Un pueblo abandonado

Te abandonaron definitivamente en los años setenta del siglo pasado, y hoy te desmigajas poco a poco sin querer renunciar a tu pasado, aferrándote a él como si tus casas siguieran vivas. Supongo que te habrás alegrado de verme aparecer por aquí para patear tus piedras, entrar en tus viviendas, remirarlo todo, subir a los palomares, hurgar en tus cocinas. No creo que tengas muchos visitantes, estás tan lejos y tan a trasmano de todo...

Y sin palabras me has contado algo de lo que fue tu vida. Te muestro las fotos que te he hecho, a ver si he aprendido bien tu lección callada.


Éste es tu aspecto actual, estás algo cascado, pero aún conservas cierta gallardía, aunque tus huesos crujen más de la cuenta. Los años…


Algunos de tus muros se han derrumbado, pero otros me muestran su interior, hecho de piedra de la zona y cemento.


Las puertas de todas tus casas siguen abiertas, se nota que te gustan las visitas que nunca llegan, ahora que no tienes que salvaguardar la intimidad de nadie.


La distribución de tus casas es siempre prácticamente la misma: junto a la puerta está la cocina, con un par de alacenas a ambos lados. Algunas aún conservan frascos y cosas


El dormitorio suele estar en la segunda planta. He visto muchas camas, desvencijadas antes por el uso y hoy por el desuso.


Ventanas, ventanas, ventanas, cientos de ventanas, de todos los tipos, sabes que me gustan las ventanas, sobre todo las que han perdido los cristales, como ésta que parece abrirse tímidamente para que me asome a un exterior vacío.


Me ha sorprendido ver que aún conservas enseres, utensilios, cosas. Sin duda para soñar que sigues vivo, que en cualquier momento va a aparecer alguien a colocar esto (no me has dicho cómo se llama) en el belfo del burro para que no coma hierba mientras labra.


O a usar la sartén de las migas que he visto en un corral, o a sentarse en ésa silla desvencijada, o a beber de este botijo que claudicó antes que tú.


Me has contado que en tus años de esplendor incluso había una pequeñísima escuela. Y me has enseñado el marco descuajeringado de una vieja pizarra en la que algún niño escribió con tizas blancas sueños de colores.


En tu corral ya no hay ovejas. Hoy huele a gineta, a jabalí, los animales deben ser tu única y grata compañía.


El pozo no podía faltar. Aún tiene agua aunque ya nadie, excepto tú, beba de ella.


Tu entorno es algo áspero, bancales hoy abandonados que ayer producían centeno y cuatro almendros retorcidos. Pero puedes ver la nieve de La Sagra asomándose por tu mejor horizonte.


Bueno… me tomo un pelotazo y me vuelvo a ver qué se cuece en el foro. Qué se bulle, mejor dicho. Pero ya sabes que te he prometido volver pronto por aquí, bien acompañado por alguien que sabe apreciar tus pequeñas cosas..

 

"Me has contado que en tus años de esplendor incluso había una pequeñísima escuela. Y me has enseñado el marco descuajeringado de una vieja pizarra en la que algún niño escribió con tizas blancas sueños de colores."

Ese es el mejor uso de las pizarras.

Como siempre, increíble, Diego.

Ya me gustaría, ya, ir a "golisquear" por ese pueblo contigo.

Un abrazo.

Rosa

 

Precioso 'reportaje'. Mi abuela también nació en una casa así, ya abandonada, a los pies de la cordillera cantábrica. En ese pueblo -aún vivo- se murió de mengua la escuela. Estuve el pasado verano. Y entre las grietas de la casa familiar de adobe asomaba, en difícil equilibrio, una cama.

Gracias, Espliego, por compartir memorias.

 

Jo, tio, durante la lectura me he ido hablandando cada vez más y al llegar a

me he puesto a llorar. Si no con lágrimas, sí con emoción.

Debo reconocer que la gente sensible es la más dura que hay. Sino no sé como soportáis estas tocadas del nervio.

Debe ser por eso que no me ha dado por la poesía. Simple subsistencia.

Pero, espliego, tu escribe que no me perdería ni un escrito por mucha carga de emoción que le pusieras.

 

Me ha gustado mucho, sabes transmitir cosas q hacen viajar en el universo de los recuerdos.

Salu2.

 

Coordenadas, por favor ...

