Re: ... de Historias y Tradiciones Historias y Tradiciones de los barrios porteños Monte Castro Historia A mediados de 1703 Don Pedro Fernández de Castro se constituyó en el nuevo propietario de estas tierras. Fernández de Castro falleció muy poco después, el 18 de julio del mismo año, heredándolo su hija Ana. El lugar comenzó a ser identificado como Chacra de Castro o Montes de Castro. Según algunas versiones, allí hizo una posta en 1806 el Virrey Sobremonte cuando huía hacia Córdoba, durante las invasiones inglesas. En el año 1928 el tranvía No 1 hacía el trayecto hasta Liniers por Rivadavia. También se solicitó a la Cía. Anglo-Argentina que la línea 99, cuyo trayecto era desde Boyacá y Gaona hasta Segurola, llegara luego a Alvarez Jonte, ya que en ese lugar estaba el Preventorio Rocca, pero ésto no se hizo posible. También en el mismo año comenzó a circular el colectivo, lo que trajo al barrio una mejor manera de desplazarse. Corina Demaría, vecina del barrio nos cuenta: "nos enseñaron en la escuela sobre el nombre del barrio: esa zona se denominaba "monte de Castro" y allí armó el Gral. Manuel Belgrano a su ejército antes de su expedición al Norte". Pero consultada la Junta de Estudios Históricos del barrio de MonteCastro al respecto, nos indican que no fue Manuel Belgrano sino San Martín, quien hizo revista en Monte Castro. Aquí al igual que en otros barrios como Caballito, Villa del Parque, Flores, la compañía General de Construcciones comenzó a edificar a fines del '30, casitas muy económicas para gente de escasos recursos. Para obtener la mayor cantidad de lotes muchos de ellos se dividieron en dos y así surgieron numerosos pasajes que recién se pavimentaron en los años 70. Hoy todas esas casas en su gran mayoría han sido recicladas y sus valores han subido estrepitosamente Es una de las zonas más altas de la ciudad. Los vecinos del lugar dicen que pararse en la esquina de Segurola y Camarones es como hacerlo en la punta del obelisco ya que se estaría a la misma altura. Otro dicho de sus habitantes es que el viento sopla con más fuerza en Monte Castro y las inundaciones no pueden tocarlo. Los desbordes del arroyo Maldonado, que corre bajo la Av. Juan B. Justo y pasa cerca de los límites barriales, no afectan ninguna zona del barrio. El barrio se caracteriza por sus casas bajas, chalets y calles arboladas. Tiene numerosas cortadas y pasajes. En 1909 la Revista "Caras y Caretas" organizó un concurso donde se daba como premio un chalet y terreno adjunto en la calle Bahía Blanca 2170 esquina Lascano. El premio lo ganó el señor Carlos Roig, quien lo ofreció en alquiler al Consejo Nacional de Educación para que funcionase una escuela que quedó bautizada "Caras y Caretas". Calles, barrios, esquinas famosas y puntos de encuentro - Barrio Parque "San Pedro": vecino a la quinta La Susana se encontraba el Instituto de Salud Mental "Open Door" que tenía una superficie de 10 hectáreas. Corría el año 1928 cuando el Arzobispo de Bs. As., Monseñor Bottaro, dio su consentimiento para levantar una Capilla en este instituto. La misma es pequeña, posee una torre lateral con campanario. Su decorado interior es sobrio y tiene una sola nave. Sus ornamentos proceden de Valencia (España). Este Instituto fue trasladado a la Pcia. de Buenos Aires y en su lugar se levanta el , entre las calles Lascano, Benito Juárez, Santo Tomé y Bermúdez, donde se construyeron viviendas de mucha categoría. Las Avenidas Lope de Vega y Alvarez Jonte que son perpendiculares entre sí, constituyen vías de rápida circulación y con gran variedad de comercios y negocios en ambas. - Paseo Roberto Arlt: ubicado en Segurola entre Lascano y Av. Jonte. Cuenta de su vida y paso por el barrio de Monte Castro. Roberto Arlt vivió en Monte Castro sobre la calle Lascano (vereda par entre Segurola y Sanabria) entre 1924 y 1926. Luego de ser atendido en el Hospital Zubizarreta se le descubre una bronconeumonía que lo lleva a buscar tierras altas como Monte Castro para vivir. Mientras vivió en el barrio continuó escribiendo "La vida puerca" que había comenzado cuando tenía 19 años. En ese tiempo, Ricardo Güiraldes miró el libro y le indicó que le gustaría publicarlo en Proa, pero haciéndole algunas modificaciones. De lo primero que hablaron fue del título, don Ricardo le sugirió que "La vida puerca" era demasiado escéptico y le propuso llamarla "El juguete rabioso". Para informarse aún más sobre el paso del autor por el barrio aconsejamos visitar el Paseo ya que posee carteles indicadores (información bridada por la Asociación Comerciantes Monte Castro).
Re: ... de Historias y Tradiciones 13 de junio San Antonio de Padua Los padres de San Antonio eran muy ricos y querían ver a su hijo como distinguido hombre de sociedad. Él, en cambio, quería ser pobre por amor de Cristo y por eso se hizo franciscano. Antonio era un gran predicador. Lo mandaron como misionero por numerosas ciudades por Italia y Francia. Convirtió a muchos pecadores sobre todo con su buen ejemplo. Cuentan que mientras oraba en su habitación se le apareció Jesús, le puso las manitas al cuello y lo besó. Antonio recibió esta gracia extraordinaria por que mantuvo su alma limpia incluso del mas mínimo pecado y amaba mucho a Jesús. Cuando Antonio enfermó se retiró a un monasterio en las afueras de Padua, donde murió a la edad de 36 años, el 13 de Junio de 1231. Treinta y dos años después sus restos fueron trasladados a Padua. La lengua se conservaba íntegra, sin haberse corrompido mientras que el cuerpo estaba aniquilado. Sucedieron muchos milagros después de su muerte. Aun hoy día le llaman el Santo "de los milagros". Su fiesta se celebra el 13 de junio. El entusiasmo popular ha hecho que San Antonio, más que otros, sea universalmente reconocido por los fieles de todo el mundo. "Santo Universal" le llaman. Durante los siete siglos ya transcurridos desde su muerte, millones de personas se han sentido atraídas a este gran "Franciscano Milagroso". Fue otro franciscano, San Buenaventura, quien dijo: "Acude con confianza a Antonio, que hace milagros, y el té conseguirá lo que buscas."
Re: ... de Historias y Tradiciones Historia y Tradiciones de los barrios porteños Monserrat En principio fue llamado Montserrat porque alberga en su éjido una iglesia construida en el año 1750 por el arquitecto Antonio Mansella a pedido del chacarero catalán Juan Pedro Sierra en honor a la Virgen de Montserrat, templo en el que se venera desde esa época una copia de la escultura románica de La Moreneta, virgen del Monasterio de Montserrat, que se encuentra en el macizo montañoso de las afueras de Barcelona, España. Así es que, el barrio de la ciudad de Buenos Aires debe ser mencionado como Montserrat, aunque también puede utilizarse la forma nominativa castellanizada "Monserrat". En ocasión de realizarse la primera división administrativa del municipio en 1734, el gobernador don Miguel de Salcedo resolvio la creación de unos funcionarios a los que llamo "Comisarios de Barrio" y lo significativo es que en la documentación resguardada en el Cabildo de la Ciudad el nombre de Montserrat no aparece sino que se lo denomina San Juan. Recién en ocasión de la segunda división administrativa y como consecuencia del aumento de la población comienza a definirse el barrio de la Parroquia de Montserrat. La nueva división de la ciudad con sus ocho primeros barrios son aprobados por el Gobernador el día 3 de octubre de 1769. Durante el sigo XVIII y XIX el actual barrio estaba dividido a la altura de la intersección de las actuales calle Piedras y Avenida de Mayo hacia el sur oeste, en tanto hacia el sur este era conocido como Catedral al Sur. A lo largo de esos años además era llamado "Barrio del Tambor" o "Barrio del Mondongo" por la gran cantidad de esclavos negros que vivian en el mismo. Recién con la redenominación de los barrios realizados a fines de 1969 por el entonces Intendente Municipal Saturnino Montero Ruiz, el barrio alcanza su conformación actual. Desde esa época artificialmente la parte más cercana a la Plaza de Mayo, pretende ser confundida con el barrio de San Telmo que alcanza sus límites en la calle Chile a unas ocho cuadras de allí, en tanto que el área aledaña a la Plaza del Congreso se la suele llamarse "Congreso". Estas psedudo denominaciones realizadas por operadores inmobiliarios, han sido denunciadas por asociaciones de vecinos y por la Junta de Estudios Históricos de Montserrat y de San Telmo. Ambas circunstancias, contribuían a desdibujar el barrio que, reafirma su posición, luego de una serie de intervenciones urbanas realizadas desde 1997 en adelante, como el Programa San Telmo - Montserrat, impulsado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, orientó recursos para poner en valor y restaurar una gran parte del patrimonio urbanístico cultural del casco histórico. Fue el primer barrio porteño y su nombre le fue dado en homenaje a Ntra. Sra. De Montserrat, muy venerada en Cataluña, donde se conserva la réplica de la imagen original que fuera escondida cerca de Barcelona, entre las montanas, para protegerla de los musulmanes. Cuando fue redescubierta cien años más tarde, por los efectos del paso del tiempo, tanto la Virgen como el Niño, tenían un color oscuro, y así la llamaron cariñosamente "La Morenita" o "Morenita". Gracias a su color conquistó el cariño de los negros que habitaban Buenos Aires, quienes la paseaban en procesión todos los 8 de Septiembre. También fue llamado "Barrio del Tambor" , por los tamboriles que tocaban los negros porteños, que formaron distintas nacionalidades o agrupaciones llamadas Cabunda, Banguela, Mondongo y Angola. A pesar de que los negros han desaparecido de nuestro país, han dejado el recuerdo de sus carnavales donde bailaban sus alegres candombes y de donde salieron músicos destacables como el negro Grigera, Bernardo Pintos. Algunos de los sitios de interés ubicados en el barrio son: el Cabildo, la Casa de Gobierno, la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Catedral Metropolitana, frente a la Plaza de Mayo; la Plaza del Congreso, frente al Congreso (ubicado en el barrio de Balvanera; y las iglesias de Montserrat, San Francisco y Nuestra Señora del Rosario, el Convento de Santo Domingo y la Avenida de Mayo. También dentro del barrio se encuentra la histórica Manzana de las Luces que, antiguamente, fue el edificio sede de la Universidad de Buenos Aires y de la Sala de Representantes. Edificios destacables son la Iglesia de San Ignacio, la Procuraduría de las Misiones Jesuíticas y el Colegio Nacional de Buenos Aires. El Día del Barrio de Montserrat se celebra el 8 de septiembre, aunque esta fecha votada en el ámbito de la Legislatura de Ciudad esta severamente cuestionada justamente por los argumentos históricos antes señalados Edificios, Teatros, Cines, Construcciones, Cementerios, etc. - Casa Rosada: domina el lado oeste de la Plaza de Mayo y está situada en la calle Balcarce 50. Es un edificio de color rosado, de estilo renacentista, sede del gobierno argentino desde la Primera Junta de 1810 hasta nuestros días, siendo declarado desde 1942, Monumento Histórico Nacional. Cabe aclarar que, excepcionalmente, el único que no usó el edificio fue Juan Manuel de Rosas quien lo destinó para el alojamiento de tropas e instaló el Gobierno en su quinta del barrio de Palermo. El único ministerio que funciona en el edificio es el Ministerio del Interior. La decisión de pintar la fachada de color rosado fue de Sarmiento y quiso simbolizar con ello la unión de todos los sectores políticos ya que es la mezcla del color rojo de los rosistas con el blanco que era el color predominante usado antes y durante la época de Rosas. Se empezó a construir a fines del siglo XVI, con la idea de hacer un Fuerte, del cual solo se conserva el arco de entrada y una parte del edificio situada hacia el noroeste. En el lado derecho se había construido un edificio destinado a Correos. Más tarde Roca en 1882, decide tirarla abajo y hacer una nueva pegada a la de Correos. Como esta resultara chica, se desalojó el edificio de Correos y quedó para uso exclusivo del Gobierno. Entre los dos edificios quedó un callejón abierto, bastante molesto, que quedó disimulado con la construcción de un arco que unió los dos cuerpos, como si fueran solo uno. El edificio es pues muy heterogéneo debido a los distintos momentos en que fue reconstruido. Consta de tres pisos sobre el oeste y cuatro sobre el lado este. El frente que da a la Pza. de Mayo es inarmónico y asimétrico. Sobre lo alto de la Casa flamea la Bandera Nacional y junto a ella hay izado un gallardete que indica la presencia del Presidente en el edificio. - Ex-Casa de la moneda: Defensa 628. Año Construcción: 1887. Año Inauguración: 1880. La incorporación en 1886 de la impresión de valores fiscales, y tres años después la impresión de billetes de banco, hizo necesario ampliar la Casa de la Moneda, con nuevos locales y maquinarias. Para ello, en 1905 se iniciaron los trámites dirigidos a expropiar un terreno lindero frente a la calle Balcarce, que