Historias y tradiciones

Tema en 'Temas de interés (no de plantas)' comenzado por mai^a, 5/12/08.

  1. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    Tradiciones


    Fotógrafo de Plaza
    [​IMG]
    "-¿Te acuerdas aquella tarde que no quisiste que nos hiciésemos una fotografía en el Rosedal?
    -¡Vaya si me acuerdo!
    -Pues aquella tarde no volverá.
    -Por supuesto-
    -Pero faltará siempre en nuestra colección de tardes salvadas."
    "Los fotógrafos callejeros son los cronistas de las generaciones que corresponden a una época, los que están fuera de los acontecimientos inaugurales o postumales, los que han tenido un día de turismo puro por la ciudad.
    Esos que aparecen en la cartulina son ellos, que no lo duden. Han salido en la placa, luego existen. Que se den por satisfechos con esa constatación ultrafilosófica".
    Ramón Gómez de la Serna. "Fotografías callejeras".

    El lugar de trabajo de los "chasiretes" (nombre derivado del chasis, donde iban las dos placas de negativo) o "minuteros" (debido a que fotografiar era cuestión de un minuto), como solía llamarse a los fotógrafos callejeros, podía ser tanto en el Balneario, o en Plaza de Mayo como en Plaza Congreso; en Plaza San Martín como en Plaza Italia; en Caminito como en el Zoológico; en Plaza Lavalle como en el Rosedal, en el Parque Lezama o en otros lugares más. Al ir de paseo a Luján, los encontrábamos frente a la Basílica, como a don José D´Elía, que toma placas desde hace cuarenta años con su vieja cámara de cajón montada sobre un trípode de madera.. En Mar del Plata los fotógrafos se ubicaban en la rambla, entre las esculturas de los lobos marinos, mientras que otros buscaban clientes en Plaza Colón o en el Puerto.

    Una vez tomada la foto, el fotógrafo aconsejaba al conscripto del interior que lucía orgulloso su uniforme en Plaza Italia, o a la pareja de novios retratada en el Rosedal, que llevaran la copia en la mano hasta que a secara bien. Y así se alejaban, tomando la foto por una punta y agitándola suavemente.

    Durante su estadía, de 27 años, en nuestra ciudad, el escritor Ramón Gómez de la Serna; el creador de las famosas greguerías (metáfora + humor), escribió: "Eran tantos en la fotografía que no se veía a ninguno". Ramón fue siempre muy afecto a hacerse retratar en distintos lugares, junto a su esposa Luisa, por los "fotógrafos transhumantes". Al respecto consideraba: "En Buenos Aires la fotografía callejera tiene muchos cultores y se diferencian los fotógrafos de barrio a barrio. No es lo mismo la fotografía que nos pueden hacer en la Plaza de Mayo que la que nos hagan en la Plaza Retiro o en Palermo. Nunca he visto más diametral diversidad. En la Plaza Retiro, bajo la Torre de Londres saldrá uno siempre un poco inmigrántico y en la Costanera estará respaldado por despedidas y nostalgias de barcos, estabilizándose y estando en lo firme cuando uno se retrata en los jardines de la Recoleta..."

    Algunos fotógrafos de plaza iluminaban las fotos pintándolas con colores rosados, celestes, verdes, tierras o amarillos. Otros estaban acompañados por un caballito, o con muñecos de personajes conocidos, intentado atraer el interés de los más chicos.

    A partir del año 1918 don José Loureiro, un simpático gallego, trabajó en la Costanera Sur, con la fuente de Lola Mora como fondo. "Los domingos con buen tiempo hacía hasta cincuenta fotos a cuarenta centavos, las tres postales con la misma pose, las coloreadas a mano, cincuenta.
    Otro minutero, como a él le gustaba que lo llamaran, fue el napolitano don Luis Anselmo, quien durante muchos años retrató infinidad de parejas y conscriptos en Plaza Italia.

    El costo fue aumentando con el correr del tiempo, como sostiene Mario Tesler en su trabajo "Un personaje porteño: el fotógrafo de plaza": "Al precio de un peso las ofrecían en el año 1946, en 1969 una foto costaba 200 pesos y tres 300 pesos (de los viejos se entiende); por colorearlas el adicional era de 50 pesos por cada foto".

    Todavía quedan viejos y simpáticos "chasiretes" en los paseos porteños, con sus guardapolvos y sus lustrosas cámaras, ofreciendo detener el tiempo en un instante de felicidad.
     
  2. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    14 de Abril

    Santa Liduvina
    Paciente enferma crónica
    Año 1433

    [​IMG]


    Historia

    Esta santa es la Patrona de los enfermos crónicos.


    Liduvina nació en Schiedam, Holanda, en 1380. Su padre era muy pobre y tenía por oficio el de "celador" o cuidador de fincas. Hasta los 15 años Liduvina era una muchacha como las demás: alegre, simpática, buena y muy bonita. Pero en aquel año su vida cambió completamente. Un día, después de jugar con sus amigos iban a patinar y en el camino callo en el hielo partiéndose la columna vertebral.

    La pobre muchacha empezó desde entonces un horroroso martirio. Continuos vómitos, jaquecas, fiebre intermitente y dolores por todo el cuerpo la martirizaban todo el día. En ninguna posición podía descansar. La altísima fiebre le producía una sed insaciable. Los médicos declararon que su enfermedad no tenía remedio.

    Liduvina se desesperaba en esa cama inmóvil, y cuando oía a sus compañeras correr y reír, se ponía a llorar y a preguntar a Dios por qué le había permitido tan horrible martirio. Pero un día Dios le dio un gran regalo: nombraron de párroco de su pueblo a un verdadero santo, el Padre Pott. Este virtuoso sacerdote lo primero que hizo fue recordarle que "Dios al árbol que más lo quiere más lo poda, para que produzca mayor fruto y a los hijos que más ama más los hace sufrir". Le colocó en frente de la cama un crucifijo, pidiéndole que de vez en cuando mirara a Jesús crucificado y se comparara con El y pensara que si Cristo sufrió tanto, debe ser que el sufrimiento lleva a la santidad.

    En adelante ya no volvió más a pedir a Dios que le quitara sus sufrimientos, sino que se dedicó a pedir a Nuestro Señor que le diera valor y amor para sufrir como Jesús por la conversión de los pecadores, y la salvación de las almas.



    La enfermedad fue invadiendo todo su cuerpo. Una llaga le fue destrozando la piel. Perdió la vista por un ojo y el otro se le volvió tan sensible a la luz que no soportaba ni siquiera el reflejo de la llama de una vela. Estaba completamente paralizada y solamente podía mover un poco el brazo izquierdo. En los fríos terribles del invierno de Holanda quedaba a veces en tal estado de enfriamiento que sus lágrimas se le congelaban en la mejilla. En el hombro izquierdo se le formó un absceso dolorosísimo y la más aguda neuritis (o inflamación de los nervios) le producía dolores casi insoportables. Parecía que ya en vida estuviera descomponiéndose como un cadáver. Pero nadie la veía triste o desanimada, sino todo lo contrario: feliz por lograr sufrir por amor a Cristo y por la conversión de los pecadores. Y cosa rara: a pesar de que su enfermedad era tan destructora, se sentía a su alrededor un aroma agradable y que llenaba el alma de deseos de rezar y de meditar.



    En 1421, o sea 12 años antes de su muerte, las autoridades civiles de Schiedam (su pueblo) publicaron un documento que decía: "Certificamos por las declaraciones de muchos testigos presenciales, que durante los últimos siete años, Liduvina no ha comido ni bebido nada, y que así lo hace actualmente. Vive únicamente de la Sagrada Comunión que recibe".

    Santa Liduvina, paralizada y sufriendo espantosamente en su lecho de enferma, recibió de Dios los dones de anunciar el futuro a muchas personas y de curar a numerosos enfermos, orando por ellos. A los 12 años de estar enferma y sufriendo, empezó a tener éxtasis y visiones. Mientras el cuerpo quedaba como sin vida, en los éxtasis conversaba con Dios, con la Sma. Virgen y con su Angel de la Guarda. Unas veces recibía de Dios la gracia de poder presenciar los sufrimientos que Jesucristo padeció en su Santísima Pasión. Otras veces contemplaba los sufrimientos de las almas del purgatorio, y en algunas ocasiones le permitían ver algunos de los goces que nos esperan en el cielo.

    [​IMG]

    Cambiaron al santo párroco que tanto la ayudaba, por otro menos santo y menos comprensivo, quien empezó a decir que Liduvina era una mentirosa que inventaba lo que decía. El pueblo se levantó en revolución para defender a su santa y las autoridades para evitar problemas, nombraron una comisión investigadora compuesta por personalidades muy serias. Los investigadores declararon que ella decía toda la verdad y que su caso era algo extraordinario que no podía explicarse sin una intervención sobrenatural. Y así la fama de la santa creció y se propagó.

    En los últimos siete meses Santa Liduvina no pudo dormir ni siquiera una hora a causa de sus tremendos dolores. Pero no cesaba de elevar su oración a Dios, uniendo sus sufrimientos a los padecimientos de Cristo en la Cruz.

