Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Que maravilla clausecita!! ...Gracias por llenar las páginas con tantos sentimientos. Leer El Principito es llenarnos el alma a cada momento. Sus expresivas y profundas reflecciones sumados a los hondos pensamientos, nos hacen ver grandes verdades que suelen pasarnos inadvertidas. Rescato varias frases de este hermosísimo niñito, como verás una de ellas me acompaña en mi firma y tantas otras deberían acompañarnos en la vida... “Es mucho más difícil juzgarce así mismo, que juzgar a los demás” “Los vanidosos no hoyen, sino sus alabanzas” “La autoridad reposa sobre la razón” “Solo los niños saben lo que buscan” “Los ritos son necesarios” "El tiempo que perdistes por tu rosa, hace que sea tan importante" “Lo que embellece al desierto, es que esconde un pozo en alguna parte” Para reflexionar a cada instante!, la fragilidad y la belleza de su rosa junto con su efímera existencia es un símbolo de nuestro paso por la vida, llama a nuestra conciencia a cultivar la belleza, el amor y la amistad por sobre todas las cosas. Gracias!!
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Por nada, Maia Yo lo siento también de ese modo,..así que fue un auténtico placer!
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Y como mejor tarde ,que nunca, les pongo las biografía del autor de El Principito ANTOINE JEAN BAPTISTE MARIE ROGER DE SAINT EXUPERY nació en Lyón (Francia) el día 29 de junio de1900 en el seno de un a noble y acomodada familia proveniente de Provenza, que ostentaba ciertos títulos de alcurnia que Saint Exupery jamás utilizó el pequeño antoine fue un niño robusto, alegre , franco y travieso . Eran los románticos tiempos en que la aviación iniciaba su desarrolloy en los que nombres como Blériot , jorge Chávez , Santos Dumont y otros inflamaban de entusiasmo el espíritu de los jóvenes de la época con sus riesgosas hazañas en el aire . Antoine visitaba con desmesurado interés, un aeródromo instalado cerca de su hogar donde se enamoró apasionadamente de la sensación incomparable de volar por el espacio como las aves. En 1920 logró ingresar a las nacientes fuerzas aéreas francesa donde consiguió el, pronto reconocimiento de sus superiores por su audacia y habilidad. En 1923 sufriò un grave accidente, el primero de muchos (sufría otros en Libia y Guatemala ) milagrosamente vivo lo extajenro de entre los fierros retorcidos de su destrozado aparato. Como escritor envió, sus primera s colaboraciones a la revista"Navire de Argent" por esa época sentó plaza de piloto comercial en la ruta africana Casablanca – Dakar . alrestallar la II guerra muindial en 1939 , Saint exupery se presentó de inmediato a filas , siendo destinado al grupo2/33 de reconocimiento aéreo estratégico ; desgraciadamente, Francia fue vencida rápidamente y nuestro piloto tuvo que buscar refugio en EE.UU. donde tuvo la oportunidad de publicar "el "principito" El 31 de julio de 1944, durante una misión de reconocimiento destinada a preparar el desembarco en Provenza, en el sur de Francia, Saint-Exupéry a bordo del avión Lightning P38, había partido pocas horas antes de Borgo, en la isla de Córcega, cuando los radares dejaron de ver el avión que piloteaba y nunca más se supo de él, cubriendo para siempre al escritor y piloto de un halo de misterio y romanticismo. Nunca se tuvo indicios del aviador ni de su nave hasta 1998, cuando un pescador encontró una pulsera a orillas del mar. La joya que el agua había acercado a la costa Marsella tenía grabado el nombre del escritor, pero su autenticidad quedó en entredicho. El descubrimiento de la joya ayudó a las autoridades francesas a iniciar una búsqueda en el sector. Cinco años después, en el casi 60 años del aniversario de su desaparición, fueron descubiertos en aguas de Marsella restos del avión, cerca al lugar donde años atrás había sido descubierto la pulsera. Las piezas recuperadas fueron decapadas, limpiadas. Sobre un panel de la caja del turbo-compresor, localizada en la viga izquierda del avión, los investigadores descubrieron, según su informe, "una serie de cuatro cifras aisladas y grabadas manualmente": 2734, seguidas por la letra "L", que significa "left". Se trata, según el informe, "del número de fabricación que el constructor de aviones Lockheed inscribía en sus aviones al lanzar su fabricación en una cadena de montaje". Este número civil correspondía, en la tabla de concordancia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, a la matrícula militar 42-68223, o sea la del avión de Saint-Exupéry Pese al hallazgo, las razones por las que el avión de Saint-Exupéry se estrelló son un misterio. Hasta el momento no ha sido posible asegurar si lo derribaron o él perdió el control del avión, incluso si sufrió un percance mecánico. Entre las causas más posibles se mencionan fallas mecánicas, problemas de oxígeno a bordo o un ataque cardíaco del escritor. En el 60º aniversario de la muerte de Saint-Exupéry, se realizaron dos ceremonias conmemorativas en Marsella y en el aeropuerto de Bastia en Córcega, cercano al lugar donde ocurrió la muerte y el último despegue del aviador respectivamente; se colocaron flores y se celebró una misa a la que asistió un familiar del aviador.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas OBRAS 1929 - Correo del Sur 1931 - Vuelo nocturno 1939 - Tierra de hombres 1942 - Piloto de guerra 1943 - Carta a un rehén 1943 - El principito 1948 - Ciudadela, póstumo.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas La luna y las luces centellando en el agua, trazando luminosos senderos en la oscuridad...