recién fue adquirido en diciembre de 1911, mes en el que se iniciaron las obras del nuevo edificio. Los trabajos se prolongaron hasta fines de 1914. - El Cabildo: Situado en Bolívar 65 es el único edificio que conserva el auténtico estilo colonial de la época de su construcción allá por mediados del siglo XVIII. El histórico Cabildo de 1810 fue donde se engendró la Revolución de Mayo y donde se inició la gesta de la Independencia. El Museo, que evoca la Revolución de Mayo, está dentro del Cabildo. Actualmente es sede de la Asociación de Caballeros de San Martín de Tours, una de las instituciones más importantes de la Argentina, dedicados a prestigiar la imagen del Patrono de la Ciudad, favorece el acercamiento de las instituciones culturales y filantrópicas, promueve la cultura, etc. Vale añadir también que el Cabildo de Buenos Aires otorgó en 1767 el permiso legal para abrir el primer circo de gallos. La riña de gallos fue una pasión que dominó a tantos hombres de la época y se practicaba en la ciudad como en el campo. Sus aficionados formaban una rueda y en seguida improvisaban un cerco donde jugaban fuertes apuestas. Al principio el juego era clandestino, pero el Cabildo permitió el espectáculo, debiéndose pagar una suma de dinero en carácter de impuestos anuales que se destinaban al sostenimiento de los presos. Analía Schavelzon nos señala "que sería bueno aclarar que si bien durante la Revolución de Mayo el Cabildo tuvo un papel preponderante, la institución data del año de la fundación de la ciudad (Juan de Garay - 1580). Recordando que era uno de los elementos imprescindibles, junto con la Iglesia y demás, para que una fundación fuera considerada ciudad.". - La Puerto Rico: es un café que funciona en Alsina 420 y fue fundado en 1887 por un tal Gumersindo Cabedo, que como había estado en aquella isla caribeña y enamorado de ella le puso su nombre al café, que cuenta con 70 mesas y espejos en forma de medialuna con paisajes típicamente tropicales. Es un lugar encantador y pintoresco, a veces injustamente ignorado por los porteños. - La Casa Colonial: se encuentra en Defensa 183 y fue declarada Monumento Histórico Nacional, pertenece al Museo de la Ciudad, situado muy cerca de allí, en Alsina 412. Es una casa típica de esa época, de planta baja y primer piso y provista de un mirador desde donde se observaba la presencia de naves piratas. El detalle más interesante de esta casa , es la unión de las paredes esquineras en ángulo recto, sin ochava, muy común en esa época pero luego desaparecidas por ordenanza municipal que hizo obligatorio el uso de la ochava. En el museo se podrá apreciar todo lo relativo a las costumbres de antaño desde la construcción de la casa, tan típica y - encantadora, como muebles, ropa, utensilios, álbumes de recuerdos, con fotografías, recortes de diarios etcétera. - Farmacia La Estrella: Como un milagro, en Alsina 402, situada en la planta baja del Museo se encuentra intacto este edificio que como por arte de magia todavía está en actividad, luciendo el mismo aspecto que tenía otrora. - Edificio Libertador: en la zona de la avenida Paseo Colón se observa el que es el edificio del Estado Mayor General del Ejército, frente al mismo está el Monumento a los Soldados caídos en las Malvinas. - Escuela Técnica Otto Krause: se levanta en la Av. Paseo Colón al 600. Es un imponente edifico que ocupa toda la manzana y está construido con ladrillos a la vista y cemento. Funciona en su interior el Museo Tecnológico Ingeniero Eduardo Lotzima. Cuenta además con biblioteca y talleres especializados, laboratorios y salón de actos. - Departamento Central de la Policía Federal: está en la manzana comprendida por las calles y avenidas, Belgrano, Presidente Luis Sáenz Pena, Virrey Cevallos y Moreno. Es un edificio clásico y sencillo en cuyo interior se destaca un gran patio llamado el Patio de las Palmeras, donde se celebran los actos de la institución. - Casa de Liniers: en Venezuela 469, fue la casa donde viviera el penúltimo Virrey del Río de La Plata y es también Monumento Histórico Nacional. La Casa de la Moneda en Balcarce 677 es Monumento Histórico Nacional. Desde 1881, funcionó en él la casa de la Moneda. Luego fue sede del Ministerio de Trabajo, y actualmente, totalmente descuidado es ocupada por familias sin recursos. - Monolito Kilómetro 0: ubicado frente al Congreso, la función que cumple, pues señala el Kilómetro Cero de todos los caminos del país. Palacio de la Legislatura Salon Dorado El Palacio Alsina Avenida de Mayo y Peru. Palacio Legislativo Veredas angostas y arquitectura de principios del siglo pasado. Calle Bolivar: Vista de San Ignacio, El Nacional Buenos Aires, y cúpula de época El Edificio Otto Wulf: En la esquina de Av. Belgrano y Perú. Construido por encargo del Arquitecto Otto Wulf, obra del Arquitecto danés Rönnow Colegio Nacional Buenos Aires: Edificio vinculado a las luchas por la independencia Argentina. Bolivar 263 La Manzana de las Luces: Iglesia de San Ignacio, en Bolivar y Alsina, la iglesia mas antigua conservada en Buenos Aires Iglesia de San Ignacio: Ubicada en la Manzana de las Luces, esta iglesia Jesuita se inauguró en 1722, en esta manzana están las construcciones mas antiguas conservadas La Avenida 9 de Julio: Vista del Obelisco de Buenos Aires, desde el cruce de 9 de Julio y Av. de Mayo Basílica del Rosario, Convento de Santo Domingo: Iglesia que data de la década 1750. Esta iglesia fué parte en las luchas contra las invasiones inglesas de 1807 La Casa de las Provincias y Territorios: Hoy funciona como teatro y centro cultural. Av.Paseo Colón 413 Edificio del Ministerio de Obras Públicas de la Nación: Ubicado en 9 de Julio 1925, innaugurado en 1936. Declarado Monumento Histórico Monserrat: La recova de Paseo Colón en su finalización sobre la calle Hipólito Yrigoyen, lateral a la Casa de Gobierno Calle Perú: El edificio Ex-Ferretería Hirsch, construccion de 1894 del Arquitecto Lorenzo Siegerist Esquina de Bernardo de Irigoyen y Av. de Mayo: Vista desde la Avenida 9 de Julio
Re: ... de Historias y Tradiciones 14 de junio San Juan Francisco Regis predicador misionero Año 1640 El Papa Pío XII llegó a exclamar: "Un predicador que merece muy bien ser llamado Patrono de las misiones populares es San Francisco Regis". Francisco nace en 1597 de familia acaudalada en Narbona, Francia y a los 19 años empieza a no sentirse a gusto en la vida mundana. Siente aversión por los placeres mundanales. Y súbitamente cae en la cuenta de que la santidad no será conseguida por él si sigue viviendo entre las gentes mundanas. Cerca de su ciudad había una abadía de monjes que lo estimaban, pero a él le atraía más la Compañía de Jesús, porque los Jesuitas se dedicaban más al apostolado entre el pueblo. Pidió ser admitido entre los jesuitas y en su noviciado demostraba tal fervor que uno de sus compañeros llegó a declarar: "Juan Francisco se humilla él mismo hasta el extremo, pero demuestra por los demás un aprecio admirable". Siendo estudiante, el compañero de habitación lo acusó ante el superior diciéndole que Regis en vez de dormir lo suficiente pasaba muchas horas rezando en la capilla. El Padre Rector le respondió: "No le impidas sus devociones. No te opongas a sus comunicaciones con Dios. a mi me parece que este joven es un santo y que un día nuestra Comunidad celebrará una fiesta en su honor". Y esta respuesta resultó profética. A los 33 años fue ordenado de sacerdote y al año siguiente lo destinaron a un trabajo que estaba muy de acuerdo con sus aspiraciones y con su fuerte constitución física: dedicarse a predicar misiones entre el pueblo. Y se dedicó a este trabajo con tal energía que sus compañeros exclamaban: "Juan Francisco hace el oficio de 5 misioneros". En 43 años de vida, 24 como religioso, diez como sacerdote y 9 como misionero popular, logró inmensos éxitos y tuvo el mismo calificativo en todos los sitios donde estuvo predicando: "el santo". A diferencia del estilo muy elegante y rebuscado que se usaba entonces para predicar, el padre Juan Francisco se dedicó a predicar de manera extremadamente sencilla, con estilo directo, a veces hasta rayando en demasiado ordinariote, pero que iba directamente al alma y con una elocuencia y un fervor, que los pecadores no eran capaces de no conmoverse al escucharle. Sus sermones atraían a las multitudes formadas por católicos y herejes, gente buena y gente corrompida, pobres y ricos, sabios e ignorantes. Le encantaba predicar a los pobres, pero decía que con sus sermones había logrado convertir también a muchos ricos. Los oyentes comentaban: "Este padre no dice solamente lo que sabe, sino que parece que lo que está diciendo lo estuviera viendo". Al escucharle se conmovían aun los corazones más indiferentes. Un predicador de fama fue a escucharle, y después decía a sus colegas: "El Padre Juan Francisco predica con extrema sencillez y convierte pecadores por millares y nosotros que predicamos con tanta elegancia, ¿a quién logramos convertir?". Otro testigo afirmaba: "Lo que a mí me admira es que un hombre de tan pobre presencia, con su sotana llena de remiendos, diciendo lo que todos dicen, sin adornos en su lenguaje, siendo a veces tan duro en su hablar, tiene tan grande inspiración divina que uno no es capaz de escucharle y seguir en paz con sus pecados". Algunos doctores se dirigieron al superior de los jesuitas diciéndole que el Padre Regis predicaba muy burdamente. Que un modo de predicar así era un deshonrar la altísima dignidad de predicador. Entonces el superior provincial se fue con su secretario a escuchar un sermón del santo, mezclados entre el pueblo. El superior quedó tan profundamente impresionado por su predicación, que les dijo a los acusadores: "Ojalá quisiera Dios que todos los misioneros predicaran con toda unción como este sacerdote. El dedo de Dios está aquí. Si yo viviera en esta región, no me perdería ni un solo sermón de este padre". Un párroco afirmaba: "En mi parroquia, después de una misión predicada por el Padre Juan Francisco, mis parroquianos cambiaron de tal manera, que a mí me parecía que eran otras personas". El Sr. Obispo lo envió a misionar a una región que durante 40 años había sido invadida por los calvinistas, y en la cual la corrupción de costumbres era espantosa y el anticatolicismo era tan feroz que el mismo Sr. Obispo no podía nunca aparecer por allí. Y el poder de convicción del Padre Regis fue tan arrollador que las conversiones se obraron por montones. Una de las más terribles calvinistas, al oír que el santo sacerdote le preguntaba: "¿Y Ud. cuándo es que se va a convertir?", sintió una fuerza de la gracia de Dios tan avasalladora, que le respondió: "Pues, ¡me quiero convertir ahora mismo!", y en verdad que dejó su mala vida pasada y empezó a vivir como una buena católica. Como con sus predicaciones acababa con muchos vicios, aquellos que vieron afectados con esto sus malos negocios, lo acusaron con calumnias ante el Sr. Obispo y hasta en Roma. El padre sufrió mucho con esto, pero afortunadamente Dios hizo que el secretario del obispo se diera cuenta de las mentiras que le estaban inventando y le defendió ante Monseñor, el cual escribió a Roma, hablando muy bien del gran misionero. Mientras tanto el santo seguía misionando por las regiones más apartadas y de más difícil acceso. Y las multitudes lo seguían. Los campesinos se encontraban y el saludo que se daban era: "Vamos a escuchar al santo". Y en las ciudades, los templos se llenaban hasta más no poder, y los feligreses repetían: - Vayamos a oír al santo. A muchísimas mujeres las sacó de la vida corrompida y las encaminó hacia una vida virtuosa. Los vicios que convirtió fueron incontables. A las tres de la madrugada estaba levantado. Pasaba la mañana confesando y predicando y la tarde consiguiendo ayuda para los pobres. Muchas veces se olvidaba de comer. A dos ciegos les hizo recobrar la vista. Con la imposición de las manos curó a muchos enfermos. Su despensa daba y daba a los pobres y no se agotaba y el milagro más grande que conseguía era convertir a los pecadores de su mala vida. Se fue a predicar una misión a una región terriblemente fría y apartada. Por el camino lo sorprendió una tempestad de nieve que le impidió continuar el viaje y tuvo que pasar la noche en medio de terrible ventarrón y en plena nieve. Y le sobrevino una pulmonía. Sin embargo así de enfermo pronunció tres sermones el primer día de la misión y dos el segundo día. Toda la mañana de este día la pasó confesando. En ayunas celebró la misa a las dos de la tarde, y cuando se dirigió a su confesionario para seguir su labor heroica, cayó desmayado. Lo llevaron a la casa cural y poco antes de morir exclamó: "Veo a Nuestro Señor y a su Santísima Madre que preparan un sitio en el cielo para mí". Y luego exclamó: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", y murió. Era el año 1640. Al visitar el sepulcro de San Juan Francisco Regis, se propuso después el joven San Juan Vianey, ser sacerdote, costara lo que costara. Es que los ejemplos de su vida son admirables.