    Y el 14 de abril de 1433, día de Pascua de Resurrección poco antes de las tres de la tarde, pasó santamente a la eternidad. Pocos días antes contempló en una visión que en la eternidad le estaban tejiendo una hermosa corona de premios. Pero aun debía sufrir un poco. En esos días llegaron unos soldados y la insultaron y la maltrataron. Ella ofreció todo a Dios con mucha paciencia y luego oyó una voz que le decía: "con esos sufrimientos ha quedado completa tu corona. Puedes morir en paz".
    [​IMG]
    La última petición que le hizo al médico antes de morir fue que su casa la convirtieran en hospital para pobres. Y así se hizo. Y su fama se extendió ya en vida por muchos sitios y después de muerta sus milagros la hicieron muy popular. Tiene un gran templo en Schiedam. Tuvo el honor de que su biografía la escribiera el escritor Tomás de Kempis, autor del famosísimo libro "La imitación de Cristo".
     
  3. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    Tradiciones

    El Calesitero

    [​IMG]

    "Las calesitas continúan heroicas, alegrando a la muchachería de los barrios. Casi todas han cambiado; dejaron el caballo vendado, manejado a estacazos y colocaron un motorcito que pone trémulos a los monigotes del carrousel; el organillo se reemplazó con un pasadiscos, borrándose la musiquita circense que le daba carácter; la luz eléctrica da fulgores distintos a los bronces y cambia las perspectivas de los paisajes napolitanos -mar y volcanes- que decoran las ocho caras del armazón; el olor a caballo sudado se trueca ahora en perfume de nafta; el precio se multiplica por cuatro... En fin; el calesitero ya no se llama don Julián, ni se le caen las bragas, ni chancletea; ahora viste con cuello duro y corbata de seda. Pero, los chicos siguen siendo los mismos; se encantan con la calesita; suben a ella riendo y la dejan llorando".
    Bernardo González Arrili. "Buenos Aires 1900".

    Carrousel, organito gastado,
    musiquita de todos los días.....
    Federico Silva. "Carrousel".


    Alma de la calesita
    que vuelca en el arrabal,
    la fuente de agua bendita
    de una noria musical..!
    José González Castillo y Cátulo Castillo. "Música de calesita".


    La calesita pasó de Turquía a Europa a comienzos del siglo XVII, conocida con el nombre de sarianguik, consistía en un gran plato de madera con caballos de igual material que giraban sobre su eje. Enseguida se transformó en favorita de la realeza y de los niños. Las calesitas fueron uno de los elementos de mayor atracción en las kermesses populares de los siglos XVIII y XIX. En Francia se la conocía como carrousell o manège, en Italia como giostra, en Gran Bretaña como merry - ground y en España como tío - vivo. Aquí, "La calesita", es también un tango, con letra de Cátulo Castillo y música de Mariano Mores.


    [​IMG]


    Las actuales calesitas de Buenos Aires son un poco más de treinta, la mayoría están instaladas en plazas y fueron construidas por Sequalino Hermanos. Algunas de ellas son muy conocidas, como la del Parque Lezama, comandada por el orensano Ricardo Borrajo, especie de hombre orquesta, que como todo calesitero, vende los boletos, reparte caramelos, y lo que es más importante: se ocupa de la sortija. La sortija se introdujo en la calesita durante los años 30, época en la que solía encontrarse a calesiteros nómades, que armaban sus calesitas en cualquier potrero, donde permanecían un tiempo y luego se mudaban a otro sitio.

    En Parque Chacabuco, sobre la avenida Asamblea está desde 1962 la calesita de "Tatín", instalada por Agustín Ravello. El con sus propias manos fabricó las figuras de madera, como la jirafa que continúa brindando su servicio, entre los más modernos caballos y barcos de fibra de vidrio. Hoy, el hijo de Ravello, también Agustín dirige la calesita.

    Los personajes más conocidos de las historietas, troquelados y pintados sirven de ornamentación. La calesita gira mientras por el parlante se escucha: "El abuelito Bochinche cuando era calesitero, paseaba en su calesita los niños del mundo entero...".

    Otra antigua calesita ubicamos frente a las Barrancas de Belgrano, la de don José que combina cuatro caballos de madera tallados artesanalmente con los helicópteros y autos de materiales sintéticos, donde años atrás se pasaban los discos infantiles "Calesita" y se escuchaba a Alberto Closas cantando "En alta mar" o "La mar estaba serena, a Luz Bermejo con "¡Que llueva!" y "Tengo una muñeca", y a Luis Aguilé haciendo lo propio con "Pinocho", "Pecos Bill" o "Pancho López".

    En el límite de los barrios de Villa Luro y Liniers, en la esquina de Ramón L. Falcón y Albariño, don Luis Rodríguez tiene una calesita que heredó de su padre hace más de 35 años y desde entonces la tiene instalada en el patio de su casa, tal vez un caso único. En la Plaza Aristóbulo del Valle, en Villa del Parque tiene su calesita Carlos Pometti. En un pequeño terreno frente a la Plaza Arenales, en Villa Devoto; en la Plaza Irlanda de Caballito, en su límite con Flores; en el polideportivo "Don Pepe" en Barracas; en Pompeya, en la plazoleta de Traful y Avda. Sáenz; en la Plaza Congreso; en la esquina de Bacacay y Rojas, al lado de la estación Caballito del ex ferrocarril Sarmiento; en la Plaza 1º de Mayo, de Pasco e Hipólito Yrigoyen; en la Plaza Martín Fierro, en el barrio de San Cristóbal; en la Plaza Unidad Nacional del barrio de Villa Lugano; en la Plaza Roque Sáenz Peña, limitada por la A. Juan B. Justo y las calles Boyacá, Remedios de Escalada de San Martín y Andrés Lamas; en Pinto y García del Río, Parque Saavedra; en Parque Patricios, en Caseros y Pepirí; en la Plaza Pueyrredón en el corazón de Flores; en la Plaza 1° de Mayo, de Pasco e Hipólito Irigoyen; la Plaza 25 de Agosto de Giribone y Heredia; en la Plaza República de Bolivia de Av. Libertador y Olleros; en el Parque Fray Luis Beltrán en Iriarte y Luzuriaga; en la Plaza Misericordia en Directorio y Lautaro; en la Plaza Emilio Mitre de Las Heras y Pueyrredón, y en el Paseo de la Infanta, entre otros lugares, encontramos calesitas, afortunadamente.

    En el Parque Rivadavia, corazón del barrio de Caballito, hay una calesita cuyo techo, pintado en triángulos multicolores, finaliza en una veleta azul en forma de flecha, y sobre ella, galopa airosa la silueta de un caballito. La música de "La gallina turuleca" cantada por Gaby, Fofó y Miliki fluye por los parlantes, mientras con gran satisfacción un chico, brazo en alto y montado a un caballo que sube y baja, exhibe la sortija que acaba de arrebatarle al calesitero. Una nena subida a un cisne y otro pibe agarrado a la cabeza del león, se preparan para la próxima.

    "Alma de calesita
    que vuelca en el arrabal,
    la fuente de agua bendita,
    de una noria musical!
    José González Castillo- Cátulo Castillo. "Calesita".



     
  4. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    [​IMG]
    15 de Abril
    San Ezequiel
    Profeta
    (598 a. de C.)

    [​IMG]
    Historia

    Ezequiel era hijo de un sacerdote y él también fue sacerdote (recuerden que en el Antiguo Testamento en Israel los sacerdotes se casaban). Fue el profeta encargado por Dios para animar al pueblo cuando los israelitas fueron llevados cautivos a Babilonia.
    Durante 22 años predicó al pueblo de Israel en el desierto. Dios le avisó que muchos no le iban a hacer caso: "No querrán hacerte caso a ti porque tampoco quisieron hacerme caso a Mí, porque tienen cabeza orgullosa y corazón terco. Pero no les tengas miedo, pues yo te doy una voluntad aún más fuerte que la de ellos y tan dura como el diamante", dijo el Señor.
    Al principio Ezequiel predicó en Jerusalén, avisando a las gentes que si no dejaban su vida de pecado vendrían terribles castigos y la destrucción de la ciudad. No le hicieron caso y llegó el rey Nabucodonosor y destruyó la ciudad de Jerusalén y se llevó prisioneros y desterrados a sus habitantes. Incluyendo a Ezequiel.
    En el desierto este gran profeta mantiene viva la fe de los deportados y los anima constantemente a confiar en Dios. Les enseña que este castigo no significa que Dios los haya abandonado, sino que los quiere purificar y volver mejores.
    Dios le habló a Ezequiel por medio de visiones muy misteriosas. Junto al río Quebar se le aparece el Señor en un carro de fuego llevado por cuatro seres vivientes los cuales tenían forma de león, de toro, de águila y de hombre (el león significaba valor, el toro, la fuerza, el águila, la elevación hasta muy alto, y el hombre, la inteligencia). Esto significaba que toda la creación representada por los cuatro seres, le servirá y le obedecerá al Creador.
    Dios también le presentó en visión un campo lleno de esqueletos. Le mandó darles una bendición, y los esqueletos se llenaron de carne. Le ordenó darles otra bendición y los cuerpos adquirieron vida y resucitaron. Y Dios le dijo: "Esto es lo que voy a hacer con mi pueblo. Ahora están como muertos y desamparados, pero yo les daré nueva vida y los llenaré de bendiciones".
    En otra visión Ezequiel contempló que una carroza bellísima donde viajaba la gloria de Dios se alejaba de Jerusalén y se dirigía hacia Babilonia. Con esto el Señor le anunciaba que iba a abandonar por un tiempo a esta famosa ciudad y así sucedió. Unos años después Jerusalén fue destruida. Más tarde vio el profeta que la carroza con la gloria de Dios volvía otra vez a Jerusalén. Con esto se le anunciaba que la ciudad santa iba a ser reedificada otra vez y allí se le seguiría dando gloria a Dios. Y así sucedió. El pueblo desterrado volvió a Tierra Santa y en Jerusalén se volvió a construir el templo y a darle allí gloria al Señor.
    [​IMG]
    A Ezequiel se le murió la esposa y Dios le dijo: "No llores ni lleves luto, porque con esto les quiero avisar que cuando les destruyan la ciudad no les van a dar tiempo para dedicarse a lamentaciones". Todo sucedió de esa manera.
    Un día le dijo Dios: "Échate al hombro el bulto con toda tu ropa y tus utensilios de trabajo y sal por la ciudad como quien viaja para el destierro. Y si alguno te pregunta qué significa eso, les dirás que eso es lo que a ellos les va a suceder si siguen pecando: tendrán que irse al destierro con sus ropas y sus utensilios al hombro". Todo sucedió después, tal cual como Dios se lo había anunciado.
    [​IMG]

