Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Los Reyes Magos (Taquirari) Llegaron ya los reyes y eran tres, Melchor, Gaspar y el negro Baltasar arrope y miel le llevarán y un poncho blanco de alpaca real. Changos y chinitas duermansé que ya Melchor, Gaspar y Baltasar todos los regalos les darán para jugar mañana al despertar. El Niño Dios muy bien lo agradeció comió la miel y el poncho lo abrigó y fue después que los miró y a medianoche el sol relumbró. Letra: Felix Luna Música: Ariel Ramírez
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas TABARE LIBRO TERCERO CANTO PRIMERO I Genios de las riberas, Invisibles espíritus del bosque, Que convertís en moscas o en reptiles A los indios que vagan por la noche; Seres que, en las tinieblas, Gastáis el tiempo el, ajustar los broches De la dormida flor, mientras su ovario Abre su amor al encendido polen; Que elaboráis en ella El dulce néctar que la abeja sorbe Y los frescos aromas, que sedientos, Los labios de los céfiros recogen; O en la mortal cicuta Vivís acurrucados, de los hombres Acechando el secreto de la vida Y destiláis la hiel de los dolores. Y agriáis la crespa hierba Que ni el carpincho ni la nutria comen, Y envenenáis al avestruz dormido Los huevos bajo el ala sin que os note. II Vírgenes transparentes Que os colgáis en las ramas de los molles, Y os columpiáis, con vuestros pies trazando Rayas de luz sobre la linfa inmóvil , Y en esas lacias hebras Con que acaricia el sauce al camalote Subís y descendéis llevando al río Rayos de luna en haces brilladores; O hundidas en un lecho de espadañas Os reclináis en los desiertos bordes, A escuchar el secreto de las olas Que transformáis en trémulas canciones; Pobladores del aire Leves y multiformes, Hijos de los crepúsculos azules Que con las alas embozáis los montes; Que taladráis el diente De la víbora en donde Derramáis los licores ponzoñosos -Que al infiltrarse, el corazón corroen; Que en los ojos del tigre Encendéis vuestra antorcha y las visiones Preparáis a su luz disparatadas Y las vaciáis en sus extraños moldes; Que en la blanca osamenta, Hacéis brotar los fuegos fatuos dobles, Esos que, sobre el haz de los pantanos, Ebrios, inquietos e impalpables corren. Suben, bajan, se arrastran, se persiguen, Se agitan y se rompen, Y se apagan los unos a los otros Sin que el aire los mueva ni los sople; Almas de los murmullos, Espíritus errantes de las flores Que, al murmurar, hacéis más perceptible El solemne silencio de los orbes; Invisibles remeros Que empujáis blandamente al camalote En que navega incorporado el tigre Que dormido en la orilla descuidóse; Engendros de los ríos Que recortáis la escama y los arpones Del dorado debajo de las islas Que en vuestros hombros sostenéis a flote, Meciéndolas en ellos Sin que el río en que nadan se desborde, Ni el movimiento imperceptible y blando Las húmedas barrancas desmorone; Seres que, como llamas apagadas, Sois de un pasado informe La vida actual y eterna, cuyo velo La fuerza del espíritu descorre; Testigos que no mueren. Que acompañasteis a las tribus nómades, Las visteis desprenderse de su tronco Y viajar, sumergiéndose en la noche: Brotad de entre los tiempos y escuchadme. Yo os nombraré por vuestros propios nombres; En la forma, en la voz y el movimiento Mi espíritu sutil os reconoce. Cabalgando en las horas que pasaron, Que el tiempo enfrena y en su noche esconde Desatad vuestras alas puntiagudas En legiones aéreas y deformes. ¡Horadadme esa tierra! ¡Sacudidme ese monte! Como caen los cabellos de un anciano Como el cardo desgrana sus plumones, De la muerta cabeza En que pensó una raza, acaso logre Ver desprenderse el pensamiento oculto Sobre mi frente cuando yo os invoque. Dad un vuelco a ese río! Salid, desde su légamo a sus bordes, Con secretos del agua y de la arena, De los huesos de piedra que se esconden En el profundo limo En que tienen las algas sus amores, Se arrastra el yacaré, duerme la raya, Y la tortuga sus nidadas pone. Infundid en ese indio Que ahora penetra en el callado bosque Los latidos postreros de una raza Que a vuestro acento viven y responden; Latidos de esperanzas imposibles, Rudo y último acorde De las arpas malditas que sonaron -Pulsadas por la muerte y los dolores. