Lombricultura y vermicompostaje: procesos a considerar

Tema en 'Cómo elaborar compost de lombrices o vermicompost' comenzado por avalesco, 21/7/09.

  1. avalesco

    avalesco comodin

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    k tal compañeros poetas, les comento..........

    como no acostumbro hacer mayor cosa en los lombricultivos mas por dejarlas vivir en paz, hoy si fui a examinar el estado general, revolvi todo, casi todo estaba en buenas condiciones.

    lo malo k encontre fue.......

    hormigas, encontre dos nidos, los pobres los agarre en su grandisima mayoria y las ahogue en un tonel, espero k este sea el jake mate.

    levemente estaba mas seca, digo yo k por eso estaban tan agusto las hormigas, aunque sospecho k este tipo de hormigas aki en guatemala esta a gusto en porcentajes mayores de humedad k por ejemplo las hormigas de algunas areas de argentina, chile o españa.

    en unas pequeñas areas, estaba levemente muy humedo y tenia un tenue pero existente olor como a podrido, como chiquero de cerdos, pero no gran cosa.

    la inclinacion de las laminas (para k drene la humedad a un extremo) no fue marcada y eso debe ser corregido.


    lo bueno fue ...............

    k las lombrices lucen sanas, muchos cocones, no hay muchos otros insectos, no veo nada k las deprede, si hay acaros no sera nada fuera d lo comun, por lo menos no para atraer mi vista, pork no vi alguno, uso lentes pero tengo buena vista mas para los bichos.

    la consistencia y la apariencia de la vermicomposta va por muy buen camino, casi no encontre cosas sin sufrir severas degradaciones o sea k casi nada es reconocible, solo unos holotes (centros de las masorcas de maiz) y algunos tallos de piña.

    la cobertura de hojas secas hace k perdure muy bien la humedad, casi nada germina, no se si fue por las correctas compostas o por la falta de luz, me gustaria creer k las semillas estan inactivas por las elevaciones de temperatura pero lo dudo, eso el tiempo me lo confirmara.

    .........................

    se nota k mi tecnica falta mucho por depurarla a un nivel "decente" pero ahi voy, esto de la lombricultura es muy bonito aunque exige k se le preste atencion y ser creativo con los inconvenientes.

    estoy por crearme un "sistema de riego por goteo" cuando me encuentre una manguera tirada por ahi procedere a reciclarla. un saludote homologos ahahahhah
     
  2. MAUCHO

    MAUCHO

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    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    Maucho.
    Yo soy testigo de como gandulfo cuidad a su lombrices, es mas el me regalo y me interso en es tema, me regaló 50 a ahora ya debo tener el doble, lo que quiero preguntar en que pasa si mezclo en la misma caja lombroces rojas, con la lombriz nativa que uno recoge bajo el pasto, troncos,etc, corre peligro la lombriz roja, se pueden cruzar y reproducir una cria de menos calidad que la roja o no pasa nada
     
  3. MAUCHO

    MAUCHO

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    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    Hola primera vez que ingreso a esta pagina y estoy tratando de entender como se escribe in mensaje en donde lo vean todos y me den respuesta , sera lo que estoa haciedo ahora, si no es porfavor que hago
     
  4. MAUCHO

    MAUCHO

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    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    Hola saben a mo me regalaron como 50 lombrices rojas composte y ya tengo como 100 y el substrato esta lleno de cocones, la cosa es que el fín de semana estaba limpiando el patio de mi casa y bajo un pasto cortado al moverlo habian una 30 lombrices de esas que uno encuentra, la cosa es que sin pensarlo las puse dentro del cajon, y despues pese que quizas era dañino para mis ombrices californianas, les consulto, será posible que esta se apareen con las californianas, y baje la calidad degerendo la raza.
     
  5. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    *

    Hola,MAUCHO...

    bienvenid@ a la famili@ lombricera.




    Vamos,por partes...

    Tus lombrices son tan californianas ...como tu...ni son,ni han sido nunca californianas...son europeas y seguramente de ascendencia española...hay estudios científicos que así lo aseguran.

    las lombrices que hay en el pasto pueden ser de tres clases o de tres biologías diferentes.
    En Chile hay lombrices autóctonas e introducidas desde los tiempos de la colonización. Entre éllas están las Lombrices Epígeas que las reconocerás por su color rojizo oscuro,tamaño más bien pequeño y "cola" cilíndrica,como la "cabeza". En el hilo de mi firma,encontrarás algún artículo sobre las lombrices que puedes encontrar en Chile...te copio dos...

    De Chile...http://www.lombricultura.cl/lombric...ICES UTILIZADAS EN VERMICULTIVOS Schuldt.pdf

    Las argentinas son opciones similares ...

    De Argentina...http://www.efn.uncor.edu/departamentos/divbioeco/DivAni1/lombric/lombr_arg.htm


    Así mismo encontrarás fotografías de las especies europeas en origen...pero que actualmente están repartidas por todo el mundo.

