El Cuenta Cuentos

Buenaaaaaasss.

Un trocito más para hoy

Viene de la pag. 12 nº 178
EL LIBRO DE LA PAZ de Bernard Benson


En aquel momento, por una puerta disimulada tras el despacho presidencial, entraron tres niños pequeños.
- ¡Abuelo! ¡Abuelo!.- gritaban a la vez.- ¡Ahí afuera hay mucha gente! ¿Qué ya ha empezado la guerra?.
- No, podría ser que haya empezado la PAZ. Venid, os presento a un niño que ha venido desde muy lejos, y que o bien el está completamente loco o el loco soy yo.
El Presidente encargo que trajeran zumo de naranja y bizcocho para los niños y una taza de té para el. Los cuatro niños se sentaron alrededor de la gran mesa y el Presidente, apoyando su taza, dijo, mientras contemplaba el montón de papeles acumulados para leer.
- ¿Hay alguna cosa más que queráis saber?
- Señor. ¿tiene usted una llave?
- Tengo muchas ….
- Os hablo de “la llave de la muerte”.
- Siempre llevo esa llave encima, es la llave de la LIBERTAD.- contestó mostrando la llave colgada en la punta de una cadenita.- Gracias a esta llave mi pueblo y yo podemos confiar en que seremos libres.
- Es la tercera que veo.- dijo el niño.- ¿Cuántas hay?
- No lo sabemos exactamente, pero parece ser que su número aumenta peligrosamente.
- ¿Cómo puede saber entonces que la suya garantiza su libertad?
- Si, abuelo, ¿Cómo lo puedes saber? A veces hablas de ella con un tono y una expresión inquieta. No podemos entender que esa llave pueda hacer que estemos libres.
El Presidente los contempló pensativo y después, como si de golpe se hubiera dado cuenta de que estaban allí, cambió de expresión y les dijo:
- No lo sé, yo ya no sé nada de nada, hijos.
- ¡Tengo miedo!.- dijo el más pequeño
- ¡Yo también!.- contestó el abuelo.
Parecía que todo el peso del mundo recaía en sus espaldas cuando prosiguió:
- Toda la vida he ocupado cargos importantes. Estoy llegando al fin de mi viaje ….., y cuando miro atrás veo más claro el camino que cuando lo tenía ante mí por recorrer ….., lo conozco palmo a palmo. Escuchad bien lo que os diré: con una extraña locura, nuestra generación ha saqueado esta tierra que nuestros antepasados veneraban; ha trabajado con pasión para elaborar medios de destrucción …., mientras que nuestros antepasados trabajaban conclusión para su prosperidad. Vosotros, hijos de la tierra, ahora tenéis que deshacer, con coraje y sentido común, todo lo que nosotros hemos hecho. Y como solo os dejamos una herencia de ideas confusas y contradictorias, no hagáis caso de nuestras ideas ….., haced caso de vuestros corazones. Con esta llave que tengo …., retrocedo de horros ante lo que hemos llegado ha hacer . Antes que llegue mi última hora, dejad que os dé la única llave de la paz, porqué yo se su secreto.
Cogió un bonito vaso de cerámica esmaltada y prosiguió
- En este recipiente hay un poco de todo, aserrín, trocitos de hierro, metales pequeños, azúcar en polvo …, un montón de cosas distintas, cada una de ellas con sus características …, igual que pasa con las personas. Si paseo un imán por encima de este vaso ….., todo lo que es hierro subirá y se hará visible. No podemos oponer resistencia al su poder. Grandes o pequeñas, las partículas de hierro tienen en común que son atraídas por el imán. Su debilidad es su poder. Si aparto el imán y muevo suavemente el recipiente …, veremos como poco a poco los elementos más grandes suben arriba ……., no porqué se hayan discutido para subir ……, sino simplemente porqué han sido empujados por los elementos de tamaño más pequeño que prefieren quedarse debajo. La gente sensata, no se pelea nunca por subir. Es entre ellos que debéis buscar y a vosotros os corresponde convencerlos para que quieran servir al pueblo. Y, sin un día, el poder se les sube a la cabeza, tendrán que ceder su lugar a alguien que continúe con el pensamiento puro.
- entonces.-preguntó el niño ansioso.- ¿la paz del mundo depende solo de personas sensatas como gobernantes?
- no .-repuso el Presidente.- porqué el recipiente contiene también un veneno mortal …….., dinero ….., poder ….., propiedades …., incluso palabras que significan lo mismo ….., una enfermedad que engendra la energía del hombre.
- ¿Cómo se llama esa enfermedad?
- EGOÍSMO
- y ¿eso se pega?
- no, todos la llevamos dentro.
- ¡¡¡¡es horroroso!!!!
- No solo puede incitar a un hombre a pegarle a su vecino para robar lo que desea, sino que acabará por matar a ese mismo hombre que se corroe por dentro y no puede soportar el fracaso de sus deseos, hasta morir de insatisfacción …, de rencor …, de envidia insaciable.
- ¿Todos los gobernantes son egoístas?
- No todos, algunos tienen las mejores intenciones del mundo.
- Entonces ¿por qué no se portan mejor?
- A menudo el barco parece ingobernable. Los dirigentes pierden la esperanza, el pueblo pierde la confianza y todos se pelean como si estuviesen a bordo de un barco sin timón ni brújula ……, nada para gobernar …, nada con que gobernar. Vientos y mareas que llamamos progresos de la Historia han hecho que el barco se precipite contra las rocas donde choca y se hunden los cuerpos y las mercaderías
-¿No hay ninguna esperanza?
-Con la claridad de tu espíritu joven nos la estas dando. A lo largo de mi vida he sido testimonio de dos hechos que le han dado la vuelta a los datos de la historia humana, pero que la gente todavía no ha entendido. Primero, que nosotros tenemos el poder de decretar el fin del mundo y segundo que a partir de ahora el mundo puede comportarse como si todos tuvieran un solo pensamiento, gracias a las comunicaciones planetarias que pronto no tendrán ni límites ni barreras.
- Señor, he imaginado un regla tan simple que, si todos la tomáramos como norma, la paz ya no peligraría.
- y ¿qué dice?
El niño le mostró un trozo de papel que tenía escrito lo siguiente:“Pensar solo en protegernos de nuestros vecinos es el camino de las armas que lleva a la guerra. Pensar en protegerlos de nosotros mismos es la vía del desarme que lleva a la Paz”
- No haría falta nada más.- murmuró el Presidente.