 

cUna bonita y triste historia,muy bien documentada....Lamentablemente,bastante frecuente en nuestra geografia.
La lucha diaria en esos lugares,debió ser dura,conseguir el pan de cada dia,con el sudor de la frente.
Y a poca distancia....la ciudad,con ¿¿"sus ventajas"??.....Luz y agua corriente,trabajo remunerado, el pisito,que se podía pagar,poco a poco,....etc
Los primeros que se fueron, volvian, deslumbrado, con sus mejores galas, a sus antiguos vecinos. Algunos hasta traían coche,....!!!!.
Evidentemente,el futuro ya no estaba allí......
Uno tras otro,se fueron....sólo quedaban los viejos...apegados a su tierra, Pero.... Cada vez eran menos...Cosas de la edad !!.
Con el último habitante,llegó el olvido....todos tenian una vida hecha ,fuera de allí.....Nadie pensaba volver.....Sería como reconocer que habian fracasado.
Una pena.....
Besos

 

KKKe potito,....cada dia hay muchos mas asi.
En las sierras de Bejar y Ponferrada, como no tienen ni tren ni autobus regurar , ni autopistas,....ni hospitales, ni sekejannn, ni piden .ala tos pa madrí miles de pueblos de menos de 500 H

 

Espliego que bueno que esos pueblitos abandonados puedan hablar con tu voz!!!!

Mi sueño seria irme a uno de esos pueblos donde no hay prisa,nadie corre,no hay colas,en definitiva SE VIVE.

Quizas cuando me jubile.

Sigue,por favor,deleitandonos con tu "voz".

 

Ayer me iba fatal el ordenador y no se me habrían todas las fotos, así que lo dejé para otro día, sabía que no me lo podía perder.

Muchas gracias.

 

Curiosa la soledad del pueblo cuando te alejasy te acercas a él. En verano por tierras de Navarra, enuentro este tipo de pueblos abandonados totalmente por mir recorridos en bici. Rincón favorito donde cada piedra u otro objeto te sugiere algo a la memoria. Gracias por el recuerdo Espliego.

 

Qué tendrán los pueblos abandonados que atraen tanto a unos pocos?

precioso reportaje espliego, gracias.

 

Diego, tal y como lo has relatado, ahora yo tambien estoy alli.

Veo esa pared de tosca, el tranco para cerrar la puerta, el bozo de cuerda de esparto, la pizarra aun con tiza, el botijo de lado para viajar, las botellas preparadas para embotellar las conservas de tomate y pimiento............y como no, mi Sagra, la cara que no puedo ver desde mi casa.

De este año no pasa que subamos a la cima. Ahora esta esplendida llena de nieve.

Un abrazo amigo.

 

No me gusta el viaje por las autovías ni los hoteles de cuatro estrellas. Recorrer lugares poco frecuentados, hablar con los diez vecinos que quedan por allí, es conocer tu historia y tu cultura. Por lo que me contaron, el pueblo de la fotografía fue abandonado definitivamente cuando… llevaron la luz. Curioso contraste.

Estos pueblos están llamados a desaparecer, engullidos por sus propias ruinas y la indiferencia de la administración de turno ¡qué lastimica! Aunque ahora existe en esta zona un interés por comprar y rehabilitar viejos cortijos y casas de pueblos, por parte de ingleses fundamentalmente. Bienvenidos sean si respetan esta cultura, aunque nunca hablen panocho y beban whisky en lugar de vino de Bullas.

Se me ocurre una idea ¿Organizamos una quedada virtual en este pueblo abandonado? Así le damos una alegría y un poco de vidilla. Pero tenéis que traer algo de vuestra tierra para el aperitivo y el postre, que aquí no hay carrefús. La comida la pongo yo

Por ejemplo… Asor puede traer unos michirones, que creo que te salen muy bien; Celalba, unas filloas y una botellita de albariño; Verne, unas botellas de cava para el brindis (para mí, brut); Steban… tú no traigas nada, te invitamos, bastantes desayunos nos has regalado ya en el foro; Canela, un GPS, te voy a enseñar a usarlo, que te veo bastante desorientada últimamente; Pepimola, ¿qué tal un postre carbayón?; Anvitel, ¿algún licorcillo de cactus?; Náyade, unos piononos de Santa Fe; Ana, tu sonrisa, hace tiempo que no la veo, bueno… y unas palomitas con anís, si has aprendido a hacerlas, claro; Carretas, tú vas a conducir la carreta virtual, quedas dispensado de traer algo; Neus, unas tapicas de fideúa; mi vecino Manué, el vinillo que llevaste a Murcia (y gracias por enseñarme la palabra bozo)

Yo os espero haciendo la comida, unas migas al estilo de mi tierra: Ya tengo la sartén…



…el aceite y el vino…



Y alguna sillica para sentarnos



Iré haciendo el pan mientra llegáis



El pueblo nos espera con todas las puertas abiertas



¿Lo organizamos en este patio?



Os mando mi tartana mágica para que os recoja a todos. Es mágica, mágica, mágica, en un pispás os recoge a todos y os trae para acá volando. Y tú haces de chófer, Carretas, no podía ser otro.



Yo os espero leyendo el periódico (ésta va por ti, Asor)

 

¡qué pasada!...

Me puede Vd poner en la lista de la kedada? me encantaría...

Muchas gracias por su emoción y por la mía