Re: ... de Historias y Tradiciones Un recorrido por los viejos cafés de Buenos Aires. En torno al café, bebida que en otros tiempos se creyó milagrosa y que continúa despertando pasiones, se han fundado los bares más importantes del mundo y se han creado en ellos grandes obras de la cultura universal. Honoré de Balzac no podría haber escrito gran parte de sus obras sin abundante café del lado de su diestra... Origen y leyendas del café. Para entender un poco sobre esta pasión porteña bien vale adentrarse en la historia del café. Una de las leyendas mas difundidas acerca del origen del café procede de Abisinia (Etiopía). Esta cuenta que en el siglo VI, un pastor etíope, llamado Kaldi observó que noche tras noche, sus cabras no lograban conciliar el sueno, y se la pasaban dando brincos por entre los arbustos. Nadie se explicaba el motivo de tal fenómeno, hasta que finalmente, el pastor vio que su rebaño comía granos rojos de los arbustos que crecían en lo alto de las montañas. El hombre pensó que las cabras estaban poseídas por el demonio, e inmediatamente se dirigió hasta un monasterio cercano para pedir que exorcizaran a los animales. Uno de los monjes decidió acompañar al pastor hasta donde solían pastar las cabras, casi convencido de que el trastorno bien podría deberse a la ingestión de alguna hierba tóxica. El monje recogió los granos dispersos al pie del arbusto; los llevó al monasterio, y los religiosos de la aldea cocieron las semillas y hojas en agua hirviendo, logrando un brebaje fantástico, que vencía el sueño y brindaba la posibilidad de permanecer todas las noches rezando y estudiando El Corán. A esta bebida la llamaron KAWEH, que significa fuerza o vigor. Pasó mucho tiempo hasta que el resto del mundo islámico pudiese descubrir las bondades de este líquido vigoroso; porque los etíopes, celosos del hallazgo, prohibieron la comercialización fuera del país, para que nadie supiera de los placeres ocultos de la bebida. Recién llegó a La Meca a fines del siglo XV y simultáneamente, se abrieron en dicha ciudad los primeros "cafés-tiendas" del mundo. Con el tiempo, estos lugares se difundieron por todo Egipto, Siria y Turquía. En el 865, y gracias a Al Razi, un estudioso y científico se comprobó empíricamente las propiedades estimulantes de estas semillas. Dichos aportes, les sirvieron a los persas pare disputarle la paternidad del brebaje a los etíopes. Y como buenos sabedores del marketing y los negocios contribuyeron a la difusión y comercialización de esta sustancia por todo el mundo de la antigüedad. En 1524, tras varias revueltas políticas se cerraron todas las confiterías de El Cairo, aunque se autorizó el consumo en las casas de familia, donde la costumbre popular adoptó una forma singular de endulzar esta rica sustancia: mediante higos secos. En esa época, los turcos empezaron a exportar los granos y abrieron varias tiendas en Estambul. Y finalmente, de la mano de la dominación turca fue como el café hizo su aparición en Europa. Hasta el siglo XVII se preparó "a la turca"; y en Venecia se inventó el filtro o tamiz, gracias al cual, los bebedores evitaban sentir en la boca la borra del café (el primer local de café de esta ciudad se abrió en 1683). En Roma, los sacerdotes católicos intentaron prohibirlo, porque lo consideraban "bebida de infieles". El beber café, prácticamente se convirtió en causa de excomunión para los creyentes que se atrevieran a cometer semejante sacrilegio. Varios teólogos de la época le pidieron al Papa Clemente VIII (1535 - 1605) que prohibiera "el fruto de Satanás", pero para sorpresa de ellos el café era la bebida preferida del Sumo Pontífice, quién además de permitirla, la bendijo. Esta bebida desembarcó en Francia, a través del puerto de Marsella. El promotor del café fue Solimán Aga, el embajador del sultán Mehmet IV en la corte de Luis XV. Se dice que en Versalles, el "Rey Sol" (Luis XIV) preparaba la bebida con sus propias manos en una cafetera de oro. Luego fueron los armenios quienes abrieron las primeras "casas de café", que se hicieron muy populares en Paris. La primera cafetería se abrió en 1554 en Constantinopla -actual Estambul-, allí sólo se servía café. Estos lugares se denominaban "casas de la sabiduría". En 1630 se abrió un café en Oxford, el primero de Inglaterra, y dos años mas tarde, otro en Londres. Mientras que en 1730, los portugueses desembarcaron en Brasil con las prodigiosas plantitas de café bajo el brazo. Y en España, se generalizaron a fines del siglo XVIII, especialmente en Barcelona y Madrid. Las leyendas, los orígenes y las procedencias son extensas y variadas, sin embargo, en cada región del planeta aún hoy se sigue disfrutando del café; una sustancia que invita a la reflexión, la creación artística, al amor y a la inspiración. Los cafés de Buenos Aires. En todos los rincones del mundo, el café ha inspirado revoluciones, polémicas, amistades, enamoramientos y separaciones... Dicen que alguna vez, Buenos Aires tuvo un café en cada esquina, y que en los barrios, la noche peregrinaba de un local a otro. Era una ciudad con tiempo para arreglar el mundo desde una mesa de café, con el bolsillo suelto y las esperanzas apretadas. En las mesas, un pocillo de café se alargaba interminablemente, tanto como la nostalgia impregnada por el humo de un cigarrillo... Los cafés son la veta tanguera de Buenos Aires y su cultura nacional; el mito viviente de las costumbres populares. Tertulias infinitas, poetas trasnochados, amores y desamores, negocios y negociados, discusiones políticas y lecturas insospechadas. Algunos cafés y confiterías rescatan la belleza de la decoración de la belle époque y muestran sus delicados vitraux y sus refinadas ornamentaciones. Estos bares fueron y siguen siendo también el lugar mas barato pare instalar la redacción de una revista. Y son los sitios ideales para recrear un micro salón de conferencias donde siempre se tendrá asegurado un orador ad honorem, o un grupo de oyentes atentos a algún tipo de disquisición. Los primeros en nuestra ciudad. Al principio en Buenos Aires, sólo se ofrecían café y chocolate con bollos o churros, pero pronto desembarcaron los billares, las copas, los naipes, el dominó y los dados. El primer café de Buenos Aires se abrió en 1799, en la actual esquina de Pte. Perón y San Martín; se llamó Café de los Catalanes (1799 - 1873). Y fue uno de los escenarios elegidos pare las primeras manifestaciones antivirreynales; fue contemporáneo de la Revolución de Mayo; mientras que los súbditos del rey Fernando VII se reunían para conversar en el viejo Café de Marco (1801 - 1871). Parece que existía una pica bastante virulenta entre los parroquianos de Los Catalanes y los del Café de Marco, lugar vecino al solar que actualmente ocupa el Congreso Nacional (los Catalanes servía como tribuna política y competía con el de Marco, donde concurrían los morenistas, "muchachones perdidos y sin obligaciones" -según dijera Deán Funes, puntero del saavedrismo-, tales como Francisco Seguí, Lucio Mansilla o Julián Álvarez). Desde fines del siglo pasado y hasta principios de la década del ´20, los cafés fueron escenarios exclusivos de conferencias literarias. Hacia los años ´20, las letras le cedieron lugar al compás del 2 x 4, y el tango trasladó la música y las letras de los conventillos y arrabales a los adoquines de la Avenida Corrientes. Llegados los años ´30, y al calor de los primeros golpes militares que azotaron la República empezó a entreverarse la política. El reducto de las acaloradas charlas ideológicas fue La Helvética, por donde pasaron los periodistas Bartolomé Mitre y Roberto Payró. También el teatro fundó su escenario social en los cafés de Buenos Aires, y entremezcló la bohemia del drama, la comedia y la tragedia con el tango y la milonga, entre los años ´20 y hasta los ´50. Ya hacia los ´60, los cafés se convirtieron en pantalla de los protagonistas del cine nacional, artistas y escritores. Y por aquella época, en una de las mesas de La Paz, un prestigioso círculo de periodistas fundó la agencia de noticias internacionales Prensa Latina. Aún hoy, pese a que la fórmica y el plástico continúan causando estragos, todavía subsisten algunos sitios, que se resisten a la hipermodernidad y conservan el mármol, la madera y el estaño. En los últimos años, han sido remodelados más de 700 cafés porteños. Y la gran mayoría ha perdido el espíritu que los hizo famosos en todo el mundo. Haciendo una breve recorrida por los barrios de Buenos Aires, todavía se pueden apreciar huellas de un pasado que se niega a perecer. De aspecto austero, con pocos objetos, en los barcitos yacen aún vitrinas de estaño y campanas de vidrio que protegen los pebetes y sandwiches de miga, o las medialunas y los biscuit. En algunos cafés, todavía quedan espejos astillados por el tiempo y las angustias; viejos edictos policiales, ya fuera de circulación; fotos de Carlitos Gardel o algún afiche de la época dorada del cine argentino, como el de la película "Besos Brujos". En el barrio de Villa Crespo, por ejemplo, está el café San Bernardo (Avda. Corrientes, entre Acevedo y Gurruchaga). En él todavía se exponen los premios ganados en los campeonatos de billar, que se organizaban periódicamente; y aún se pueden en tomar sin cargo los mazos de cartas y las cajas de dominó. Cuentan sus habitués de la vieja guardia, que allí tocó por primera vez, en forma profesional la orquesta de Osvaldo Pugliese; y que en ese lugar escribió algunos de sus textos en lunfardo Esteban Celedonio Flores. También en el ABC, que estuviera ubicado en Avda. Córdoba y Scalabrini Ortiz, había un escenario con vitrolera, y también allí ejecutó su música Pugliese. Tocó además "La Paquita", primera bandoneonísta argentina, en 1924. Hasta no hace mucho se podían ver los envases de vino, grapa y licor, ya pasados de moda, que por supuesto, no estaban a la venta. Clásicos que hacen historia. Tanto Los 36 Billares (Avda. de Mayo al 1200) como La Academia (Callao 336) poseen el sector de la entrada remodelada, pero a medida que uno se va introduciendo en el recinto, comienza a transitar historias pasadas que se funden como manchas de tigre en el presente. Allí se abre un mundo antagónico a la cultura del merchandising; es el mundo de los billares, las cartas, los dados, el pool, el dominó y el ajedrez. En el lugar que actualmente ocupa La Academia, funcionó la caballeriza de una funeraria que -por los años ´40- se convirtió en café. Por allí pasaron Atilio Stampone, Alberto Castillo, el Mono Gatica y Pugliese, entre otros. Históricamente, el billar fue un juego que estuvo muy asociado al café. Los 36 Billares posee su salón de juego situado en el subsuelo, y tiene actualmente 14 mesas de billar; una de casino y una de snooker. Hacia los años ´60, debido a la situación económica se hizo difícil mantener tantos bares con mesas de billar. Por este motivo, hoy apenas se conservan unos pocos. Así, el juego fue saliendo de los cafés, para instalarse definitivamente en los clubes, que aportan un ambiente distinto y mucho mas amplio. Recordamos también el Dante, de Almirante Brown, entre Suárez y Olavarría. Este café trabajaba con gente del mar, procedente de distintas partes del mundo. Concurrían marineros, miembros