Continuara ……….

Hasta luego.

 

“Pensar solo en protegernos de nuestros vecinos es el camino de las armas que lleva a la guerra. Pensar en protegerlos de nosotros mismos es la vía del desarme que lleva a la Paz”

Me gusta cada dia mas
A ver si pongo yo uno antes de que se me haga tarde.....

 

Chagall, los cuentos de Tio Conejo que pusiste no me los sabía. Pongo uno de los que me contaban a mi. Mañana pongo la segunda parte...

Cuentos de Tío Coyote y Tío Conejo

I

Estera una vez una viejita que tenía una sandilla. Sandillas grandes de tierra negra. Un día por ahí, se vieron Tío Coyote y Tío Conejo, y como estaba madurando el sandillal, se concertaron para merendárselo. Tío Conejo cuidaba un rato y Tío Coyote comía, y así, al revés. Pero la viejita que estaba encariñada con su campito de frutas todos los días renegaba: "¡Bandidos, ladrones, me las van a pagar!".

El domingo la viejita al salir de misa se fue donde el Señor Obispo y le dijo:

-¡Señor Obispo, le voy a mandar de regalo una gran sandillota, la más rica!

Y el Señor Obispo la bendijo.

Pero Tío Conejo estaba en el patio robándose unas lechugas y oyó a la viejita y ay nomás salió en carrera onde Tío Coyote:

-Tío Coyote, vamos a hacerle una buena pasada a esta vieja renegona.

Y se fueron hablando.

A poquito llegó la viejita y ellos se escondieron detrás de unas matas. Y la viejita fue tanteando todas las sandillas, una por una:

-¡Esta es la más hermosa! La voy a cuidar para el Señor Obispo y pa que estos bandidos ladrones de frutas no la vean la voy a poner bajo estas hojitas de plátano.

Tío Conejo y Tío Coyote se estaban riendo y se volvían a ver. Y cuando se fue la viejita se fijaron donde estaba la sandilla y diario la iban a ver y la tanteaban.

Bueno, pues; pasaron sus días y ya estaba bien madura la sandía. ¡Grande y hermosa, bien aseada!

Y entonces Tío Conejo le abrió un hoyito y con la pata le fueron sacando y se fueron comiendo todo el corazón hasta que la dejaron vacía como calabazo. Y después se cagaron los dos dentro de la sandía y la volvieron a tapar dejándola a como estaba, bien disimulada.

Al día siguiente llegó la viejita:

-¡Qué buena sandilla! ¡Qué buen regalo para el Señor Obispo!

Y fue a traer su rebozo y cortó la sandía y se fue ligerita donde el Señor Obispo.

-¡Aquí le traigo este regalito, mi padrecito!

-¡Muchas gracias, mijita, Dios te lo pague!

Y cuando llegó la hora del almuerzo el Señor Obispo le dijo al Sacristán:

-Andá traeme un cuchillo grande bien filoso, pues yo mismo quiero partir esta sandilla tan hermosa.

Y ya se puso a partirla. Y pega el brinco. ¡Qué susto! ¡Estaba repleta de ñaña!

-¡Buff, dijo el Obispo, y la aventó de un lado -¡Esta vieja puerca ahora verá!

Y mandó al Sacristán que se la fuera a llamar.

La viejita llegó muy alegre, corriendo. "Esto es que el Señor Obispo me quiere agradecer con algún regalo", pensaba. Pero en llegando, el Señor Obispo esta furioso y le dio una gran regañada y le enseñó la ñaña de la sandilla y le dijo que se iba a ir al infierno por irrespetuosa.

Y se volvió triste. Y le iba echando maldiciones al que le hubiese hecho la trastada.

-Me las paga el que sea, dijo. Y puso a la entrada de la huerta un muñeco de breya (brea).

El Tío Conejo, que es fachento, llegó ese día al frutal y vio el muñeco que le cortaba el paso.

-¿Ideay, hombré? ¡Quitate de ahí o te quito!

Como el muñeco se quedó callado ay nomás le dio un trompón y se quedó pegada la mano en la breya.

-¡Soltame o te pego!, le dijo Tío Conejo.

Y como el muñeco se quedó callado le deja ir otro trompón y se pega de las dos manos.

-¡Si no me soltás te pateo!

Y le da una patada y se pega de las dos patas.

Ya arrecho Tío Conejo porque estaba forcejeando para soltarse, dice otra vez:

-Si no me soltás, bandido, te pego un panzaazo.

¡Y ónde le iba a responder el muñeco! Entonces -¡Pas!- le da con la barriga y se pega todito.

En eso llega la vieja.

-¡Ajá! ¡Con que vos sos, conejo bandido, el que me has hecho tantas carajadas! ¡Vas a ver!

y cogió una red y lo encerró. Y Tío Conejo veía que la vieja prendía las brasas de la cocina y ponía a calentar el asador al fuego.

Cuando en eso pasó por allí Tío Coyote. Entonces Tío Conejo apenas lo vio le dijo:

¡Adiós, Tío Coyote! ¡Venga para acá!

Tío Coyote se le arrimó.

