ME GUSTAS CUANDO CALLAS Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca. Como todas las cosas están llenas en mi alma emerges de las cosas, llena del alma mía. Mariposa de sueño, no te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra melancolía. Me gustas cuando callas y estarás como distante. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: Déjame que me calle con el silencio tuyo. Déjame que te hable también con tu silencio claro como la lámpara, simple como un anillo. Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. Me gustas cuando callas porque estás como ausente. Distante y dolorosa como si hubiera muerto. Una palabra entonces, una sonrisa bastan. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto. Pablo Neruda.
GUSTAVO ADOLFO BECQUER RIMA V Espíritu sin nombre, indefinible esencia, yo vivo con la vida sin formas de la idea. Yo nado en el vacío, del sol tiemblo en la hoguera, palpito entre las sombras y floto con las nieblas. Yo soy el fleco de oro de la lejana estrella, yo soy de la alta luna la luz tibia y serena. Yo soy la ardiente nube que en el ocaso ondea, yo soy del astro errante la luminosa estela. Yo soy nieve en las cumbres, soy fuego en las arenas, azul onda en los mares y espuma en las riberas. En el laúd, soy nota, perfume en la violeta, fugaz llama en las tumbas y en las ruinas yedra. Yo atrueno en el torrente y silbo en la centella, y ciego en el relámpago y rujo en la tormenta. Yo río en los alcores, susurro en la alta yerba, suspiro en la onda pura y lloro en la hoja seca. Yo ondulo con los átomos del humo que se eleva y al cielo lento sube en espiral inmensa. Yo, en los dorados hilos que los insectos cuelgan me mezco entre los árboles en la ardorosa siesta. Yo corro tras las ninfas que, en la corriente fresca del cristalino arroyo, desnudas juguetean. Yo, en bosques de corales que alfombran blancas perlas, persigo en el océano las náyades ligeras. Yo, en las cavernas cóncavas do el sol nunca penetra, mezclándome a los gnomos, contemplo sus riquezas. Yo busco de los siglos las ya borradas huellas, y sé de esos imperios de que ni el nombre queda. Yo sigo en raudo vértigo los mundos que voltean, y mi pupila abarca la creación entera. Yo sé de esas regiones a do un rumor no llega, y donde informes astros de vida un soplo esperan. Yo soy sobre el abismo el puente que atraviesa, yo soy la ignota escala que el cielo une a la tierra, Yo soy el invisible anillo que sujeta el mundo de la forma al mundo de la idea. Yo, en fin, soy ese espíritu, desconocida esencia, perfume misterioso de que es vaso el poeta.
Una de ....."Super Mario" Apenas y a penas Piensó ojalá que no pero esta vez acaso sea la última. Con el deseo más tierno que otras noches tentó las piernas de la mujer nueva que afortunadamente no eran de carrara posó toda su palma sobre la hierbabuena y sintió que su mano agradecía viajó moroso y sabio por el vientre se conmovió con valles y colinas se demoró en el flanco y su hondonada que siempre era su premio bienvenido anduvo por los pechos eligiendo al azar y allí se quedo un rato descifrando con el pulgar y el índice reconoció los labios que afortunadamente no eran de coral y deslizó una mano por debajo del cuello que afortunadamente no era de alabastro. Pensó ojalá que no pero puede ser la última. Y si después de todo es la última vez. Entonces cómo, cómo haré mañana de donde sacaré la fuerza y el olvido para tomar distancia de esta orografía de esta comarca en paz de esta patria ganada apenas y a penas a tiempo y a dulzura a ráfagas de amor. Mario Benedetti
Soneto XXII Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo. Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angol, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido. Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino. Pablo Neruda Salu2
GERARDO DIEGO COLUMPIO ---------A caballo en el quicio del mundo ----------un soñador jugaba al sí y al no ---------------Las lluvias de colores --------emigraban al país de los amores ----------------Bandadas de flores ----Flores de sí------------------Flores de no ---------------Cuchillos en el aire -----------que le rasgan las carnes ----------------forman un puente -----Sí------------------------------------------No -------------Cabalgaba el soñador ---------------Pájaros arlequines -cantan el sí---------------------cantan el no
Táctica y estrategia Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos. Mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible. Mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos. Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos. Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple. Mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites. "Super Mario"
LOPE DE VEGA A MIS SOLEDADES VOY A mis soledades voy, de mis soledades vengo, porque para andar conmigo me bastan mis pensamientos. No sé qué tiene el aldea donde vivo y donde muero, que con venir de mí mismo, no puedo venir más lejos. Ni estoy bien ni mal conmigo; mas dice mi entendimiento que un hombre que todo es alma está cautivo en su cuerpo. Entiendo lo que me basta, y solamente no entiendo cómo se sufre a sí mismo un ignorante soberbio. De cuantas cosas me cansan, fácilmente me defiendo; pero no puedo guardarme de los peligros de un necio. Él dirá que yo lo soy, pero con falso argumento; que humildad y necedad no caben en un sujeto. La diferencia conozco, porque en él y en mí contemplo su locura en su arrogancia, mi humildad en mi desprecio. O sabe naturaleza más que supo en este tiempo, o tantos que nacen sabios es porque lo dicen ellos. «Sólo sé que no sé nada», dijo un filósofo, haciendo la cuenta con su humildad, adonde lo más es menos. No me precio de entendido, de desdichado me precio; que los que no son dichosos, ¿cómo pueden ser discretos? No puede durar el mundo, porque dicen, y lo creo, que suena a vidrio quebrado y que ha de romperse presto. Señales son del juicio ver que todos le perdemos, unos por carta de más, otros por carta de menos. Dijeron que antiguamente se fue la verdad al cielo; tal la pusieron los hombres, que desde entonces no ha vuelto. En dos edades vivimos los propios y los ajenos: la de plata los estraños, y la de cobre los nuestros. ¿A quién no dará cuidado, si es español verdadero, ver los hombres a lo antiguo y el valor a lo moderno? Todos andan bien vestidos, y quéjanse de los precios, de medio arriba romanos, de medio abajo romeros. Dijo Dios que comería su pan el hombre primero en el sudor de su cara por quebrar su mandamiento; y algunos, inobedientes a la vergüenza y al miedo, con las prendas de su honor han trocado los efectos. Virtud y filosofía peregrinan como ciegos; el uno se lleva al otro, llorando van y pidiendo. Dos polos tiene la tierra, universal movimiento, la mejor vida el favor, la mejor sangre el dinero. Oigo tañer las campanas, y no me espanto, aunque puedo, que en lugar de tantas cruces haya tantos hombres muertos. Mirando estoy los sepulcros, cuyos mármoles eternos están diciendo sin lengua que no lo fueron sus dueños. ¡Oh, bien haya quien los hizo! Porque solamente en ellos de los poderosos grandes se vengaron los pequeños. Fea pintan a la envidia; yo confieso que la tengo de unos hombres que no saben quién vive pared en medio. Sin libros y sin papeles, sin tratos, cuentas ni cuentos, cuando quieren escribir, piden prestado el tintero. Sin ser pobres ni ser ricos, tienen chimenea y huerto; no los despiertan cuidados, ni pretensiones ni pleitos; ni murmuraron del grande, ni ofendieron al pequeño; nunca, como yo, firmaron parabién, ni Pascuas dieron. Con esta envidia que digo, y lo que paso en silencio, a mis soledades voy, de mis soledades vengo.