    En una visión le dijo el Señor: "Le voy a mostrar cómo será en el futuro la religión verdadera de mi pueblo". Y le mostró un río pequeño. El agua apenas llegaba hasta las rodillas y se podía atravesar fácilmente hasta el otro lado. Luego el río creció y el agua ya llegaba hasta la cintura. El río siguió creciendo y ya el agua llegaba hasta el cuello y era difícil atravesarlo. Al fin el río creció tan inmensamente que no se podía atravesar. Y sus aguas refrescantes regaron todos los campos de las orillas los cuales se llenaron de árboles llenos de muy buenos frutos y llegaron las aguas al Mar Muerto (que es super salado y espeso y no tiene vida de ninguna clase) y cambiaron aquellas aguas y las volvieron muy aptas para la vida, y se llenaron de peces. Y Dios le explicó que este iba a ser el futuro de la Santa Religión: iría creciendo poco a poco hasta regar el mundo entero y llenar todas las regiones de frutos de buenas obras y convertir aquello que antes era maldad y daño, en algo provechoso y lleno de bondad. Y así ha sucedido, gracias a Dios. La religión crece cada día más y más, y sus frutos de virtudes y de obras buenas, son maravillosos. Y muchos ambientes que eran como el Mar Muerto se volvieron llenos de vida espiritual, gracias a la religión.
    Las gentes decían desanimadas: "Nuestros antepasados fueron los que cometieron las maldades y ahora somos nosotros los que las tenemos que pagar". Pero Dios le dijo a Ezequiel: "No es así como dicen. Cada uno paga por sus propias maldades". Y le añadió una noticia muy importante: "Si uno que era malo se vuelve bueno se olvidarán sus antiguas maldades y se le premiará por la vida virtuosa que empieza a vivir. Pero si uno que era bueno se vuelve malo, se olvidará lo bueno que hizo antes y se le castigará por sus maldades".
     
  5. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    Tradiciones

    EL BARQUILLERO
    [​IMG]


    Parece ser que los barquillos ya eran conocidos en la Edad Media y se vendían en las puertas de las iglesias, donde también eran elaborados en pequeños hornos transportables de carbón. Se los hacía con una pasta de harina sin levadura que se transformaba en una lámina delgada que se aromatizaba con canela y se la ponía en moldes calientes en forma de barco, de ahí su nombre. Mas adelante tomó forma de canuto y otras más.

    En la actualidad la llegada del vendedor de barquillos siempre provoca un revuelo de chicos a su alrededor. Se mezclan las ganas de comerlos con la incertidumbre esperanzada del azar. El barquillero se anuncia haciendo sonar un triángulo, pequeño instrumento musical de percusión, formado por una barra metálica de sección circular, con forma triangular que deja uno de sus vértices separado.

    Los barquillos; hojas delgadas rígidas de pasta, como ya dijimos sin levadura, con textura de pequeños cuadritos, suelen estar plegados en forma de triángulos o semicírculos; van dentro de un cilindro metálico de unos ochenta centímetros de alto y cerca de cuarenta de diámetro. La tapa del cilindro es "la ruleta" que determina la suerte del comprador. Este debe hacer girar la lengüeta central de cuero, que de acuerdo al sitio donde se detenga de la varilla de bronce perimetral, dividida por pequeños barrotes colocados a igual distancia, que generaban sobre la tapa finos triángulos respecto del centro, determinará la cantidad de barquillos obtenida. La mayoría de los triangulitos corresponden al número 1 (un barquillo ganado), algunos menos al 2, menos aún al 3, unos sólo a "ninguno" y también uno único a "todos". La lengüeta suele detenerse en 1, ocasionalmente en 2, y a veces en "ninguno", pero cuando esto ocurre el barquillero demuestra su magnanimidad y le regala un barquillo al desafortunado, que inmediatamente recupera una amplia sonrisa.

    Estos alegres personajes que encontramos en algunas plazas porteñas, también son vendedores muy populares, durante el verano, en las playas marplatenses y en la costa en general.
    [​IMG]
    El poeta porteño Norberto Caral se refiere al barquillero en su soneto "Pascal y el barquillero", que dice así:

    "Dios castiga sin palo y sin rebenque".
    Decía el abuelo criollo y sentencioso
    al referirse al hijo de Cardoso
    que era un jugador impenitente.

    ..."Y va a pasar lo mismo con Mendieta".
    Decía entre el piberío bullanguero
    cuando apoyaba el viejo barquillero
    el cilindro carmín de la ruleta.

    Hoy es sólo un recuerdo el barquillero.
    Dicen que en la ruleta no había 0
    pues no puede negarse una ilusión.

    Y El, que hasta pudo ser analfabeto,
    ignorando a Pascal, sabía su secreto
    aquel, de "la razón del corazón".
     
  6. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    [​IMG]
    16 de Abril

    San Benito José Labre
    Mendigo
    (1783)

    Si los vagabundos tuvieran un santo patrono, sería San Benito José Labre. Desde niño le atraía dominar con la miseria su cuerpo, para que el alma quedara más libre para volar hacia Dios. Ya a los doce años ponía como cabecera para dormir una tabla y desde los 16 hasta su muerte durmió siempre en el duro suelo. Tanto que la gente llegó a llamarlo "el santo que duerme en el suelo".

    [​IMG]

    Historia

    Nació en Bologna, Francia, en 1748. Era el mayor de los quince hijos de un librero acomodado. Sus padres lo colocaron a estudiar junto a un tío sacerdote, el Padre Santiago, que todo se lo daba a los pobres y a quien la gente llamaba "un nuevo San Vicente".
    Benito José sentía una enorme inclinación a la lectura de la Sagrada Escritura y a leer Vidas de Santos y libros religiosos. Tanto que su tío tenía que recordarle de vez en cuando que debía dedicar también tiempo suficiente a estudiar otras materias. Otra de sus inclinaciones era hacia la vida retirada del mundo, hacia la vida de oración y de meditación, apartado del trato con los demás.
    Su tío sacerdote murió por atender a enfermos de peste, y entonces Benito José se propuso entrar a algún convento donde la vida fuera totalmente dedicada a la oración, el silencio y las penitencias. Viajando a pie centenares de kilómetros, muchas veces por entre la nieve, visitó varios conventos de Cartujos y de Trapenses (monjes en perpetuo silencio) pero en cada convento le respondieron que la edad mínima para entrar era de 24 años, y que como sólo tenía 20 años, no podía ser admitido. Al fin en un convento hicieron una excepción y lo admitieron, pero entonces le llegó la enfermedad de los escrúpulos (imaginar que es pecado lo que no lo es) y le empezaron terribles angustias, que el mismo Superior tuvo que aconsejarle que se retirara, porque su temperamento no era para vivir encerrado en un convento. Benito bajó humildemente la cabeza y dijo: "Hágase la santa voluntad de Dios", y se alejó meditabundo
    Desde entonces empieza Benito José una vida poco común. Dispone conseguir la santidad siendo un perpetuo mendigo, un peregrino errante, de santuario en santuario. Benito se propuso dedicar muchos años de su vida a visitar los santuarios más famosos de Europa, a pie, descalzo, pidiendo limosna, vestido como un pordiosero y dedicado únicamente a rezar, meditar y hacer penitencia.
    Andaba descalzo (aun en plena nieve, pedregales o barro) con un vestido sumamente viejo y descolorido, lleno de remiendos. Con un pobre morral donde únicamente llevaba la Imitación de Cristo y un Devocionario para leer los Salmos y otras oraciones, practicaba el consejo de Jesús: "No llevéis alforja con provisiones, ni dinero, ni dos túnicas" (Mr. 6,:icon_cool:. Se propuso ser un monje errante, un vagabundo de Dios, un ser tan espiritual que olvidado de su cuerpo, vivirá de lo que a los demás les sobre. Para siempre será ya un peregrino errante. Sobre su camisa remendada lleva un escapulario y un crucifijo. Las primeras tres noches que estuvo en Roma (después de viajar centenares y centenares de kilómetros desde Francia, a pie, pidiendo limosna) las pasó en un hospicio de pobres, pero luego le pareció que eso era demasiado lujo para él y en adelante dormirá siempre a la intemperie o en el quicio de una puerta, o bajo un puente, o al abrigo de una escalera, o donde la noche lo sorprenda. Nunca aceptaba un lecho o una cama. Lo más que aceptaba era un costal para acostarse en él. Quería asemejarse a Jesús que no tenía ni una piedra para recostar la cabeza. Su filosofía era la de las avecillas del cielo, a las cuales Dios alimenta y que no viven preocupadas por el día de mañana, porque el Padre Dios sabe muy bien que es lo que vamos a necesitar. Las personas ordinarias al verlo sentían desprecio por él y los orgullosos hasta le tenían asco, pero las personas muy espirituales sentían hacia él una honda admiración.
    Como si fuera un monje cartujo, por los caminos no hablaba con nadie, a no ser que sintiera la inspiración para decirle alguna palabra espiritual a alguien. Cuando le daban una limosna (que él nunca pidió a nadie) daba las gracias y buscaba a otro más pobre para dársela a él. Andaba por todos esos caminos de Europa de santuario en santuario, desde España hasta Francia, Alemania, Italia, etc., absorto, como dedicado a la contemplación y a hablar con Dios. Cuando llegaba a un santuario se pasaba los días enteros orando allí ante la santa imagen. Cuando oraba ante el Santísimo Sacramento o ante un crucifijo se le pasaban las horas sin darse cuenta y a veces se elevaba varios centímetros por los aires.
    A un sacerdote que le preguntó de qué estaba compuesto él para ser capaz de soportar semejante vida le dijo: "Mi cerebro está compuesto de fuego para amar a Dios. Mi corazón es de carne para poder tener caridad para con el prójimo. Mi voluntad es de bronce para tratarme duro a mí mismo".
    A otro que le recomendó que no durmiera en el suelo le respondió: "Me parece que Dios quiere que yo le sirva de esta manera. Los pobres dormimos en el lugar donde nos llega la noche… los que ya nos acostumbramos a la pobreza no necesitamos cama demasiado cómoda para dormir… además en este modo de vivir siento más facilidad para comunicarme con el buen Dios".
    Las gentes le demostraban mucho desprecio y nada deseaba él tanto como ser despreciado y tenido por nada. Pero nunca lo lograban despreciar los otros como se despreciaba a sí mismo. Un hombre le regaló un día una limosna y Benito José se apresuró a obsequiársela a otro más pobre que él. El que le había dado la limosna creyó que eso era un desprecio y le dio una fueteara. Benito se dejó golpear sin pronunciar una sola palabra. En un santuario lo confundieron con un ladrón y lo sacaron a rastras del templo hacia la plaza. El no se defendió. En Gascuña se acercó a atender a un herido y las gentes dijeron que era él quien lo había atracado y le dieron una paliza. No dijo ni una palabra. Imitaba a Jesús de quien siete veces dice el Evangelio que callaba, mientras lo maltrataban.
    [​IMG]