-¿Qué estás haciendo encerrado ahí?

-Pues estoy esperando una gallina que me están cocinando. ¿No quiere acompañarme?

-Bueno, Tío Conejo.

-Entre por aquí entonces, Tío Coyote, le dijo Tío Conejo.

Y Tío Coyote por de fuera abrió la red y en lo que se iba metiendo, el conejo salió en carrera. Ya estaba llegando la vieja cuando eso. Y traía un gran asador bien caliente, rojo.

-¡Ahora verá ese cagón si no me las paga todas!

-Conque tenés tus mañas. ¡Velo al bandido!, ¡ya se hizo coyote! ¡Pero a mí nadie me engaña!

Y le mete el asador entre el culo. ¡Nunca había brincado tanto Tío Coyote! Y sale disparado pegando gritos y dándose contra los palos. Y ahí bajo de una mata estaba viendo todo Tío Conejo, y cuando pasó chiflado Tío Coyote, Tío Conejo, muerto de risa, le gritaba:

¡Adiós Tío Coyote, culo quemado! ¡Adiós Tío Coyote, culo quemado!

 

hola

buenos dia

acabo de leer todos los cuento

todos finisimos no entre estos dias porque me e sentido un poco cansado

pero estoy pendiente de leerlos

gracia chagal mamana glendel joseL evapatry y todos los cuenta cuentos

asta pronto

 

Chipi qué te pasa? Te tienen trabajando de sol a sol? Qué el stres no es bueno. Descansa un poquito y luego vuelves con más y mejor

Esta noche te pongo otro cuento para antes de dormir.

 

CHIPI, seguro que estás "estresado". Recuperate prontito.
EVAPATRY, me alegro de verte de nuevo ¿Qué tal tus minivacaciones?
Bueno, pues aquí va el final del cuento. Espero que os guste. Lo tengo que poner en dos "posts" porqué en uno no cabe.

Viene de la pag. 14 nº 196
EL LIBRO DE LA PAZ de Bernard Benson

- ¿Por donde empezamos? .- dijo el niño
- Por los medios de comunicación
- ¿Estará la gente a la altura de lo que queremos pedirles?
- ¡NO!.- contestó el Presidente.- pero si quieren VIVIR tendrán que aprender pronto. La voluntad de vivir es la fuente de energía más fuerte y cuando descubran la verdad, ¡su energía los volverá incomparables!
- ¿Quién dará la señal para empezar?
- Ya la has dado tu.- contestó el Presi conduciéndolo hacia los grandes ventanales del despacho.
La calle estaba llena de centenares de miles de personas que cantaban mientras mostraban pancartas que decían “HA ESTALLADO LA PAZ”, “NO CONSENTIREMOS QUE NUNCA MÁS PELIGRE”.
En el momento que salieron al balcón, los “VIVAS” ensordecedores de la multitud subían hasta donde ellos estaban. El Presi alzó las manos y se hizo un profundo silencio. El Presi empezó a hablar a través del micrófono:
- He despertado de una horrible pesadilla. La infinita bondad y la clarividencia de un niño, ha hecho que asomen los rayos del sol. A partir de ahora la voz de la PAZ, será difundida libremente por todo el mundo. Empezando por nuestro país, derrumbaremos la barrera para dejar pasar este mensaje de PAZ. He comprendido que resulta imposible dañar a los demás sin dañarnos nosotros. ¿Tenemos intención de matar? ¡También nosotros moriremos!. La ciencia ha mostrado su cara más horrible y, ella misma, no nos permite nada más que ELEGIR LA PAZ. A partir de ahora, tenemos la voluntad de ganar la última batalla contra la misma guerra. ¡Es demasiado tarde para hacer la guerra!.
La gente estaba silenciosa mientras el Presi cogía al niño y volvían ha entrar en el despacho.
El gran avión llevó al niño de regreso a su país, volviéndose a repetir la escena ya vivida en los anteriores aeropuertos y todos llevaban una hoja verde prendida del pecho.
Cuando entró en su habitación, encontró tal cantidad de telegramas y cartas, procedentes de todos los países y en todas las lenguas, que su cama parecía una barca que navegaba sobre un mar de papeles blancos y azules. En medio de todos aquellos mensajes……., el niño se durmió.
Los diarios solo hablaban de que estaba a punto de proclamarse de un momento a otro la PAZ y el niño, enjaulado en su habitación, esperaba que, de hoy a mañana, se produjera el gran momento.
Pero no pasaba nada, ¡¡¡ NADA DE NADA !!!.
Tan solo se notaba un incremento de las discusiones, maquinaciones y comentarios con argumentos destinados a demostrar que….., a pesar de la buena voluntad …., ¡¡la cosa no era viable!!!.
Finalmente, el Presidente hizo una aparición por TV que nadie quiso perderse y declaró:
“” Que los tres Presidentes de las superpotencias deseaban el desarme …., que esperaban conseguirlo muy pronto …., que lo habían estado pensando muy bien y que estaban convencidos de que era la mejor manera de salvar al mundo …., pero ……., que no había posibilidades de hacerlo porqué ……., ¡¡¡RESULTABA DEMASIADO PELIGROSO!!!. Nadie podía asegurar que todos los países se desarmarían en el mismo tiempo y que no se tenía la seguridad de que un país se aprovechara para saltarse la norma e imponer su propia soberanía. Por más que se había intentado, ¡¡¡ NO HABÍA MANERA!!!.””