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... III Es Tabaré. Penetra nuevamente A su nativo bosque, Cuyos añosos árboles lo miran Y a su paso sus troncos interponen. Y le tienden los brazos descarnados Con raras contorsiones, Como fantasmas que en inmóvil danza Cruzan y se retuercen por el monte. Y en torno de él se agrupan a mirarlo, Y así que lo conocen, Después de herirlo con los brazos negros, Se dispersan en todas direcciones. Y los duros lagartos al sentirlo Hacia sus cuevas corren, Y asoman las cabezas puntiagudas, Y el largo cuerpo sin calor encogen. Y las ranas se callan un instante Mientras pasa, y sus voces, Como largos quejidos, a su espalda, Cuando ha pasado, nuevamente se oyen. Y los nocturnos pájaros lo siguen En negras procesiones: El chajá dando saltos por el suelo, Chirriando esos murciélagos enormes. Que, como manchas de la misma sombra, La obscuridad recorren, Persiguiendo los átomos, o huyendo Atolondrados de invisible azote. Detrás de cada tronco, acurrucada, Parece que se esconde Alguna cosa que, al pasar el indio, Sigue tras él con movimiento torpe. El siente a sus espaldas ese mundo Que su alma sobrecoge; Mas no se vuelve, y apresura el paso Y sigue, y sigue sin saber adónde. ¿Cuánto anduvo? El indio no lo sabe. Era la media noche Quizá, cuando, rendido por la fiebre, Detúvose entre rudas convulsiones, Pues la luna, en lo alto de los ciclos, Los transparentes bordes De las nubes plomizas encendía Franjeándolas de tenues resplandores. De las que ante su disco se atraviesan, Parecen los Jirones Las siluetas de negros cocodrilos Que la infinita soledad recorren; Palidecen lejanas las estrellas Que, desde lo alto, vuelan hacia el Norte, La cruz del Sur se inclina esplendorosa Con los brazos tocando el horizonte. Tabaré escucha: En el profundo hueco De sus ojos inmóviles Introduce sus dedos el delirio Que atruena su cabeza con sus voces; Y otra fugaces, ora persistentes, Comenzaron entonces A hablar y cobrar vida los espacios, La tierra, el aire, el corazón del bosque. IV Y a los pies del charrúa La tierra daba gritos. Retorcían los árboles sus troncos Como animados de un airado espíritu: -¡El genio de la tierra Ha de morder tus pies, con los colmillos De sus víboras negras, que se arrastran Silbando como el viento! ¡No eres indio! -¡Pasa! ¿Por qué me huellas? La sangre brota de tus pies heridos. ¿Por queme manchas? De tu sangre nacen Malas serpientes, negros cocodrilos. -¡No te detengas; huye! Aquí en mi ceno no hallarás abrigo; Ya para ti la patria es un recuerdo, ¿No te sientes llamar? Es el abismo. Tabaré oyó la voz, cual si brotara De las grietas del suelo removido: Lejanas muchedumbres A sus pies agitaban el vacío; Crujían las raíces de los árboles, Cual si un extraño fluido Las retorciera al circular en ellas, Dándoles movimientos convulsivos. Y del añoso ceibo Cayó, volteando en animados giros, Una hoja seca que miró al charrúa Que a su vez la miraba, y ella dijo: Yo rodaré a tus pies ensangrentados, Realidad de mi símbolo; El viento me ha arrancado de mi rama, A ti te empuja el viento del destino. Yo vivo con la vida de tu estirpe Con tu fiebre palpito; Y mi polvo y