    Otros tipos de lombrices que encontrarás son las especies Endógeas que viven a mayor profundidad en el perfil del suelo, y se alimentan principalmente de suelo y de la materia orgánica asociada. Tienen poca pigmentación (gris blanquecino y uniforme), y construyen sistemas de galerías horizontales muy ramificadas, que llenan con sus propias deyecciones mientras se mueven por el horizonte orgánico-mineral del suelo. A diferencia de las lombrices epigeas, las especies Endógeas presentan tasas de reproducción más bajas y ciclos de vida más largos, y son más resistentes a períodos de ausencia de alimento.
    Las especies Anécicas viven de forma más o menos permanente en galerías verticales, que pueden extenderse varios metros hacia el interior del perfil del suelo. Por las noches emergen a la superficie para alimentarse de hojarasca, heces y materia orgánica en descomposición, que transportan al fondo de sus galerías; depositan sus excrementos en la superficie. Normalmente estas lombrices son grandes y de color pardo oscuro y tienen la "cola" aplastada y triangular...para hacer palanca en la boca de las galerías que excavan y poder retirarse rápidamente. Puedes recogerlas...pero acabarán huyendo de los lombricultivos.

    En cuanto a reproducirse con las rojas,Eisenia foetida,Eisenia andrei,Lumbricus rubellus...es del todo imposible y si copulasen jamás se obtendrían hijos fértiles,excepto si se trata de las mismas especies introducidas en Chile;en cuyo caso serían exactamente iguales a las de su especie.

    Llevan viviendo millones de años en los bosques y prados de España y otros países de Europa y nunca se han reproducido...milagroso sería que lo consiguieras tú.

    Un fuerte abrazo desde Golmayo/Cidones...http://www.eltiempo.es/cidones.html

    Jose Luis




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  6. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

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    Hola famili@ hoy traigo una noticia mala...sobre lombrices españolas...y otra buena...se ha escrito un libro en el que se detalla un valioso trabajo sobre las lombrices de Valencia. Se han descubierto cuatro nuevas especies...

    Ya he pedido el libro...son 3€...



    Lombrices en peligro de extinción

    Dos expertos proponen incluir a nueve especies de la C. Valenciana en la lista roja de la Unión internacional de conservación de la naturaleza en la categoría de vulnerables y a otras cinco calificarlas "en peligro"



    José Sierra
    Para cualquier ciudadano de a pie que desconozca el inmenso potencial de la biodiversidad, una lombriz es una lombriz y todas se parecen hasta el punto de aparentar una igualdad que solo existe, sin embargo, para el ojo inexperto.
    La Conselleria de Medio Ambiente, Agua y Urbanismo de la Generalitat Valenciana acaba de publicar el libro Lombrices de tierra de la Comunitat Valenciana donde se aportan datos desconocidos hasta ahora sobre una de las especies que menos interés despiertan entre la ciudadanos pese a la función "insustituible que ejercen en nuestros suelos", como recuerda el conseller José Ramón García Antón en el prólogo de la publicación.
    El libro, que recoge la tesis doctoral de Antonio Pérez Onteniente, catedrático de Secundaria, en colaboración con Celso Rodríguez Babío, desvela la existencia de hasta 36 especies de lombrices de tierra diferentes, de las que cuatro son citas nuevas para la ciencia mientras que otras 14, aunque ya identificadas previamente, es la primera vez que se citan en territorio valenciano.
    Basta adentrarse mínimamente en el conocimiento de las lombrices para descubrir lo difícil que sería un mundo sin ellas. Antonio Pérez subraya el papel que desempeñan en la agricultura, removiendo y mezclando mecánicamente la tierra -las lombrices pueden mover hasta 37 toneladas métricas por hectárea y año- construyendo galerías y facilitando así el enraizamiento de la vegetación, la aireación y la capacidad de cambiar el suelo, donde contribuyen por encima de otros organismos a oxidar gradualmente la materia orgánica.
    "Como resultado de estas acciones, mejora la retención de humedad, la nitrificación y la absorción de elementos minerales por las plantas", explica el autor del libro, que describe a las lombrices como seres "subterráneos, misteriosos y fascinantes".
    Fuera de los campos agrícolas, las lombrices no solo existen, sino que su presencia está directamente relacionada con la fertilidad y la productividad del suelo, de modo que contribuyen también destacadamente a la conservación de la cubierta vegetal y evitan la erosión del suelo.
    Los trabajos de campo realizados por los autores desvelan la existencia de problemas de supervivencia para algunas de estas especies.
    Su propuesta es incluir al menos nueve de la especies identificadas dentro de la lista roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) en la categoría de especies "vulnerables" y cinco más dentro de las especies consideradas "en peligro".

    Destrucción de sus hábitats
    Según los autores, los peligros para las lombrices vienen sobre todo de la destrucción y contaminación de sus hábitats y concluyen por tanto que es necesario "preservar los lugares donde las especies están más amenazadas".
    Entre estas propuestas específicas de protección figura la Sierra Malacara y el río Buñol, que "deberían tener alguna figura de protección legal" -proponen la declaración de parque natural- "por la concurrencia de varias especies en peligro o vulnerables".
    Además, ambos expertos consideran también conveniente proteger "como mínimo" algunas zonas de huerta en los alrededores de Valencia donde se han detectado especies amenazadas. Otras zonas de interés lumbricológico serían la Sierra del Toro, la Sierra de Enguera-Navalón y el Macizo de Caroche.



