Guía de cactus y crasas: 4. Luz, temperatura, ventilación para cactus y suculentas

Tema en 'Guía de cactus y crasas' comenzado por Venior, 8/3/07.

  1. Venior

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    REQUERIMIENTOS DE CULTIVO DE CACTUS Y SUCULENTAS

    Luz

    En su hábitat, las plantas suculentas, a excepción de algunas especies (como las epífitas), suelen estar expuestas a grandes dosis de insolación.

    Este factor es muy importante, ya que una falta de luz provoca malformaciones en sus tallos, espinas débiles, escasa o nula floración y una escasa resistencia frente a las enfermedades, plagas y trastornos.
    Sin embargo un exceso les es perjudicial, ya que sus tejidos pueden sufrir quemaduras.

    La mayoría de especies han desarrollado algún tipo de protección con el fin de disminuir la incidencia de los rayos solares, ya sea mediante fuertes espinaciones, o bien creciendo al lado de arbustos y rocas.

    Es importante destacar que las plantas jóvenes necesitan menos luz que las plantas adultas, por lo que es conveniente que durante las horas de mayor insolación estén bajo una leve sombra durante los primeros 4 a 5 años, siempre y cuando se cultiven en macetas. De esta manera conservarán un color verde saludable y no presentarán manchas que las afeen. Para conseguir esta semi sombra basta con tapar con malla de sombra, blanca para las plantas adultas y verde para las jóvenes, o según sean más o menos sensibles.

    Si se averigua la procedencia de las plantas, se pueden proporcionar las condiciones de cultivo más adecuadas para ellas, es así como se deduce que una especie de hábitat montañoso requiere de una mayor iluminación que aquella que crece en un valle o una llanura a baja altura.

    Como norma práctica a seguir puede decirse que las especies provistas de pelos, espinas muy fuertes, densas o cerradas, requieren de pleno sol. Por el contrario, las especies carentes o con pocas espinas requieren de cierto sombreado.

    En cualquier caso el lugar donde estén situados debe estar muy iluminado, teniendo cuidado en diferenciar entre una iluminación intensa y un sol directo. En el caso de no disfrutar de suficiente iluminación el crecimiento de los cactus será débil y ahilado, las plantas tendrán un color desvaído y serán sumamente sensibles a enfermedades parasitarias. Por el contrario, si la intensidad de los rayos solares es excesiva las plantas tomarán un color rojizo. De notarse este síntoma, deberá facilitarse a los ejemplares una posición más sombreada.

    Ventilación

    Una buena ventilación permite el correcto intercambio gaseoso entre la planta y su medio ambiente. Por esto, es importante mantener un adecuado control de ésta.

    Además, una buena ventilación permite disminuír las temperaturas excesivas en las épocas de calor, disminuyendo así los costos, por ejemplo, de mantener una temperatura adecuada en ambientes cerrados de los aparatos diseñados para este fin.

    Temperatura

    La temperatura regula el ciclo de crecimiento de las plantas. Tanto si la temperatura es baja como elevada, los mecanismos de crecimiento de las plantas se detienen y entran en reposo.

    No todas las especies crecen a una misma temperatura. Algunas prefieren una temperatura diurna de unos 15º C para crecer, otras necesitan de hasta 25º C para iniciar el crecimiento. Por las noches las temperaturas pueden bajar hasta unos 10 -15 º C.

    En todos los casos la frontera de los 35º C indica un paro en sus funciones vitales.

    Si en invierno las temperaturas descienden de los 5º C muchas especies, sobre todo plantas suculentas que provienen de zonas tropicales, pueden morir. Los cactus son más resistentes ya que en su hábitat, por las noches, las temperaturas pueden alcanzar algunos grados bajo cero.

    Es importante conservar el substrato de las macetas completamente seco cuando las temperaturas bajen de los 10 -15º C, ya que las temperaturas bajas son más tolerables en un ambiente seco que en uno húmedo.
    Por regla general los cactus toleran altas temperaturas, pudiendo resistir hasta 45º C e incluso más si la intensidad de la luz solar, la humedad del suelo y la ventilación son adecuadas. Por otra parte, una temperatura nocturna de más de 23º C puede impedir su crecimiento.

    En lo que se refiere a la temperatura mínima tolerada por los cactus debe decirse que, mientras algunas especies pueden soportar incluso -20º C, los del tipo epífito requieren temperaturas por encima de 8º C.
    Si los cactus permanecen en el interior durante el invierno, no deben estar en habitaciones muy calurosas, puesto que las altas temperaturas que suele estar en los lugares con calefacción, evitarían que se produjera el reposo invernal que es fundamental para el cultivo adecuado de estas plantas.

    Un ambiente fresco, a unos 10º C como media entre el día y la noche durante los meses fríos, guardando un mínimo de seguridad de 5-7º C, es lo más conveniente para la mayoría de los cactus.

    Durante el reposo invernal se produce el endurecimiento de las partes de la planta que nacieron en la primavera y verano anteriores. Muchas especies producen sus flores sobre estas partes que se desarrollaron en el período vegetativo previo. Estos tejidos endurecidos progresivamente desde la época templado-fría son capaces de toleran mejor las bajas temperaturas, circunstancia que no se da si la planta en cultivo no ha sido inducida a la detención del crecimiento mediante la reducción paulatina de los riegos y la exposición a temperaturas cada vez menores.