Adiós a la sinusitis http://www.lostiempos.com/lecturas/10-12-06/10_12_06_contenido1.php Luz Marina Canelas Empleando ruda y algunos otros compuestos naturales que ella misma prepara, Leonor Eduardo lleva 40 años de su vida aliviando los terribles dolores provocados por el congestionamiento facial. Con mucha templanza en su rostro, probablemente por haber sido una fiel practicante del yoga, y con una simpatía única matizada por su gran sentido del humor, Leonor Eduardo Franz es una linda dama cochabambina que ha dedicado 40 años de su vida a aliviar terribles dolores. Actualmente se halla en plena recuperación de una cirugía de implante de caderas que le realizaron debido a un desgaste pronunciado. Pero su optimismo y diaria mejoría no le permiten darse vacaciones de las actividades que le encantan. Su especialidad: enseñar a las primerizas el parto sin dolor, y curar la sinusitis con una mezcla de aceites que ella misma prepara, basados en la tradicional “ruda”, la planta medicinal por excelencia en la Llajta que se aplican los campesinos incluso para casos de parálisis faciales. Sus aceites combinan otros elementos como la cebolla, pero poco habla de ellos, sino de los efectos que ocasionan al entrar en contacto con los enfermos: “masajeo un poco el rostro y luego con la ayuda de un gotero aplico pequeñas cantidades a las fosas nasales para que se descongestionen”. La mejoría es notoria e inmediata, relatan sus pacientes que califican la curación de “mágica” porque el alivio sucede momentáneamente. Para Eduardo, una sesión de unos 15 minutos basta, aunque ha tendido casos muy graves que han requerido de dos o tres. “La sinusitis sucede cuando por un resfrío se cierran los conductos de la nariz y mejillas, provocando tapones que impiden la circulación de los fluidos. Entonces éstos se estancan ocasionando dolores tremendos” comenta, y explica que “con las hierbas se logra abrirlos y drenar la materia de a poco”. Su maestro fue un yogui que llegó hace años a Cochabamba con poderes energéticos y sabiduría asombrosa en el campo del naturismo. Cuenta que entonces tuvo muchos problemas para que la gente no catalogue el procedimiento de brujería, pero con el tiempo, incluso muchos doctores la han consultado para tratarse y le han enviado pacientes. Aunque no recuerda qué cantidad de enfermos trató con sinusitis porque realmente han sido demasiados, sí sabe cuantos niños ayudó a venir al mundo, y muy segura responde que seis mil, repitiendo orgullosa “soy abuela de seis mil nietos”, y revela que una de las cosas que más satisfacciones le ha regalado la vida es haberse sentido útil en el difícil proceso de enseñar a las parejas a aprender a dar a luz.
