Hola a todos, vereis llevo intentando cuidar unas gardenias desde hace tres años y no hay manera.Las primeras que compre en verano las puse en la terraza en la sombra, resguardada del viento y orientada al sur, pero cuando empezo el frio se murio. Compre otra y esta la deje en casa , pero tambien se me murio.En octubre me volvi a comprar otras dos, por eso de a Dios rogando con el mazo dando, y esta vez las he puesto en una terraza cerrada orientada al norte y la verdad es que no van mal.Pero como empezo a llover y refrescar las he metido en casa, cerca de una ventana algo abierta.El viernes al mirarlas me di cuenta que algunas hojas estaban amarilleando,la planta esta llena de botones y le salen hojas, pero los botones de cuando la compre se cayeron. En las instrucciones pone que tienen que estar siempre con la tierra mojada, pero yo se lo he reducido por eso de que se le caian los capullos. Ahora no se que hacer, si es de interior o de calle, si la puedo trasplantar al jardin o hay que abonarla con algo especial? Lo que he leido por ahi tampoco me aclara mucho. Algun experto de por aqui me podria ayudar? Gracias de antemano
Hola nekane,: Yo tuve gardenias hace años y son preciosas, pero cuida cómo las riegas porque son extremadamente sensibles al agua calcárea. (El amarilleamiento que cuentas tiene pinta de clorosis férrica, o exceso de agua). No sé cómo andaréis por ahí, pero regar gardenias en Zaragoza con agua del grifo es catástrofe asegurada en un santiamén (lo mismo les pasa a las azaleas, y, para mi sorpresa, se venden como rosquillas... ). Espero que se te animen un poco. Rézales un rosario a ver si... Ya nos contarás. Saludicoooooooos...
Sugiero que mires el mensaje "Historia de una Gardenia" http://www.infojardin.net/foro_jardineria/viewtopic.php?t=23645 y los otros enlaces que contiene. Ahora voy a tratar de comentar lo que puede ser de particular aplicación en tu caso. La Gardenia es una planta sensible al frío. No sé hasta qué punto puede sobrevivir una Gardenia en Santander pues, a pesar de haber estado varias veces allí, no conozco tan bien como quisiera sus condiciones climáticas. Aunque no hiele, cuando hace frío hay que tener un cuidado exquisito con los riegos. La recomendación general es regar nada o muy poco, tan solo lo justo para que el substrato no se seque del todo. Hay que tenerla en un lugar en el que la lluvia no la alcance mientras hace frío. Cuando se pone en el interior de una casa la planta efectivamente queda resguardada del frío pero se le generan otras condiciones ambientales adversas que incluyen especialmente la luz insuficiente además de una calefacción excesiva. Cuando una planta tiene poca luz "funciona" más lentamente por lo que de nuevo necesita menos agua. Lo mejor es ponerla en el lugar en que haya más luz; típicamente en el alféizar de una ventana (por la parte de dentro). En estas condiciones hay que ir rotando la planta un cuarto de vuelta cada semana con el fin de que no se caree. Las hojas amarillas se presentan de varias formas y no siempre significan carencia de hierro. En el caso de presentarse hojas amarillas hay que fijarse en cuáles son: (1) La nuevas amarillas mientras las viejas permaneces verdes: (a) Una falta ligera de hierro produce un tono amarillento en los espacios entre las nerviaciones mientras los nervios permanecen verdes. (b) Una falta más grave puede alcanzar incluso a las nerviaciones (c) Un color ligeramente más pálido que incluye nerviaciones y espacios intermedios, acompañado de un tamaño menor de las hojas puede indicar carencia de nitrógeno. Un color más pálido significa un verde más tenue que no hay que confundir con amarillamiento. A veces se hace difícil discernir en qué caso se encuentran por lo que se aplica fertilizante nitrogenado además de quelato de hierro. (2) Las nuevas y las medias permanecen verdes mientras que las más antiguas se tornan de un amarillo escandaloso. (a) Exceso o defecto de riego, lo cual puede incluir algún golpe de sed aunque habitualmente se rieguen bien. (b) Frío (c) Lo anterior se refiere a bastantes hojas viejas, quizás una después de otra. Si se trata de una sola hoja hay que pensar si no se deberá al decaimiento natural de las hojas, ya que éstas no son eternas. Hay que vigilar en las semanas que siguen para ver si el fenómeno continúa intensamente, con lo cual estaríamos en un caso anterior, o bien se trata sólo de algo ocasional. (3) Si el amarillamiento en las hojas viejas va precedido o acompañado de puntas quemadas hay que pensar en un exceso de sales en el substrato o bien de una falta de agua, habitual o de una sola ocasión (golpe de sed). Cuando mires el mensaje "Historia de una Gardenia" verás que Asor reconoce que se descuidó en el riego en alguna ocasión y luego supo identificar los síntomas que acabo de describir. La concentración de sales en el substrato no es un valor fijo a lo largo del tiempo sino que depende del estado de riego. Este valor aumenta cunado disminuye el volumen de agua que contiene el substrato. Si la cantidad de sales está en el límite aceptable superior, un golpe de sed hace que la concentración aumente y la planta sufra. Imagina un cacharro con agua y sal de mesa o azúcar. Si vas quitando agua (hirviendo) aumenta la concentración de sal o de azúcar de la misma manera que se espesa una salsa después de mucho hervir. Pero si entonces riegas demasiado habitualmente caes en otro problema de exceso de agua que no deja respirar las raíces. (4) Hojas nuevas marchitas en invierno. Aunque pueda confundirse con falta de agua, es un síntoma de frío para la Gardenia. Creo que no me dejo nada. .