del Sindicato de Marítimos y del frigorífico El Anglo. Por la noche, lo visitaban payadores, magos y músicos ambulantes, que con bandoneones y guitarras montaban un verdadero show y concluían su número pasando la gorra. La Perla, situado en Del Valle Ibarbucea y Pedro de Mendoza en la Boca, era frecuentado por el pintor Quinquela Martín y pintores bohemios, que retrataban los distintos perfiles de Caminito. Este barrio sureño no siempre fue el hábitat de la clase trabajadora, llena de remembranzas y amante de la comunicación humana. La Boca fue también el marco en el cual se reunían seres de mal vivir, es decir, de vida displicente. Don Manuel de Bilbao, en su libro "Buenos Aires desde su fundación", nos dice: "La Boca con sus cafetines en la Ribera, en la calle Pedro de Mendoza, con su ultra cosmopolitismo, en que se oyen todos los idiomas y dialectos imaginables; con su ferrocarril, que llegaba hasta la esquina de Pedro de Mendoza y Brown, llenos de curvas y desvíos; y con su Ribera llena de instalaciones mecánicas y corralones. La calle Arena era la que costeaba casi todo el Riachuelo, lugar temido por los lecheros, debido los frecuentes asaltos". (Pág. 579, Imprenta Juan A. Alsina, Buenos Aires, 1902). Este comentario, sumado a otros aportes documentales periodísticos de la época, nos permiten saber que los cafetines del barrio de La Boca ocasionaban todo tipo de inconvenientes a los vecinos. El diario La Prensa, del 26 de febrero de 1887 informaba que "en el almacén de Herrera y California, por diferencias en el juego, dos individuos llamados Luis Bianchi y Domingo Salerno salieron a la calle donde el desafío fue aprovechado por el segundo para apuñalar en el costado izquierdo a Bianchi. El agresor fue detenido y la víctima, curada en su domicilio". Lejos de recrear la leyenda negra de este lugar, comentamos estos hechos, como reflejo y testimonio de una época, en la que los paisanos de este barrio y los primeros inmigrantes llevaban el escozor sentimental, ardiente y pasional a flor de piel. En el Café de los Negros, ubicado en Suárez y Brandsen se reunían la mayoría de los parroquianos, cuyo color de piel coincidía con el de la denominación del bar. Muchos de ellos eran de origen portugués. Unidos a la colectividad, los domingos salían a bailar y candombear, mientras evocaban en sus letras, el viejo y lejano terruño. Una imagen de antaño: el café Los Inmortales... En el Café Royal, durante la época en que los hermanos Newbery realizaban los primeros vuelos en Buenos Aires, Francisco Canaro firmaba su primer contrato (190, en una de las mesas de este lugar. Por aquel tiempo, el local era conocido como "Café del Griego", debido a la nacionalidad de su propietario, don Nicolás Bardaka. El Café Bar La Popular estuvo en la esquina de Suárez y Necochea. Su propietaria era una mujer muy atractiva, tanto por su belleza como por su calidad humana. Esta esquina fue denominada por algunos como "La esquina del pecado", por la frecuencia de marineros y mujeres de vida fácil, que merodeaban los cafetines en busca de diversión o para ahogar sus penas. Cuentan que las mujeres regenteadas por La Popular fueron las preferidas de los marineros; y que su dueña guardaba en su pecho, angustias de un querer; el amor no correspondido de Eduardo Arolas, que con la magia de su bandoneón y del tango orillero arrebataba corazones y suspiros por doquier. En la esquina de Pedro Varela y Sanabria, en el barrio de Devoto se yergue el Café de García, que todavía ostenta una vieja caja registradora y las mesas de billar junto a todo tipo de antigüedades, como por ejemplo los viejos botellones, donde todavía se vierte el vino; o la porcelana inglesa del baño de la primera casa de veraneo que tuvo Antonio Devoto, en 1095. Y hasta no hace mucho tiempo, el Bar Oviedo, de Mataderos (Avda. de Los Corrales y Lisandro de la Torre) conservaba en su frente, los palenques, donde se ataba a los caballos. El café Británico, frente al Parque Lezama... Sobre héroes y tumbas. El café Británico, ubicado frente al Parque Lezama, en Brasil y Defensa permanece intacto. Fue creado en 1928, y desde entonces, nunca cerró. Este lugar debe su nombre a los muchos ex-combatientes ingleses de la Primera Guerra Mundial, que lo tenían como punto de reunión. Desde hace 36 años lo regentean José y Manolo, dos españoles que alzaron las banderas de la patria de una forma muy singular: durante la Guerra de Malvinas le quitaron a la denominación del café la sílaba ''Bri''' y pasó a llamarse temporariamente "Tanico" a secas. Se dice que el escritor Ernesto Sábato escribió la novela "Sobre héroes y tumbas" en una de sus mesas.
Re: ... de Historias y Tradiciones Un recorrido por las confiterías Muchas de las confiterías clásicas de Buenos Aires lucharon tenazmente por su perpetuación, resistiéndose al paso del tiempo, a la modernidad y a los ajustes económicos. Sin embargo, muy pocas subsistieron, acaso como símbolo de otra época para los nostálgicos, y también para las nuevas generaciones, que todavía pueden intuir en ellas el legado de un pasado dorado. El Querandí se fundó en 1920, aunque su construcción se inició en 1860, en el predio de Moreno y Perú. Por aquel entonces, nada tenía de confitería; era más bien un residencial familiar, con numerosas habitaciones de techos altos, en torno de varios patios. En el ´20 se transformó en bar y fue el lugar de encuentro obligado de los estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires. El estilo de su fachada era Art Decó y poseía una barra de madera oscura y columnas salomónicas. También se reunían allí los estudiantes de las facultades de Arquitectura, Ingeniería y Ciencias Exactas, ya que en aquel entonces funcionaban todas las instituciones que componían lo que hoy conocemos como "La Manzana de las Luces", ubicada precisamente enfrente del local. En 1980 se produjo el cierre del establecimiento, debido a un proyecto, mediante el cual se planeaba efectuar el ensanche de la calle Perú. Luego de haber permanecido cerrado durante 12 años, El Querandí fue declarado Monumento Histórico Nacional. Tras ser restaurado bajo la supervisión y consejo del Museo de la Ciudad y la Municipalidad porteña, reabrió sus puertas el 7 de agosto de 1992. Aún conserva sus viejos pisos y las estructuras principales de antaño. Y actualmente se realizan en él, shows de tango. Fachada de la tradicional confitería "La Ideal" Vista del sutuoso interior de la confitería "La Ideal La confitería La Ideal se inauguró en 1912. En aquellos años funcionaba como salón de té, y se hizo famosa por su orquesta de señoritas. Entre las 4 y las 6 de la tarde se colmaba de muchachas que trabajaban en las oficinas de los alrededores; llegaban a tomar el té, después del horario de trabajo. Los sábados se realizaban despedidas de solteras, no así de "solteros", ya que no era conveniente mezclar los sexos entre la clientela. Ubicado en Suipacha y la Avda. Corrientes, este lugar conserva la arquitectura y el estilo señoriales de principios de siglo en su decoración. Con el paso del tiempo debió aggiornarse a las necesidades y gustos de su público, con lo cual fue variando el tipo de espectáculos que ofrecía. Y entre 1979 y 1981 se convirtió en café concert. El grupo musical "Los 5 latinos" cantó allí junto a Estela Rabal; y Carlos Figari ejecutó distintas piezas con su orquesta junto al cantante Enrique Dumas. Las Violetas fue la confitería vecina de la estación ferroviaria y el tranvía de caballos, que recorría Rivadavia. Ubicada en Avda. Rivadavia y Medrano, fue creada el 21 de septiembre de 1884. En aquella época el barrio de Almagro tenía más tiempo y más eventos, tales como la inauguración de numerosos locales de extramuros, a los cuales concurría un ministro de la Nación, el doctor Carlos Pellegrini, quien luego fue presidente. Fue precisamente en la década del ´20 cuando se levantó majestuoso el edificio actual, con enormes columnas, mampostería y vitraux palaciegos, haciendo referencia a la belle époque. Entre los clásicos de esta confitería estaban el café vienés en vaso cívico o imperial, el candeal con yema, los bizcochitos con chocolate y los huevos quimbo. Cuenta la leyenda que las chicas que concurrían a ese lugar, nunca se casaban. Decían eso porque muchas de ellas eran maestras y se la pasaban toda la vida abocadas exclusivamente a la docencia. Sin embargo, muchas de ellas se casaron y fueron muy felices... El magnífico interior de la Confitería Las Violetas, lamentablemente hoy, cerrada por la crisis... El Tortoni es, no solo un lugar de encuentro, sino también de producción y difusión artística; símbolo de la Avenida de Mayo; sitio de interés cultural; escala obligada pare los turistas y el rincón por excelencia de la memoria urbana. Este café se inauguró cuando la provincia de Buenos Aires se había separado del resto de la Confederación. Un inmigrante francés de apellido Tuan abrió sus puertas a fines de 1858. El nombre del local lo tomó prestado de un Establecimiento del Boulevard des Italiens, en el que se reunía la élite intelectual parisina del siglo XIX. El primer local del café Tortoni estaba en la esquina de Rivadavia y Esmeralda. Poco después se mudó al local de Rivadavia 826. En 1880 se construyó un nuevo edificio en la manzana de enfrente. La decisión del intendente Torcuato de Alvear de abrir la primera avenida de la ciudad apuró el nuevo cambio del Tortoni; era necesario construir una nueva entrada sobre lo que sería la Avenida de Mayo. Y en 1893, el café abrió sus puertas en Avda. de Mayo 829. El nuevo dueño, un francés de apellido Curuchet fue el anfitrión del local hasta 1927, y el encargado de fomentar la concurrencia del público bohemio. Para diseñar la nueva fachada, se convocó al arquitecto Alejandro Christophersen. Bajo la dirección de Curuchet, artistas e intelectuales ganaron un lugar de privilegio en el café, pues conferían lustre y fama. Allí se generó un centro de producción. y difusión cultural, gracias al cual el 25 de mayo de 1926 se fundó la "Peña del Tortoni", que le dio brillo y mística al lugar, y lo hizo punto de reunión de grandes personalidades. En el leyó su primer cuento Roberto Arlt; allí tocó sus tangos Juan de Dios Filiberto y allí expuso sus pinturas don Benito Quinquela Martín. Participaron también Antonio Cunil Cabanellas; Raúl Scalabrini Ortiz; Conrado Nalé Roxlo; Leopoldo Marechal; Emilio Pettoruti; Raúl González Tunón; Alfonsina Storni; Baldomero Fernandez Moreno; Lola Membribes; el presidente de la Nación , Marcelo T. de Alvear. Todavía se recuerda la ensalada de flores que solía pedir Xul Solar o la Indian Tonic Cunnington que bebía Borges; sin olvidar tampoco a Edmundo Rivero o Carlos Gardel. El Tortoni también recibió la visita de ilustres españoles como Ortega y Gasset; Ramón del Valle Inclán y Federico García Lorca, junto a Miguel de Unamuno. Frente al campo literario polarizado de Florida y Boedo, la peña del Tortoni nació como un lugar neutral donde convergieron artistas, hombres de teatro y escritores de las mas variadas tendencias, tal como se explica en el libro "Buenos Aires, los cafés literarios"". Las reuniones de la peña duraron hasta 1943; así y todo, las actividades culturales continuaron y hoy en día