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas -Pero no -pensó-. Ya he terminado con esta manera de ser, he terminado con todo lo que he aprendido. Soy una gaviota como cualquier otra gaviota, y volaré como tal. Así es que ascendió dolorosamente a treinta metros y aleteó con más fuerza luchando por llegar a la orilla. Se encontró mejor por su decisión de ser como otro cualquiera de la bandada. Ahora no habría nada que le atara a la fuerza que le impulsaba a aprender, no habría más desafíos ni más fracasos. Le resultó grato dejar ya de pensar, y volar, en la oscuridad, hacia las luces de la playa. ¡La oscuridad!, exclamó, alarmada, la hueca voz. ¡Las gaviotas nunca vuelan en la oscuridad! Juan no estaba alerta para escuchar. Es grato todo esto, pensó. La Luna y las luces centelleando en el agua, trazando luminosos senderos en la oscuridad, y todo tan pacífico y sereno... ¡Desciende! ¡Las gaviotas nunca vuelan en la oscuridad! ¡Si hubieras nacido para volar en la oscuridad, tendrías los ojos de búho! ¡Tendrías por cerebro cartas de navegación! ¡Tendrías las alas cortas de un halcón! Allí, en la noche, a treinta metros de altura, Juan Salvador Gaviota parpadeó. Sus dolores, sus resoluciones, se esfumaron. ¡Alas cortas! ¡Las alas cortas de un halcón! ¡Esta es la solución! ¡Qué necio he sido! ¡No necesito más que un ala muy pequeñita, no necesito más que doblar la parte mayor de mis alas y volar sólo con los extremos! ¡Alas cortas! Subió a setecientos metros sobre el negro mar, y sin pensar por un momento en el fracaso o en la muerte, pegó fuertemente las antealas a su cuerpo, dejó solamente los afilados extremos asomados como dagas al viento, y cayó en picado vertical. El viento le azotó la cabeza con un bramido monstruoso. Cien kilómetros por hora, ciento treinta, ciento ochenta y aún más rápido. La tensión de las alas a doscientos kilómetros por hora no era ahora tan grande como antes a cien, y con un mínimo movimiento de los extremos de las alas aflojó gradualmente el picado y salió disparado sobre las olas, como una gris bala de cañón bajo la Luna. Entornó sus ojos contra el viento hasta transformarlos en dos pequeñas rayas, y se regocijó. ¡A doscientos kilómetros por hora! ¡Y bajo control! ¡Si pico desde mil metros en lugar de quinientos, ¿a cuánto llegaré...? Olvidó las recientes resoluciones de hace un momento, arrebatadas por ese gran viento. Sin embargo, no se sentía culpable al romper las promesas que había hecho a sí mismo. Tales promesas existen solamente para las gaviotas que aceptan lo corriente. Uno que ha palpado la perfección en su aprendizaje no necesita esa clase de promesas. Al amanecer, Juan Gaviota estaba practicando de nuevo. Desde dos mil metros los pesqueros eran puntos sobre el agua plana y azul, la Bandada de la Comida una débil nube de insignificantes motitas en circulación. Estaba vivo, y temblaba ligeramente de gozo, orgulloso de que su miedo estuviera bajo control. Entonces, sin ceremonias, encogió sus antealas, extendió los cortos y angulosos extremos, y se precipitó directamente hacia el mar. Al pasar los dos mil metros, logró la velocidad máxima, el viento era una sólida y palpitante pared sonora contra la cual no podía avanzar con más rapidez. Ahora volaba recto hacia abajo a trescientos veinte kilómetros por hora. Tragó saliva, comprendiendo que se haría trizas si sus alas llegaban a desdoblarse a esa velocidad, y se despedazaría en un millón de partículas de gaviota. Pero la velocidad era poder, y la velocidad era gozo, y la velocidad era pura belleza. Empezó su salida del picado a trescientos metros, los extremos de las alas batidos y borrosos en ese gigantesco viento, y en ese camino, el barco y la multitud de gaviotas se desenfocaban y crecían con la rapidez de una cometa. No pudo parar; no sabía aún ni cómo girar a esa velocidad. Una colisión sería la muerte instantánea. Así es que cerró los ojos. Sucedió entonces que esa mañana, justo después del amanecer, Juan Salvador Gaviota salió volando directamente en medio de la bandada de la comida marcando trescientos dieciocho kilómetros por hora, los ojos