quiere decir que la verdad nunca fue descubierta? -preguntó don Henry. -No. Y por eso, como les dije, pensé que ustedes me la podrían explicar a mí. Jane parecía contrariada, como si hubiera sido agraviada. -Bueno, yo... yo... -dijo el coronel Bantry, y le fallaron las palabras. -Eres una joven muy irritante, Jane -dijo su esposa-. De todas maneras, estoy segura y siempre lo estaré de que tengo razón. Y si nos dijera los verdaderos nombres de todas esas personas, lo comprobaría. -No creo que pueda hacerlo -replicó Jane lentamente. -No, querida -intervino la señorita Marple-. La señorita Helier no puede hacer eso. -Claro que puede -dijo la señora Bantry-. No seas tan escrupulosa. Los mayores podemos comentar algún que otro escándalo. De todas maneras, díganos por lo menos quién era el magnate de la ciudad. La señorita Jane negó con la cabeza y la señorita Marple continuó apoyando a la joven. -Debió de ser un caso muy desagradable -le dijo. -No -replicó Jane pensativa-. Creo... creo que más bien disfruté. -Bien, es posible -respondió la señorita Marple-. Supongo que rompería la monotonía. ¿Qué comedia estaba usted representando? -Smith. -Oh, sí. Es una de Somerset Maugham, ¿verdad? Todas sus obras son muy inteligentes. Las he visto casi todas. -Vas a reponerla el próximo otoño, ¿verdad? -le preguntó la señora Bantry. Jane asintió. -Bueno -dijo la señorita Marple poniéndose en pie-. Debo irme a casa. ¡Es tan tarde! Pero he pasado una velada muy entretenida. No sucede a menudo. Creo que la historia de la señorita Helier se lleva el premio. ¿No les parece? -Siento que se hayan disgustado conmigo -dijo Jane-, porque no sé el final. Supongo que debí decirlo antes. Su tono denotaba pesar y el doctor Lloyd salvó la situación con su galantería acostumbrada. -Mi querida amiga, ¿por qué había de sentirlo? Usted nos ha presentado un bonito problema para que aguzáramos nuestro ingenio. Lo único que lamento es que ninguno de nosotros haya sabido resolverlo convenientemente. -Hable por usted -dijo la señora Bantry-. Yo lo he resuelto, estoy completamente convencida. -¿Sabe que creo que tiene usted razón? -intervino Jane-. Lo que ha dicho parecía muy razonable. -¿A cuál de sus siete soluciones se refiere? -preguntó don Henry molesto. El doctor Lloyd ayudaba a la señorita Marple a ponerse sus chanclos. "Sólo por si acaso", dijo. El doctor debía acompañarla hasta su vieja casa y, una vez envuelta en diversos chales de lana, les dio a todos las buenas noches. Después, acercándose a Jane Helier, le murmuró unas palabras en el oído. Tal exclamación de sorpresa salió de los labios de Jane que hizo que los demás se volvieran a mirarla. Asintiendo con una sonrisa, la señorita Marple se dispuso a marcharse seguida por la mirada de Jane Helier. -¿Vas a acostarte, Jane? -preguntó la señora Bantry-. ¿Qué te ocurre, Jane? Parece como si acabaras de ver un fantasma. Con un profundo suspiro, la actriz se rehizo y, sonriendo a los dos hombres, siguió a su anfitriona hacia la escalera. La señora Bantry entró con la joven en su habitación. -El fuego está casi apagado -dijo removiendo inútilmente el rescoldo-. No son ni capaces de encender bien el fuego, estas estúpidas doncellas. Aunque supongo que ya es muy tarde. ¡Vaya, es más de la una! -¿Crees que hay muchas personas como ella? -preguntó Jane Helier. Se había sentado a un lado de la cama, al parecer perdida en sus pensamientos. -¿Como la doncella? -No, como esa extraña anciana, ¿cómo se llama? ¿Marple? -¡Oh! No lo sé. Imagino que es bastante corriente encontrar ancianitas como ella en los pueblos. -Oh, Dios mío -replicó