Eucalipto (Eucaliptus sp) Eucaliptus, útil y fácil de cuidar (Globulus labill) Esta especie exótica llegó a Europa a principios del siglo XVIII, procedente del sur de Australia, Tasmania y de las islas del Estrecho de Bass. La especie más común es la del eucaliputo blanco o albar y, en algunos lugares como Chavín (Viveiro, Lugo), se pueden encontrar ejemplares centenarios de eucalipto albar de más de 90 m. de altura. El eucaliptus es, además, una planta medicinal ideal para algunos trastornos relacionados con las infecciones respiratorias. Cómo identificarlo El eucalipto o eucaliptus es un árbol perennifolio, monoico, de la familia de las Myrtaceae, que en su estado natural puede sobrepasar con facilidad los 30 m. de altura. Su corteza es lisa, verde y blanca y caediza en láminas o tiras. Podrás identificar un ejemplar joven cuando observes que sus hojas opuestas ofrecen un aspecto de fortaleza y gracia con toques plateados y verde-grisáceos. En cambio, las hojas adultas son alternas, de color verde más oscuro. En cuanto a la floración se refiere, se produce en umbelas formadas por entre 3 y 10 flores. El fruto es una cápsula leñosa que adquiere el aspecto de pequeñas campanillas. En su interior acoge semillas, de forma alargada y de aspecto similar al de los piñones. ¿Qué lugar y condiciones ambientales necesita? Si estás pensando en situar un eucalipto en casa, piensa que siempre debe estar en el exterior, tanto en verano como en invierno. Eso sí, siempre y cuando las temperaturas mínimas no bajen de -7ºC/-8ºC. Si las heladas son bruscas o repetititvas, el Eucalyptus Globulus resulta mucho más sensible, soportando difícilmente más de de 8 ó 10 días de helada al año. Sin embargo, si optas por su pariente, el Eucalyptus Nitens, soportará sin problemas temperaturas de -12ºC, y más de 50 días de heladas al año. Ten también en cuenta que se trata de una especie que requiere bastante luz, prefiriendo un emplazamiento a pleno sol, mejor de orientación sur (en el hemisferio norte). En cuanto al suelo, no es demasiado exigente, así que crecerá en circunstancias extremas de sustratos pobres y ácidos. Pese a su resistencia, mímalo con un suelo arcilloso, rico en sílice y con acidez moderada o neutra. Si eres un amante de los bonsáis, te agradará saber que el eucalipto es capaz de crecer en bandejas para bonsáis, siempre que se realicen las labores adecuadas. ¿Requiere muchos cuidados? El eucalipto es un árbol poco exigente en cuanto a los cuidados. Así, por ejemplo, deberás regarlo de manera moderada, incrementando el agua ligeramente en las épocas de calor. Tampoco necesita demasiada materia orgánica. Por lo general, te bastará con añadir un abono sólido granulado de nitrógeno, fósforo y potasio. En el caso de que hayas adquirido una planta de vivero para convertirla a bonsái, o incluso durante el trasplante, fertiliza muy ligeramente en el momento de la plantación, evitando siempre que el abono entre en contacto directo con las raíces. Es preferible mantener el abono en los bordes de la maceta. Finalmente, en cuanto al pinzado y la poda, el momento ideal para realizar el pinzado sobre los brotes más jóvenes será durante el período vegetativo anual: primavera y principios de verano, preferiblemente durante el mes de mayo (en el hemisferio norte). La época ideal para realizar la poda nunca será durante el período de máximo desarrollo del árbol, ya que así evitarás la pérdida de savia y, por tanto, de energía. Una buena época será justo antes del inicio del período vegetativo: mediados-finales del invierno. Decídete y reproduce tú mismo uno Si su resistencia y cuidados básicos te han convencido a reproducir un eucalipto, deberás hacerte con un injerto o una semilla, preferiblemente. Si realizas una reproducción por semilla, deberás plantarla en primavera u otoño, aunque también puedes hacerlo a finales de verano. Eso sí, no bastará con plantar la semilla, sino que una vez extraída de la “campana” que la contiene, deberás prestar atención a un método muy básico para su correcta germinación: En primer lugar, recolecta los frutos sin abrir y emplea las semillas que se encuentren en el suelo. Sitúalas al lado de una fuente de calor y verás cómo el fruto se abre y salen las semillas. Finalmente, siémbralas y a las pocas semanas verás cómo nacen sin dificultad. Propiedades medicinales El eucalipto cuenta con importantes propiedades reguladoras del organismo. Tiene una acción antiséptica sobre las vias respiratorias y ablanda y ayuda a expulsar el moco del sistema respiratorio. Está especialmente indicado para catarros, bronquitis, sinusitis y gripe. Prepara un cocimiento de un puñado de hojas de eucalipto. Inhala el vapor un par de veces al día, con la cabeza cubierta con una toalla y notarás rápidamente los resultados. Eso sí, no conviene utilizarlo por vía interna en infusión, sobre todo durante el embarazo. Tampoco es recomentable que los niños menores de dos años lo inhalen. Eucalyptus torquata (árbol) Eucalyptus torquata (flor) El mejor de todos los eucaliptus desde el punto de vista medicinal es el Eucalypto citridora.