 

Después de aquellas declaraciones, el niño continuó encerrado en su habitación llorando y llorando. Sus lágrimas iban haciendo pequeñas manchas en los telegramas y cartas esparcidos por su cama, mientras sus padres lo consolaban y le decían palabras de esperanza. El no dejaba de llorar y llorar ¡¡POR TODOS LOS NOÑOS DEL MUNDO!!.
Su madre le llevó una taza de caldo calentito, como a el le gustaba, pero la rechazó y se quedó sin comer. Al día siguiente, lo mismo y …., cuando llegó la noche, la radio y la TV ya informaban al mundo de los movimientos del niño, ¡¡EL NIÑO NO QUERÍA COMER NADA!!.
La noticia cayó como una BOMBA y el mundo entero reaccionó como un solo hombre. Centenares de niños se negaron a comer y pronto fueron imitados por adultos …, sacerdotes de todas las religiones …., cantantes …, actores …, poetas …, artistas …, sabios …., e incluso políticos. Parecía que nada podía parar aquel movimiento mundial de ¡¡¡“vaga de hambre”!!!.
De común acuerdo, los Presidentes de las “superpotencias” volvieron a dirigirse al pueblo explicando, por activa y por pasiva, que los deberes de sus cargos les imponían la obligación de consultar con los militares y científicos más expertos y que el resultado era que, el desarme general, no sería más que un SUICIDIO.
En las televisiones de todo el mundo se hacían intensos debates buscando la manera de solucionar el problema hasta que el Presidente en uno de los debates, dijo:
- ¡¡¡YA NO QUEDA NINGUNA ESPERANZA!!! No hay manera de deshacernos de lo que, conducidos por nuestra propia locura, hemos llegado a hacer. Hemos pasado un punto sin retorno. El mundo entero desea lo que propone ese niño, pero nunca podremos llegar a hacerlo.
Su rostro, lívido y abatido, era como el de un condenado a muerte.
- ¿y por qué no le preguntamos al niño?.- pregunto alguien que se escondía tras una cámara.
- Cualquier solución a este problema sería un MILAGRO pero, en plena desesperación, no podemos renunciar a ellos.
Contactaron con el niño por teléfono, explicándole como se encontraba el mundo y, que echar marcha atrás era imposible.
- ¡¡es tan fácil como decir buenos días!!.- les dijo el niño.- Debe usted, junto con su familia, sus hijos y sus seres más queridos presentarse, como invitado, en aquel país que tenga contra usted el mayor rencor. Después el responsable más alto de ese país, debe ser invitado por usted a nuestro país. Vuestro Ministro de Guerra, Generales, Almirantes, etc, os imitarán y nosotros, el pueblo, acogeremos a los que vengan, de los países que nos temen y que nosotros mismos podríamos temer, sin temor.
En el estudio de TV se hizo un gran silencio. Podría decirse que la televisión callaba para dejar tiempo a la gente de intercambiar opiniones y reflexionar.
El Vicepresidente, un ex general repleto de medallas, que estaba al lado del Presidente, empezó a gritar.
- ¡¡¡¡O sea que ahora nos convertiremos en rehenes tan solo para satisfacer la fantasía descabellada de un niño charlatán que no sabe nada de la vida!!!
El niño aprovechó que todavía existía la conexión telefónica para responder pausadamente:
- Señor, por favor, dígale a su Vicepresidente que no insulte a nadie cuando estamos buscando la mejor manera de instaurar la Paz. También las palabras son armas que pueden matar. Los rehenes son prisioneros de la violencia . Vosotros, en cambio, seréis bien recibidos porqué llevareis la esperanza de la paz.
- ¡Tenemos que pensar más! ¡Estoy convencido! Voy a llamar a mis colegas.- dijo el Presidente.
Durante la espera del resultado, el mundo entero contenía la respiración, casi podría decirse que la Tierra había dejado de girar. Ante las cámaras de TV, los participantes al debate no sabían que postura tomar, hasta que uno de los cámaras cogió la hoja verde que prendía en su pecho y la colocó sobre la mesa, de manera que la pudiera enfocar en un primer plano. ¿Qué mejor pausa para la causa de la que dependía el futuro del mundo?.
Al volver, el Presidente, sin sentarse, declaró:
- ¡¡Están a favor!!!
Un viejo político, encargado de la defensa, sin poder contener su irritación, explotó:
- ¡¡¡Os imagináis tan solo un segundo los inconvenientes de este plan tan frágil?!!
Y fue el niño el que contestó por teléfono
- ¿ Os imagináis los inconvenientes de una guerra termonuclear? .
En cada casa, en cada restaurante, en cada lugar que escucharon esas palabras, empezaron a sonar tantos aplausos, tan y tan fuertes que, la Tierra, que momentos antes se había inmovilizado, reemprendió su ritmo por el espacio con mayor alegría.
O sea que las SUPERPOTENCIAS ESTABAN DE ACUERDO. Cada Presidente, en la Capital del otro, abandonaría su “llave de la muerte” ante la misma pantalla y ante la mirada del mundo entero. Pero como no había ningún lugar lo suficiente seguro donde tirar las llaves, se decidió que se entregarían a un herrero que, ante las mismas cámaras y ante todo el mundo, las transformaría en una hoja de vida que cada nación conservaría como un emblema sagrado.
Y ¡paso lo que debía pasar! todos los Gobernantes de Estado, los que tenían llave, los que estaban apunto de tenerla y los que no tenían ningunas ganas de tenerla, notificaron su intención de participar en un acontecimiento tan único en la historia del mundo, LA RENUNCIA MASIVA A TODO TIPO DE ARMAS.
Algunos por el afán de figurar entre las grandes potencias, otros por el miedo de quedarse fuera del “concierto de naciones” y otros, simplemente, por el hecho de detestar las guerras y las secuelas que estas dejan, por qué ya las habían padecido anteriormente. No hubo nadie que quisiera quedar fuera de la nueva época que empezaba.
Decididamente ….., la guerra ya no tenía buena prensa.
Empezaron grandiosos preparativos a ver quien cooperaba más generosamente y, muy pronto, norte, sur, este y oeste se transformó en un punto de encuentro …., gracias a los satélites de comunicación las Antípodas se encontraron la una al lado de la otra en la Gran Ceremonia. El mundo ya no se convertiría en un gran cementerio lunar. En este momento, era la VIDA la que devolvía al mundo su unidad.
El niño, cumplida ya su misión, dijo que quería quedarse tranquilo en su habitación para poder decir “GRACIAS”.
Simultáneamente, en el otro lado del mundo, una niña hacía lo mismo. Era la misma que quiso acompañarlo en un principio.
En algunos países era de día. En otros unos grandes proyectores iluminaban la ceremonia y en el minuto preciso que marcaba el abandono de todas las armas, todo el mundo estalló en un VIVA generalizado.
Las llaves fueron entregadas a unos niños que se la llevaron al herrero escogido del pueblo y cada herrero, a golpes de martillo, la convirtió en “hojas del árbol de la vida”, ante la mirada de todos los pueblos ……, reunidos sobre la misma plaza por el milagro de las comunicaciones
En cada país, los dirigentes extranjeros invitados recibieron una acogida que superaba en esplendor todas las anteriores habidas. Era, sin duda, porqué cada hombre …, cada mujer …, cada niño …, aportaba su bien más preciado, una nueva oportunidad de VIVIR . Allí donde iban, no podían dar un paso sin encontrarse inundados por una lluvia de pétalos de flores y de hojas de color de VIDA.
En dos meses hicieron desaparecer la “máquina de la muerte”, pero todavía quedaban unos años para hacer desaparecer “sus restos”..
Mientras tanto, sin tener que preocuparse de la “carrera de armas” ni del “incremento de riesgos de la guerra”, los Gobernantes tenían tiempo de pasear entre la gente y de escuchar sus preocupaciones y sus necesidades. Podían ver aquella PAZ reencontrada simbolizada por la “hoja de árbol” prendida en el pecho de todos ….., bueno …., de casi todos, porqué todavía quedaban algunos “viejos escopeteros nostálgicos” galardonados con oxidadas medallas …, incapaces de cambiar sus hábitos y que mataban su tiempo encerrados en clubs privados …, haciendo y rehaciendo planes de una guerra en la cual las armas ya habían desaparecido para siempre.
También la gente de negocios y financieros, que se habían arruinado con el negocio de las armas, crearon un partido político denominado MIRV (Movimiento para la Intervención y la Reorganización de la Violencia). De cuando en cuando desfilaban con pancartas y eslóganes que convocaban al rearme, pero los dejaban manifestarse en paz. Ya no eran capaces de hacer ningún daño, nadie les hacía caso.
Había otro grupo que tampoco llevaban la “hoja de la vida”; eran los que no entendían nada, hacía tiempo que sus mentes enfermas habían dejado de distinguir entre la VIDA y la MUERTE
Desde entonces, cada año, se conmemora el día en que un niño se decidió a entrar en un estudio de TV para hablar de PAZ.”

