No es lo mismo.... Veo muy distintas las dos cosas. Me gustaría encontrar a alguien que fuese contrario a la caza, y hubiera cambiado de opinión. No conozco casi cazadores así que si tu puedes preguntar me gustaría saberlo. Lo digo en serio, Toño. Me interesaría mucho. Yo he sentido lo mismo, geraldine besos, vega
He procurado no intervenir más en este tema, y tampoco me ha costado demasiado porque lo que yo diría ya se estaba diciendo aquí, pero no puedo o/ni quiero dejar de preguntar: Toño: ¿qué pasó cuando tenías 20 años? por supuesto la respuesta es opcional: puedes darla o no, a tu entera comodidad. Saludiños
Pues a los 20, abrí un día la tapa del retrete, y de repente algo empezó a irradiar, y me alcanzó de lleno y... Bueno, en serio, no sé. He dicho los 20 como podía haber dicho los 18 o 19. Recuerdo que en el cole un profesor nos dio un texto para hacer el consabido comentario. El texto describía una corrida de toros de las del siglo pasado, y hablaba de caballos destripados, vísceras por el suelo y cosas así. Yo pensé que qué barbaridad, que los toros eran un disparate , etc., etc. Debía de tener diez años, o doce. Pero luego me hice aficionado, y no recuerdo bien cómo. Mi familia es aficionada, sobre todo mi abuela, pero no recuerdo que me inculcase nada. Tal vez fueron los amigos, tal vez el aburrimiento de alguna tarde me llevó a ver una corrida en la tele que resultó triunfal, tal vez las fiestas de los pueblos, en las que hay mucho toro... Sinceramente, no me acuerdo. No me lo tengáis muy en cuenta, ¿eh? Besos, Toño
Juro Toño que no me hago la idea de ver a mi abu en una plaza de toros!!!! Ya se impresiona si nos sangra un dedo o una herida....te imaginarás verla en una corrida!!!!!!! Una pregunta, van muchas mujeres a ver esos espectáculos....digo, porque la mujer es particularmente mucho más sensible que el hombre.....y no sé porqué tengo la vaga idea de que asisten muchos más hombres que mujeres....
Uyyy que pena yo queria que te lo quedaras!!!pero si el se puso contento cuando los vio es porque los queria mucho!!eran sus papas,quedate con que has hecho una obra buena no??un abrazo
Bueno, ciertamente la "conversación" ha derivado un poco, pero este tema de los perros toca mi fibra sensible, y como estoy aburrida, os voy a contar mi experiencia con perros abandonados. Keru fue el primero. Lo recogimos en una perrera. Era un pastor vasco, que resultó ser precioso, aunque cuando lo vimos por primera vez era solo una bola sucia de lanas (el nombre, significa hedor en euskera, le venía que ni pintado). Íbamos buscando un perrillo pequeño (mis padres viven en un piso) pero este, aún grande y de mucho pelo, nos dio tanta pena que no pudimos resistirnos. Lo habían maltratado y estaba asustado hasta de las caricias. Estuvo con nosotros cerca de 10 años, hasta que un cáncer hizo que tuviéramos que sacrificarlo. Resultó ser una maravilla de animal, bueno, cariñoso, juguetón... lamentablemente, ni siquiera 10 años de buenos cuidados hicieron que olvidara el maltrato que había sufrido, y cuando oiga gritos corría a esconderse, o se asustaba al ver una cachaba, una escoba o cualquier cosa similar. No sé lo que le hicieron, pero nunca fue capaz de olvidarlo. Tximbo llegó una año después. Es un perro de aguas andaluz. Una pocholada que ahora que ya es viejito, todavía parece un peluche. Lo dejaron tirado en la autopista. Alguien con un poco de cabeza lo recogió para que no provocara un accidente y lo llevó a la playa, donde lo dejo a la espera de que algún alma caritativa lo recogiera (ya he dicho que solo tenía un poco de cabeza). Era solo un cachorro, sin duda un capricho de navidad. No tuvo ningún mérito llevárnoslo a casa, porque era, y es, un juguete adorable. Sigue en casa, ya viejito, pero feliz y aún ahora no se le escapa una perrilla en celo, que salió fiera