el polvo de tus huesos Van a formar el légamo del río. Vamos, charrúa; sígueme, salvaje: Nos llama el torbellino. Tus lunas han pasado; el sueño negro Anda en tus venas derramando frío. Te vuelca el suelo. ¿No lo sientes? Vente; Vente, sigue conmigo; ¿No sientes el aliento de otra raza Que te sopla del suelo en que has nacido? Es la raza de vírgenes tan pálidas Como la flor del lirio, Hermosas cual la luna, cuando se hunde Entre las aguas trémulas del río; Y tienen luz de aurora en la mirada, Y sus ojos tranquilos Miran con odio al indio de los bosques, Y le llaman maldito. Vamos, charrúa; sígueme, salvaje: Mira aquel remolino. Vientos de tempestad vienen de lejos Aullando como perros fugitivos. Las sombras que recorren la maleza Lanzan agudos gritos Esas llamas sin luz marcan la ruta Por donde corren los que fueron vivos. Los impasibles ojos del charrúa Siguen los vanos giros De la hoja en cuyas venas circulaba La vida de un espíritu cautivo. Que en pie la sostenía, la empujaba contra el viento mismo, la llevó saltando y retorciéndose, Siempre mirando y señalando al indio. V Oye entonces el aire de la noche Que a su lado respira Jadeante y con penosa intermitencia Como el hálito de alguien que agoniza: Te ahogas?, le gritaba. Es que en tu bosque La muerte sólo habita Está poblado el aire por las sombras. Por las sombras charrúas que te miran. Vengo empapado en llanto de las tribus Que mueren fugitivas Vengo cargado de vapor de sangre Que forma sobre el campo una neblina. ¿Sientes los ayes? Es la muerte; corre Tras de las madres indias. Que huyen sin hijos. Ellos no se mueven: Tendidos allá están en las colinas. Son tus hermanos, muertos en su tierra Por la raza maldita. Ves esa virgen que en sus sueños anda? Está empapada de tu sangre. ¡Mírala! VI El Indio está de pie. Todos sus miembros Ateridos tiritan Le falta el suelo, y vuelve a recobrarlo En actitud violenta y convulsiva. La fiebre en su cabeza espeluznada Hunde la mano rígida, Y en sus ojos atónitos llamean Con fosfórica lumbre las pupilas. Todo es extraño para él: el viento, Los árboles que imitan Seres desnudos, negros, que en su torno, Se han detenido, y cuyos ojos brillan Entre cabellos que hasta el suelo bajan, Y lentamente oscilan; Brillan marcando el sitio en que se encuentran Cabezas que, sin verse, se adivinan. Los rumores que pasan, van dejando, Por la extensión vacía, Como esos remolinos que las barcas Hacen surgir del fondo de las linfas, Resonancias que brotan de la sombra, Tumultos que se agitan, Silencios prolongados que de nuevo Estallan en confusas vocerías, O dando paso a una voz triste y aislada, Voz que parece amiga, Y dice algo al oído de una lengua Inteligible, pero nunca oída. VII Por fin. cual si las vagas sensaciones Que el indio aun percibía Sufrieran en la nada tenebrosa Una inmersión violenta y repentina, Tabaré se desploma. Un ruido extraño Produce su caída. Se queja el suelo? ¿Quién impone al bosque Esa actitud de asombro o de atonía? Las notas que pasaban, Los rumores que huían, Las ramas que, inclinadas por el viento, A levantarse nuevamente iban, Suspensos han quedado. Es que el charrúa Está en la selva antigua Del indio Caracé; es que ha caído Sobre el sepulcro de su madre extinta, La cruz abre los brazos a su lado, La cruz de la cautiva! Parece que, inclinando la cabeza, La cruz al indio en su regazo abriga. Qué habló con el salvaje, aquella noche, El alma errante que en la cruz palpita, Es el secreto de la sombra eterna... Empieza a amanecer, casi es de día. Continua
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Ahí comencé a leerlo clau es maravilloso! en verdad todo poema y leyenda de los aborígenes tien un profundo contenido!
