algunas no levantan la cabeza o lo hacen tan lento que es un pena mirarlas m este senecio articulatus perdió la cresta que tenia y no se ha muerto de milagro, veremos
No me lo creo todavía, palomas torcaces decapitando y picoteando mis plantas Después de dos días fuera de casa, he llegado y he ido directo a la terraza y ¡sorpresa! 10 decapitaciones y otras tantas picoteadas. La pareja ha sido volando, pero me imagino que volveran
Pues mira, ahora entiendo que les pasó a las mias, pues mi jardín está lleno de palomas y urracas. Espero que nunca les dé por los cactus
Quizás fue casualidad, o el calor este infernal de Madrid y cada picotazo les sabia fresquito. He comprado unas tiras multicolores que reflejan la luz y de momento no han vuelto
Hola, Pues aquí va mi contribución. Mañana hará una semana de la granizada. A la izquierda Orostachis iwarenge, a la derecha Sedum suaveolens. Un saludo.
este calor llegado de golpe les ha sentado fatal a muchas estaban a si mira en una semana de diferencia
Imagenes que pueden herir la sensibilidad no mirar... Estaba guapisimo y de pronto empezó a perder las hojas, no entendí lo que le pasaba y le regué bien...de pronto le veo ese agujero... orugas o caracoles, las orugas mordisquean pero ese era un bocado muy profundo, busqué el caracol y no lo encontré, le eché el caracolicida y retiré la planta un metro más atrás. No pensé que los caracoles tuvieran tan buen olfato he cometido un caracolicidio. DEP el maldito caracol
Pues esta mañana he visto algunas hojas de aeonium mordisqueadas y no son caracoles, siempre les pongo algo de cebo porque aquí proliferan que da gusto...sospecho que son esos gusanotes verdes y gordos :Cautious:
Creo que en este hilo, mi recién decapitado Aeonium (alias 'María Antonieta') ha de ocupar también un hueco de honor
Ufff, ya lo creo que lo tienen. Y además son muy voraces. En el jardín de mi hermana cuando aparece alguno, es capaz de dejarle una planta KO en menos que canta un gallo.
Mi mujer tenia una jardinera llena con unas excheverias (Graptopetalum paraguayense) que le habia dado su abuela (ya fallecida) y estaban muy apretadas y larguiruchas y se me ocurrió la genial idea de vaciar parte de un parterre grande y plantarlas ahí para que tuvieran tierra y sitio de sobras para crecer y multiplicarse tanto como quisieran. Durante unos días estuvieron bien, pero una noche los caracoles se pusieron como el quico y no se conformaron con comerse hasta la última hoja del un montón de rosetas que había, también se comieron algunos troncos enteros y el resto hasta la mitad. Correr, correrán poco, pero comer, comen a toda velocidad.