se organizan espectáculos de tango y jazz, y se recitan poesías y fragmentos literarios que incluyen charlas y debates. La caja registradora todavía ocupa su lugar, aunque solo sea un elemento decorativo. Entre los clásicos del Tortoni están la leche merengada (la copa tradicional es un helado con crema, claras de huevo batidas a nieve y canela); la cerveza y la sidra "tiradas" y el chocolate con churros, en invierno. El Tortoni Después de acoger durante 137 años a los porteños, la Confitería del Molino cerró sus puertas el 23 de febrero de 1997. Azotado por los vientos de una severa transformación económica, el Molino dejo de girar, pese a que los que amamos nuestro pasado guardamos la esperanza de que algún día vuelva a abrirse. Esta confitería fue incluida en una lista considerada por la UNESCO para ser declarada patrimonio art nouveau internacional. La historia del Molino comienza en 1850, cuando dos reposteros italianos, Constantino Rossi y Cayetano Brenna compraron la entonces Confitería del Centro, en la esquina de Federación y Garantías (hoy, Rodríguez Peña y Rivadavia). Luego la rebautizaron Antigua Confitería del Molino, porque en un ángulo de la plaza Congreso trituraba granos el primer molino harinero de Buenos Aires. El lugar fue adoptado por la alta burguesía; señoras "bienudas" y elegantes caballeros vestidos de etiqueta se volcaron al amplio salón y conocieron las exquisiteces del establecimiento. Especialmente, el merengue, el marrón glacé, el panettone de castañas y el imperial ruso, curiosamente conocido en Europa como "postre argentino'', ya que fue creado por Cayetano Brenna en 1917, para solidarizarse con la dinastía zarista, cuando los bolcheviques asaltaron el Palacio de Invierno. En 1904, Callao era una calle de tierra llena de árboles, pero Brenna, como buen italiano ahorrativo, adquirió la esquina que formaba con Rivadavia. Siete años mas tarde compró la casa de Callao 32 y en 1913 la de Rivadavia 1915. Mientras en Europa azotaba, el fantasma de la Primera Guerra Mundial, don Cayetano Brenna decide construir en esos lotes uno de los edificios mas altos de la ciudad. Mandó traer para ello todos los materiales de Italia: puertas, ventanas, mármoles, manijones de bronce, cerámicas, cristalería y más de 150 metros cuadrados de vitraux. En 1917 se efectuó la gran inauguración. Los legisladores abrían allí sus cuentas corrientes y Brenna los atendía con levita. El Molino se había convertido en un verdadero foro para el debate, la conversación y las citas amorosas. Entre los dulces, las infusiones interminables y la buena comida, la historia del arte y la política ocupó un lugar definitivo dentro de este recinto. Por las mesas del Molino pasaron Alfredo Palacios, que casi siempre pedía coñac, café y medialunas; Carlos Gardel, que le encargó especialmente a Brenna un postre para regalarle a su amigo Irineo Leguisamo (así fue como se inventó ''el Leguisamo", una exquisita combinación de bizcochuelo, hojaldre, merengue, marrón glacé y crema imperial con almendras). Lisandro de la Torre y Leopoldo Lugones bebieron copetines en este lugar. El tenor Tito Schipa saboreó el champaña y la soprano Lili Pons comió pequeños sandwiches de miga; mientras Niní Marshall, Libertad Lamarque y Eva Perón tomaban el té con masitas secas, aunque ninguna compartía su mesa con la otra. "Las chicas de Flores tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino", escribió Oliverio Girondo, quien fuera otro de sus asiduos concurrentes. En el Molino, Roberto Arlt daba cuerpo a sus Aguafuertes Porteñas, y en una de ellas, el mordaz narrador se burló del francotirador que se había amotinado en la confitería, durante la revolución de 1930. La muerte de Brenna en 1938 marcó el fin de la belle époque; y una nueva etapa se abrió para El Molino, ahora regenteado por Renato Varesse hasta 1950 y el pastelero Antonio Armentano, hasta 1978. Este último vendió el fondo de comercio y la marca a un grupo de personas que un año después presentaron quiebra. En ese momento, los nietos de Cayetano Brenna salieron al rescate del patrimonio histórico y lograron volverlo a la vida. Con la vorágine cotidiana y las nuevas costumbres, se fueron introduciendo en la confitería muchos cambios. Se incorporó un salón bar y un mostrador para comidas rápidas, aunque siempre mantuvo su tradicional estilo. La Confitería del Molino, con su magnífica torre aguja, sobre la ochava, sus vitraux y sus ornamentaciones, fue perdiendo luz y color. Fue muriendo lentamente, mientras poco a poco albergaba a menos parroquianos en sus mesas. Su brillo había quedado arrumbado en algún arcón del pasado.Este, es uno de los rasgos de la personalidad de gran parte de los argentinos; tiramos abajo lo que más queremos, y después lloramos sobre el cadáver... Fachada de la confitería El Molina, en la esquina de las avenidas Rivadavia y Callao, frente al mismo Congreso de la Nación. Los "maestros pasteleros" de la confitería El Molino, preparando las exquisitas tortas...
Re: ... de Historias y Tradiciones Núñez es un barrio de la ciudad de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital de la Argentina. Es uno de los barrios que se encuentran más al norte de la ciudad al borde del Río de la Plata. Limita con los barrios de Belgrano al sureste, Saavedra y Coghlan al oeste, y la localidad de Vicente López en el partido homónimo de la Provincia de Buenos Aires, al norte. Fue fundado por don Florencio Emeterio Núñez conjuntamente con el barrio de Saavedra. El sábado 27 de abril de 1873, con el inicio de las vías del tren, unas 2000 personas decidieron radicarse en esa zona. Después de eso, las tierras fueron fragmentadas y parceladas y comenzaron a construirse las primeras edificaciones. Núñez donó tierra para la estación del tren, por esa razón la estación y el barrio tomaron su nombre. La zona tiene abundantes edificios de gran tamaño con departamentos y una alta actividad comercial, especialmente en la Avenida Cabildo y la Avenida del Libertador. Existen dos plazas principales: Plaza Balcarce y Plaza Félix Lima. Entre la Avenida del Libertador y la orilla del río, hay grandes áreas al aire libre, donde existen clubes deportivos. Muchos creen que el famoso Estadio Monumental, donde se jugó el Mundial de Fútbol de 1978, y donde juega como local el Club Atlético River Plate, y también lo hace habitualmente la selección argentina de fútbol está en Núñez, pero en realidad está en el barrio de Belgrano, cerca del límite con Núñez. Cuenta tambien con la presencia del Club Atletico Defensores de Belgrano, con ubicacion en el Bajo Nuñez en la esquina de las calles Blandengues (hoy Avenida del Libertador y Vilela (hoy Comodoro Rivadavia). Además Núñez tiene muchos otros espacios verdes menores, que se encuentran dispersados por todo el barrio. Actualmente esta zona está pasando por un proceso de superpoblación habitacional dado que representa un atractivo inmobiliario importante. Es una zona, que se caracteriza por un estilo unificado de casonas antiguas, muchas de las cuales se han fraccionado para dar lugar a viviendas tipo PH compartidos muy populares en la actualidad. Historia Núñez es un barrio de la ciudad de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital de la Argentina. Es uno de los barrios que se encuentran más al norte de la ciudad al borde del Río de la Plata. Limita con los barrios de Belgrano al sureste, Saavedra y Coghlan al oeste, y la localidad de Vicente López en el partido homónimo de la Provincia de Buenos Aires, al norte. Fue fundado por don Florencio Emeterio Núñez conjuntamente con el barrio de Saavedra. El sábado 27 de abril de 1873, con el inicio de las vías del tren, unas 2000 personas decidieron radicarse en esa zona. Después de eso, las tierras fueron fragmentadas y parceladas y comenzaron a construirse las primeras edificaciones. Núñez donó tierra para la estación del tren, por esa razón la estación y el barrio tomaron su nombre. La zona tiene abundantes edificios de gran tamaño con departamentos y una alta actividad comercial, especialmente en la Avenida Cabildo y la Avenida del Libertador. Existen dos plazas principales: Plaza Balcarce y Plaza Félix Lima. Entre la Avenida del Libertador y la orilla del río, hay grandes áreas al aire libre, donde existen clubes deportivos. Muchos creen que el famoso Estadio Monumental, donde se jugó el Mundial de Fútbol de 1978, y donde juega como local el Club Atlético River Plate, y también lo hace habitualmente la selección argentina de fútbol está en Núñez, pero en realidad está en el barrio de Belgrano, cerca del límite con Núñez. Cuenta tambien con la presencia del Club Atletico Defensores de Belgrano, con ubicacion en el Bajo Nuñez en la esquina de las calles Blandengues (hoy Avenida del Libertador y Vilela (hoy Comodoro Rivadavia). Además Núñez tiene muchos otros espacios verdes menores, que se encuentran dispersados por todo el barrio. Actualmente esta zona está pasando por un proceso de superpoblación habitacional dado que representa un atractivo inmobiliario importante. Es una zona, que se caracteriza por un estilo unificado de casonas antiguas, muchas de las cuales se han fraccionado para dar lugar a viviendas tipo PH compartidos muy populares en la actualidad. Calles, barrios, esquinas famosas y puntos de encuentro - Av. Cabildo: según la ordenanza del 27/11/1893. 1) Camino Real o Camino del Alto o Camino del Norte. Estas denominaciones fueron usadas en forma simultánea. 2) Camino de las Blanqueadas o Camino Superior. Se las menciona así en el Decreto del 6/12/1855 que aprueba el Proyecto de traza del pueblo de Belgrano. 3) 25 de Mayo. Proyecto de Traza, 6/12/1855. Esta denominación abarcaba el tramo comprendido entre La Pampa y Congreso. Santa Fe. Plano A. Saint Yves, 1887. Esta denominación abarcaba los tramos comprendidos entre Dorrego y La Pampa, y Congreso y General Paz. - Av. General Paz: cordón perimetral de la Cdad. de Bs. As., tiene en algunos sectores varios carriles y posee caminos diferentes para tomarla y para abandonarla. Tiene puentes, túneles y un sin fin de calles paralelas que no pocas veces obligan al conductor más avezado a tomarlas y retomarlas una y otra vez, porque es fácil perderse o equivocarse al abordarlas. El famoso Puente Saavedra, que está sobre las vías del ferrocarril Mitre y la Av. Cabildo, tiene dos túneles. Uno es el de la calle La Cachila y el otro el de la calle Grecia. - Av. del Libertador: se destaca por la cantidad y calidad de las múltiples especies arbóreas que se aprecian a su paso. Poder gozar de la sombra de los tilos, pinos, cipreses, tuyas, robles palmeras y otros es una de las más sobresalientes y bellas características de esta zona. - Estación Rivadavia: fue construida por ingleses y es una de las pocas construcciones antiguas del barrio. También tiene callejuelas muy pequeñas, que le dan su encanto, como el Pasaje Ushuaia, sin salida, que nace en Tres de Febrero al 2800; el paseo peatonal de la calle Moldes al 3200 y el pasillo que conforma la calle Juana Azurduy, que va hasta la estación del tren. Sus plazas son la ubicada en Arcos y Ramallo llamada Félix Lima, con cancha de bochas, y la que se encuentra entre las calles Jaramillo y Cabildo, llamada Balcarce.