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Si ,Maia, es muy bonito! ...pero por sobre todo descriptivo,muestra la conquista y la realidad del indio, al mismo tiempo narra una historia de amor y de desentendimientos.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Breve historía de quienes fueron "Los Charrúas" .............. Habitaban en lo que hoy es la República Oriental del Uruguay. El siglo XVIII su hábitat se extendió y pasarona ocupar la mayor parte de Entre Ríos. Otra tribus como los Güenoas, los Minuanes, los Bohanes. Formaban parte del Litoral paranaense, y se les incluye a veces en la familia Charrúa. Otras tribus que habitaban eran los Yaros los Chanaés y los Mbeguáe, aunque con diferencias raciales, culturales y lingüísticas de los Charrúas. Eran recolectores especialmente gustaban de los huevos de avestruz y cogollos de ceibo, frutos silvestres, miel. Para la pesca construían sus largas canoas de más de 20 mts de largo, cazaban ganado cimarrón. Utilizaban como arma el arco y flecha de punta con piedra, también: lanzas y jabalinas con puntas de piedra. Su vestimenta consistía en una especie de taparrabos hecha con piel o de algodón que comerciaban con los guaraníes. En invierno utilizaban la típica manta de piel llamado quiyapí o quitando. Se adornaban el cuerpo y la cara. Cuando llegaban a la pubertad se les dibujaban tres rayas azules en el rostro, se ponían un tarugo en la nariz. A días de nacido un niño se le colocaba el “barbote” en el labio inferior que lo llevaría toda su vida. Eran nómades, sus chozas eran una especie de paravientos sostenido por cuatro palos formando un cuadrado abierto y sin techo, las paredes eran de esterillas de juncos. También armaban chozas con ramas arqueadas y cubierta con cueros de caballo. Los campamentos generalmente estaban circundando los arroyos. Cada toldería tenia su jefe o cacique. En épocas hostiles formaban un consejo para decidir las acciones. La introducción del caballo aumentó les dio más movilidad y cambió la manera de guerrear Practicaban el shamanismo. Al morir un charrúa los deudos sobre todo los hombres, se inscustaban astillas de madera o caña en los brazos, practicaban el ayuno y se mantenían en luto solitarios y al morir algún pariente, en señal de luto se cortaban una coyuntura de un dedo, y así, tantos se les morían se cortaban hasta a quedar completamente sin dedos en las manos y pies. Con la llegada de los conquistadores sus hábitos y sus costumbres se modificaron considerablemente, algunos fueron habituándose a la cultura europea aunque la mayoría la rechazaban resistiéndose con todas sus fuerzas incorporando inclusive a otras s tribus de distinto orígen, como en el caso de los yaros. Las tribus Charrúas desaparecieron a mediados del Siglo XVIII, fueron diezmadas tras la campaña que llevó a cabo José de Andonaegui. ........... ........... Monumento a los últimos Charrúas, en Montevideo, .............. inaugurado en 1938.Es una obra de los escultores .............. Edmundo Pratti, Gervasio Furest y Enrique Lussich
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Mirá conocía si ese taquirarí! pero desconocía a su autor? es el historiados Felix Luna?
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Si ,Maia ,es muy lindo y estoy aprendiendo muchisimo!! No sabia tanto de los charrúas!!! Gracias!!