    Un fuerte abrazo y :beso: :beso: respectivos...desde Golmayo/Cidones...con un frío...http://www.eltiempo.es/en-provincia-soria/


    Jose Luis



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  7. EDEN_

    EDEN_ 2º año de huerto

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    Interesante información José Luis, estoy plenamente convencido de que algún día serás tu quien publique o colabore en algún libro sobre lombricultura dados tus conocimientos y experimentación, de momento te agradecemos la divulgación y conocimientos que compartes aquí con nosotros consiguiendo engancharnos cada vez más, te has propuesto alguna vez escribir algún tipo de publicación informal a modo de guía para empezar? me refiero a algo que recoja de una manera ordenada y sencilla las bases principales de la lombricultura.

    Espero que logremos entre todos que estos seres maravillosos no desaparezcan nunca de nuestro planeta...se lo debemos.

    Saludos,
    LUIS
     
  8. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

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    Hola famili@...


    No lo descarto...EDEN_ pero de momento,toca aprender.

    Hola,de nuevo...

    Un poco de "curiosidades"...
    se trata de una lombriz australiana y en Australia por ser un continente-isla ,desde hace millones de años...las lombrices que habitan allí llegan a tener casi dos metros y de varias americanas.


    lombrizgiganteazulterri.jpg
    Lombriz "Gigante Azul" Terriswalkeris terraereginae

    https://img267.***/img267/2623/lombrizgigantemegascoli.jpghttps://img94.***/img94/2623/lombrizgigantemegascoli.jpg
    https://img37.***/img37/2623/lombrizgigantemegascoli.jpghttps://img13.***/img13/2623/lombrizgigantemegascoli.jpghttps://img511.***/img511/2623/lombrizgigantemegascoli.jpghttps://img511.***/img511/3986/lombrizgigantemegascolim.jpg
    https://img13.***/img13/3793/lombrizgigantemegascolih.jpghttps://img37.***/img37/3082/lombrizgigantepontoscol.jpg
    Megascolides australis

    Uno de los mayores gusanos del mundo

    La lombriz gigante de Gippsland (Megascolides australis) es uno de los gusanos de tierra más largos del mundo y su habitat se restringe a una pequeña área en el Valle del Río Basse al sur de la región de Gippsland, Victoria (Australia). A pesar de la amplia publicidad que ha recibido desde su descubrimiento hace 100 años, se conoce muy poco sobre la biología básica de esta lombriz. En la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) aparece como especie “vulnerable”. Esto significa que la especie puede estar en riesgo de extinción si continúa sufriendo la presión de la población humana, en forma de destrucción de su habitat y otras molestias.
    ¿Qué aspecto tienen las lombrices?

    La lombriz gigante de Gippsland es ciertamente un gigante entre las 3.000 especies conocidas de gusanos de tierra. Su longitud media es de 80 centímetros, con un diámetro de 2 centímetros. Cuando una de estas lombrices se relaja, puede doblar largamente su longitud, por lo que se han acreditado hallazgos de gusanos de hasta dos metros. La lombriz tiene entre 300 y 500 segmentos corporales, y el primer tercio del cuerpo (incluyendo a la cabeza) es de un color púrpura oscuro, siendo el resto del cuerpo de un color rosa grisáceo. Las puestas de huevos de estos gusanos son abundantes, sus huevos miden entre 4 y 8 centímetros de largo y dos cm. de diámetro y tienen forma de cápsula de color rojiza. La cápsula oval está formada de un material caliente, duro y semitransparente llamado quitina, que le da la apariencia de estar hecha de plástico y recuerda a las salchichas de cóctel en cuanto a su forma. Los gusanos ponen sus huevos bajo tierra, cerca de la superficie, a una profundidad media de 20 centímetros.


    https://img269.***/img269/4083/lombricesgigantescocone.jpg
    Huevos (Cocones)en forma de cápsula de la Lombriz de Tierra Gigante de Gippsland

    La Lombriz de Tierra Gigante de Gippsland mide de media unos 80cm, es uno de los gusanos más grandes del mundo

    ¿Dónde se encuentran estos gusanos?

    Se cree que la Lombriz de Tierra Gigante de Gippsland se encuentra solo en una franja de 100.000 hectáreas del Valle del Río Bass, en un área circundada por los lagos Korumburra y Warragul . Dentro de esta área, la distribución de los gusanos es muy irregular, y generalmente se ven confinados a los suelos de arcilla oscura gris-azulada. Principalmente se los encuentra en los riachuelos o en las orillas rivereñas, junto a los manantiales o los estanques, y algunas vecen en las laderas de las colinas orientadas al sur o al oeste.