    Era tan flaco y desgastado que al dormir enroscado en un rincón las gentes lo confundían con un perro dormido y le daban patadas para que se fuera.
    Y mientras más se humillaba él, más se preocupaba Dios por elevarlo. Su padre confesor que al principio dudaba mucho de él, se fue convenciendo cada día más y más de que se trataba de un verdadero santo y fue recogiendo datos para su biografía. Don Jorge Zittli un convertido, vio un día que Benito José se acercaba a una mujer que lloraba porque su hijito agonizaba y le dijo: "Deja de llorar mujer, que tu niño ya está bien", y al colocarle la mano sobre la cabeza del niño, éste quedó instantáneamente curado.
    Desde 1777 su devoción preferida será asistir a las "Cuarenta horas", esta hermosa devoción que consiste en exponer la Santa Hostia (o sea el cuerpo de Cristo), y dedicarse los parroquianos durante 40 horas a rendirle, por turnos, piadosa adoración. Donde quiera que en Roma hubiera 40 horas en un templo, allí estaba Benito José los tres días adorando al Santísimo Sacramento. Tanto que la gente lo llamaba "El santo de las cuarenta horas".
    El padre Daffini vio a Benito en el templo de los Santos Apóstoles, rodeado por un gran resplandor, mientras adoraba la Santa Hostia. María Poeti lo vio lleno de resplandores y elevarse sobre el suelo mientras adoraba al Señor en la Eucaristía. El padre Pompei, Capellán de Santa María La Mayor vio que sobre el corazón de nuestro santo se veían llamaradas mientras adoraba la Santa Hostia.
    Los últimos años pasaba los días enteros en los templos orando y por las noches iba a dormir en las ruinas del Coliseo.
    La debilidad lo obligó en sus últimos días a aceptar ser recibido en un albergue de mendigos de Roma, y allí su obediencia y su piedad llamaron la atención a los encargados. Benito era siempre el último en acudir a recibir su porción de sopa, y con frecuencia la regalaba a otro que tenía más hambre que él.
    A principios de la cuaresma de 1783 adquirió un violento resfriado y el Miércoles Santo estando rezando en un templo cayó desmayado. Muchos acudieron a socorrerlo y un carnicero lo llevó a su casa para atenderlo. Le aplicaron la Unción de los Enfermos y el Jueves Santo - 16 de abril - a la madrugada pasó a la eternidad. Aquella mañana mientras las campanas de los templos de Roma repicaban en la ceremonia del Jueves Santo, su alma volaba a escuchar los repiques de gloria en el Reino de los Cielos.
    Apenas se supo la noticia de su muerte, muchos niños empezaron a gritar por las calles: "¡Ha muerto el santo! ¡Ha muerto el santo!", y un gentío enorme acudió a venerar sus despojos y empezó una cadena admirable de milagros junto a sus reliquias.
    Exactamente cien años después de su muerte, en 1883, fue declarado santo por el Sumo Pontífice. Varios volúmenes de documentos en Roma comprueban su gran santidad.
     
  7. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    Tradiciones

    EL ZAPATERO REMENDÓN

    [​IMG]

    "E tique, tuque taque, se pasa todo el día
    Giusepe el zapatero, alegre el remendón,
    masticando el toscano per fare economía,
    pues quiere que su hijo estudie de doctor".
    Guillermo del Ciancio. "Giusepe el zapatero". (Grabado por Carlos Gardel el 1-12-30)

    Todos los barrios tuvieron, y todavía quedan algunos, su taller de compostura de calzados, el "zapatero remendón" como se lo llamó popular y cariñosamente.
    Me acuerdo de uno que había en Villa del Parque; cuando yo era chico, allá por fines de los 50 y principio de los 60; que tenía su pequeño taller en la calle Pedro Lozano casi Nazca, Don Alfonso, un español muy agradable y de muy pocas palabras, siempre tenía en su boca un cigarrito del tipo de los "Avanti". Su esposa, doña María, también española, simpática y muy locuaz lo ayudaba en las tareas, se ocupaba de poner los zapatos en la horma. Hace ya varios años que el local cerró, las planchas brillantes de cuero para las suelas desaparecieron, hoy en su lugar atiende un kiosco.

    En el primer piso de Chacabuco 91 se encuentra el taller de propiedad de Alberto Sánchez, quien está al frente del local desde hace doce años aproximadamente; aunque la actividad se viene desarrollando desde hace más de veinte; en él trabaja su hijo Ariel, que recibe los zapatos para arreglar, y Mario de la Cruz, el remendón, originario de la hermosa Misiones.

    Si bien el trabajo sufrió una caída respecto a otros tiempos, la media suela sigue siendo la protagonista, le siguen de cerca los tacos de goma para hombres y las tapitas para los tacos y taquitos del calzado femenino. "Lo que hace rato que no piden es la suela entera". El olor a cuero y a las ceras para el lustre se apodera del local. Una máquina para pulir los bordes de las suelas, y para lustrado preside las instalaciones, atestadas de zapatos viejos, de frascos de tintas y de planchas de suela.

    "Aquí también arreglamos pelotas de fútbol, carteras cinturones, bolsos y valijas, pero el fuerte siguen siendo los zapatos", comenta de la Cruz, mientras clava un taco en el trespiés.

    Entre otros talleres de composturas recordamos: al de Gándara y Triunvirato; al "Relámpago" de Boulogne sur Mer casi Corrientes; al de Fermín Béliz en Bolivia y Avellaneda, en el barrio de Flores; al de Salta 1227, en el barrio de Constitución; al de "Maxi", en México al 2700; el "Orense", de Montevideo al 700; el "Romeo", en Alsina 2102; el de "Gastón", en Acoyte al 100; el de Antonio Guarino, en Zapiola al 2400; el de Oscar Martello, en Gurruchaga al 500; el de "Osvaldo", de Rivadavia al 5500; el "Omega" de Alsina 1945; y el de Marcos Savio, en Tinogasta al 3000, en Villa del Parque.
     
  8. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    [​IMG]

    17 de Abril

    Beata María de la Encarnación
    Madre de familia
    Año 1618
    [​IMG]
    He aquí una madre de seis hijos, que se dio el gusto de poder llevar a su país tres nuevas comunidades religiosas, y de llegar a tener tres hijas religiosas y un hijo sacerdote, además de dos hijos muy buenos católicos y padres de familia.
    Nació en París en 1565 de noble familia. Sus padres deseaban mucho tener una hija y después de bastantes años de casados no la habían tenido. Prometieron consagrarla a la Sma. Virgen y Dios se la concedió. Tan pronto nació la consagraron a Nuestra Señora y poco después fueron al templo a dar gracias públicamente a Dios por tan gran regalo.

    De jovencita deseaba mucho ser religiosa, pero sus padres, por ser la única hija, dispusieron que debería contraer matrimonio. Ella obedeció diciendo: "Si no me permiten ser esposa de Cristo, al menos trataré de ser una buena esposa de un buen cristiano". Y en verdad que lo fue.

    A sus seis hijos los educaba con tanto esmero especialmente en lo espiritual que la gente decía: "Parece que los estuviera preparando para ser religiosos".