- ¿y si hubieran fracasado?.- pregunto uno de los niños al cuenta cuentos
- ¿y si aquello hubiese desencadenado en una guerra que los hubiera hecho sucumbir a todos?.- preguntó el otro
- Era el desenlace más probable,- contestó el cuenta cuentos,- por tres razones: Primera, que la información no hubiera podido circular libremente.
Segunda, que la gente no hubiera querido entender la información que se les daba. Tercera, que la gente que hubiera entendido la información, no hubiera hecho el esfuerzo necesario para salvar al mundo.
- ¡¡¡Gracias a Dios!!!.- gritaron los dos niños muy contentos.
- ¡¡SI!!.- respondió el cuenta cuentos.- PERO ESTE CUENTO, ENTRE TODOS JUNTOS, PODRIAMOS CONVERTIRLO EN UNA REALIDAD.

Y por fin ……………………………………… F I N.

Hay una frase (que Grendel ya ha pillado) que lo dice todo (frase roja); creo que si todos la aplicásemos, cosa que es un sueño, no haría falta nada más.
Vuelvo a citarla porqué es la que a mi me ha dado más en que pensar
“Pensar solo en protegernos de nuestros vecinos es el camino de las armas que lleva a la guerra.
Pensar en protegerlos de nosotros mismos es la vía del desarme que lleva a la Paz”

Espero que os haya gustado.
para tod@s.

Los próximos serán mas cortitos, o eso espero

 

hola

buenas tarde

no eva es que me gusta leer todo y a veces me parece que el tiempo no alcaza pero lo hago bien relajalo

espero tu cuento esta noche si puedes

gracia infinita mamana sabe se lo estoi yevando a giacomo a cuenta gotas para que le aga esperarlo todos los dia

despues le llevo el del lucero chagal

mira no se que les parece tengo ganas de imprimi todos los cuento para tenelos en una carpeta le parece

muchas gracia

asta pronto

 

Buenas, ahi va otro cuento.
En la mitologia vasca, igual que las sorginak, el mismo diablo tiene mucha importancia. Tiene muchos nombres: etsai (enemigo),gaizkin (maligno),plaga,kinlilimarro, gaueko (nocturno).....
Hay un dicho popular: "eguna egunezkoentzat eta gaua gauezkoentzat" que significa el dia para los del dia y la noche para los de la noche y viene a decirnos que al ocultarse el sol debemos tener cuidado.....

Pues en un pueblecito del valle del Baztan vivian un matrimonio que no tenian hijos y empezaban a ser mayores. Habian probado todo tipo de remedios casero y nada funcionaba....
Un dia la mujer desesperada suspiro:
-ay, daria lo que fuera por tener un hijo
-Yo tambien, dijo el marido
Y en aquel mismo instante aparecio el diablo
-Tendreis un hijo pero a cambio yo me llevare algo de esta casa¿estais de acuerdo?