    Pontoscolex corethrurus;¿ crecen hasta algo más del metro ? y es la lombriz de las Tierras Negras del Indio...pero son Endógeas.

    https://img511.***/img511/3082/lombrizgigantepontoscol.jpghttps://img94.***/img94/3082/lombrizgigantepontoscol.jpg
    https://img97.***/img97/3082/lombrizgigantepontoscol.jpg
    Pontoscolex corethrurus


    Lombriz Gigante Albina del Palouse (Driloleirus americanus)


    https://img85.***/img85/1169/lombrizgigantealbinadri.jpghttps://img269.***/img269/1169/lombrizgigantealbinadri.jpg
    Driloleilus americanus...color normal,Blanca.

    https://img265.***/img265/7089/lombriznegradriloleilus.jpg
    Driloleilus americanus...color oscuro...http://romunov.blogsome.com/2006/05/

    Driloleirus americanus es una lombriz grande, de blanco color rosado de hasta 3 pies (un metro veinte cms.) de largo, que huele como las azucenas cuando se maneja. Amenazada por la pérdida del hábitat (praderas bunchgrass en el Palouse ) y las especies autóctonas. Las madrigueras de las lombrices son tan profundos como seis metros. Al parecer, fueron abundantes en la década de 1800 en todo el Palouse.


    Unas lombrices así para moler el carbón...
    Las epígeas más grandes ,Eisenia hortensis...10 cms...Lumbricus terrestris ¿30 cms?...se fugan. No sirven.
    El aportar carbón muy finamente molido...no lo descarto...pero de momento trabajaré con lo previsto. El que mucho abarca...poco aprieta.

    Un fuerte abrazo y :beso: :beso: desde Golmayo/Cidones...http://www.eltiempo.es/en-provincia-soria/

    Jose Luis


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  9. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

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    Y a propósito de Lombrices y Lombricultivos y capturas en el campo,...

    y del libro/tesis doctoral de Antonio Pérez Onteniente, Celso Rodríguez Babío y publicado por la Conselleria de Medi Ambient, Aigua, Urbanisme i Habitatge

    Titulado...Lombrices de tierra de la Comunidad Valenciana


    librolombricesdetierrad.gif
    http://www.pre.gva.es/llig/portadas/978-84-482-4736-2.gif

    Son 3 € más gastos de envío en la dirección... llig@gva.es


    me han confirmado el envío,esta mañana...en cuanto lo reciba y lea ,os lo comento...pero avanzo que me han asegurado de que además de ser referencia para otras provincias... es buenísimo.

    Y otro mucho más extenso y también científico...algo más caro pero que tengo intención de adquirir,en cuanto me den de baja en la empresa más grande de España.

    Avances en Taxonomia de Lombrices de Tierra
    (Advances in Earthworm Taxonomy# Ana García Moreno....http://www.laislalibros.com/libros/...RICES-DE-TIERRA/L9872000025/978-84-7491-753-6


    Un fuerte abrazo y :beso: :beso: desde Golmayo/Cidones...http://www.eltiempo.es/en-provincia-soria/

    Un fuerte abrazo


    Jose Luis




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  10. EDEN_

    EDEN_ 2º año de huerto

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    Eso más que lobrices parecen serpientes, digerirán la cantidad de materia en proporción con su tamaño?

    José Luis, si trabajas en la empresa más grande de España entonces somos compañeros, pero claro somos tantos que ni nos conocemos y más que somos cada vez, no se puede decir que tenemos malos gestores...:11risotada:

    Cuando pueda me gustaria comprarme un libro que hable de lombricultura pero a nivel más bien basico, creo que en español hay poco dónde elegir, y el dia de mañana me encantaria poder dedicarme profesionalmente a algo así (que utopía) por lo que decís en España no hay ni una sola empresa que comercialice vermicompost decente así que buscaré socios o asesores experimentados y a fundar una empresa de vermicompostaje como Dios manda. :smile:
     
  11. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    *

    Hola,famili@...

    EDEN_


    Vermicompost...si venden...pero Humus de Lombriz....NO


    Y para mi...que ni saben lo que es cada cosa y en qué se diferencian...pero tampoco se molestan en saberlo. A vender,aunque sea una estafa...Publicidad fraudulenta.

    Un libro en castellano que está muy bien...

    http://img340.***/img340/5273/librolombricultura.jpg
    Miguel Schuldt... http://www.librosaulamagna.com/libro/LOMBRICULTURA--TEORIA-Y-PRACTICA/16723/316

    ¿ Qué es de nuestras chicas...?

    Un fuerte abrazo y :beso: :beso: desde Golmayo/Cidones...http://www.eltiempo.es/en-provincia-soria/


    Jose Luis



    .
     
  12. EDEN_

    EDEN_ 2º año de huerto

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    A eso me referia exactamente, yo he estado comprando estos años de atrás vermicompost (supuestamento humus) de la marca Humusol que recuerde y alguna otra más, ademas no es precisamente barato, lo he usado en macetohuerto mezclado con tierra y el resultado no ha sido demasiado bueno, o no como debería. Yo no tengo ni idea de vermicompostaje pero que venga un ingeniero agronomo de una marca de compostadores y me diga que los lixiviados los puedo recoger y usar como humus liquido me suena un poco a cachondeo, no se que efecto tendrá esto pero desde luego por logica poco positivo
     