Re: ... de Historias y Tradiciones 15 de junio Santa María Micaela del Santísimo Sacramento Fundadora Año 1865 Micaela significa: Dios es mi fuerza. Esta mujer heroica que nació en Madrid España en 1809, tuvo que pasar por situaciones verdaderamente amargas, antes de llegar a la santidad. Era todavía muy joven cuando murió su madre. Su padre murió también inesperadamente. Su hermano Luis pereció en un accidente al caerse de un caballo, y su hermanita Engracia fue llevada imprudentemente por una niñera a ver la escena del ahorcamiento de un criminal y la jovencita al ver esta escena se enloqueció. Le quedaba una hermana, Manuela, pero esta tuvo que salir al destierro porque los enemigos políticos de su esposo se apoderaron del gobierno. Recibió una educación muy seria. Empieza un noviazgo, y después de tres años de amistad muy armoniosa, y muy santa con su novio, este de un momento a otro se aleja, porque sus familiares se lo han ordenado así. Entonces las lenguas maledicientes se dedican a hablar mal de Micaela. Ella en su autobiografía añade: "En vez de hablar de esto con mis amistades, lo que hacíamos era llevar cuenta de los rezos que hacíamos, y ver quién había rezado más". Su hermano fue nombrado embajador en París, y después en Bruselas (Micaela era de familia de alta clase social española). Ella tuvo que acompañarlo y entonces empezó una vida muy especial: madrugar muchísimo para alcanzar a hacer sus prácticas de piedad, ir a la Santa Misa, comulgar y aprovechar la mañana para hacer sus obras de caridad. De mediodía en adelante asistir a banquetes diplomáticos, bailes, funciones de teatro, salir de paseo a caballo, rodeada de gente de la aristocracia y mostrarse siempre alegre y sonriente a pesar de los dolores continuos de estómago a causa de una especie de cáncer que parecía devorarle el vientre. Ante tantísimos peligros para su virtud, lo que conservaba en gracia de Dios a la joven y elegante Micaela era su comunión diaria, las mortificaciones que hacía y el haber encontrado un santo director espiritual, el Padre Carasa. Una de sus mortificaciones consistía en que cuando iba a funciones de teatro (donde la gente se presenta muy deshonestamente vestida) ella se colocaba unos anteojos que por más que esforzara la vista no le dejaban ver lo que pasaba en el escenario. Mientras por las tardes y noches tenía que estar en las labores mundanas de la diplomacia, por las mañanas estaba visitando pobres, enfermos e iglesias muy necesitadas y dejando en todas partes copiosas limosnas (su familia era muy adinerada). Nadie podía imaginar al verla tan elegante en las fiestas sociales, que esa mañana la había pasado visitando casuchas y ayudando a gentes abandonadas. Al volver a España la invitaron en Burdeos a una reunión en la casa del Cónsul. Allí la esperaba el Sr. Arzobispo para pedirle que hiciera de mediadora frente a unas monjitas que engañadas por un jansenista (los jansenistas son herejes que dicen que quien no es santo no puede recibir ningún sacramento) se habían rebelado contra el arzobispo. Micaela, aprovechando su admirable simpatía que le hacía ganarse a las gentes, se fue al convento y obtuvo que las religiosas hicieran unos días de Ejercicios Espirituales, y al final de esos Retiros, las monjitas, presididas por nuestra santa, hicieron la paz con el Sr. Arzobispo. El Padre Carasa le recomendó que al volver a Madrid se entrevistara con una dama muy santa llamada María Ignacia Rico. Así lo hizo y entonces aquella caritativa mujer la llevó al hospital San Juan de Dios, donde estaban las mujeres de mala vida que caían enfermas. La santa afirma que "allí sufren el olfato, la vista, el tacto, los oídos" y que "todos los sentimientos tienen allí ocasión para padecer". Micaela ni siquiera sabía que existía esa clase de mujeres y nunca se había imaginado que los hombres dieran un trato tan injusto y cruel a esas pobres criaturas, después de haberlas corrompido. Aquel espectáculo del hospital fue para Micaela como una revelación del cielo. Y cuando supo no sólo la situación horrorosa de esas pobres muchachas enfermas en el hospital, sino la espantosa vida que les esperaba cuando salieran de allí, pensó que era absolutamente necesario hacer algo concreto para ayudarlas. Y con su amiga María Ignacia consiguieron una casita para llevar allí las muchachas en peligro para preservarlas, y a las que ya habían sido víctimas, para redimirlas y salvarlas. Y sucedió entonces que alrededor de Micaela hubo una verdadera tormenta de incomprensiones y abandonos aun de sus mejores amistades. Ahora se cumplía la antigua frase de San Ignacio: "El mundo no tiene oídos para poder escuchar tan grande estruendo". ¿A quién se le iba a ocurrir que una mujer de la más alta clase social, emparentada con las familias más ricas y famosas de la capital, se fuera a dedicar a cuidar prostitutas o mujeres de mala vida? Todas sus antiguas amistades se negaron a ayudarle, y ya ni la reconocían como amiga. Y luego sucedió lo que ninguno había esperado: Micaela dejó su casa elegante en un barrio rico y se fue a vivir con unas pobres mujeres de mala vida en una casucha miserable, para poder transformarlas en personas honradas y santas. Al Sr. Arzobispo le llevan cuentos y calumnias y entonces él envía a un sacerdote para que saque de la Casa de Micaela el Santísimo Sacramento. Cuando el sacerdote llega, la santa se dedica a orar por él, y éste, después de rezar unos minutos de rodillas, cambia de parecer y se va sin llevarse el Santísimo Sacramento. Le llega un director espiritual demasiado rígido que el prohibe hacer caso a los mensajes interiores que Dios le da. Una voz le dice: "Micaela, se va a incendiar la sacristía", pero ella no puede hacer caso a esto, y tiene que dejar que suceda. Otra voz le dice: "Le echaron veneno a la comida", pero como el director le prohibió hacer caso a esas voces empieza a comer. Sólo que al sentir el sabor tan desagradable de aquel alimento, se dice: "Aunque fuera sin voces, yo no me comería esto por lo asqueroso", y se detiene. Pero alcanza a enfermarse bastante. Afortunadamente, en vez de ese equivocado director le llega un santo de primera clase, a dirigirla, es San Antonio María Claret, y bajo su dirección sí puede progresar grandemente en santidad. Son las diez de la mañana y no hay con qué hacer desayuno para tantas jóvenes. Llega un misionero de Filipinas y la santa le cuenta su terrible situación. El misionero le entrega una moneda de oro que le han regalado. Corren a comprar alimentos, y las muchachas exclaman: - ¡La superiora nos estaba haciendo una broma diciendo que no había comida! ¡Miren qué abundante comida nos tenía por ahí guardada!. Cuenta Micaela en su autobiografía: "N.N. es una muchacha que me ha hecho muchos robos y me ha inventado cuentos horrendos. Pero yo la sigo tratando con gran cariño, como si fuera mi mejor amiga". Más adelante añade: "Las gentes me viven inventando mil cosas malas que nunca he hecho y ni siquiera he pensado… pero bendito sea Dios que de lo malo que sí he hecho no saben nada!". Un día va a una casa de citas a rescatar a una muchacha a la cual tiene allá obligada. La insultan, le lanzan piedras, le dicen todas las vulgaridades que nunca había escuchado, pero ella sigue sonriendo como si estuviera recibiendo honores, sale por entre esa multitud infernal, llevándose a la muchacha y salvándola para siempre. La reina de España que la aprecia mucho la invita al palacio para pedirle unos consejos. Entonces Micaela que en otros tiempos era una de las mujeres más elegantemente vestidas de la capital, se va allá con vestidos viejos y desteñidos. Las damas de la corte se burlan de ella y ni siquiera le contestan el saludo, pero ella sale de aquel palacio muy contenta, porque pudo practicar la virtud de la humildad. Una mujer mala le inventa tremendas calumnias. El obispo llama a nuestra santa y le lanza el regaño más espantoso. El Padre Director Espiritual, P. Carasa, le niega hasta el saludo. Micaela no se defiende. Ella recuerda lo que decía San Francisco de Sales: "Dios sabe qué tanta cantidad de buena fama necesito, y El me concederá la suficiente buena fama para que pueda seguir trabajando por las almas". Después saben que todo lo que habían dicho eran calumnias, y le piden excusas. Ella mientras tanto no había perdido la alegría ni la paz. El 6 de enero de 1859, con siete compañeras funda la Comunidad de Hermanas Adoratrices del Santísimo Sacramento, dedicadas a adorar a Cristo Jesús en la Eucaristía y a trabajar por preservar a las muchachas en peligro, y a redimir a las pobres que ya cayeron en los vicios y en la impureza. Su comunidad se extendió por Barcelona, Valencia y Burgos y ahora tiene 1,750 religiosas en el mundo en 178 casas. Ella escribiendo a sus religiosas les decía: "Difícil encontrar otra fundadora de comunidad que haya sido más acusada, más calumniada y más regañada que yo. Mis acciones las juzgan de la peor manera posible". Pero también podía repetir las palabras de San Pablo: "Poco me interesa lo que las gentes están diciendo de mí. Mi juez es Dios". En sus casas mandaba colocar esta bella frase, un mensaje de Dios a sus religiosas para que no se desanimaran en la pobreza y en las dificultades: "MI PROVIDENCIA Y TU FE, MANTENDRAN LA CASA EN PIE". La Madre Micaela había estado socorriendo a los enfermos en la peste de tifo negro en los años 1834, 1855 y 1856, y había logrado no contagiarse. Pero en el año 1856 al saber que en Valencia había estallado la terrible peste del tifo, se fue allí a socorrer a los apestados. Y se contagió de la mortal enfermedad. Al padre confesor le dijo: "Padre, esta es mi última enfermedad". Y en verdad que fue la última y la más dolorosa. Calambres casi continuos. Dolores agudísimos. El médico declaró: "Nunca había visto a una persona sufrir tanto y con tan grande paciencia y heroísmo". El 24 de agosto de 1856, a las 12, abrió los ojos, los elevó hacia el cielo y murió. La enterraron sin ninguna solemnidad en una fosa ordinaria en el cementerio. Pero Dios la glorificó haciendo milagros por su intercesión y hoy sus religiosas siguen salvando del pecado y de la perdición a miles de jóvenes en todo el mundo.