    Su esposo Pedro Acarí, un joven abogado, que ocupaba un alto puesto en el Ministerio de Hacienda del gobierno, era muy piadoso y caritativo y ayudaba con gran generosidad especialmente a los católicos que tenían que huir de Inglaterra por la persecución de la Reina Isabel. Pero como todo ser humano, Don Pedro tenía también fuertes defectos que hicieron sufrir bastante a nuestra santa. Pero ella los soportaba con singular paciencia.

    A quienes le preguntaban si a sus hijos los estaba preparando para que fueran religiosos, ella les respondía: "Los estoy preparando para que cumplan siempre y en todo de la mejor manera la voluntad de Dios".

    El Sr. Acarí pertenecía a la Liga Católica y este partido fue derrotado y quedó de rey Enrique IV, el cual desterró a los jefes de la Liga y les confiscó todos sus bienes. De un momento a otro la señora de Acarí quedaba sin esposo y sin bienes y con seis hijitos para sostener. Pero ella no era mujer débil para dejarse derrotar por las dificultades. Personalmente asumió ante el gobierno la defensa de su marido y obtuvo que levantaran el destierro y que le devolvieran parte de los bienes que le habían quitado. Y llegó a ganarse la admiración y el aprecio del mismo rey Enrique IV.

    Desde los primeros años de su matrimonio dispuso llevar una vida de mucha piedad en su hogar. Al personal de servicio le hacía rezar ciertas oraciones por la mañana y por la noche, y a la vez que les prestaba toda clase de ayudas materiales, se preocupaba mucho porque cada uno cumpliera muy bien sus deberes para con Dios. Se asoció con una de sus sirvientas para rezar juntas, corregirse mutuamente en sus defectos, leer libros piadosos y ayudarse en todo lo espiritual.

    La bondad de su corazón alcanzaba a todos: alimentaba a los hambrientos, visitaba enfermos, ayudaba a los que pasaban situaciones económicas difíciles, asistía a los agonizantes, instruía a los que no sabían bien el catecismo, trataba de convertir a los herejes, a los que habían pasado a otras religiones y favorecía a todas las comunidades religiosas que le era posible. Su marido a veces se disgustaba al verla tan dedicada a tantas actividades religiosas y caritativas, pero después bendecía a Dios por haberle dado una esposa tan santa.

    La señora de Acarí se hizo amiga de una mujer mundana la cual empezó a tratar en sus charlas de temas profanos, y al iniciarla en lecturas de novelas y de escritos no piadosos. Esto la enfrió mucho en su piedad. Afortunadamente su esposo se dio cuenta y la previno contra el peligro de esa amistad y de esas lecturas y empezó a llevarle los libros escritos por Santa Teresa, y estos libros la transformaron completamente. Otra lectura que la conmovió profundamente fue la de las Confesiones de San Agustín. Una frase de este santo que la movió a dedicarse totalmente a Dios fue la siguiente: "Muy pobre y miserable es el corazón que en vez de contentarse con tener a Dios de amigo, se dedica a buscar amistades que sólo le dejan desilusión".

    Muere su esposo y ella puede ahora dedicarse con más exclusividad a las labores espirituales. Arregla todo de la mejor manera para que sus hijos sigan recibiendo la mejor educación posible y ella dirige todos sus esfuerzos a una labor que le ha sido confiada en una visión.

    Un día mientras está orando, después de haber leído unas páginas de la autobiografía de Santa Teresa, siente que ésta santa se le aparece y le dice: "Tú tienes que esforzarte por que mi comunidad de las carmelitas logre llegar a Francia". Desde esa fecha la Señora Acarí se dedica a conseguir los permisos para que las Carmelitas puedan entrar a su país. Pero las dificultades que se le presentan son muy grandes. Hay leyes que prohiben la llegada de nuevas comunidades. Habla con el rey y con el arzobispo, pero cuando todo parece ya estar listo, de nuevo se les prohibe la entrada. Una nueva aparición de Santa Teresa viene a recomendarle que no se canse de hacer gestiones para que las religiosas carmelitas puedan entrar a Francia, porque esta comunidad va a hacer grandes labores espirituales en ese país. Por sus ruegos el Padre Berule (el futuro Cardenal Berule) se va a España y obtiene que preparen un grupo de carmelitas para enviar a París. Y mientras tanto la Sra. Acarí sigue en la capital haciendo gestiones para conseguirles casa y por obtener todos los permisos del alto gobierno.

    Nuestra santa no es de las que se quedan con los brazos cruzados. Sabe que a París ha llegado el famoso obispo San Francisco de Sales a predicar una gran serie de sermones y lo invita a su casa y este santo apóstol que es admirador incondicional de los escritos de Santa Teresa se le convierte en su mejor aliado y habla con las más altas personalidades y le ayuda a conseguir los permisos que necesitan. Otro que les ayudó mucho fue el abad de los Cartujos, que era su confesor. Y entre todos logran conseguir del Papa Clemente VIII un decreto permitiendo la entrada de las hermanas a Francia. Un ideal conseguido. En 1604 llegaron a París las primeras hermanas Carmelitas. Iban dirigidas por dos religiosas que después serían beatas: la beata Ana de Jesús y la Madre Ana de San Bartolomé. La señora de Acarí con sus tres hijas las estaba esperando en las puertas de la ciudad, y con ellas lo mejor de la sociedad. Y cantando el salmo 116: "Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos", entraron al pueblo para dar gracias y luego las acompañaron a la casa que les tenían preparada. Poco después las tres hijas de la señora Acarí se hicieron monjas carmelitas y luego lo será ella también.

    La comunidad de las carmelitas estaba destinada a hacer un gran bien en Francia por muchos siglos y a tener santas famosas como por ejemplo, Santa Teresita del Niño Jesús.
    [​IMG]
    La beata de la cual estamos hablando en esta biografía tiene la especialidad de haber sido una de las monjas más especiales que ha tenido la Iglesia Católica. Madre de seis hijos (tres religiosas carmelitas, un sacerdote y dos casados) viuda, dama de la alta sociedad y termina siendo humilde monjita en un convento donde su propia hija es la superiora. No es un caso tan fácil de repetirse.

    Después de conseguirles muchas novicias a las hermanas carmelitas y de ayudarles a fundar tres conventos en Francia y de haber tenido el gusto de que sus tres hijas se hicieran monjas carmelitas, pidió ella también ser aceptada como hermanita legal en uno de los conventos. Y allí se dedicó a los oficios más humildes y a obedecer en todo como la más sencilla de las novicias. Al ser nombrada su hija como superiora del convento, la mamá de rodillas le juró obediencia.

    Los últimos años de la hermana María de la Encarnación (nombre que tomó en la comunidad) fueron de profunda vida mística y de frecuentes éxtasis. Dios le revelaba importantes verdades. Estas elevaciones espirituales, ahora en la vida del convento las podía gozar mucho más tranquilamente. Santa Teresa en una tercera aparición le anunció que ella también llegaría a pertenecer a su comunidad de hermanas carmelitas y esto la animó a hacer la petición para entrar a la santa comunidad. Desde que se hizo religiosa su ilusión era pasar escondida y en silencio, cumpliendo con la mayor exactitud los reglamentos de la congregación. Las monjitas empezaron pronto a presenciar sus éxtasis y les parecía que esta venerable señora era ante Dios como una niñita sencilla, pura y obediente que tenía su cuerpo acá en la tierra pero que ya su espíritu vivía más en el cielo que en este mundo.

    En abril de 1618 enfermó gravemente y quedó medio paralizada. No se cansaba de bendecir a Dios por todas las misericordias que le había regalado en su vida. A una hija que lloraba al sentir que se iba a morir le decía: "Pero hija, ¿te entristeces porque me marcho a una patria mucho mejor que esta?". Y su lecho de muerte se convierte en cátedra desde donde enseña a todas la santidad. Sin cesar recomienda a quienes la visitan que no se apeguen a los goces de la tierra que son tan pasajeros y que se esfuercen por conseguir los goces del cielo que son eternos.

    Las hermanas le preguntan: "¿Le va pedir a Dios que le revele la fecha de su muerte?", y responde: -"No, yo lo que le pido a Nuestro Señor es que tenga misericordia de mí en esta hora final". Otra le pregunta: "¿Qué le pedirá a Dios al llegar al cielo? - Le pediré que en todo y en todas partes se haga siempre la voluntad de su querido Hijo Jesucristo". El 16 de abril de 1618 tiene un éxtasis y al final de él una monjita le pregunta: "¿Qué hacía hermana durante este rato?" Y le responde: "Estaba hablando con mi buen Padre, Dios". Luego con una suave sonrisa se quedó muerta.
     
  9. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones


    Tradiciones

    EL COLCHONERO

    [​IMG]

    "Cuando la primavera había entrado sin paleativos en las calles y en los patios calentando el encintado y los adoquines, alargando en el tiempo del día la luz de Madrid, aparecían por las calles los colchoneros, los vareadores de lana apelmazada en el vientre de los colchones, dormida y apretada en el letargo del invierno. Con la primavera había que espabilarla, desentumecerla y esponjarla a base de varetazos".
    Angel del Río López. "Viejos Oficios de Madrid".

    "COLCHON m. Saco o cojín grande, relleno de lana, pluma, cerda, etc., cosido y basteado o no, que sirve para dormir sobre él: los colchones demasiado blandos son perjudiciales para la salud...".

    "COLCHONERO, RA m. y f. Persona que se dedica a fabricar, componer y cardar los colchones."

    Quien que tenga alrededor de 50 años no vio alguna vez, en su propia casa, el trabajo que el colchonero realizaba con su máquina cardando la lana de algún colchón de la familia.

    El cardado lo hacía en el patio o en la terraza, según las comodidades de la vivienda, a la que llegaba a la mañana temprano, así un poco antes del mediodía ya había finalizado la tarea.