La viña del vinatero (Luis Chamizo) ................................ El que jizo con el barro remojao, en la ruea, sin más chismes que sus deos, los pucheros, las botijas, los barriles, los cacharros, las aczuelas, los barreños, el que jizo las tinajas barrigúas y endispués de cavilá tuvo el acuerdo de los conos y los jornos encuadraos y los chismes pa sacalos y metelos; el que jizo que su nombre resonara por la gran revolución de sus inventos ondiquiera que las cepas dieran uvas, muchas leguas en reondo de su pueblo, no podía consentí que trompezara su tesón qu´era más juerte que los jierros, en los riscos, chaparreras y coscojas de la joya de los cuervos. Era sangre d´otras épocas su sangre; sus agallas parecían d´otros tiempos; era un hijo d´estas tierras, de la raza de castüos veteranos extremeños. .............................. Un trocito
Estados de ánimo Mario Benedetti A veces me siento como un águila en el aire. -Pablo Milanés Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas. Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano. A veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas. Pero hoy me siento apenas como laguna insomne con un embarcadero ya sin embarcaciones una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces sereno en mi confianza confiando en que una tarde te acerques y te mires, te mires al mirarme.
Del libro.......Último Round Poema (Te Amo por ceja, por cabello) Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz, te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz, voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y cintas que dormían en la lluvia. No quiero que tengas una forma, que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano, porque el agua, considera el agua, y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fábula, y los gestos, esa arquitectura de la nada, encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro. Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa. Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo, busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo. Además te quiero, y hace tiempo y frío. Julio Córtazar
GUSTAVO ADOLFO BECQUER RIMA XXV Cuando en la noche te envuelven las alas de tul del sueño y tus tendidas pestañas semejan arcos de ébano, por escuchar los latidos de tu corazón inquieto y reclinar tu dormida cabeza sobre mi pecho, diera, alma mía, cuanto posea: ¡la luz, el aire y el pensamiento! Cuando se clavan tus ojos en un invisible objeto y tus labios ilumina de una sonrisa el reflejo, por leer sobre tu frente el callado pensamiento que pasa como la nube del mar sobre el ancho espejo, diera, alma mía, cuanto deseo: ¡la fama, el oro, la gloria, el genio! Cuando enmudece tu lengua y se apresura tu aliento y tus mejillas se encienden y entornas tus ojos negros, por ver entre sus pestañas brillar con húmedo fuego la ardiente chispa que brota del volcán de los deseos, diera, alma mía, por cuanto espero, la fe, el espíritu, la tierra, el cielo.
Del libro.........Salvo el Crepusculo Una carta de amor Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo como un perro que pasa, una colina, esas cosas de nada, cotidianas, espiga y cabellera y dos terrones, el olor de tu cuerpo, lo que decís de cualquier cosa, conmigo o contra mía, todo eso es tan poco yo lo quiero de vos porque te quiero. Que mires más allá de mí, que me ames con violenta prescindencia del mañana, que el grito de tu entrega se estrelle en la cara de un jefe de oficina, y que el placer que juntos inventamos sea otro signo de la libertad. Julio Córtazar
EMILIO PRADOS SUEÑO Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Alzáronse en el cielo los nombres confundidos. Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Nuestros cuerpos quedaron frente a frente, vacíos. Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Entre nuestros dos cuerpos, ¡qué inolvidable abismo!
No decía palabras "No decía palabras, Acercaba tan sólo un cuerpo interrogante, Porque ignoraba que el deseo es una pregunta Cuya respuesta no existe, Una hoja cuya rama no existe, Un mundo cuyo cielo no existe. La angustia se abre paso entre los huesos, Remonta por las venas Hasta abrirse en la piel, Surtidores de sueño Hechos carne en interrogación vuelta a las nubes. Un roce al paso, Una mirada fugaz entre las sombras, Bastan para que el cuerpo se abra en dos, Ávido de recibir en sí mismo Otro cuerpo que sueñe; Mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne, Iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo. Aunque sólo sea una esperanza, Porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe." Luis Cernuda.