Rimas de Gustavo Adolfo Becquer ( En ellas por siempre tu viviras... aun cuando no pudo ser...) Como se arranca el hierro de una herida su amor de las entrañas me arranqué, aunque sentí al hacerlo que la vida me arrancaba con él! Del altar que le alcé en el alma mía la Voluntad su imagen arrojó, y la luz de la fe que en ella ardía ante el ara desierta se apagó. Aún turbando en la noche el firme empeño vive en la idea la visión tenaz... ¡Cuándo podré dormir con ese sueño en que acaba el soñar! Besitos Anny
CARLOS BOUSOÑO Vale la pena Vale la pena, vale la condena contemplar en la tarde que se inclina a poniente la paz de esta colina, dulce en la hora de la luz serena. Vale la pena contemplar tu pena, aunque me duele como aguda espina, vale la pena noche que avecina su rostro duro y su tenaz cadena. Vale la pena el alentar, la vida, vale la pena el río con tu llanto, vale la pena la amistad mentida, la luz mentida, el verdadero espanto, la noche negra de la atroz partida, y tu amargura que me importa tanto... Y tu amargura que me importa tanto ... Y tu amargura que me importa tanto vale la pena. Vale el mundo todo: vale la piedra oscura, el sucio lodo, y la pureza con su turbio manto. Aquí estamos los dos. Vale el quebranto en el que tantas veces yo me acodo; vale la pena el ir codo con codo en el huir de un carcelero espanto. Vale la pena negra desbandada por la llanura que no tiene ocaso. Vale la pena, vale la jornada. Vale la pena ese final, acaso, de una noche infinita, abandonada en el hondón de un sideral fracaso. Palabras dichas en voz baja I No es vino exactamente lo que tú y yo apuramos con tanta lentitud en esta hora pulcra de la verdad. No es vino, es el amor. No se trata, por tanto, de una celebración esperada, una fiesta ruidosa, alzada en oros. No es montañoso cántico. Es sólo silbo, flor, menos que eso: susurro, levedad. II Y esto empezó hace mucho. Unimos nuestras manos muy apretadamente para quedarnos solos, juntos y solos por la senda infinita interminablemente. Y así avanzamos juntos por la senda tenaz. La misma senda, el mismo instante de oro, y sin embargo, tú marchabas sin duda siempre muy lejos, atrás, perdida en la distancia luminosa, diminuta y queriéndome en otra estación más florida, en otro tiempo y otro espacio puro. Y desde el retirado calvero, desde la indignidad arenosa del madurado atardecer, en que yo contemplaba tu tempranero afán, te veía despacio, una vez y otra vez, sin levantar cabeza en tu jardín remoto, atareada y obstinadamente ¡y tan injustamente! coger con alegría las rosas para mí.
Rimas. Gustavo Adolfo Becquer. Ay!, ¡a veces me acuerdo suspirando del antiguo sufrir! ¡Amargo es el dolor pero siquiera padecer es vivir! ............o........... ¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¡Que es poesía!, Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú. ..........o............. Por una mirada, un mundo, por una sonrisa, un cielo, por un beso..., yo no sé que te diera por un beso. .........o............ ¡Los suspiros son aire y van al aire! ¡Las lágrimas son agua y van al mar! Dime, mujer: cuando el amor se olvida, ¿sabes tú a dónde va? ..........o............. ¿Quieres que de ese néctar delicioso no te amargue la hez? Pues aspírale, acércale a tus labios y déjale después. ¿Quieres que conservemos una dulce memoria de este amor? Pues amémonos hoy mucho y mañana ¡digámonos, adiós! Besitos Anny
RENE F.A. SULLY-PRUDHOMME (1839 – 1907) LOS OJOS Negros o azules, bellos, siempre amados, vieron ojos innúmeros la aurora. Hoy en la tumba duermen, ya cerrados, y el sol se eleva y el espacio dora. A cuántos claros ojos noches bellas dieron encanto y éxtasis serenos, Brillan siempre en el cielo las estrellas y los ojos están de sombra llenos. Que por siempre la luz esté apagada de esos ojos tan bellos, no es posible. A otra región volvieron la mirada, tornaron su fulgor a lo invisible. Y así cual las estrellas lentamente se van, mas quedan vivos sus reflejos, también para los ojos hay poniente pero no mueren, porque brillan lejos. Negros o azules, bellos, siempre amados, ante una inmensa aurora abiertos giran. Más allá de la tumba están cerrados. ¡Pero cerrados, con amor nos miran! Besitos Anny
EDUARDO CARRANZA Soneto sediento Mi tú. Mi sed. Mi víspera. Mi te amo. El puñal y la herida que lo encierra. La respuesta que espero cuando llamo. Mi manzana del cielo y de la tierra. Mi por siempre jamás. Mi agua delgada, gemidora y azul. Mi amor y seña. La piel sin fin. La rosa enajenada. El jardín ojeroso que me sueña. El insomnio estelar. Lo que me queda. La manzana otra vez. La sed. La seda. Mi corazón sin uso de razón: me faltas tanto en esta lejanía, en la tarde, a la noche, por el día, como me faltaría el corazón.
