Nostalgia Ahora estoy de regreso. Llevé lo que la ola, para romperse, lleva -sal, espuma y estruendo-, y toqué con mis manos una criatura viva; el silencio. Heme aquí suspirando como el que ama y se acuerda y está lejos Rosario Castellanos
ERES EROS Estoy tan liviana sin ti que necesito el peso de tu cuerpo como la rama del puñado de plumas para poder cantar. Por eso frágil ahora, inicio el vuelo del arrullo hacia el encuentro. Necesito el peso de tu cuerpo para la danza genital que hace crujir la quilla de mis huesos y me desarticulo porque sólo perdiéndome en ti logro encontrarme. Sí, eres el eco de mis nuevos deseos. El más antiguo calendario del amor se repite en nosotros y por eso sabemos que esta muerte es una resurrección ya padecida. Sálvame de la fragilidad de mi cuerpo con el huracanado acento de tus músculos. Entre tanto tapo la boca a los relojes y me ovillo a la orilla de tus sueños Beatríz Zuluaga
DESEOS Yo quisiera salvar esa distancia ese abismo fatal que nos divide, y embriagarme de amor con la fragancia mística y pura que tu ser despide. Yo quisiera ser uno de los lazos con que decoras tus radiantes sienes; yo quisiera en el cielo de tus brazos beber la gloria que en los labios tienes. Yo quisiera ser agua y que en mis olas, que en mis olas vinieras a bañarte, para poder, como lo sueño a solas, ¡a un mismo tiempo por doquier besarte! Yo quisiera ser lino y en tu lecho, allá en la sombra, con ardor cubrirte, temblar con los temblores de tu pecho ¡y morir de placer al comprimirte! ¡Oh, yo quisiera mucho más! ¡Quisiera llevarte en mí como la nube al fuego, mas no como la nube en su carrera para estallar y separarse luego! Yo quisiera en mí mismo confundirte, confundirte en mí mismo y entrañarte; yo quisiera en perfume convertirte, ¡convertirte en perfume y aspirarte! ¡Aspirarte en un soplo como esencia, y unir a mis latidos tus latidos, y unir a mi existencia tu existencia, y unir a mis sentidos tus sentidos! ¡Aspirarte en un soplo del ambiente, y así verte sobre mi vida en calma, toda la llama de tu pecho ardiente y todo el éter del azul de tu alma! Aspirarte, mujer... De ti llamarme, y en ciego, y sordo, y mudo constituirme, y en ciego, y sordo, y mudo consagrarme al deleite supremo de sentirte ¡y a la dicha suprema de adorarte! Salvador Díaz Mirón
Andaré kilómetros recorriéndote, pararé en tu boca y en tu mirada a las que saludaré con mi alma, descansaré en tu placer, pues ese es mi placer, me saciaré de tu pasión descansaré mirándote, y admirándote hasta soñar contigo.
ANÓNIMO DEL SIGLO XVI De quince a veinte es niña; buena moza de veinte a veinticinco, y por la cuenta gentil mujer de veinticinco a treinta, ¡dichoso aquel que en tal edad las goza! De treinta a treinta y cinco no alboroza, mas se puede comer con salpimienta. Pero de treinta y cinco hasta cuarenta, anda en vísperas ya de una coroza. A los cuarenta y cinco es bachillera, gansea, pide y juega del vocablo. Cumplidos los cincuenta da en santera. A los cincuenta y cinco hecha retablo, niña, moza, mujer, vieja, hechicera, bruja y santera, se la lleva el diablo
DESEO Sólo tu corazón caliente, Y nada más. Mi paraíso, un campo Sin ruiseñor Ni liras, Con un río discreto Y una fuentecilla. Sin la espuela del viento Sobre la fronda, Ni la estrella que quiere Ser hoja. Una enorme luz Que fuera Luciérnaga De otra, En un campo de Miradas rotas. Un reposo claro Y allí nuestros besos, Lunares sonoros Del eco, Se abrirían muy lejos. Y tu corazón caliente, Nada más. Federico García Lorca
Aquí o allí, donde tu estés. aquí estaré esperándote, vigilando tus rincones, cuidando tus ausencias, aquí estaré pensándote, muriendo por añorarte, ... alejada para amarte.