    El colchonero empezaba desarmando un extremo del colchón, sacaba los bordes y luego los "botones". El paso siguiente consistía en sacar toda la lana de su interior, con la que hacía una especie de montaña al lado de la máquina cardadora. Manualmente la estiraba y la iba desmenuzando, operación que se caracterizaba por el desprendimiento de polvo y suciedad. Sentado sobre la tabla; con forma de un sube y baja, pero fija; comenzaba a pasar la lana ya desenredada entre las dos chapas curvas y paralelas, cada una con clavos en dirección opuesta sin que llegaran a tocarse, y al mismo tiempo las empezaba a mover hacia adelante y hacia atrás. La lana cardada salía por el extremo opuesto al que entró. Esta operación solía repetirse una vez más.

    Si el cotín del colchón estaba en buen estado se lavaba, y una vez seco se lo volvía a rellenar, sino al día siguiente, previa verificación de medidas, el colchonero volvía con uno nuevo.

    Sea el viejo lavado o uno nuevo, se lo comenzaba a rellenar con la lana cardada, empujándola bien, a la que se agregaba otra nueva que traía el colchonero considerando las pérdidas producidas durante el cardado, también solía agregarse crin. Una vez finalizado el relleno del colchón se cosía el extremo abierto, se ponía el borde, y con las largas agujas de colchonero se colocaban los botones, atravesándolo. El trabajo estaba terminado.

    Elías Villalba, con sus veteranos 75 años, es uno de los cardadores que mantienen esta tradicional manera. Una solución más económica, se daba a través de los colchones de estopa.

    En la actualidad, los colchones de espuma de goma y de resortes relegaron sensiblemente la tarea del cardador, no obstante seguimos viendo por los barrios las pequeñas chapas pintadas que ofrecen tareas de colchonería tradicional.
    Crisanto Vilchez continúa realizando trabajos a domicilio, lo mismo que Martín Karcevas; mientras que la "Antigua Casa Grimaudo", de avenida de los Incas al 4600, desarrolla su actividad artesanal desde 1927.

    Como decía Cándido Ramos un viejo colchonero asturiano: "En nuestra actividad no es cuestión de quedarse dormido".
     
  10. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    Tradiciones

    EL PONCHO

    [​IMG]

    Sin duda el poncho es una prenda de uso universal, según Luis da Cámara Cascudo en "Diccionario do Folclore Brasileiro", el español lo debió recibir de la pénula romana, capa de viaje o de guerra. Ya para el siglo XVIII se encuentra el poncho desde California hasta el Estrecho de Magallanes. En el período 1780-1820 los ponchos se usaron principalmente en el Noroeste argentino y mayoritariamente en Córdoba y Santiago del Estero.

    Dom Pernetty en su libro "Histoire d'un voyage aux isles Malouines", basado en su viaje por nuestros pagos hacia 1760 comenta: "En cuanto al vestir de la gente del pueblo... levan en vez de capa una especie de género rayado, con bandas de diferentes colores, abierta solamente al medio para pasar la cabeza. Este abrigo cae sobre los hombros y cubre hasta los puños, descendiendo por atrás y adelante hasta más abajo de la rodilla, teniendo además flecos a su alrededor; se le da el nombre de poncho..."

    En cuanto al origen de la palabra poncho, tanto Fernando Assunçao como sus fuentes, desechan el origen araucano "pontho" y comenta que "su procedencia peninsular me parece indudable. Quizá sea voz del léxico de la marinería española del Mediterráneo".

    Poncho tucumano (Fuente: www.confederaciongaucha.com.ar):
    el jueves 17 de julio de 2004, la Legislatura de Tucumán aprobó con fuerza de ley la institucionalización del poncho tucumano, según un proyecto presentado por la Federación Gaucha Argentina. Los colores decididos, fueron el marrón, con la guarda bordó, mezcla de los distintos camélidos de nuestra altipampa: llama, guanaco y vicuña, que se suma a los colores de la tierra con que los alfareros calchaquíes hacían sus tinajas. El tinte de la guarda se lo conseguía con los árboles de la zona.

    Otros ponchos: es sabido que el Grl Martín Miguel de Güemes dirigió a los gauchos norteños en su resistencia contra los realistas, como así también el Grl. Manuel Belgrano, esos gauchos utilizaron en general el poncho colorado, al que luego los salteños le pusieron la guarda negra en señal de luto por la muerte de Güemes... de esa forma quedó el poncho colorado (sangre i' toro) con guardas negras como poncho salteño.

    En Catamarca se utiliza mucho el poncho azul-celeste con guardas claras, y sin duda tanto en esta provincia como en Salta, la creación de tejidos, entre los cuales se incluyen los ponchos, se ha convertido en una floreciente industria. Los métodos de tejidos derivan de las viejas tradiciones calchaquíes, con teñidos y telares rústicos.
    [​IMG]
    En Córdoba, lugar donde se difunde en gran medida el acervo cultural, se ha impuesto el uso del "poncho coscoíno" que es un poncho claro con flecos negros y guarda pampa, muy similar a los usados en algunas partes de Buenos Aires.

    EL PONCHO (1772)
    FRANCISCO MILLAU

    El vestuario que acostumbran los hombres y mujeres en Buenos Aires, es el mismo que se estila en España, de quien siguen los trajes, imitando sus modas en los principios unas familias más breve que otras, según sus posibles y proporción.
    La única diferencia que hay, es en el que usan regularmente los vecinos, cuando montan a caballo, sirviéndose del poncho en lugar de capa o capote por su mayor comodidad. Viene a ser una manta de dos varas de lana o algodón y dibujada con varios colores y labor.
    Se viste pasando la cabeza por una pequeña abertura que tiene en medio, con lo que queda descansando sobre los hombros, y cuelgan por uno y otro lado sus extremos, que se levantan cuando se quiere desembarazar los brazos, echando para atrás la falda delantera, o terciando sus costados sobre los hombros. Los tejidos son más o menos finos y de varios precios; suele haberlos muy ricos así por la tela como por sus dibujos.
    La gente de campo de todas clases usa siempre en todo tiempo de. este traje tanto en casa, como afuera así a pie como a caballo. Es también propio de los peones y de toda la gente de servicio que lo visten muy ordinario.

    EL PONCHO (1819-1924)
    JOHN MIERS

    El poncho está confeccionado con lana; es de unos seis pies de largo por cuatro de ancho. Tiene una abertura en el centro del tamaño estrictamente suficiente como para poder pasar la cabeza por él. Cae en pliegues por delante, y por detrás, casi hasta las rodillas y un poco por debajo de los codos a los costados. Se adapta perfectamente a los habitantes de este territorio, que casi permanentemente andan a caballo, pues les deja libre uso de los brazos, sin molestar de ninguna manera al jinete. No se lo lleva como abrigo, sino para preservarse del viento y de la lluvia. Los ponchos se confeccionan en general de lana corriente, hilada con finas hebras por las mujeres, que las finen de diversos colores brillantes. Las hebras se tejen en los rústicos telares del país. No se la limpia, ni se la trabaja con productos químicos, ni se la somete a ninguna otra preparación; la confección del poncho es de lo más simple posible. Los muchos colores brilantes que contiene el poncho se tejen con sumo cuidado y en general se los combina con gran acierto. Algunos ponchos de la mejor clase están adornados con hermosos dibujos de un extremo a otro, de estilo semejante al de los antiguos griegos y etruscos. Algunas veces la hebra es tan fina que el poncho es casi sutil y suave como la seda. La tarea que insume su fabricación está por encima de los creíble: un solo poncho da trabajo a una mujer para más de dos años.
     
  11. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    [​IMG]

    18 de Abril

    San Francisco Solano
    Misionero
    (año 1610)
    [​IMG]

    Francisco Solano, llamado "el Taumaturgo del nuevo mundo", por la cantidad de prodigios y milagros que obtuvo en Sudamérica, nació en 1549, en Montilla, Andalucía, España.
    Su padre era alcalde de la ciudad, y el jovencito desde muy pequeño se caracterizó por su habilidad en poner paz entre los que se peleaban. Cuando había algún duelo a espada, bastaba que Francisco corriera a donde los combatientes a suplicarles que no se pelearan más, para que hicieran las paces.

    Estudió con los Jesuitas, pero entró a la comunidad Franciscana porque le atraían mucho la pobreza y la vida tan sacrificada de los religiosos de San Francisco. Los primero años de sacerdocio los dedicó a predicar con gran provecho en el sur de España. Sus sermones no tenían nada de rebuscado ni de elegante, pero llegaban hasta el fondo del corazón de los pecadores y conseguían grandes conversiones. Es que rezaba mucho antes de cada predicación.

    Primer contagio. Llegó a Andalucía la peste del tifo negro y Francisco y su compañero Fray Buenaventura se dedicaron a atender a los enfermos más abandonados. Buenaventura se contagió y murió (y ahora es santo también) luego se contagió también Francisco y creyó que ya le había llegado la hora de partir para la eternidad, pero luego, de la manera más inesperada, quedó curado. Con eso se dio cuenta de que Dios lo tenía para obras apostólicas todavía más difíciles.

    Pidió a sus superiores que lo enviaran de misionero al Africa, y no le fue aceptada su petición. Pero poco después el rey Felipe II pidió a los franciscanos que enviaran misioneros a Sudamérica y entonces sí fue enviado Francisco a extender la religión por estas tierras. Fue una gran alegría para su corazón.