Los dos asintieron pues no sonaba nada mal pero no sospecharon que al decir "algo" el diablo se referia al propio recien nacido....

A los nueve meses un niño nacio y el matrimonia estaba tan feliz que habia olvidado su acuerdo con el diablo y decidieron celebrar el bautizo de la criatura por todo lo alto para lo que compraron en el mercado un hermoso carnero.
Al lado de ese matrimonio vivia un hombre sin oficio ni beneficio que sobrevivia sisando lo que podia y decidio hacerse con el suculento carnero q habian comprado sus vecinos. Se colo en la casa y alli se topo con el diablo que estaba a los pies de la cuna del recien nacido.
-Eh! No eres tu gaizkine?-pregunto el hombre
-Pues si!-contesto el diablo- Y tu eres el que viene a robar el carnero. Ladron por ladron somos iguales

Pero el hombre no estaba del todo de acuerdo. Una cosa era robar un carnero y otra ser el mismisimo diablo

-Y como asi tu por aqui?-le pregunto al diablo tratando de averiguar que hacia alli
-Ah, amigo mio, un ladron puede confiar en otro. Te dire que vengo a robar al recien nacido. El niño estornudara 3 veces antes de ser bautizado y si nadie dice Doministikun (el equivalente a Jesus o salud)sera para mi!

Entonces volvieron los de la casa y el diablo se hizo invisible mientras el hombre se escondia en un armario.
Entonces el niño estornudo y nadie presto atencion. De nuevo volvio a estornudar y nadie se dio cuenta y el ladron viendo que el diablo se iba a salir con la suya grito:
-Doministikun! aunque yo me quede sin carnero

Entre juramentos y amenazas el diablo se marcho levantando un gran vendaval. Todos los presentes asustados se pusieron a buscar a quien habia hablado y encontraron al ladron en el armario que les conto lo ocurrido y los agradecidos padres no solo le invitaron al bautizo sino que le regalaron el carnero

 

¡Kaixo! ¡Hola

¡Como me gustan los cuentos!

Me gusto EvaPatry el de los huesos

chagall del lucero ¡que lindo!

mamá de Anna me tienes pendiente con los tuyos

Y ¡ay! grendel no sabes que hermosos recuerdos tú me traes
¿sabes? estoy pendiente de ésos cuentos tuyos.... y eres de Getxo...


Cariños

 

Pues muy bien muy bien. Hemos comido y bebido muy bien, estuvimos en los baños árabes y de turisteo lo justo, oyes! tampoco nos vamos a cansar! Así que nada, he vuelto sin dinero y sin stres.

No encuentro ningún cuento para dormir así que voy a poner el segundo de Tio Coyote y Tio Conejo.

Cuentos de Tío Coyote y Tío Conejo

II

A pues otra vez, se encontraron Tío Coyote y Tío Conejo, a la orilla de un zapotal.

-Vamos a comer zapotes, Tío Coyote, le dijo Tío Conejo.

Pero Tío Coyote ya andaba roncero. Tenía hambre. Pero maliciaba del Tío Conejo.

-¡Vamos, hombre! ¡Hay que ser resuelto, están toditos maduros y vea qué ricos!

-¡Vamos pues!, le dijo al fin Tío Coyote.

-Entonces como usté no puede subirse a los palos, se queda abajo, y yo me subo arriba y se los voy aventando.

Y así fue: Tío Conejo ligerito se encaramó a un zapote bien cargado. Allí cortó los más maduros y se los comió.

-Ahora le toca, Tío Coyote. ¡Abra la boca que ahí le va uno bien maduro!

Y en diciendo eso cortó un zapote celeque, bien duro de tan verde y se lo voló. El Tío Coyote, creído, abrió la bocota esperándolo suave y madurito. y ¡pás! le cayó pesado y le quebró toditos los dientes.

¡Qué carrera otra vez la del Tío Coyote, con todo el hocico golpeado y sin dientes! Y Tío Conejo, muerto de risa, le gritaba desde arriba del palo:

-¡Adiós Tío Coyote, dientes quebrados, culo quemado! ¡Adiós Tío Coyote, dientes quebrados, culo quemado!

Besitos de buenas noches

 

“Pensar solo en protegernos de nuestros vecinos es el camino de las armas que lleva a la guerra.

Pensar en protegerlos de nosotros mismos es la vía del desarme que lleva a la Paz”

Con tu permiso MamaAnna ,vuelvo a citar la frase,piénso que és la pura verdad,así de límpia,llana y simple.Solo eso bastaría para que hubiera Paz

Te felicito,un cuénto precioso que ójala se hiciera realidad


Grendel

Gaizkine,si llego a conocer estas hisitórias años atrás no sé yo, si me hubiera atrevido a dormir de acampada por esos montes tuyos
como lo hice


ChipiChipi

mira no se que les parece tengo ganas de imprimi todos los cuento para tenelos en una carpeta le parece muchas gracia


Me parecería esrupendo Chipi que así lo hicieras,tendrias un trocito de cada uno de nosotros guardadito en tu carpeta
Y muchas grácias a ti

Eva Patry

Desde luego,vaya par.Pobre coyote siempre sale trasquilado

 

Otro trocito os dejo

V


Conmoción en el mundo por la llegada de Lucero


La transmisión radial de los niños fue escuchada en buenas condiciones en todo el mundo. Una estación de Londres la pasó durante doce horas consecutivas en varios idiomas.