Sugiero que mires el mensaje "Historia de una Gardenia" http://www.infojardin.net/foro_jardineria/viewtopic.php?t=23645 y los otros enlaces que contiene. Ahora voy a tratar de comentar lo que puede ser de particular aplicación en tu caso. La Gardenia es una planta sensible al frío. No sé hasta qué punto puede sobrevivir una Gardenia en Santander pues, a pesar de haber estado varias veces allí, no conozco tan bien como quisiera sus condiciones climáticas. Aunque no hiele, cuando hace frío hay que tener un cuidado exquisito con los riegos. La recomendación general es regar nada o muy poco, tan solo lo justo para que el substrato no se seque del todo. Hay que tenerla en un lugar en el que la lluvia no la alcance mientras hace frío. Cuando se pone en el interior de una casa la planta efectivamente queda resguardada del frío pero se le generan otras condiciones ambientales adversas que incluyen especialmente la luz insuficiente además de una calefacción excesiva. Cuando una planta tiene poca luz "funciona" más lentamente por lo que de nuevo necesita menos agua. Lo mejor es ponerla en el lugar en que haya más luz; típicamente en el alféizar de una ventana (por la parte de dentro). En estas condiciones hay que ir rotando la planta un cuarto de vuelta cada semana con el fin de que no se caree. Las hojas amarillas se presentan de varias formas y no siempre significan carencia de hierro. En el caso de presentarse hojas amarillas hay que fijarse en cuáles son: (1) La nuevas amarillas mientras las viejas permaneces verdes: (a) Una falta ligera de hierro produce un tono amarillento en los espacios entre las nerviaciones mientras los nervios permanecen verdes. (b) Una falta más grave puede alcanzar incluso a las nerviaciones (c) Un color ligeramente más pálido que incluye nerviaciones y espacios intermedios, acompañado de un tamaño menor de las hojas puede indicar carencia de nitrógeno. Un color más pálido significa un verde más tenue que no hay que confundir con amarillamiento. A veces se hace difícil discernir en qué caso se encuentran por lo que se aplica fertilizante nitrogenado además de quelato de hierro. (2) Las nuevas y las medias permanecen verdes mientras que las más antiguas se tornan de un amarillo escandaloso. (a) Exceso o defecto de riego, lo cual puede incluir algún golpe de sed aunque habitualmente se rieguen bien. (b) Frío (c) Lo anterior se refiere a bastantes hojas viejas, quizás una después de otra. Si se trata de una sola hoja hay que pensar si no se deberá al decaimiento natural de las hojas, ya que éstas no son eternas. Hay que vigilar en las semanas que siguen para ver si el fenómeno continúa intensamente, con lo cual estaríamos en un caso anterior, o bien se trata sólo de algo ocasional. (3) Si el amarillamiento en las hojas viejas va precedido o acompañado de puntas quemadas hay que pensar en un exceso de sales en el substrato o bien de una falta de agua, habitual o de una sola ocasión (golpe de sed). Cuando mires el mensaje "Historia de una Gardenia" verás que Asor reconoce que se descuidó en el riego en alguna ocasión y luego supo identificar los síntomas que acabo de describir. La concentración de sales en el substrato no es un valor fijo a lo largo del tiempo sino que depende del estado de riego. Este valor aumenta cunado disminuye el volumen de agua que contiene el substrato. Si la cantidad de sales está en el límite aceptable superior, un golpe de sed hace que la concentración aumente y la planta sufra. Imagina un cacharro con agua y sal de mesa o azúcar. Si vas quitando agua (hirviendo) aumenta la concentración de sal o de azúcar de la misma manera que se espesa una salsa después de mucho hervir. Pero si entonces riegas demasiado habitualmente caes en otro problema de exceso de agua que no deja respirar las raíces. (4) Hojas nuevas marchitas en invierno. Aunque pueda confundirse con falta de agua, es un síntoma de frío para la Gardenia. Creo que no me dejo nada. .