    Y sucedió que una terrible tempestad lanzó el barco contra unas rocas frente a Panamá y se partió en dos. No había sino una embarcación para volver a tierra firme, y el misionero prefirió aguardar allá en esos escollos con los esclavos negros que él había venido instruyendo durante el viaje y acompañarlos hasta que llegara otra barca a salvarlos. Y aprovechó esos tres días de terror y peligro, para acabar de instruirlos y bautizarlos allí mismo. Varios de ellos perecieron luego entre aquellas olas pero ya habían sido bautizados.

    La pequeña embarcación los llevó a unas costas inhospitalarias y allá pasaron días terribles de hambre y peligros. Cuando los marineros se desesperaban lo único que podía calmarlos era la intervención del Padre Francisco. Cuando había peleas, al único que le hacían caso para dejar de pelear, era el Padre Solano. Al fin lograron que un barco los recogiera y los llevara a la ciudad de Lima.

    Fray Francisco Solano recorrió el continente americano durante 20 años predicando, especialmente a los indios. Pero su viaje más largo fue el que tuvo que hacer a pie, con incontables peligros y sufrimientos, desde Lima hasta Tucumán (Argentina) y hasta las pampas y el Chaco Paraguayo. Más de 3,000 kilómetros y sin ninguna comodidad. Sólo confiando en Dios y movido por el deseo de salvar almas.

    Y le sucedió en aquel gran viaje misionero, que lograba aprender con extraordinaria facilidad los dialectos de aquellos indios a las dos semanas de estar con ellos. Y le entendían todos admirablemente sus sermones. Sus compañeros misioneros se admiraban grandemente de este prodigio y lo consideraban un verdadero milagro de Dios. Pero lo más admirable es que las tribus de indios, aun las más belicosas, y opuestas a los blancos, recibían los sermones del santo con una docilidad y un provecho que parecían increíbles. Dios le había concedido la eficacia de la palabra y la gracia de conseguir la simpatía y buena voluntad de sus oyentes.

    Fray Francisco llegaba a las tribus más guerreras e indómitas y aunque al principio lo recibían al son de batalla, después de predicarles por unos minutos con un crucifijo en la mano, conseguía que todos empezaran a escucharle con un corazón dócil y que se hicieran bautizar por centenares y miles.

    Un Jueves Santo estando el santo predicando en La Rioja (Argentina) llegó la voz de que se acercaban millares de indios salvajes a atacar la población. El peligro era sumamente grande, todos se dispusieron a la defensa, pero Fray Francisco salió con su crucifijo en la mano y se colocó frente a los guerreros atacantes y de tal manera les habló (logrando que lo entendieran muy bien en su propio idioma) que los indígenas desistieron del ataque y poco después aceptaron ser evangelizados y bautizados en la religión católica.

    El Padre Solano tenía una hermosa voz y sabía tocar muy bien el violín y la guitarra. Y en los sitios que visitaba divertía muy alegremente a sus oyentes con sus alegres canciones. Un día llegó a un convento donde los religiosos eran demasiado serios y recordando el espíritu de San Francisco de Asís que era vivir siempre interior y exteriormente alegres, se puso a cantarles y hasta a danzar tan jocosamente que aquellos frailes terminaron todos cantando, riendo y hasta bailando en honor del Señor Dios.

    San Francisco Solano misionó por más de 14 años por el Chaco Paraguayo, por Uruguay, el Río de la Plata, Santa Fe y Córdoba de Argentina, siempre a pie, convirtiendo innumerables indígenas y también muchísimos colonos españoles. Su paso por cada ciudad o campo, era un renacer del fervor religioso. Un día en el pueblo llamado San Miguel, estaban en un toreo, y el toro feroz se salió del corral y empezó a cornear sin compasión por las calles. Llamaron al santo y éste se le enfrentó calmadamente al terrible animal. Y la gente vio con admiración que el bravísimo toro se le acercaba a Fray Francisco y le lamía las manos y se dejaba llevar por él otra vez al corral.

    A imitación de su patrono San Francisco de Asís, el padre solano sentía gran cariño por los animalillos de Dios. Las aves lo rodeaban muy frecuentemente, y luego a una voz suya, salían por los aires revoloteando, cantando alegremente como si estuvieran alabando a Dios.

    Por orden de sus superiores, los últimos años los pasó Fray Francisco en la ciudad de Lima predicando y convirtiendo pecadores. Entraba a las casas de juegos y hacía suspender aquellos vicios y llevaba a los jugadores a los templos. En los teatros, en plena función inmoral hacía suspender la representación y echaba un fogoso sermón desde el escenario, haciendo llorar y arrepentirse a muchos pecadores. En plena plaza predicaba al pueblo anunciando terribles castigos de Dios si seguían cometiendo tantos pecados y esto conseguía muchas conversiones.

    Un día estando predicando en una misa empezó a temblar. Las gentes quisieron salir huyendo, pero él les dijo: "Si piden perdón a Dios, no les sucederá nada malo". Todos pidieron perdón y nada malo sucedió aquel día allí. Otro día en pleno sermón exclamó: "Por las maldades de estas gentes, todo lo que está a mi alrededor será destruido y no quedará sino el sitio desde donde estoy predicando". Y así sucedió años después. llegó un terremoto y destruyó el templo y todos los alrededores, y el único sitio que quedó sin que le pasara nada, fue aquel desde donde el santo había predicado.

    En mayo de 1610 empezó a sentirse muy débil. Los médicos que lo atendían se admiraban de su paciencia y santidad. El 14 de julio, una bandada de pajaritos entró cantando a su habitación y el Padre Francisco exclamó: "Que Dios sea glorificado", y expiró. Desde lejos las gentes vieron una rara iluminación en esa habitación durante toda la noche. San Francisco Solano: pídele a Dios muchas bendiciones para América.
     
  12. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    Tradiciones

    El Sombrerero


    Aquel que solito
    entró al conventillo,
    echao en los ojos
    el funyi marrón..."
    Pascual Contursi. "Ventanita de arrabal".

    "Pancho, comprate un rancho
    que los calores van empezar.
    Pancho comprate un rancho
    sino la barra te va a cachar.
    Y cuando tengas un rancho nuevito
    y el trajecito te lo hagas planchar,
    afeitadito y untado de gomina,
    decime que mina te puede fallar"
    Hermanos Tagle Lara. "Pancho comprate un rancho".

    [​IMG]

    Si uno observa los dibujos de Luis J. Medrano, de algún almanaque de Alpargatas de los años 30, donde expresa con gran acierto la vida y costumbres porteñas, o si mira una fotografía de la tribuna de una cancha de fútbol, durante un partido en 1937, por ejemplo, verá que todos los caballeros tienen puesto su sombrero. Hoy la cosa cambió mucho, tanto en lo que hace al sombrero como en lo que al fútbol en sí se refiere.

    Alrededor de los años 40 andar por la calle sin sombrero, era casi, como sentir que se iba desnudo, tal era la popularidad del "funyí". El "funyi a lo Maxera", como dice Homero Manzi en su "Milonga del 900". El sombrero Maxera fue creado y divulgado por Pascual Maxera, un genovés de las huestes garibaldianas que se afincó en Buenos Aires en 1862, fue Maxera quien comenzó a denominar funyi a su sombrero.

    En el barrio de San Cristóbal, en Sarandi 1190, donde hoy funciona el muy cálido restaurante "Miramar", entre 1920 y 1948 el local fue ocupado por la sombrerería de medida "C. Della Corte", que tenía como clientes, nada menos que a Carlos Gardel, y a los músicos Francisco Canaro, que vivía a media cuadra, y a Vicente Greco, también vecino.

    Hoy son pocas las casas de sombreros, o sombrererías. Una ya centenaria es la de Ricardo Cartas.
    Desde 1934 los hermanos Salas, arman sombreros en el taller creado por su padre ocho años antes. Allí sus máquinas dieron forma a más de una de las galeras que usó Gardel. El taller está ubicado en la calle Méndez de Andés al 1500.

    Por su parte, Emilio Turnes armó, en su local de Montevideo al 800, capelinas y galeras que lucieron en las cabezas de personajes famoso.
    En Gaona al 1200, se encuentra la tradicional sombrerería "Winter", que funciona allí desde hace 63 años bajo la batuta de don José "Pepe" Ferro, porteño de casi "90 pirulines", hijo de padre gallego, de Lugo, y de madre leonesa. Eduardo, su hijo se da una vuelta todos los días para ayudar en todo lo que haga falta.

    "Aquí de los 40 hasta el 60, había un trabajo bárbaro, los sábados la gente hacía cola en la puerta del local, es que los muchachos tenían que ir a bailar al vecino Club Buenos Aires (y sin sombrero era una vergüenza). También tenía una importante clientela de la colectividad israelita. Pero hoy la actividad está muerta, a lo sumo se vende alguna que otra gorra". En las vitrinas los elegantes orión lucen junto a los chambergos de fieltro "de primera calidad", negros, marrones y grises, "los negros siempre con forro, los de otro color no". Junto a ellos vemos la horma, con la que se tomaban las medidas de la cabeza del cliente y así poder hacerle su sombrero.

    "En verano se usaba panamá, y también ranchos", recuerda don José, y agrega: "Muchas veces los muchachos que iban al hipódromo, a las carreras, y acertaban una fija, revoleaban su sombrero por el aire". Esto situación de euforia, le venía muy bien al negocio, porque los apostadores volvían a comprar nuevos sombreros.