cerrados y en medio de un rugido de viento y plumas. La Gaviota de la Providencia le sonrió por esta vez, y nadie resultó muerto. Cuando al fin apuntó su pico hacia el cielo azul, aun zumbaba a doscientos cuarenta kilómetros por hora. Al reducir a treinta y extender sus alas otra vez, el pesquero era una miga en el mar, mil metros más abajo. Sólo pensó en el triunfo, ¡La velocidad máxima! ¡Una gaviota a trescientos veinte kilómetros por hora! Era un descubrimiento, el momento más grande y singular en la historia de la Bandada, y en ese momento una nueva época se abrió para Juan Gaviota. Voló hasta su solitaria área de prácticas, y doblando sus alas para un picado desde tres mil metros, se puso a trabajar en seguida para descubrir la forma de girar. Se dio cuenta de que al mover una sola pluma del extremo de su ala una fracción de centímetro, causaba una curva suave y extensa a tremenda velocidad. Antes de haberlo aprendido, sin embargo, vio que cuando movía más de una pluma a esa velocidad, giraba como una bala de rifle. Y así fue Juan la primera gaviota de este mundo en realizar acrobacias aéreas. No perdió tiempo ese día en charlar con las otras gaviotas, sino que siguió volando hasta después de la puesta del sol. Descubrió el rizo, el balance lento, el balance en punta, la barrena invertida, el medio rizo invertido.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Ideal para este dia lluvioso por este lado del mundo..... LLUVIA La lluvia tiene un vago secreto de ternura, algo de soñolencia resignada y amable, una música humilde se despierta con ella que hace vibrar el alma dormida del paisaje. Es un besar azul que recibe la Tierra, el mito primitivo que vuelve a realizarse. El contacto ya frío de cielo y tierra viejos con una mansedumbre de atardecer constante. Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores y nos unge de espíritu santo de los mares. La que derrama vida sobre las sementeras y en el alma tristeza de lo que no se sabe. La nostalgia terrible de una vida perdida, el fatal sentimiento de haber nacido tarde, o la ilusión inquieta de un mañana imposible con la inquietud cercana del color de la carne. El amor se despierta en el gris de su ritmo, nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre, pero nuestro optimismo se convierte en tristeza al contemplar las gotas muertas en los cristales. Y son las gotas: ojos de infinito que miran al infinito blanco que les sirvió de madre. Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio y le dejan divinas heridas de diamante. Son poetas del agua que han visto y que meditan lo que la muchedumbre de los ríos no sabe. ¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos, lluvia mansa y serena de esquila y luz suave, lluvia buena y pacifica que eres la verdadera, la que llorosa y triste sobre las cosas caes! ¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas almas de fuentes claras y humildes manantiales! Cuando sobre los campos desciendes lentamente las rosas de mi pecho con tus sonidos abres. El canto primitivo que dices al silencio y la historia sonora que cuentas al ramaje los comenta llorando mi corazón desierto en un negro y profundo pentagrama sin clave. Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena, tristeza resignada de cosa irrealizable, tengo en el horizonte un lucero encendido y el corazón me impide que corra a contemplarte. ¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman y eres sobre el piano dulzura emocionante; das al alma las mismas nieblas y resonancias que pones en el alma dormida del paisaje! Federico Garcia Lorca
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas ¿Quién es más responsable que una gaviota que ha encontrado y persigue un significado, un fin más alto para la vida?
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Durante mil años hemos escarbado tras las cabezas de los peces, pero ahora tenemos una razón para vivir, para aprender, ¡Para ser libres!
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Su único pesar no era la soledad, sino que las otras gaviotas se negasen a creer en la gloria que les esperaba...