  13. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    *

    EDEN_

    Tanto al Humus como al Vermicompost...se deben considerar como un Organismo Vivo.
    Y como todo Organismo Vivo...
    se le deben dar las condiciones aeróbicas y de humedad para que se mantenga vivo y se reproduzca.
    Al vermicompost...si se le da tiempo (de tres a seis meses),temperatura (15º C / 30º C y una humedad del 40%...no sólo se mantiene "vivo"...sino que humifica.
    El Humus...las Sustancias Húmicas y los Microorganismos Humificadoresse van disolviendo y penetrando en el sustrato...y a la vez transforman la materia orgánica que encuentran...humificándola.
    No conviene mezclarlo ni taparlo con una capa muy gruesa de sustrato. Hay que seguir manteniendo la aireación y la humedad (40%)...mucho más fácil poniéndolo en una capa de dos cms cubierta por una capa igual de sustrato...sin olvidar que con el humus,se pueden hacer aplicaciones foliares.
    Un Humus maduro con 70% de MO y humedad del 30%
    se disuelve perfectamente en agua...y no deja posos en el recipiente.
    El año pasado comencé con los experimentos y éste seguiré haciéndolo.

    Un fuerte abrazo y :beso: :beso:

    Golmayo/Cidones http://www.eltiempo.es/en-provincia-soria/

    Jose Luis
     
  14. tuli2212

    tuli2212 Vivo en Rada Tilly!!!!

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    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    Hola familia!!! por ahi preguntaban por las chicas??? yo estoy muy contenta porque encontre un monton de cocones y ya hace + de 15 dias que tengo yo a las lombrices, eso significa que les ha gustado el lugar y estan procreando :smile: . Tambien encontre 2 acopladas y primero me asuste porque parece que se estan estrangulando jajaja, pero cuando me di cuenta le saque unas fotitos que luego subire. Tambien estoy contenta porque me hice cambio de look, me corte el pelo bien cortito (para lo que estoy acostumbrada) y me encanta, tambien colocare fotos. Bueno no tengo mas novedades, les dejo muchos :beso: y abrazos

    Ju
     
  15. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: LOMBRICULTURA / VERMICOMPOSTAJE procesos a considerar

    *

    Hay un tema recurrente sobre compostación y relación C/N de los vegetales...¿ las plantas pierden Nitrógeno al secarse ?...
    Una cosa es secar materiales en estado fresco y otra es material seco = senescente y por senescente hay que entender al final de su ciclo biológico...
    Cuando las hojas van a acabar su ciclo...la planta re-absorbe hasta el 50 % del Nitrógeno que contiene en "fresco". De ahí la diferencia tan importante en la relación C/N de fresco/seco a seco/senescente.




    Ciclos de nutrientes y procesos edáficos en los ecosistemas terrestres: especificidades del caso mediterráneo y sus implicaciones para las relaciones suelo-planta




    A. Gallardo , F. Covelo , L. Morillas , M. Delgado

    Departamento de Sistemas Físicos, Químicos y Naturales. Universidad Pablo de Olavide. Ctra. Utrera km. 1, 41013 Sevilla, España.

    Gallardo, A. (2009). Ciclos de nutrientes y procesos edáficos en los ecosistemas terrestres: especificidades del caso mediterráneo y sus implicaciones para las relaciones suelo-planta. Ecosistemas 18(2):4-19.

    Los ecosistemas mediterráneos son clásicamente considerados como pobres en nutrientes. La disponibilidad de nutrientes para las plantas depende de varios mecanismos complejos y mutuamente dependientes. En primer lugar dependerá del retorno de necromasa al suelo, y de la eficiencia que las plantas muestren en la conservación de los nutrientes en sus tejidos, lo que va a determinar la cantidad y calidad de necromasa a descomponer y el equilibrio entre mineralización e inmovilización microbiana. En segundo lugar de las condiciones climáticas, cuyo elemento diferenciador en ecosistemas mediterráneos son los ciclos cortos y frecuentes de secado-rehumedecido. En este escenario, la inmovilización microbiana juega un papel crucial, y la posibilidad de que las plantas adquieran el temporalmente abundante nitrógeno orgánico disuelto es una posibilidad escasamente explorada. Por otra parte, las altas tasas de deposición atmosférica de N, junto con los cambios en temperatura y humedad como resultado del cambio global, plantean nuevos escenarios nutricionales para los ecosistemas mediterráneos.



    Introducción

    Los suelos sobre los que se desarrollan los ecosistemas mediterráneos presentan características funcionales diferentes de los que se encuentran en ecosistemas templados y tropicales. Por un lado son suelos más jóvenes y menos profundos que los tropicales, por estar sometidos a tasas de meteorización de la roca sensiblemente inferiores. Se distinguen de los suelos bajo ecosistemas templados fundamentalmente por haber estado sujetos a una mayor tasa de erosión, debido a unos usos más intensivos y prolongados por parte del hombre, y quizás por la mayor recurrencia de incendios. Estas diferencias imponen las primeras restricciones a las plantas que se desarrollan sobre estos suelos. La escasa profundidad impone un límite al tamaño de los individuos, mientras que la erosión de los horizontes superficiales limita la cantidad de materia orgánica y los nutrientes que de ella se derivan (Yaalon 1997).