    Ferro conoció el oficio siendo joven, desde los 18 años hasta los 23 trabajó en la fábrica de sombreros "Dominoni", que quedaba en Monroe 1683/ 87, entre Montañeses y Arribeños, con salida también por Blanco Encalada.
    "Recuerdo una casa que continúa, como yo en esta lucha tan despareja, "Maidana", en Rivadavia al 1900. En fin, cosas de la vida, -murmura mientras acaricia a su perro Colita-. Pasa todo tan rápido..."
     
  13. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    [​IMG]

    19 de Abril
    Santa Inés de Montepulciano
    Religiosa
    (1317)
    [​IMG]
    Historia

    Nació en Montepulciano, (Italia) en 1268 y fue una de las figuras más brillantes de la Orden de Santo Domingo.
    A los 9 años obtuvo que sus padres (que eran de una de las principales familias de la ciudad) la dejaran irse a vivir a un convento de religiosas. Allí su seriedad y su comportamiento tan inteligente le atrajeron de tal manera la confianza de las superioras que cuando apenas tenía catorce años la encargaron ya de la portería del convento y de recibir las visitas.
    Cuando ella tenía 15 años, la superiora de aquella comunidad fue trasladada a fundar un convento en otra ciudad, y pidió que le dejaran llevar como principal colaboradora a Inés, porque era una joven de una extraordinaria responsabilidad en todo lo que hacía.
    Y sucedió por aquellos tiempos que las gentes de Montepulciano dispusieron crear unas casas para religiosas. Pidieron que les fuera enviada como superiora del nuevo convento la joven Inés, cuya santidad ya era notoria en todos los alrededores. Ella siendo tan joven, aceptó el cargo porque confiaba en que Dios le iba a ayudar de maneras sorprendentes. Y así sucedió.
    Estaba Inés pensando a qué comunidad religiosa debia ella confiar a las monjitas de su nuevo convento, cuando una noche en una visión se le aparecieron en el mar muchas barcas con distintos patronos, invitándola a navegar en ellas. Pero una barca tenía por piloto a Santo Domingo de Guzmán y este santo le decía: "Es voluntad de Dios que tú viajes en la barca de la Comunidad Dominicana". Desde entonces se propuso afiliar a sus religiosas a la Comunidad de padres Dominicos. Y así ella llegará a ser una de las glorias de esta comunidad, y lo mismo lo será su gran devota, Santa Catalina de Siena.
    Desde muy joven ayunaba casi todos los días y dormía en el duro suelo y tenía por almohada una piedra. Después la salud se le resintió y por orden del médico tuvo que suavizar esas mortificaciones. San Raimundo cuenta que Dios le permitía visiones celestiales, que un día logró ver cómo era Jesús cuando era Niño. Otra vez estando la despensa del convento desprovista y no habiendo alimentos para las monjas, ella rezó con fe y la despensa apareció llena de comestibles. La veían levantada por los aires mientras le llegaban los éxtasis de la oración. Un ángel se le apareció ofreciéndole un cáliz de amargura y le dijo: "Como Jesús, en esta tierra tendrás que beber el cáliz de la amargura, pero para la eternidad te espera la corona de gloria que nunca se marchita".
    Santa Catalina de Siena que fue a Montepulciano a visitar el cadáver de Santa Inés, el cual después de 30 años, todavía se encontraba incorrupto, profesaba una gran veneración a esta santa y en una carta que escribió a las religiosas de esa comunidad les dice: "Les recomiendo que sigan las enseñanzas de la hermana Inés y traten de imitar su santa vida, porque dio verdaderos ejemplos de caridad y humildad. Ella tenía en su corazón un gran fuego de caridad, regalado por el mismo Dios, y este fuego le producía un inmenso deseo de salvar almas y de santificarse por conseguir la salvación de muchos. Y después de la caridad lo que más admiraba en ella era su profunda humildad. Siempre oraba y se esforzaba por conservar y aumentar estas dos virtudes. Y lo que le ayudaba mucho a crecer en santidad era que se había despojado de todo deseo de poseer bienes materiales o de darle gusto a sus inclinaciones sensuales, y el dominar continuamente su amor propio. Su corazón estaba totalmente lleno de amor a Cristo Crucificado, y este amor echaba fuera los amores mundanos y los apegos indebidos a lo que es terrenal. Ella ofrecía en sacrificio a Dios su propia sensualidad. Para esta buena religiosa el mejor tesoro era Cristo crucificado, en quien meditaba siempre y a quien tanto amaba". Hermoso relato redactado por una gran santa, acerca de otra santa también muy admirable.
    [​IMG]

    San Raimundo cuenta que muchos testigos le declararon haber presenciado hechos milagrosos en la vida de Santa Inés.
    Cuando estaba moribunda, oyó que sus religiosas lloraban y les dijo emocionada: "Si en verdad me aman, alégrense de que voy al Padre Dios a recibir su herencia eterna. No se afanen que desde la eternidad las encomendaré siempre".
    Murió en el mes de abril del año 1317 a la edad de 49 años, y en su sepulcro se han obrado muchos milagros.

     
  14. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    Día Americano del Indio

    El 19 de abril de 1940 se celebró en Patzcuaro (México) el primer Congreso Indigenista Interamericano para una Conferencia Interamericana Indigenista, con el objetivo de salvaguardar y perpetuar las culturas aborígenes de todo el continente. Participaron indígenas representantes de poblaciones autóctonas de diversas regiones de América. Se habló de la situación social y económica de estos pueblos, de sus problemas y sus necesidades. Esta conferencia produjo un documento que creó el Instituto Indigenista Interamericano, con sede en esta ciudad de México y dependiente de la OEA. Así se instituyó el Día Americano del Indio, en conmemoración a este acontecimiento.

    Desde entonces, el continente americano celebra esta fecha en recuerdo de quienes habitaron originariamente este territorio, imprimiendo allí las primeras esencias culturales.

    Empobrecidos y relegados, los aborígenes americanos de hoy ya no pretenden privilegios por su condición de primeros habitantes del continente, sólo aspiran a que se los trate como iguales, que se les reconozca el derecho a la tierra donde habitan, igualdad de oportunidades laborales y de estudio y el respeto a los valores de sus culturas.

    Argentina adhirió al documento de Patzcuaro e instituyó el 19 de abril en el año 1945, mediante el decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 7550. Desde entonces, Argentina es miembro permanente y adhiere a esta fecha reivindicatoria de los derechos de los aborígenes.
     
  15. clause

    clause Claudia

    Mensajes:
    8.464
    Ubicación:
    Buenos Aires. Argentina
    Re: ... de Historias y Tradiciones

    Tradiciones
    El fabricante de máscaras y cabezudos


    Las antiguas murgas y comparsas de La Boca, llevaban siempre entre sus miembros, algunos que lucían máscaras de papel maché pintado. Eran de tamaño relativamente normal, o desmesurado, tal era el caso de los llamados "cabezudos", que representaban cabezas humanas (bebés, chinitos, payasos, piratas, etc.), cabezas de animales (caballos, chanchos, jirafas, monos, leones, etc.) o cabezas "de fantasía", donde su fabricante daba rienda suelta a su imaginación.

    Con varios meses de anterioridad al carnaval se comenzaban a fabricar estas máscaras. El papel maché era el material básico (papel de diario mojado hasta su rotura y mezclado con harina, determinando una pasta plástica, es decir que se le puede dar la forma que se desee, en este caso la máscara. Una vez seca se pinta con colores, generalmente brillante).

    Con la decadencia que sufrieron las fiestas de carnaval a partir de mediados de los años 50, la actividad de estos artesanos decayó.

    No obstante, en el barrio de La Boca, esta tradición popular continúa con la labor de Nora Seilicovich y Omar Gasparini, creadores de muñecos y máscaras. Dijo Osvaldo Soriano: "En las paredes de chapa, como al descuido, quilombo y protesta. Un mundo napolitano y genovés que, de pronto, se vuelve guaraní y uruguayo...Curiosas figuras, con vestido gentil y caras de circunstancia o melancolía. Personajes ilusorios pero con un resto de vida. El necesario para la vieja tradición de un barrio de artistas populares. No en vano entre los personajes de Seilicovich y Gasparini está también el cordial Gardel..."
    Gasparini trabaja en estrecha relación con el talentoso "Grupo de Teatro Catalinas".

    El grupo "Tótem", desde hace algunos años también se dedica a la confección de máscaras y muñecos, utilizando el papel corrugado en varios de sus trabajos..
    En otro barrio porteño, el de Villa Ortúzar, en la calle Caldas al 1700, Ignacio Pola y Jorge Bernal, dos jóvenes escenógrafos y pintores, tanto de caballete como muralistas, fabrican máscaras, cabezudos, caretas y muñecos. Las técnicas que utilizan en la fabricación son varias, como la cartapesta para revestimiento y moldes; el papel maché; la arcilla para moldeado; y el telgopor y poliuretano expandido para la talla; la resina de poliéster para revestimiento y moldes, y la goma espuma.

    Pola y Bernal realizaron numerosas máscaras y muñecos para varias murgas de Palermo. Consideran a su maestro en este oficio, a Daniel Masseira, profesor del taller de Escenografía y de Máscaras del Teatro San Martín. Precisamente de Masseira, en la esquina de Charlone y Heredia, hay instalada una de sus obras, una viejita que mueve la cabeza mientras toma unos mates.

    Ignacio comenta que ellos trabajan bastante en la vereda, situación que concita el interés de muchos chicos del barrio, a quienes en la medida de sus ganas y posibilidades, involucran en alguna tarea.

    Los muñecos fantásticos y el entusiasmo de los pibes transforman a ese pedacito de la vereda de la calle Caldas en un sitio singular.