Introducción al mundo de las orquídeas, historia y cultivo de Phalaenopsis

Tema en 'Orquídeas (general)' comenzado por caballoloco, 16/5/10.

  1. Re: EL HILO DE PERET, Y OTROS

    BREVE INTRODUCCIÓN AL MUNDO DE LAS ORQUÍDEAS

    Las orquídeas son una familia que por su rareza y belleza, nos brindan uno de los elementos necesarios para equilibrar nuestra vida y han llamado su atención desde siglos atrás. Los antiguos mayas, utilizaban algunas orquídeas como ornamentales, medicinales y aromatizantes.

    Las orquídeas por su diversidad crecen en tierra (terrestres); sobre rocas (litófitas); en los árboles (epifitas); entre el musgo abundante, entre troncos o entre rocas o sobre ellas.

    Historia: A la orquídea, en la antigua Grecia se le atribuía propiedades curativas y afrodisíacas. Existen escritos chinos de 1.500 años de antigüedad donde se hace referencia al cultivo de las orquídeas.

    Pero, su verdadero descubrimiento como flor de alto valor ornamental y el comienzo de su calvario ocurrió en los albores del siglo XIX, cuando por casualidad llegaron a Europa las primeras plantas de Cattleya labiata. Durante muchos años los recolectores profesionales provenientes en su mayoría de Francia e Inglaterra se dedicaron a saquear sin misericordia los bosques americanos para satisfacer el gusto de las damas y la avaricia de los coleccionistas de la época por nuevas y raras especies, a tal punto que muchas de ellas ya se consideran extintas en la naturaleza.

    Existen pocas familias de plantas con más carisma que la de las orquídeas, solo la palabra orquídea parece ser suficiente para inspirar imágenes de costosas, grandes y bellas flores, la palabra significa mucho más que esto, y existe hoy día un interés muy generalizado en toda orquídea independientemente de su tamaño o lugar de origen. Actualmente podemos adquirir preciosos híbridos de phal con dos o tres varas florales por unos 15 euros.

    La orquídea en general está considerada como la unión entre la ciencia y la belleza. Representa entre las plantas lo que el hombre entre los animales, es decir lo supremo y perfecto.

    Por lo general, las especies florecen una sola vez al año, siempre por la misma fecha, esto es determinado por factores ambientales tales como: disminución o elevación de la temperatura, aumento en las horas de luz, cambios estaciónales, variaciones en la humedad ambiental, etc.

    Las flores pueden permanecer abiertas desde un día como las Sobralia hasta más de tres meses como los Paphiopedilum y Phalaenopsis. Los híbridos producidos por el hombre pueden florecer dos o más veces al año y permanecer en flor casi seis meses.

    Se suele confundir a las orquídeas epifitas como plantas parásitas; se trata de un error pues epifitas y parásitas son dos cosas muy diferentes. Ya que no son parásitas, ya que no se alimentan del árbol donde viven, solamente lo usan como medio de soporte y como vehículo para alcanzar la luz del sol.

    Las orquídeas, se encuentran extendidas por todo el mundo, salvo en los polos y en los desiertos de arena. Son más abundantes en los trópicos, también existen especies en ambientes templados. Existen orquídeas a 4.500 metros de altitud, así como a nivel del mar, deshaciendo la creencia generalizada de que estas plantas son propias de la los bosques húmedos tropicales. Las orquídeas conforman la familia más extensa del reino vegetal, con alrededor de 30.000 especies divididas en unos 1800 géneros distribuidos por todo el mundo y quizá otros 60.000 híbridos producidas por horticultores.


    CUIDADOS BASICOS PARA UNA ORQUIDEA PHALAENOPSIS (HIBRIDO) llamada familiarmente phal.

    Los parámetros básicos para el cuidado de cualquier orquídea son luz, temperatura y humedad.
    Influye también, como en cualquier planta, el sustrato de cultivo, la calidad del agua de riego, el abono y la ventilación.

    Cuidados específicos para una phal de las que normalmente tenemos en casa:

    Luz:

    Necesitan una buena iluminación para florecer, siempre sin sol directo, o bien con algo de sol a primeras horas de la mañana. La falta de floración se debe casi exclusivamente a una deficiente iluminación.

    Temperatura:

    Son las mejores para cultivar facilmente en casa. Sus parámetros están entre una mínima de 12º (resisten temperaturas inferiores siempre que sus raíces no estén mojadas) y una máxima de 30º.

    Para inducirlas a la floración se les debe proporcionar durante tres o cuatro semanas una diferencia de temperatura de 8/10º entre el día y la noche. Esto se consigue fácilmente sacándolas al porche o jardín en otoño (cuidado con babosas y caracoles) o en el alfeizar de una ventana, por la noche.
    Cuando están flor se deben evitar los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire (caída prematura de capullos sin abrir)

    Humedad:

    Entre un 50/60%. Una buena forma de proporcionarles humedad adicional es tenerlas sobre un plato con guijarros o arlita con un poco de agua, sin que llegue a tocar la maceta.

    Riego:

    Soportan mal las aguas duras. Lo ideal es agua de lluvia. Si hay que regar con agua del grifo, dejarla reposar 24 horas para que evapore el cloro.

    La causa mas común de la perdida de una phal es el exceso de riego. Entre riego y riego deben secarse sus raíces. Solo hace falta regar cuando sus raíces adquieren un color blanquecino. Cuando están verdes significa que tienen agua suficiente.

    Dependiendo de la temperatura ambiente y del sustrato utilizado, en invierno bastará con un riego cada quince días y en verano cada semana. Pero lo que priva es el color de sus raíces. Regar generosamente el sustrato, sin tocar la planta, que el agua salga por los agujeros de drenaje y dejarla escurrir. No regar nunca por arriba ni dejar agua estancada en su corona ni entre sus hojas. En la naturaleza viven “boca abajo” para que la lluvia no quede estancada en su corona.

    Abono:

    Una vez cada dos riegos (primero regar para eliminar sales y a continuación abonar) con abono líquido especial para orquídeas, o con abono normal para plantas verdes en este caso a 1/4 parte de la dosis indicada por el fabricante. En el mercado existen abonos específicos para floración y crecimiento, pero con un abono equilibrado (las tres cifras N-P-K iguales o muy parecidas es suficiente).

    Ventilación:

    Las raíces de las phal necesitan ventilación o pueden pudrirse fácilmente, son muy sensibles a la pudrición. Les gusta tener luz porqué también realizan fotosíntesis por sus raíces. Por esta razón se recomienda cultivarlas en maceta de plástico transparente, con buenos agujeros de drenaje. Les gusta tener las raices apretadas.

    Sustrato:

    Deben cultivarse en un sustrato que no se compacte ni se degrade fácilmente. Nunca en tierra ni en turba. Lo ideal es corteza de pino mezclada con bolitas de arlita (arcilla expandida) o piedra volcánica.
    Trasplantar cuando el sustrato se vea degradado, cada tres años máximo, o cuando se vean raices en mal estado, que deberán cortarse y aplicar fungicida. Replantar en la misma maceta, previamente desinfectada con lejía, o un una un poco mayor si las raices no caben.