    Sin embargo, desde el punto de vista funcional, posiblemente sean las características climáticas de la región mediterránea las que más determinan los recursos nutricionales de los suelos mediterráneos. La relación negativa que frecuentemente se encuentra entre la temperatura y la humedad óptimas para el crecimiento bacteriano determinan que las tasas de descomposición y mineralización de la materia orgánica sólo sean elevadas en periodos cortos e impredecibles a lo largo del año (kruger et al. 1983). De ello se deriva una baja disponibilidad de nutrientes, lo que explica la gran cantidad de adaptaciones de las plantas que viven en ambientes mediterráneos encaminadas al aumento de la eficiencia en el uso de nutrientes. Disponibilidad de agua y nutrientes van a menudo unidos en este tipo de ecosistemas, lo que complica la interpretación del papel relativo de ambos factores en las adaptaciones de las plantas. Sin embargo, la escasez de nutrientes para el crecimiento se produce también en periodos de alta disponibilidad hídrica, en particular en especies con capacidad de extraer agua de horizontes profundos (donde hay pocos nutrientes). El levantamiento hidráulico observado (Peñuelas y Filella 2003) en algunas de estas especies mediterráneas abre la posibilidad de que este mecanismo incremente la disponibilidad de nutrientes en los horizontes superficiales.

    Aparte de las restricciones hídricas, los dos nutrientes que más frecuentemente limitan el crecimiento de las plantas en ecosistemas mediterráneos son el nitrógeno (N) y el fósforo (P). Los ciclos de ambos nutrientes son muy diferentes, tanto en lo que se refiere a los flujos de entrada y salida de los ecosistemas como a los mecanismos de retención dentro de éstos. Por un lado el N tiene formas gaseosas y está prácticamente ausente en los minerales de las rocas madre, lo que determina que su principal fuente primaria para los ecosistemas sean las entradas atmosféricas y que su subciclo geoquímico sea muy limitado. Por el contrario, el P no dispone de ciclo gaseoso, y aunque puede ser depositado ocasionalmente en forma de aerosoles (polvo atmosférico), su principal forma de entrada a los ecosistemas es a través de la meteorización de rocas con contenido en fósforo. El N es mucho más móvil en los ecosistemas terrestres, exportándose con mayor facilidad que el P (Vitousek y Howarth 1991). Por ello, en ecosistemas sometidos a frecuentes perturbaciones, es más probable encontrar limitación por N que por P, aunque no siempre es así (Sardans et al. 2004). La creciente deposición atmosférica de N a la que está expuesta gran parte de Europa puede tener como consecuencia que el P reemplace al N como elemento limitante en gran número de ecosistemas (Herut et al. 1999). También son previsibles cambios en la disponibilidad de nutrientes en respuesta al Cambio Climático, lo que puede dar a lugar a escenarios nutricionales nuevos para las plantas mediterráneas (Sardans et al. 200:icon_cool:. A todo ello hay que sumarle el hecho de que las plantas mediterráneas sean capaces de tomar nitrógeno directamente de formas orgánicas lábiles, lo que se está demostrando en un número cada vez mayor de ambientes (Jones et al. 2005).

    En este trabajo se resumen en primer lugar los mecanismos que determinan la entrada de nutrientes al suelo, incluyendo las tasas de reabsorción, la capacidad máxima de reabsorción, el desfronde y el pluviolavado. En segundo lugar, se repasarán las tasas de descomposición y mineralización en ecosistemas mediterráneos, así como la retención de los nutrientes en la biomasa microbiana. Se prestará especial atención a la presencia de nitrógeno orgánico disuelto en suelos mediterráneos, como fuente potencial de N para las plantas. Finalmente se revisarán algunos aspectos referentes al efecto del cambio climático sobre la disponibilidad de nutrientes.

    Reabsorción de nutrientes

    La cantidad de nutrientes que son transferidos al suelo desde la planta puede ser modificada por el proceso de reabsorción o retranslocación. Este proceso consiste en la hidrólisis de los nutrientes contenidos en la hoja senescente y el transporte de los productos resultantes a tejidos en crecimiento o hacia zonas perennes de la planta donde son almacenados hasta su posterior utilización (Thomas y Stoddart 1980). La reabsorción supone un importante mecanismo de conservación de nutrientes, en especial en el caso de N y P, los nutrientes que con más frecuencia limitan la producción primaria en ecosistemas terrestres. Además, tiene importantes implicaciones a nivel de ecosistema ya que determina, en cierto modo, la calidad de la hojarasca y, por tanto, su tasa de descomposición (Gallardo y Merino 1993; Aerts 1996, 1997; Cornelissen y Thompson 1997; Knops et al. 1997).

    Los nutrientes reabsorbidos desde las hojas senescentes pueden ser reutilizados de manera directa por la planta para la producción de nueva biomasa, aumentando la eficiencia de la planta en el uso de los nutrientes (NUE). Aunque esta estrategia de conservación de nutrientes es potencialmente ventajosa en ambientes con una baja disponibilidad de nutrientes, no hay evidencias que apoyen la hipótesis de que las plantas propias de hábitats infértiles, o con diferentes estrategias foliares (perennifolias vs. caducifolias), sean más eficientes en la reabsorción de nutrientes (Aerts 1996). La estrategia asociada a la elevada NUE en las plantas perennifolias, típicas de ambientes mediterráneos, consiste en la producción de tejidos con bajas concentraciones de nutrientes y una elevada longevidad, más que en la maximización de la eficiencia de reabsorción. Así, una menor producción de biomasa por unidad de N absorbido, puede ser parcialmente compensada por el mayor tiempo de vida de sus tejidos (Escudero et al. 1992; Aerts 1996; Killingbeck 1996; Eckstein et al. 1999).