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas MADRE A HIJO Cuando pasen en mí más años, y en apariencia ya no sea la misma,y me vueva torpe en mis movimientos,tenme paciencia; Recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas que hoy yo no puedo resolver sola... Cuando me veas perdida frente a toda la tecnología que me cuesta tanto entender,dedícame tu tiempo,recuerda que fui yo quien te enseñó las cosas mas simples para afrontar la vida... Si repito las mismas historias,aunque sepas ya el final,escúchame... Cuando eras niño tuve que contarte cientos de veces el mismo cuento para que te durmieras... Y si mientras conversamos me olvido de lo que estabamos hablando, dame tiempo para recordar... Y si no puedes hacerlo,comprende que no era importante lo que conversabamos,sino que para mí lo importante es que me escuches y estemos juntos... Cuando fallen mis piernas,dame tu mano para apoyarme como yo lo hice cuando empezaste a dar tus primeros pasos ... Dame tu cariño, compréndeme y apoyame como lo hice desde el momento que naciste... Siempre quise lo mejor para tí,y sé que tu me quieres y admiras... Hoy soy yo la que está orgullosa al ver quien eres,y como enfrentas la vida... Cuando pasen en mí los años,así como te acompañé yo ,acompáñame tú hacia donde me lleva el camino... Cuando pasen en mí mas años,sigamos caminando juntos..
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas ...Maia Juan Salvador Gaviota-Richard Bach Cuando Juan volvió a la bandada ya en la playa, era totalmente de noche. Estaba mareado y rendido. No obstante, y con verdadera satisfacción, dibujó un rizo para aterrizar y una vuelta rápida justo antes de tocar tierra. Cuando sepan, pensó, lo del descubrimiento, se pondrán locos de alegría. ¡Cuánto mayor sentido tiene ahora la vida! ¡En lugar de nuestro lento y pesado ir y venir a los pesqueros, ¡hay una razón para vivir! Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia y habilidad. ¡Podremos ser libres! ¡Podremos aprender a volar! Los años venideros susurraban y resplandecían de promesas. Las gaviotas se hallaban reunidas en Sesión de Consejo cuando Juan tocó tierra, y parecía que habían estado así reunidas durante algún tiempo. Estaban, efectivamente, esperando. -¡Juan Salvador Gaviota! ¡Ponte al Centro! -las palabras de la gaviota mayor sonaron con la voz solemne propia de las altas ceremonias. Ponerse en el centro sólo significaba gran vergüenza o gran honor. Situarse en el centro por honor, era la forma en que se señalaba a los jefes más destacados entre las gaviotas. Por supuesto, pensó, la bandada de la comida esta mañana vio el Descubrimiento. Pero yo no quiero honores. No tengo ningún deseo de ser líder. Sólo quiero compartir lo que he encontrado, y mostrar esos nuevos horizontes que nos están esperando. Y dio un paso al frente. -Juan Salvador Gaviota -dijo la mayor-. ¡Ponte en el centro para tu vergüenza ante la mirada de tus semejantes! Sintió como si le hubieran golpeado con un madero. Sus rodillas empezaron a temblar, sus plumas se combaron, y le zumbaban los oídos. ¿Al Centro para deshonrarme? ¡Imposible! ¡El descubrimiento! ¡No entienden! ¡Están equivocados! ¡Están equivocados! -Por su irresponsabilidad temeraria -entonó la voz solemne-, al violar la dignidad y la tradición de la familia de las gaviotas... Ser puesto en el centro por deshonor significaba que le expulsarían de la sociedad de las gaviotas, desterrado a una vida solitaria en los lejanos acantilados. -Algún día, Juan Salvador Gaviota, aprenderás que la irresponsabilidad se paga. La vida es lo desconocido y lo irreconocible, salvo que hemos nacido para comer y vivir el mayor tiempo posible. Una gaviota nunca replica al consejo de la bandada, pero la voz de Juan se hizo oír: -¿Irresponsabilidad? ¡Hermanos míos! -gritó-. ¿Quién es más responsable que una gaviota que ha encontrado y que persigue un significado, un fin más alto para la vida? ¡Durante mil años hemos escarbado tras las cabezas de los peces, pero ahora tenemos una razón para vivir; para aprender, para descubrir; ¡para ser libres! Dadme una oportunidad, dejadme que os muestre lo que he encontrado. La bandada parecía de piedra. -Se ha roto la hermandad -entonaron juntas las gaviotas, y todas de acuerdo cerraron solemnemente sus oídos y le dieron la espalda.