el niño... Alzheimer fue la tercera. Una perra mil razas que también dejaron en la playa. Mis padres no podían hacerse cargo de ella (dos perros en un piso, ya es suficiente locura, más teniendo en cuenta que somos familia numerosa, de las numerosas de antes) y la pobre pasó el verano entero en la playa, atendida por los socorristas (ellos le pusieron el nombre) que le daban de comer y le dejaban dormir en el puesto de socorro. Pero llegó el final del verano, y había que cerrar el puesto, así que la llevaron a una perrera. Esto fue un viernes, y después de un fin de semana horroroso, allí estaba mi madre el lunes a las nueve de la mañana, a recoger a la perra y traérsela a casa. Esta pobre también es muy desconfiada y tampoco ha quitado el miedo, especialmente a los hombres. Locura total en casa, tres perros a la vez. Había que sacarlos en dos tandas mañana y medio día, y llevarlos todas las tardes al monte o a la playa para que corrieran y se desfogaran un poco. Por supuesto, el piso olía a perro cosa mala, había que pasar el aspirador mañana y tarde, lo dejaban todo lleno de pelos y arena... pero el cariño que daban (y dan) y todo lo que te enseñan, compensa cualquier molestia. Ahora, que Keru ha muerto, la casa hasta parece "vacía" solo con dos perros.... Y hace tres años, un cachorrillo de pastor alemán recién destetado apareció en la playa. La novia de uno de mis hermanos se iba a marchar en breve a vivir a una casa con un terreno amplio, pero de momento no podía llevarlo a su piso, así que llegamos a un acuerdo. Yo lo tendría en mi piso hasta que ellos se fueran a la casa, a condición de que mientras tanto ella viniera todos los días a sacar al perro, que yo por mi horario de trabajo lo dejaba casi todo el día solo. Lo que iba a ser solo unas semanas se convirtió en 7 meses. ¡La de cacas y chises que he limpiado!!!, ¡la de cosas que mordió!!, ¡la de plantas que se comió!!!, ¡la de tiestos que volcó!! (Cuánto mejor recoger un perro ya adulto en la perrera, que vienen aprendidos, que no un cachorro). Y también ¡¡lo que lloré cuando se lo llevaron!!!. No me explico como hay gente que puede abandonarlos. Yo sabía desde un primer momento que el perro no era mío, el perro conocía a su familia perfectamente (los fines de semana los solía pasar allí mientras terminaban las obras de la casa), yo sabía que el perro iba a estar muy bien atendido y en mejores condiciones en aquella casa que no en un piso, sabía que podía ir a verlo cuando quisiera, pero aún así... Lo pasé fatal. Ahora ya lo voy superando, pero al principio allí me tenían todos los fines de semana, y aún ahora vamos mucho a verlo. Y hay que verle cómo se pone de contento al vernos, las fiestas que nos hace, lo que llora cuando nos vamos (es un perro guardián un poquito blandengue.... ) En fin, que he dicho que estaba aburrida, y efectivamente, menuda chapa que he metido.... Pero lo dicho, que os recomiendo a todos que si tenéis intención de tener perro antes de comprar uno, paséis por una perrera. Desgraciadamente los hay de todas las razas y edades, bonitos y feos. Y, además de la satisfacción de saber que estás dando una buena vida a un ser que ha sufrido, ellos te lo dan todo. A ver si me acuerdo, y os pongo una foto de ellos para que veáis que no es amor de madre cuando digo lo bonitos que son.... ah!, y también una foto de Joxeba, mi gato (también abandonado)
Krabelina, te comprendo perfectamente. Aunque lo que más me ha entristecido ha sido que Keru, después de 10 años, todavía recordase aquellos malos tratos. Blanko, mi perro actual, tiene 5 años, lleva un año conmigo, y hoy hice un movimiento brusco con una mano para apartar una mosca y el se agachó de una manera que partía el alma. Yo me extrañé de que después de un año todavía reaccionase así pero veo que va para largo... o quizá para siempre.