Jane-. No sé qué hacer, de veras. Suspiró profundamente. -¿Qué te ocurre? -Estoy preocupada. -¿Por qué? -Dolly -Jane Helier adquirió de pronto un tono solemne-, ¿sabes lo que esa extraña viejecita me murmuró al oído esta noche un poquito antes de marcharse? -No. ¿Qué? -Me dijo: "Si yo fuera usted no lo haría, querida. Nunca se ponga en manos de otra mujer, aunque la considere su amiga". ¿Sabes, Dolly, que eso es absolutamente cierto? -¿El consejo? Sí, tal vez lo sea, pero no le veo la aplicación. -Cree que no debo confiar totalmente en otra mujer. Y, además, estaría en sus manos. No se me había ocurrido pensarlo. -¿De qué mujer estás hablando? -De Netta Greene, mi suplente. -¿Y qué diablos sabe la señorita Marple de tu suplente? -Imagino que lo ha adivinado, aunque no sé cómo. -Jane, ¿quieres explicarme en seguida de qué estás hablando? -De mi historia, la que acabo de contarles. Oh, Dolly, esa mujer, la que apartó a Claud de mi lado... La señora Bantry asintió y a su memoria acudió el primer matrimonio desgraciado de Jane con Claud Averbury, el actor. -Se casó con ella y yo podía haberle dicho lo que iba a suceder. Claud lo ignoraba, pero ella pasa los fines de semana con don Joseph Salmon en el bungalow del que les he hablado. Yo quería descubrirla, demostrar a todo el mundo la clase de mujer que es. Y con un robo, todo hubiera tenido que salir a relucir. -¡Jane! -exclamó la señora Bantry-. ¿Imaginaste tú el caso que acabas de contarnos? Jane asintió. -Por eso escogí la obra Smith. En ella aparezco vestida de doncella y tengo a mano el disfraz. Y cuando me enviaran al puesto de policía sería lo más sencillo del mundo decir que estaba ensayando mi papel en mi hotel con mi suplente, cuando en realidad estaríamos en el bungalow. Yo me limitaría a abrir la puerta y servir los combinados, y Netta simularía ser yo. Él no volvería a verla, por supuesto, de modo que no habría forma de que la reconociera. Y yo cambio muchísimo vestida de doncella. Y, además, no se mira a las doncellas como si fueran personas. Luego planeábamos llevarlo a la carretera, coger las joyas, telefonear a la policía y regresar al hotel. No me gustaría que sufriera el pobre muchacho, pero don Henry no parece creer que vaya a sufrir, ¿verdad? Y ella saldría en los periódicos y Claud sabría cómo es en realidad. La señora Bantry se sentó exhalando un gemido. -Oh, mi cabeza. Y todo este tiempo... Jane Helier, ¡eres terrible! ¡Y nos has contado la historia como si nada! -Soy una buena actriz -contestó Jane complacida-. Siempre lo he sido, aunque la gente diga lo contrario. No me descubrí en ningún momento, ¿verdad? -La señorita Marple tenía razón -murmuró la señora Bantry-. El elemento emocional. Oh, sí, el elemento emocional. Jane, pequeña, ¿te das cuenta de que un robo es un robo y de que podrías acabar irremisiblemente en la cárcel? -Bueno, ninguno de ustedes lo adivinó -respondió Jane-, excepto la señorita Marple. Su rostro volvió a adquirir una expresión preocupada. -Dolly, ¿crees realmente que hay mucha gente como ella? -Con franqueza, no lo creo -contestó la señora Bantry. Jane volvió a suspirar. -De todos modos, es mejor no arriesgarse. Y desde luego estaría por completo en las manos de Netta, eso es cierto. Podría hacerme chantaje o volverse contra mí. Me ayudó a pensar todos los detalles y dice que me tiene un gran afecto, pero no hay que fiarse nunca de las mujeres. No, creo que la señorita Marple tiene razón. Será mejor no arriesgarse. -Pero, querida, si ya te has arriesgado... -Oh, no. -Jane abrió del todo sus grandes ojos azules-. ¿No lo comprendes? ¡Nada de