Re: ... de Historias y Tradiciones clau que lindo, cuanta informacíon y los cafés muchos son testimos de hechos importántes en la historia de nuestro país. Cuantas historias cuentan sus paredes. "El Café Tortoni" convocó a la mayoría de la clase política y cultural del país desde tiempos de la Organización Nacional allá por el 1858. ... me gusta mucho y es el que frecuento cuanto voy a Capital! En los primeros cafes sólo se limitaban a expender café, té, candial, chocolate, horchata, naranjadas y algunas copas. El tradicional café y leche como se le decía se lo servía en grandes tazas y el mozo acostumbraba a servirlo llenando la taza hasta rebalsar en el plato. Las tostadas con manteca siempre venían espolvoreadas con azúcar. Los primeros que se tienn conocimiento son, el café de Marcos, el café Victoria; el café Catalanes de larga trayectoria en Buenos Aires cuyo fundador se cree que fue don José Bares que luego fue transferido al Sr. Migoni y más tarde a el Sr. Perdriel. El catalanes llegó a ser el más importante y se hallaba ubicado cerca del Teatro Argentino.
Re: ... de Historias y Tradiciones Si Maia , yo al Tortoni ,tambien me encanta ir !!y de esos que nombre, el otro que recuerdo es el Molino , mi mamá siempre me lo señalaba...es un Edificio majestuoso, una terrible pena que este cerrado! Ahh ...cómo se servian !! mira que interesante, cómo se van modificando las costumbres a traves del paso del tiempo....el paseo por la historia es apasionante!
Re: ... de Historias y Tradiciones Si muchas costumbres se fueron modificando desde la sociedad colonial hasta nuestros tiempos modernos También la horas del almuerzo, creo que algo puse en historias de cocina una vez, sobre esos cambios de hábitos en la sociedad.
Re: ... de Historias y Tradiciones Si , pusiste de esas costumbres!!!... es muy lindo leer cómo era y comparar!!
Re: ... de Historias y Tradiciones historias y Tradiciones de los barrios porteños Parque Avellaneda es uno de los barrios en que se encuentra dividida la Ciudad de Buenos Aires. Está delimitado por las calles Av. Juan B. Alberdi, Av. Escalada, Av. Castañares, Lacarra, Av Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, Portela, Av. Directorio y Mariano Acosta. Su nombre proviene del parque propiamente dicho que se encuentra entre la Av. Directorio, Lacarra, Gregorio de Laferrere y la Autopista Perito Moreno (AU6), este parque entre otras características posee el antiguo casco de la chacra de la familia Olivera, un antiguo natatorio, un tren histórico y un polideportivo Historia En el siglo XVIII la Hermandad de la Santa Caridad de Nuestro Señor Jesucristo erigió en esas tierras una capilla, hoy Parroquia de San Miguel, consagrando un oratorio a Nuestra Señora de los Remedios. En 1822, la Hermandad dejó de ser religiosa y cedió su lugar a la Sociedad de Beneficencia, la que en remate público vendió la quinta en 1828 a Don Domingo Olivera. La chacra "de los Olivera", cuyo nombre real era "Los Remedios", fue utilizada como centro de experimentación y explotación agrícola- ganadera y distintas generaciones de los Olivera ocuparían el casco del establecimiento que aún hoy conserva sus características esenciales. Leer aquí la anécdota aportada por el vecino de Parque Avellaneda, entre Don Domingo Olivera y Rosas. También funcionó un tambo modelo con un sistema de frío que podía conservar 1.000 litros de leche durante 36 horas. La chacra fue objeto de sucesivos fraccionamientos, hasta que el 7 de marzo de 1912 la Municipalidad adquirió el terreno comprendido por las calles Lacarra, Directorio, Moreto y Gregorio de Laferrere, para formar allí un parque público. El 28 de marzo de 1914 se inauguró oficialmente el mencionado parque con la denominación de "Olivera". El 14 de noviembre de ese mismo año recibió finalmente el nombre actual, Parque Dr. Nicolás Avellaneda que es el nombre que por extensión recibió el barrio a su alrededor. Lea aquí el trabajo realizado por la Profesora Laura De Marco, sobre el General Hilario Lagos para conocer su relación con el Parque Avellaneda. Calles, barrios, esquinas famosas y puntos de encuentro - Av. San Juan Bautista de la Salle: Al entubar en 1961 el arroyo Cildánez, fue trazada en su lugar la avenida que corre en diagonal entre las calles Remedios y Av. Eva Perón (ex. Av. Del Trabajo) . En la intersección de esta Av. y la de Olivera con las calles Hornero y Gregorio de Laferrere, existen once esquinas. Entre las calles Remedios, Mozart, Tandil y Moreto se encuentra la plaza antes denominada Plaza Azcuénaga y actualmente Plaza Domingo Olivera. El vecino de Parque Avellaneda, Guillermo Dolz, nos hace llegar la siguiente información: "El arroyo Cildañez, que fué el origen de la calle San Juan Bautista de la Salle en sus primeros tiempos, fue llamado "Arroyo de la Sangre" por el color de sus aguas, ya que en el arrojaban los deshechos del Matadero". - Barrio Almirante Brown: un emprendimiento importante a nivel vivienda es este barrio que se encuentra en las avenidas y calles Saraza, Mozart, Dellepiane y Escalada. Las terminaciones son en ladrillo visto con sus núcleos principales pintados en color. - Avenida Olivera: información ha sido enviada por el vecino de Parque Avellaneda, Guillermo Dolz Tuvo su origen en una solicitud formulada a la municipalidad en el año 1898 por Victor Nicoletti. Este ciudadano pedía permiso para establecer una línea férrea de tranvías de vapor que uniera la esquina de Rivadavia y Lacarra con los nuevos mataderos, en construcción en el sur de Liniers. El permiso fue concedido pero con la condición de no utilizar las calles ya habilitadas. Fue necesario construir una nueva calle, donde instalar las vías que se internaron entre Rivadavia y el ramal ferroviario Liniers-Riachuelo ( hoy Perito Moreno). Nota: Nótese que Olivera está en diagonal con relación a Lacarra, Escalada, Directorio, etc. Finalmente en 1901, con el nombre popular de "La Maquinita" (era una pequeña máquina a vapor que arrastraba algunas zorras) y fue dedicada sólo a transporte de carga, transportando cueros y reses desde Los Mataderos a Rivadavia. El itinerario era el siguiente: partía de Rivadavia y Olivera, continuaba por esta hasta cruzar las vías ya mencionadas, y luego efectuaba una curva hacia el sur para tomar la que es hoy la calle Moreto (antes, Verdi, creada en 1895 en Villa Luro) y luego entrar por Eugenio Garzón , entonces llamada Arrecifes, por ella descendía a los terrenos bajos del bañado, luego de atravesar el arroyo Cildañez por medio de un puente, entraba a los Nuevos Mataderos por los terrenos de los corrales. En 1906 uniéndose con otra línea que transportaba pasajeros desde Larrazabal al Riachuelo, se transformó exclusivamente en transporte de pasajeros; prestando servicio mediante dos tranvías impulsados alternativamente por caballos criollos y a vapor. Las actividades se mantuvieron hasta 1913. Acotación del que transcribe: Mudo testigo de su paso es una vieja casona, aún hoy, en el año 2006, que está en pié en Moreto, entre Remedios y Olivera. En la parte superior del frente de dicha casona, semicubierta por ramas se puede leer la fecha de su construcción: 1908. Fuente: Guía Antigua del Oeste Porteño, de Hugo Corradi. - Av. Eva Perón (Antes, Av. del Trabajo): Esta calle se llamaba, en sus orígenes, Camino de Campana. Entonces era una ancha huella que por el Oeste descendía bordeando las tierras bajas de los bañados de Flores y luego se perdía en el horizonte rumbo al pueblo de San Justo. Tenía ese nombre por atravesar la chacra que a principios del 1800 poseía el Dr. Campana, de principal actuación, cuando los sucesos de la Independencia. Su histórico caserón estaba ubicado en las actuales Av. Eva Perón y Av. Mariano Acosta, datando su construcción de la época virreynal y, después de tener los más diversos destinos - ya que sirvió sucesivamente de fortín, depósito, posta de caminos y casco de chacra -, llegó como casa de familia a mantenerse hasta 1945, año en que lamentablemente se la demolió. Una pulpería muy conocida era la de Santiago Lissa en el cruce con Escalada. Guillermo Dolz también nos cuenta que "En la esquina de Eva Perón y San J. B.de la Salle, dentro de el edificio de Obras Sanitarias, hay una edificación - una bomba de agua - que está en la Dirección General de Patrimonio Cultural de la ciudad, en la categoría arquitectónica de "Pintoresquismo". Esa obra se puede ver perfectamente a través de las rejas de el portón de acceso que está en Eva Perón 4613. Es un edificio circular que parece sacado del cuento de Hansel y Gretel." http://www.acceder.gov.ar/es/881405 - calle Laguna: El famoso tango de Discépolo: "Yira, yira" nació en una casita en la calle Laguna. La crisis de 1930 y sus efectos fueron el origen de un conjunto de letras de tango que expresan las condiciones en que se encontraba la mayor parte de la sociedad argentina durante esa época. El famoso tango : "Yira, yira" explica la crisis que desde el ombligo del mundo –Wall Street– chorrea hasta su cuarto trasero. (“Así pensaba Discépolo a principios de la década de 1930." Después de trabajos, fatigas y luchas, regresaba yo a Buenos Aires sin un centavo. Me encontré con mi hermano Armando –también en un mal momento– y me fui a vivir con él a una casita de la calle Laguna. Allí surgió "Yira, yira", en medio de las dificultades diarias del trabajo amargo, de la injusticia del esfuerzo que no rinde, de la sensación de que se nublan todos los horizontes, de que estén cerrados todos los caminos [...]. A mediados de 1930, el tango ‘salió’ [...]. Su éxito [...] demostró que el estado de ánimo pintado por él [...] era el de muchos hombres y mujeres de entonces.” (-Texto de Horacio Ferrer. Tomado de Enrique Santos Discépolo - Cancionero, Torres Agüero Editor, Buenos Aires, 1977.