SIN VERBOS Hermosa noche de estío Estrellado firmamento Blanca luna, fresco viento Dulce valle, manso río Ni un lagarto en la maleza, En los árboles ni un ave Ni un canto dulce y suave Todo silencio y tristeza. Allí arriba todo luz. Aquí abajo todo sombra. Junto al rio verde alfombra. Sobre la alfombra una cruz Junto a la cruz una bella Junto a la bella un doncél. Entre las dos manos de él Una blanca mano de ella. -Amor mio, dulce bién -Mi cariño, mi embeleso -¿Un beso? -Si, y otro beso Y otro, y otro, y otro y cien. -Mañana al Carpio, ¿verdad? Y una vez juntos allí -Tu mia. -Y tu mio, sí Y eterna felicidad. -¿Y ese hombre? -No más suya Mi cariño para tí. -Como el mio para tí. Atento a su propio mal Tras la cruz un noble anciano Una pistola en la mano Y al cinto agudo puñal. Una mano sobre un brazo Un rugido airado y fiero El fulgor de un fogonazo Y el crujido de un acero -¡Miserable! -¡Santo Dios! -¡Maldición! -¡Piadoso cielo! Dos bultos luego en el suelo Y uno en pié junto a los dos. A la mañana siguiente Guardia Civil, el juzgado El populacho indignado Y en prisión el delincuente. Anónimo
ETERNA MENTE Dentro de mi mente, oscura, imprecisa, con los ojos abiertos, pero ausentes, mirando por el prisma de la meditación, es que te traigo al mundo de los placeres, y te hago una excitante invitación. Tú, lejano, inconsciente y sin explicación, acudes al llamado incongruente, de una mente que emana urgente, que apures los pasos y vengas a mis brazos, porque todo en mí te reclama, y de mis dedos salen llamas, salamandras de colores, Porque se que llegarás. Tocas a la puerta y me extraes de mi trampa mortal, te abrazo y te beso con inocencia total, y tomando tus manos te invito a pasar. El olor del incienso te empieza a subyugar, la tenue luz de las velas te hacen sospechar, y el calor de mi mano, te comienza a descontrolar. Rozo tus dedos con clarividencia total, adivino que dentro de poco, todo en ti, va a estallar, y te beso en la boca pero casi no la toco, es tu aliento lo que quiero y un silencio total, envolverte entre mis redes de perfumes y placeres, y en mi especial forma de amar. Mi cuerpo se estremece con éxtasis total, mi piel se vuelve tersa, para que la puedas tocar, Y mi alma de mujer te implora, que la hagas disfrutar. Tú, que eres mi hombre, y que ya me conoces, me llenas de miel y no me haces esperar, sabes que quiero el cielo y es allí donde me llevarás. Te dejo preso en el calor de mi lecho, entre tu pecho y mi pecho, ya no queda trecho, solo movimientos llenos de sentimientos, que me recuerdan a las olas del mar. Y mi mente que de algún lugar te extrajo, usando conocimientos del inconsciente, se siente placida e inocente, porque sabe que te trajo de una forma inusual, casi virtual, siempre protegida, por quien te ama de por vida, Eterna mente. Laura Rojas
COINCIDIR Soy vecina de este mundo por un rato y hoy coincide que también tu estás aqui coincidencias tan extrañas de la vida tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y ...coincidir si navego con la mente el universo o si quiero a mis ancestros retornar agobiada me detengo y no imagino tantos siglos, tantos mundos,tanto espacio y...coincidir si en la noche me entretengo en las estrellas y capturo lo que empieza a florecer la sostengo entre mis manos, mas me alarma tantos siglos, tantos mundos,tanto espacio y...coincidir si la vida se sostiene por instantes y un instante es el momento de existir si tu vida es otro instante no comprendo tantos siglos,tantos mundos, tanto espacio y...coincidir
LA PERA VERDE Y PODRIDA Iba un día con su abuelo Paseando un colegial, Y debajo de un peral Halló una pera en el suelo. Mírala, cógela, muerde, Mas presto arroja el bocado Que muy podrida de un lado Estaba, y del otro verde. ¿Abuelo, cómo será, Decía el chico escupiendo, Que esta pera que estoy viendo Podrida aunque verde está? El anciano con dulzura Dijo, vínole ese mal Por caerse del peral Sin que estuviera madura. Lo propio sucede al necio que estando en la adolescencia Desatiende la prudencia De sus padres con desprecio. Al que en sí propio confía Como en recurso fecundo E ignorando lo que es mundo Engólfase en él sin guía. Quien así intenta negar La veneración debida En el campo de la vida Se pudre sin madurar. Concepción Arenal
¿tenemos un buen pasado por delante? Los navegantes con ganas de vientos tomamos como buen puerto de partida los recuerdos del pasado Eduardo Galeano.
A MI PRÍNCIPE AZUL He visto tantas noches pasar tú a mi lado pero sin mí imaginando que volvía a mi pasado cobijada en tu abrazo, en ese tiempo feliz. Mi ser, mi poesía, mis recuerdos son el rincón donde me suelo esconder recordando cuando temblaban tus manos cuando cada día me intentabas sorprender. Intento sonreír cuando recuerdo París aunque hiciera frío, el cielo era azul nos abrazábamos por su calles frías y tu eras mi príncipe azul. Si pudiera retroceder, si pudiera recuperarte como ayer, te vería sonreír al amanecer nos amaríamos, nos besaríamos, me volverías a querer. Ahora estás tan dentro de mi que sin ti, no soy capaz de vivir, espero que intentes abrir el cajón donde esperan mis besos, mi amor. Por mucho que pase el tiempo aquí estoy esperándote, cada detalle, cada aproximación será un aliento de vida a mi pobre corazón. Ahora sólo soy un espejismo, no reconozco ni mis gestos, ni mi voz ando vagando como un sonámbulo esperando despertar envuelta en tu amor. juanaperez.net
EL TIEMPO NO EXISTE «Si vienes por ejemplo a las cuatro..., comenzaré a ser feliz desde las tres.» Saint-Exupery El tiempo no existe cuando estás conmigo. Tan sólo lo cuento, lo peso y lo mido, tan sólo lo sufre mi carne y mi espíritu, lo bendigo sólo no sé o lo maldigo, cuando estás viniendo o cuando te has ido. el mundo no existe cuando estoy contigo. Antonio Murciano
Antes de que acabe Abril pondré: CANCIÓN ¡De qué callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (Yo, muriendo.) Y de qué modo sutil me derramó en la camisa todas las flores de abril. ¿Quién le dijo que yo era risa siempre, nunca llanto, como si fuera la primavera? (No soy tanto.) En cambio, ¡qué espiritual que usted me brinde una rosa de su rosal principal! ¡De qué callada manera se me adentra usted sonriendo, como si fuera la primavera! (Yo, muriendo.) Nicolás Guillén