Si tratara de relatar la conmoción mundial que este inocente reportaje produjo, no acabaría en muchos meses. Afortunadamente, no dieron la dirección de nuestra casa. El mundo puso su curiosidad, sus ojos, su corazón, su fantasía en la capital. En una hora llegaron diez millones de radiogramas de todos los rincones del planeta, sin contar los del país. Como simplemente decía Lucero, Bogotá, resolvieron enviárselos al señor alcalde. A las tres de la mañana, me informaron que tal era la cantidad de radiogramas y telegramas, que un niño se extravió en la selva de papeles. Los teletipos de los periódicos no daban abasto, y había que ver los titulares, a ocho columnas:

¡Lucero vivo en Bogota! ¡Colombia enloquecida!

Delegaciones de todo el mundo a Bogotá.

¡La población de Colombia llegará a cien millones!

Lucero, con reservas para iluminar el mundo mil años.

Telescopio miniatura para Lucero regala la OEA.

Estampillas Lucero lanzará el gobierno.

¡Hallan otro Lucero, sano y salvo, en Moscú!

Pediatras examinarán a Lucero. Le tomarán radiografías.

Y ¡hallan Lucero con dos cabezas en Johannesburgo!

Delirio en Bogotá. El apagón de anoche, Lucero lo resuelve saliendo a la ventana.

Redoblan vigilancia de Lucero. ¿Lo secuestrarán?

"Sociedad Protectora de Luceros en Londres".

¡Extradición de Lucero! ¡Invadirán la tierra! ¡Milicias del cielo!

La madre de Lucero millonaria. Leyendas sobre doña Venus.

Original tetero de luz para Lucero.

¡Lucero, ciudadano del mundo!

 

Como hoy era cortito............. Os cuento el final

VI​

Llega doña Venus. Regreso al cielo


A las seis de la tarde Lucero estaba pegado al ventanal de vidrio de su cuarto, en espera de la llegada de mamá, como ella se lo había prometido. Si el viento era favorable, pronto llegaría en su carruaje-destellante, el más lindo de las avenidas del cielo. Un chorro de luz se precipitó desde las comarcas de Venus hasta nuestra casa. Una luz dulce, distinta, como barnizada de plata, provenía de los reflectores de la nave espacial. Corrimos a la calle. Clavados en la altura los ojazos hechos para mirar grandes distancias, Lucero, todo emocionado, gritaba:

– ¡Allí viene mamá...! Yo la vi primero.

Y se lanzó con los muchachos a la acera. Los soldados que cuidaban la casa para que no fueran a robarse a Lucero no se dieron cuenta de lo que pasaba.

Sonaron las trompetas de las escoltas-luceros que a lado y lado de la carroza montaban guardia. En pocos segundos estaban sobre la calle la Estrella y sus astro-tripulantes. A través de la ventanilla, la gran reina del cielo saludaba con el pañuelo a los terrícolas. Atada a una lanza reluciente de platino, con incrustaciones de diamante, iba una pareja de cisnes negros que dejaban caer, pausadamente, sus párpados de vidrio. Un cochero luminoso, de imponente librea, los guiaba por medio de largas cintas de muaré rojo. Batían las alas los cisnes haciendo descender y sofrenando el carruaje hasta posarlo, leve y firme, frente a la casa.

Los tripulantes ceñían libreas tachonadas de pedrería sobre el pecho. El cochero encendía relámpagos de plata en el extremo de la fusta, y con voces ininteligibles dirigía el aterrizaje de la nave, que fue perfecto. La carroza, de puro diamante y ruedas de oro macizo, emanaba una fragancia sutil. Los cuellos de los cisnes eran arcos de una luz negra que abrillantaba el suelo donde la reina, doña Venus, habría de poner su pie.

El son de cuatro trompetas gigantes llenó los ámbitos silenciosos y azules. Un lucero-tripulante abrió la portezuela central y tendió un tapiz de niebla-rosa, desde la nave hasta la casa. Radiante, etérea, apareció doña Venus, delicadamente sonreída, pero con el leve temor de quien no sabe qué le espera. Fue tal el destello de sus ojos al posarlos en el hijo, que por un instante se velaron, como eclipsadas, las facciones. Un manto azul bordado de oro y gemas la ceñía esbeltamente de los hombros a los pies.

Parecía caminar por el aire. Al primer paso, dejó ver un pie diminuto con zapatillas guarnecidas en platino. Tendidos los brazos y desbordada en llanto, doña Venus se dirigió al hijo. Al abrazarlo, confundieron sus luces, mientras le susurraba estremecida:

– ¡Hijo mío! ¡Mi hijo!... ¡Cuántos días sin ti!

La escena era como si de pronto se hubiera inmovilizado un huracán de lumbres. Al llegar a la casa, con majestuosa calma, doña Venus se quitó la capa y la pasó a un ujier. Fue un instante de suprema indescriptible irradiación.

– ¡Qué linda es tu mamá! –dijo Clemencia a Lucero.

– Sí, ella es muy linda y se ha ganado todos los concursos de belleza del cielo.

Ya en la sala, Lucero le dijo feliz:

– Siéntate, mamá, aquí en el diván: debes de venir cansada.

En esos momentos bajaba las escaleras mi esposa, que había visto el fantástico arribo desde el balcón.

– Te voy a presentar a la mamá de los Martínez –dijo Lucero–. Este es Alfonso, el que me encontró y recogió herido y me curó; ésta es Clemencia; éste, Alfredito; éste, Carlitos, el menor; y ésta, Gina, la perrita; ¿linda, verdad? ¡Todos tan buenos conmigo! Y el señor Martínez –agregó al verme acercar al grupo.

– Amigos –dijo doña Venus dirigiéndose a mi esposa–, no tengo con qué pagarles lo que han hecho por este muchacho. El pobrecito no tuvo la culpa; se resbaló de mis brazos... la entrecortó un sollozo, pero al punto, reaccionando, agregó: Ustedes comprenden. Hace mucho que no duermo pensando en lo que hubiera podido pasarle... Mil gracias, señora. El cielo todo les desea por lo buenos que han sido con mi Lucero.