    Las plantas reabsorben, por término medio, el 50% de su contenido foliar de N y P antes de la abscisión (Aerts 1996), aunque este porcentaje (denominado “eficiencia en la reabsorción”) es muy variable tanto a nivel inter- como intraespecífico (Killingbeck et al. 1990; May y Killingbeck, 1992; Killingbeck 1993, Nordell y Karlsson 1995). Esta variabilidad se explica por múltiples factores, entre los que se incluyen las condiciones climáticas, la cantidad relativa de las fracciones insolubles y móviles de cada nutriente en la hoja, su composición química y el flujo de carbohidratos (Pugnaire y Chapin 1993). Otros factores, como la humedad del suelo (Boerner 1985; del Arco et al. 1991; Escudero et al. 1992) o la edad del individuo (Eckstein et al. 1999) podrían también influir en la eficiencia de las plantas en la reabsorción de nutrientes. A escala global, las variaciones en la eficiencia en la reabsorción de nutrientes están relacionadas con la latitud, la precipitación y la temperatura. Yuan y Chen (2009) en un análisis de datos de reabsorción de N y P en especies leñosas observaron un incremento de la eficiencia en la reabsorción de N con la latitud y su disminución con la temperatura y precipitación. La eficiencia en la reabsorción de P mostró un patrón contrario, disminuyendo con la latitud y aumentando con la temperatura y la precipitación, coincidiendo con la mayor limitación por P que experimentan los ecosistemas tropicales. Estos resultados sugieren que bajo limitación de N o de P sería más probable que se incrementara la reabsorción y, al contrario de lo que sugiere Aerts (1996), soporta la idea de que especies de hábitats infértiles tendrían mayores tasas de reabsorción de nutrientes que especies de hábitats fértiles.

    Concentración final de nutrientes en hojarasca

    Debido a la falta de un patrón de variación consistente en la eficiencia en la reabsorción de nutrientes y la fertilidad del hábitat o las diferentes formas de vida, varios estudios han sugerido que la cantidad residual de nutrientes en las hojas senescentes es una medida más apropiada para cuantificar el reciclado de nutrientes/conservación de nutrientes por la planta. El nivel mínimo al que las plantas pueden reducir el contenido foliar en nutrientes antes de su abscisión se conoce como capacidad de reabsorción (“resorption proficiency”; Killingbeck 1996, Eckstein et al. 1999). Mientras que la eficiencia en la reabsorción en muchos estudios es independiente del estatus nutricional de la planta, la capacidad de reabsorción de la hoja está fuertemente relacionada con el contenido de nutrientes en las hojas verdes (Killingbeck y Whitford, 2001; Killingbeck 1996; Aerts 1996), y difiere entre sitios con diferente disponibilidad de nutrientes, presentando mayor capacidad de reabsorción las especies propias de hábitats pobres en nutrientes (Wright y Westoby 2003).

    A partir del análisis de la concentración de N y P en hojas senescentes de 89 especies de plantas, Killingbeck (1996) establece unos valores umbrales que representan los límites fisiológicos a los que las plantas pueden reducir la concentración de nutrientes en sus tejidos, que indicarían una reabsorción completa. Para especies caducifolias, niveles de N y P inferiores al 0.70% y 0.05% respectivamente indicarían una reabsorción completa y niveles por encima del 1.0% y 0.08% de estos nutrientes en las hojas senescentes, representan una reabsorción incompleta, o lo que es lo mismo, una baja capacidad de reabsorción de nutrientes. Para especies perennifolias el valor umbral establecido para el N coincide con el señalado para especies caducifolias, pero debido a las diferencias entre ambas formas de vida para reducir la concentración de P en sus tejidos, los valores umbrales son 0.04% por debajo del cual la reabsorción de P sería completa, y 0.05% que indicaría una reabsorción incompleta. Así, para ecosistemas mediterráneos con predominio de perennifolias, la capacidad de reabsorción de P esperable sería mayor que para ecosistemas templados.

    Desfronde

    El retorno de materia orgánica y elementos minerales a través de la caída de las partes aéreas de la planta (desfronde) junto con la tasa de renovación de la biomasa subterránea constituye el principal proceso de transferencia de nutrientes al suelo (Vitousek et al. 1995). El reciclado de los nutrientes aportados por el desfronde puede llegar a suponer más del 90% del nitrógeno y fósforo absorbido por las plantas (Chapin et al., 2002), por lo que juega un papel fundamental en el ciclo de nutrientes y en la transferencia de energía entre las plantas y el suelo.