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Si ,Maia!! el mismo,que como artista compuso la Misa Criolla,Cantata Sudamericana y Mujeres Argentinas.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Voy a seguir con TABARÉ y después con CORAZÓN Primera vez que leo algo de los charrúas y me tiene encantada Hermosa y triste la historia de URUGUAY, hecha poesía. Busqué lo siguiente: HUM es el río Negro, supongo que en Uruguay, debe ser otro, diferente al de Argentina. me perdí, pero en una parte salía lo siguiente Negros los ojos, como el odio negros Balancearon los verdes camalotes No encontré al URÚ, sólo sale que es una perdiz, y hay distintas perdices urus EL MESTIZAJE, EL MESTIZAJE. Me habría gustado que se enamorara de una linda charrúa, pero como se refiere al mestizaje, no puede ser.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas EL MESTIZAJE, EL MESTIZAJE. Me habría gustado que se enamorara de una linda charrúa, pero como se refiere al mestizaje, no puede ser. Creo, Anveri ,que el mestizaje era fundamental para crear el conflicto del drama. En esa civilización las diferencias formularon guerras que rápidamente llevan a la decadencia de la sociedad y que de por sí conllevan a la segregación de la cultura, cosa que expresa el autor. Pero sucede que en medio de esta situación ocurre el choque de civilizaciones entre españoles y amerindios que conduce a una situación de crisis.Entre todo esto surge un niño hijo del guerrero y cacique Caracé, pero este es observado por su sociedad de forma indiferente debido a que la coloración de sus ojos es azul; mientras la madre sufría por la situación de rechazo hacia su criatura. y luego Tabaré no podrá concretar se amor (trágico) debido justamente a ser mulato,ni indio,ni español. La confusión y la muerte de Tabaré llevan al trágico final que representa la fragilidad del amor ,sobre todo cuando hay oposición social hacia el mismo. La obra Tabaré evoca los sentimientos más recónditos del ser humano y del genero indigenista de una forma pausada y a la vez verosímil acerca de lo que es el proceso de mestizaje y disgregación racial.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas ES, como tú lo dices. El mestizaje ES una realidad. Todavía no lo termino.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Venimos del mestizaje!!! hace pocos años se repatriaron los restos de Vaimaca,uno de los ultimos charruas que fueron llevados a paris a exhibirse..que destino triste para tan hermoso pueblo!!! El genocidio del Salsipuedes ; Esta actitud persistente hizo que fueran paulatinamente diezmados, hasta culminar en 1831 con la matanza a orillas del Arroyo Salsipuedes perpetrada por el Gral. Fructuoso Rivera, primer Presidente del Uruguay y su sobrino Bernabé. Esta matanza, fue organizada en virtud a un acuerdo realizado por el Gral. Rivera con los Portugueses. El mismo consistió en la entrega de tierras del Uruguay a los portugueses, las que hoy se extienden desde la actual frontera con Brasil (Laguna Merín) hasta la actual Ciudad de Porto Alegre, a cambio de mantener la "Paz" y asegurar el liderazo de Fructuoso Rivera, logrando así ser el primer Presidente del Uruguay. De esa matanza escaparon muy pocos individuos —básicamente quienes, desconfiando de sus intenciones, no concurrieron al encuentro propuesto por Rivera— y se los tuvo por exterminados a partir de un episodio muy triste en la historia uruguaya: el envío a París, a efectos de ser estudiados, de Los últimos charrúas, pequeño grupo formado por una mujer y tres hombres. Sus nombres eran Senaqué, Tacuavé, Vaimaca Perú y Guyunusa. Un caso aparte fueron los niños pequeños que fueron repartidos como cridos (ciervos) de las familias de origen europeo Algunas palabras del lenguaje charrúa MISIAJALANA - Estate quieto PACAHOCAF -Llamaban asi a la Isla Martín Garcia PERACAT - Oca Marina PRIAIRE -Pez sollo QUICÁN -Caña (bebida) QUILLAPÍ - Capote de cuero SEPÉ - Superior,Dios,sagrado,sabio SAMIOC -Perro SI-SI -Tabaco y polvo óseo para masticar TROFONI -Chajä TINÚ - Cuchillo WALICXÉ -Hechicerïa ZOBÁ -Luna NUMERACION CHARRÚA YU - Uno SAM -Dos DETI -Tres BETUM -Cuatro BETUM-YU -Cinco BETUM-SAM -Seis BETUM-DETI -Siete BETUM-ARTASAM -Ocho BAQUIÚ -Nueve GUAROJ -Diez (Segun el rescate del Dr. Villardebó,lo que nos deja la China Arias,una charrúa que vivió en el Estancia de Arias,y el Sargento Mayor Benito Silva que vivió dos años en tolderías charrúas). --------------------------------------------------------------------------------