i] Este era un gato llamado Einstein Albert Einstein una vez hiba por un camino plagado de cucharitas de te revueltas con trompos direccion Nicaragua Gato nabuconodosor o como quiera llamercele mueve la cola a diestra y siniestra y con sobrada razon Las mariposas nocturnas se le van a parar a los mostachos Como era pleno invierno traia las patitas enbarradas. NICANOR PARRA antipoesia.[/i]
DÉJAME QUE ADELGACE LO QUE ME QUEDA DE AMOR... Para que tú me oigas mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas en las playas... Pablo Neruda Déjame que adelgace lo que me queda de amor para infiltrarme en tus labios. Déjame saciar el hambre de deseo en forma de vuelo solitario que padeces. Déjame que por la noche te despierte pintando senderos de amor entre tus venas. Déjame morir así soñando, déjame morir, no me despiertes..... De "Si ves que te hablo y anochece" 2004
PENUMBRAS La noche se perdio en tu pelo la luna se aferro a tu piel y el mar se sintio celoso y quizo en tus ojos estar el tambien tu boca sensual peligrosa tus manos la dulzura son tu aliento fatal fuego lento, que quema mis ancias y mi corazon ternura que sin prisa apuras caricias que brinda el amor caprichos muy despacio dichos entre la penumbra de un suave interior te quiero y ya nada importa la vida lo ha dictado asi si quieres yo te doy el mundo pero no me pidas que no te ame asi si quieres yo te doy el mundo pero no me pidas que no te ame asi........... SANDRO
JOSÉ MANUEL CABALLERO Espera Y tú me dices que tienes los pechos vencidos de esperarme, que te duelen los ojos de tenerlos vacíos de mi cuerpo, que has perdido hasta el tacto de tus manos de palpar esta ausencia por el aire, que olvidas el tamaño caliente de mi boca. Y tú me lo dices que sabes que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre, de golpear mis labios con la sed de tenerte, de darle a mi memoria, registrándola a ciegas, una nueva manera de rescatarte en besos desde la ausencia en la que tú me gritas que me estás esperando. Y tú me lo dices que estás tan hecha a este deshabitado ocio de mi carne que apenas sí tu sombra se delata, que apenas sí eres cierta en esta oscuridad que la distancia pone entre tu cuerpo y el mío.
CORAZÓN CORAZA Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena desde el alma a mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce corazón coraza porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro porque tú siempre existes dondequiera pero existes mejor donde te quiero porque tu boca es sangre y tienes frío tengo que amarte amor tengo que amarte aunque esta herida duela como dos aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga y no. Mario Benedetti Besitos Anny
EDUARDO CARRANZA Azul de ti Pensar en ti es azul, como ir vagando por un bosque dorado al mediodía: nacen jardines en el habla mía y con mis nubes por tus sueños ando. Nos une y nos separa un aire blando, una distancia de melancolía; yo alzo los brazos de mi poesía, azul de ti, dolido y esperando. Es como un horizonte de violines o un tibio sufrimiento de jazmines pensar en ti, de azul temperamento. El mundo se me vuelve cristalino, y te miro, entre lámparas de trino, azul domingo de mi pensamiento.
SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR Setenta balcones hay en esta casa, setenta balcones y ninguna flor. ¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa? ¿Odian el perfume, odian el color? La piedra desnuda de tristeza ¡dan una tristeza los negros balcones! ¿No hay en esta casa una niña novia? ¿No hay algún poeta lleno de ilusiones? ¿Ninguno desea ver tras los cristales una diminuta copia de jardín? ¿En la piedra blanca trepar los rosales, en los hierros negros abrirse un jazmín? Si no aman las plantas no amarán el ave, no sabrán de música, de rimas, de amor. Nunca se oirá un beso, jamás se oirá una clave... ¡Setenta balcones y ninguna flor! Baldomero Fernández Moreno Anny
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER. Rima XV. Tú y yo. Cendal flotante de leve bruma, rizada cinta de blanca espuma, rumor sonoro de arpa de oro, beso del aura, onda de luz: eso eres tú. Tú, sombra aérea, que cuantas veces voy a tocarte te desvaneces ¡como la llama, como el sonido, como la niebla, como el gemido del lago azul! En mar sin playas onda sonante, en el vacío cometa errante, largo lamento del ronco viento, ansia perpetua de algo mejor, ¡eso soy yo! Yo, que a tus ojos, en mi agonía, los ojos vuelvo de noche y día; yo, que incansable corro y demente ¡tras una sombra, tras la hija ardiente de una visión!.
38 ¡Te necesito a ti, sólo a ti! Deja que lo repita sin cansarse mi corazón. Los demás deseos que día y noche me embargan, son falsos y vanos hasta sus entrañas. Como la noche esconde en su oscuridad la súplica de la luz, en la oscuridad de mi inconsciencia resuena este grito: ¡Te necesito a ti, sólo a ti! Como la tormenta está buscando paz cuando golpea la paz con su poderío, así mi rebelión golpea contra tu amor y grita: ¡Te necesito a ti, sólo a ti! Rabindranath Tagore