El problema es que precisamente esas formas enanas y muy peluditas que crecen en el Valle en condiciones muy diferentes a las del olivar son lo "raro". Tanto que de ellas pensé que podrían ser una especie distinta a J. montana. Esta especie es tremendamente variable y si lees la descripción que da Flora iberica verás que puede ir de glabra a pelosa. De hecho los individuos que he visto en el olivar tienen frecuentemente pelos. Ahí van unas fotos: Este es el hábito más común (anuales, de raíz endeble) En mata más densa Inflorescencias de esa mata Hojas basales Yo me quedo con lo que según Flora iberica distingue a J. laevis y que no he visto en plantas de por aquí "perenne, estolonífera y con tallos enraizantes en los nudos". De todos modos esperemos más opiniones, no sea que hayas pillado la única mata de J. laevis de todo el campo