– No piense en eso, doña Venus –respondió mi señora–. Es que Lucero nos ha ganado a todos el corazón en tal forma que no sabemos qué hacer al pensar que ha venido por él. Hasta la pobre Gina va a sufrir. Menos mal que el elefantito vivo que tiene aquí en el patio piensa llevárselo al cielo para jugar con él. Además...

– Además, ¿qué? –dijo visiblemente preocupada doña Venus.

– Ay, señora de mi alma –continuó mi esposa– es que el mundo está conmovido con la llegada de Lucero. Usted no puede imaginárselo. Toda la gente quiere verlo. Claro que aquí nosotros no lo hemos desamparado un segundo. La tropa que usted vio en la calle lo protege de secuestros. Hay gente, con decirle, señora, hasta de Nueva Zelanda, una isla remota, en espera de turno para verlo.

– ¿Y todo este alboroto, por un mocoso? –dijo doña Venus, sorprendida–. A poco, si me descuido, quién sabe qué le pasa a mi Lucero. ¡Qué tal si no llego a tiempo! –dijo y se levantó, lo tomó del brazo, y abriendo visiblemente exaltada una de las ventanas, gritó:

– Tripulación, ¡lista!. Regresamos enseguida. Vayan calentando las alas de los cisnes. No quiero que se nos haga tarde.

Hasta la sala llegaba el rumor del control de la nave:

– ¿Listos, alerones?

– Listos.

– ¿Colas de ascenso perpendicular?

– Listas.

– ¿Luces de peligro?

– Listas.

– ¿Súper-radar?

– Listo.

– ¿Naves especiales en ruta?

– Ninguna.

– ¿Sándwiches y consomé de luz?

– Listos

– ¿Cisnes de repuesto?

– Sí.

– ¿Rumbo cielo?

– Rumbo.

Doña Venus escuchaba con atención, cuando mi señora le dijo:

– ¿No nos acompañan a la llegada del Niño Dios?

– Imposible. Allá también lo recibimos. Por eso llega a las doce a la tierra. –Y agregó: miren qué hermoso brilla el árbol de navidad del cielo. Yo debiera estar allá arriba.

– Señora Venus, por favor, descanse un poco. Tómese un coñac, la entonará –le dijo mi señora. Pero haciendo un gesto negativo con la mano, le respondió gentilmente:

– Mil gracias, se lo agradezco. Tal vez ustedes sepan que nos alimentamos con luz. No probamos nada distinto. –Y añadió:

– La última comida que recuerdo es del año uno, exactamente cuando nació el Niño Dios, un pequeño rey de la tierra; y para esto, a mí y a mis hermanitos, hoy estrellas de primera magnitud, nos llevaron a... –se quedó pensando, y luego continuó:

– A... Belén, un pueblito humilde pero lindo.

Ya bastante angustiada, después de hacerle, no sin cierto temor, a la perrita una caricia, exclamó como para cerrar la corta visita:

– Bueno, señora, papá y niños Martínez: debemos partir. La casa queda lejos. –Y dirigiéndose a Lucero:

– Y tú, despídete como un niño educado. Dale un beso a la señora y a cada uno de tus amiguitos. Al papá dile que muchas gracias por todo. También, que en tu casa hay miles de habitaciones para tus amiguitos del cielo, que ahora están a las órdenes de la familia Martínez. Que les enviaremos cuando quieran el carruaje, que en un billón de años no ha tenido un accidente.

– Dijo esto mirando a mi señora como para que no tuviera temores.

– Ay, sí mamá, ¡déjanos ir! –gritó Alfredito.

Lucero no fue capaz de despedirse de ninguno. Llorando, corrió a la carroza y se sentó a mirar por el vidrio lateral. Mientras tanto iban calentándoles las alas a los enormes cisnes negros para el largo viaje.

Clemencia, que no le quitaba los ojos a Lucero, ya instalado en la nave, volvióse de pronto a doña Venus, y le preguntó:

– ¿Por qué usan cisnes negros, señora?

– Para no confundirlos con los ángeles.

– ¿Y es que no hay ángeles negros?

– Silencio.

Al subir a bordo, cayósele a doña Venus el pañuelo. La calle toda se iluminó facilitando así el ascenso vertical de la nave.

Sonaron las trompetas. Los cisnes aceleraron el batir de las alas. La nave como un meteoro tomó altura. Doña Venus y Lucero hacían señales cariñosas por las ventanillas mientras iban esfumándose entre las nubes.

Alfredito gritaba hasta enronquecer:

– ¡Lucero!... ¡Lucero!... se te olvidó el elefantito... Allá te lo llevaremos...

Y Carlitos, el de dos años, señalándolo con la manecita gordeta, le decía, como él llama a las palomas que tanto quiere:

– Cucú... Cucú...

Cuando la nave era un punto en el espacio estreché en un gran abrazo a mis hijos, que lloraban como yo. Alcé la mano y dije como un suspiro:

-Buen viaje, Lucero.


Alfonso Bonilla Naar

Y colorín colorado éste cuénto se ha acabado

F I N​

 

CHAGALL, el cuento de LUCERO también ha sido muy bonito y me alegro que también te haya gustado el mio. Voy a poner al frase en "mi firma", hasta ahora no encontraba ninguna (que no estuviera ya repe claro) que me gustára.

ITSASNE, pues el cuento de LA PAZ ya acabó. Los próximos serán más cortitos

CHIPI, el cuento de LA PAZ creo que es tambíen "una visión distinta de la vida" ¿no crees?

EVAPATRY, me alegro que hayas vuelto de vacaciones sin estres que para eso son.

GRENDEL, me gustan muchísimo tus cuentos. Siempre me han gustado los cuentos de "brujitas" ¿porqué sera?

Hasta luego y un a tod@s