-) La casita de la calle Laguna estaba en Laguna y San Pedro de acuerdo a los datos que aportan los vecinos memoriosos. Dentro del Vivero Municipal funcionó también un tambo modelo al que se le adosó un sistema de frío que podía conservar mil litros de leche durante treinta y seis horas. En el transcurso de alguna reunión de trascendencia social se brindó con leche en ese lugar en sustitución del clásico champán , como una expresión práctica de la intención de apoyar la lucha antialcohólica. La casa principal de la chacra fue construida por el ingeniero Carlos Olivera en 1870. En su interior - quizá - se encuentran partes de la casona anterior, levantada por su padre Domingo Olivera en 1838. Contiene varios estilos arquetectónicos que corresponden a las distintas etapas de su construcción. Está profundamente vinculada a la Organización nacional y también al desarrollo de la industria agrícola y ganadera. Personajes famosos y Anécdotas de los que estuvieron vinculados con el barrio - Eduardo Olivera: hijo de Don Domingo Olivera, fue un personaje de excelente formación cultural que alternó sus tareas de hacendado con la política. Fue senador y diputado y, aunque no aceptó el Ministerio de Relaciones Exteriores que le ofreciera Nicolás Avellaneda, sí se hizo cargo de la Dirección General de Correos. Fue precisamente durante su gestión y por su iniciativa que se colocaron los famosos buzones rojos en esquinas estratégicas de toda la ciudad. Olivera también promovió la creación de una Sociedad Rural (antecesora de la actual Sociedad Rural Argentina), cuya presidencia ejerció por varios períodos. Su inquietud le hizo traer al país al técnico forestal belga Carlos Vereecke quien trazó un parque de 60 hectáreas alrededor de la casa paterna donde forestó con distintas especies; este parque es el antecesor directo del Vivero Municipal. Por todos estos antecedentes Olivera fue nombrado Patriarca de la Agricultura y Ganadería. - Manuel Ricardo Pazos: fue el creador de la idea del auto-colectivo en 1928. Le propuso a un grupo de choferes de taxis dedicar el auto al transporte colectivo de pasajeros, formando la línea Nº 1 que hacía el recorrido de Lacarra - Primera Junta por Rivadavia. El túnel de Parque Avellaneda Aquello que está oculto, lo que no se ve, lo que yace escondido bajo la tierra forma parte de un mundo de encanto y misterio. Quizá por ese motivo, entonces, los túneles de Buenos Aires hayan lucido por siglos un aura de magnética atracción. Muchas teorías extrañas se han escuchado sobre ellos. Que eran vías para ejercer el contrabando, que servían de simple paso entre edificios contiguos, que los utilizaron para esconder tesoros, que los aprovechaban los monjes para comunicar su iglesias, que servían de refugio, que propiciaban huidas... Quizá algunos argumentos sean más respetables que otros a la hora de marcar su factibilidad histórica-geográfica, pero lo que resulta notable es la falta de información concreta, de documentación fehaciente que nos hable desde el pasado de la presencia y el significado de estos enigmáticos ingenios. Obviamente, no se habla de lo secreto, no se escribe de lo oculto, no se da a conocer aquello que nació para permanecer fuera de nuestra vista, de nuestro universo de conocimiento. Como diría Jorge Barroca en su artículo sobre túneles publicado en el Nº 2 de la revista “Todo es historia”: parecería que sobre este tema existía una tácita censura, un vedado tabú que acalló cualquier mención que sobre ellos se hiciera durante nuestros primeros siglos de historia. Las primeras noticias referidas a los túneles datan de mediados del siglo XIX y aparecieron en el “Comercio del Plata” y en “La Gaceta Mercantil”. A partir de allí se los menciona esporádicamente en diversos medios, casi siempre como resultado de un descubrimiento casual. Tal es el caso de los hallados de manera fortuita en la Manzana de las Luces: en 1912, al construirse una sala de la antigua Facultad de Arquitectura, el piso cedió y dejó a la vista parte de una red de túneles que, construida seguramente por los jesuitas (expulsados por Carlos III en 1767), habían mantenido oculto su secreto. También se descubrieron túneles en el Cabildo, bajo el Colegio Nacional Buenos Aires y la Iglesia de San Ignacio (a los cuales no puede accederse por desmoronamiento), en el cuartel que se levantó en Plaza Lorea (Saénz Peña y Avenida de Mayo), en el Hospital Neurosiquiátrico Braulio Moyano, bajo la Casa de Gobierno, en la escuela técnica Otto Krause y presumiblemente también bajo el casco de lo que fuera la estancia de los Olivera (“Chacra de los Remedios”, hoy Parque Avellaneda). Los antiguas galerías se hicieron excavando directamente sobre la tosca que es un material compacto y arcilloso de color marrón que forma parte de nuestro suelo y que permite realizar excavaciones a poca distancia de la superficie
Re: ... de Historias y Tradiciones 16 de junio 16 de junio San Eliseo profeta Año 850 a. de C. Eliseo ("Dios es mi salvación") es una figura dominante del siglo IX antes de Cristo. Conocemos el nombre de su padre, Safat, originario de Abel Meholah, al sur de Bewt-Shan, y sabemos que su familia era acomodada (1 Re 19, 16-19). El Carmelo desde siempre consideró a este discípulo de San Elías, de quien heredó su doble espíritu, como su segundo padre espiritual. Dios le elige directa y especialmente (1 Re 19,16) para que vaya en seguimiento de Elías (1 Re 19,l9ss), al cual sucederá después de la misteriosa desaparición de éste, heredando su espíritu en la medida establecida por la Ley para los primogénitos: el doble que los otros herederos [2 Re 2,1-15]. Su condición de "hombre de Dios" se revela principalmente en los prodigios de todo género con que está entretejida su vida. Los obra por si mismo, para personas particulares y para comunidades enteras. Vivió hacia 850-800, sucesor de san Elias, al que supera ciertamente por el número y lo llamativo de sus milagros, pero no por su personalidad y su influencia religiosa. Así, Elías es mencionado en el Nuevo Testamento, significativamente, 30 veces; Eliseo sólo una vez (Lc 4,27). Su historia, casi legendaria y a veces plagiada de la de Elías, fue recogida en 1 y 2 Re (1 Re 19, 19-21,2 Re, 13-8, 15,9,1-15,13, 14,-21). Con la unción de Yehú provocó la caída de la dinastía de Ajab. Gozaba de gran estimación entre los reyes Yosafat (2 Re 3,12) y Yoás (2 Re 13,14-19). Parece que incluso sus propios huesos obraban milagros (2 Re 13,20s). Eliseo aparece en la Biblia cuando Elías es arrebatado y su carisma pasa a Eliseo (2 Re 1), y concluye con el milagro que tuvo lugar con el cadáver del profeta ya enterrado (2Re 13,21). La mayoría de las narraciones, que semejan hermosas "florecillas", muestran a Eliseo rodeado de unos grupos que reciben el nombre de "discípulos (o hijos) de los profetas". ¿Los carmelitas sucesores de "los hijos de los Profetas"? Esta es una cuestión ya superada, pero quizá sea bueno recordar aquí quiénes eran estos "hijos de los Profetas" a los que muchos autores de dentro y fuera de la Orden señalaron durante siglos como predecesores de los actuales carmelitas, que tienen su verdadero origen a finales del siglo XII. San Eliseo era el Maestro y Padre de todos estos grupos, a quien acudían y obedecían: 2 Re 4,38;6, 1-2,12-21... Quizá no nos equivoquemos si consideráramos a esas confraternidades de profetas como los últimos portadores de una fe en Yahvé, pura y sin mezcla; ni tampoco nos equivoquemos, si estimamos en alto grado su importancia en orden a la pervivencia de la fe en Yahvé, y en especial para el sello característico que tendrá en adelante. En último término, éste es el punto del que partió aquella inaudita radicación de la fe yahvista y del derecho divino que nos encontramos en los profetas más tardíos. Los sorprendentes descubrimientos en las grutas situadas al noroeste del mar Muerto, no solamente nos proporcionan noticia de un establecimiento de esenios de estricta observancia, un siglo antes y un siglo después del nacimiento de Cristo, sino que nos proporcionan también una visión exacta de las ordenanzas rigurosas de su vida comunitaria dirigida autoritativamente (todo ello gracias al documento llamado "Reglas de la secta"), muestran bajo nueva luz los relatos referentes a las fraternidades de profetas de la época de Eliseo. Hasta la última reforma litúrgica, obra del Vaticano II, celebrábamos su fiesta el 14 de junio. Ahora la celebramos, juntamente con la de N.P.S. Elías, el 20 de julio.
Re: ... de Historias y Tradiciones Historia y Tradiciones de los barrios porteños Parque Chacabuco En líneas generales podemos decir que todo gira en este barrio alrededor de un enorme parque, que le da el nombre al barrio, compuesto de 12 manzanas que le otorgan gran importancia dentro del ámbito de la ciudad. Tiene casas residenciales y también edificios de departamentos, no demasiado altos. Su vida comercial no es muy intensa. Historia El barrio se formó alrededor de una Fábrica Nacional de Pólvora, por eso fue llamado por muchos vecinos "el polvorín de Flores". Esta fábrica ocupaba la parte sur del parque pero, en 1898, una gran explosión que conmovió la ciudad la hizo desaparecer. Así pues la Municipalidad cedió esos terrenos que forman hoy el Parque Chacabuco. Empezaron a rodearlo quintas y terrenos baldíos. Hasta 1920, el Parque estaba todo cerrado con alambres cubiertos de ligustrina. En Asamblea y Emilio Mitre había un gran portón que se abría todos los días para que pasara la gente. En el medio del Parque había un tambo donde se vendía leche recién ordeñada. De tipo muy campesino eran muy pintorescos los vendedores ambulantes, como el vendedor de pavos, que los llevaba caminando, por la calle, ordenándolos con una varilla; el barquillero, que atraía la atención de todos haciendo sonar su triángulo y, bajo la expectativa de la ruleta, otorgaba la cantidad de acuerdo al número acertado; los maniceros, con su chimenea; los organitos con las cotorras de la suerte y las ferias francas o municipales, que se extendían sobre dos o tres cuadras con puestos abiertos donde se ofrecía todo tipo de mercaderías alimenticias que fueron oficializadas por el intendente Joaquín S. De Anchorena en 1910. Calles, barrios, esquinas famosas y puntos de encuentro - Calle Azucena Butteler (conocido como sub-barrio Butteler): cada una de las 4 esquinas de la manzana parten hacia su centro, otras 4 callecitas muy angostas, que desembocan en otras, con la característica que todas tienen un mismo nombre, Azucena Butteler. La numeración empieza en la calle que va desde la Av. La Plata y Zelarrayán, numerando solo las casas que quedan en la mano derecha, hasta llegar a la siguiente esquina, o sea, Zelarrayán y Senillosa, allí se cruza a la vereda de enfrente y se vuelve de la misma manera. Esto conforma una maraña que la hace muy original, es una manzana sumamente particular ,con casas bajas, en general compuestas por una planta. Este barrio fue construido sobre un terreno cedido por la Srta. Azucena Butteler, a condición de la que obra recibiera su nombre. En el ángulo sureste del barrio, en 1908 se comienza la construcción y se termina dos años después. Las 64 casitas están construidas de manera idéntica: divididas en cuatro secciones, distribuidas en dos ambientes, con un patio interior, paredes de color crema y puertas de madera. Al barrio le da su particular estilo una plazoleta de curioso diseño, de nombre ¨Enrique Santos Discépolo¨ o ¨Plazoleta Escondida¨, que es un rectángulo embaldosado de 34 metros por 18 con juegos para niños. De cada una de las cuatro esquinas de la manzana, parten hacia su centro, otras cuatro callecitas muy angostas - por la que no pasan dos vehículos a menos que uno se suba a la vereda - que desembocan en otras. Otra curiosidad de estas calles es que llevan todas el mismo nombre: Azucena Butteler. La numeración va del 1 al 99, en sentido contrario a las agujas del reloj. Con esta plazoleta se logra extender el perímetro construido, lo que le otorga una mayor riqueza espacial y un aumento de la cantidad de lotes en relación con la manzana tradicional. - Sub-barrio Cafferata: oficialmente construido para casas obreras, es el Barrio habilitado desde 1921; lleva el nombre del diputado conservador Juan F. Cafferata que presentara en 1915 del proyecto para crear la Comisión de Casas Baratas. Conozca más sobre el barrio Cafferata haciendo click en este enlace. En las calles del Parque Chacabuco se han filmado escenas de películas protagonizadas por Hugo del Carril, Santiago Arrieta, Melisa Zini. Una parte del barrio es llamado últimamente Corea Town: por la gran cantidad de coreanos llegados y establecidos, principalmente entre la Av. Eva Perón, Carabobo, Av. Castañares y Av. La Plata.