esto ha ocurrido todavía! Yo intentaba probarlo con ustedes, por así decirlo. -No lo entiendo -replicó la señora Bantry muy digna-. ¿Quieres decir que se trata de un proyecto futuro y no de un hecho consumado? -Pensaba ponerlo en práctica este otoño, en septiembre. Ahora no sé qué hacer. -Y Jane Marple lo adivinó, supo averiguar la verdad y no nos lo dijo -añadió la señora Bantry dolida. -Creo que por eso dijo lo que dijo: lo de que las mujeres deben ayudarse. No me ha descubierto delante de los caballeros. Ha sido muy generoso por su parte. Pero no me importa que tú lo sepas, Dolly. -Bueno, renuncia a ese proyecto, Jane. Te lo suplico. FIN
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Hola a tod@s !!!!! Hoy me he comprado unas cuantas obras de Agatha, ya me queda menos para completar la colección, entre ellas Némesis. Aqui os dejo otra pelicula basada en la obra de Agatha: Némesis
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Esta la leí, Asesinato en el campo de golftenía un libro " obras completas de AGATHA CHRISTIE macana le faltaba mas de la mitad Asesinato en el campo de golf: Hastings, el fiel amigo de Poirot, es el narrador de esta historia compleja y llena de sorpresas. Poirot recibe una carta de Francia, con una petición de ayuda: el Sr. Renauld teme que su vida corra peligro, sin dejar claros los detalles de la situación y pide a Poirot que lo visite para investigar los acontecimientos. Poirot invita a su amigo Hastings y ambos parten inmediatamente para Merlinville-sur-Mer, en el litoral francés. Sin embargo, Poirot llega con retraso, pues Renauld es asesinado la noche antes: su cuerpo es encontrado por algunos hombres que estaban trabajando en un campo de golf vecino. Incluso sin haber podido hablar ya con su cliente, Poirot decide investigar junto con los detectives de la policía francesa, no sin antes criticar sus métodos; Poirot piensa que, a diferencia de uno de los personajes de la historia, el comisario Giraud de la Sûreté de París, un verdadero investigador no debe perder tiempo buscando huellas o colillas de cigarro y sí poner en funcionamiento sus "células grises" para comprender la dinámica de los hechos. Poirot descubre que este crimen es muy parecido a otro asesinato acontecido años atrás y sabe muy bien que un criminal no cambia la esencia de sus métodos. La historia se complica cuando el arma del crimen desaparece, y para empeorar es descubierto el cadáver de un hombre desconocido. La policía francesa desconfía del hijo de Renauld y todos los indicios apuntan en su dirección. No obstante, Poirot quiere aclarar todos los puntos oscuros de esta historia, descubriendo el papel que desempeña cada uno de los involucrados: la vecina, que al parecer chantajeaba al Sr. Renauld, su hija, una bella joven que llama poderosamente la atención de Hastings, otra joven que había sido prometida del joven Renauld, la esposa del propio Renauld, el hombre desconocido encontrado muerto. La trama es compleja, pero tiene un final feliz: Poirot consigue solucionar todos los misterios, probando la forma de investigar del detective belga que sus métodos son mejores, mientras Hastings encuentra el gran amor de su vida.
Re: AGATHA CHRISTIE'S CLUB Hola Kryzalida !!!!! Pues entonces no vale que se llame obras completas de Agatha si le faltaba la mitad, tendría que llamarse de otra manera ¿no? Yo el libro lo tengo y lo leí, pero ya no me acuerdo , gracias por poner un resumen Ya lo leeré de nuevo Hoy me he comprado 4 libros más de Agatha, ya me queda menos para completar la colección ¿No hay nadie más que quiera comentar algo?