    En la mayoría de ecosistemas, las hojas constituyen la fracción mayoritaria del material de desfronde. Por ejemplo, en los estudios realizados por Santa Regina y Tarazona (2001b) y Martinez-Alonso et al. 2007, las acículas representan el 50% del material de desfronde en plantaciones de Pinus sylvestris, el 55% en el caso de Quercus suber (Caritat et al. 2006), el 62% en Fagus sylvatica (Santa Regina y Tarazona 2001a), y llega a suponer hasta un 80% del material total de desfronde en Quercus pyrenaica (Santa Regina 2000). El porcentaje de hojas o acículas producido respecto a la biomasa total que retorna al suelo depende del estado de desarrollo y de la edad de la planta, alcanzándose los máximos porcentajes en los períodos de máxima producción en los que las tasas de fotosíntesis y respiración son altas (alrededor de la mitad de la vida del árbol; Martínez-Alonso et al. 2007).

    La cantidad de nutrientes que retornan al suelo a través del desfronde depende de la cantidad de hojarasca que se produce y de su concentración de nutrientes que, a su vez, está determinada por el contenido en nutrientes que alcanzan las hojas verdes y la cantidad de nutrientes reabsorbida durante la senescencia (Aerts y Chapin 2000). Diversos estudios han mostrado una relación significativa entre la producción de hojarasca y las condiciones climáticas. A escala global la producción de hojarasca disminuye al aumentar la latitud, en relación con los cambios de precipitación, la temperatura y la evapotranspiración (Berg et al. 1999; Imbert et al. 2004). En general, la producción de hojarasca es mayor en zonas húmedas y cálidas con suelos fértiles mientras que disminuye en zonas secas y frías y con una baja disponibilidad de nutrientes (Kimmins 1997). Sin embargo, la producción de hojarasca es muy dependiente de la variabilidad en las condiciones climáticas entre diferentes años, por lo que es difícil establecer un patrón general a escalas más pequeñas o en zonas con una variabilidad climática elevada (ej. zona climática Mediterránea; Martinez-Alonso et al. 2007; Pausas et al. 1994). La producción de hojarasca, el momento de desfronde y, por tanto, el contenido de nutrientes que retorna al suelo con las hojas, son modificados por variaciones en la precipitación y temperatura. Por un lado, las precipitaciones pueden causar la caída prematura de las hojas debido al viento que acompaña a las tormentas y además lavan nutrientes de las hojas verdes (Pausas 1997; Wood et al. 2005). Por otro lado, la sequía puede aumentar el contenido en nutrientes de la hojarasca, debido a una caída prematura de las hojas viejas en respuesta al estrés hídrico, lo que impediría una completa reabsorción de nutrientes (Imbert et al. 2004; Wood et al. 2005). En este sentido, Martinez-Alonso et al. 2007 señala que el aumento de temperaturas y los períodos secos condicionan actualmente la dinámica de los bosques en áreas climáticas Mediterráneas.

    Como resultado del número de factores que pueden modificar la producción de hojarasca y su contenido en nutrientes, los datos aportados en relación a la cantidad de nutrientes que retornan al suelo a través de la hojarasca muestran una gran variabilidad. En general, se observa que las cantidades medias de N y P que retornan al suelo a través de la hojarasca son mayores para especies caducifolias que para perennifolias. Imbert et al. (2004), señalan aportes anuales de N y P comprendidos entre 10.3 - 88.0 kg ha-1 año-1 y 0.3- 7.9 kg ha-1 año-1 respectivamente, para especies caducifolias, mientras que los aportes máximos de N y P en especies perennifolias son inferiores a 47 kg ha-1 año-1 y 4.4 kg ha-1 año-1, respectivamente.

    Pluviolavado

    El agua de lluvia que cae sobre la vegetación arrastra elementos minerales depositados sobre las hojas y disuelve nutrientes de las hojas y el tronco, que alcanzan el suelo atravesando la copa (pluviolavado o transcolación) y por escorrentía cortical. El aporte de nutrientes al suelo por esta vía constituye, en promedio, el 15% del retorno anual de nutrientes de la biomasa vegetal aérea al suelo (Chapin et al. 2002), pero esta cantidad es muy variable. Los factores que determinan esta variación son, principalmente, las condiciones climáticas (intensidad y duración de las lluvias incidentes) y la estructura aérea de la vegetación, que a su vez está determinada por la composición de especies, morfología, edad de las hojas y el tipo de manejo (Santa Regina y Tarazona 2001b). Asimismo, la cantidad de nutrientes depende del elemento considerado (su solubilidad en la hoja). Por ejemplo, los aportes de P al suelo por pluviolavado suelen ser pequeños, mientras que el potasio (K) es un elemento más soluble en la hoja y se pierde más fácilmente por lavado de la misma.

    Tasas de descomposición y mineralización.

    La tasa de descomposición indica la tasa de renovación (dimensiones T-1) o rapidez con que la hojarasca recién caída se transforma física y químicamente para incorporarse al suelo. Esta incorporación del material foliar puede realizarse en forma orgánica o inorgánica, y su transformación final en formas inorgánicas se conoce como tasa de mineralización. Ésta última se suele medir en los horizontes donde se acumulan las raíces finas, y los nutrientes minerales pueden provenir no solo como consecuencia directa de la tasa de descomposición, sino también como consecuencia de la lenta mineralización de materia orgánica recalcitrante acumulada en dichos horizontes. Una revisión de las tasas de descomposición y mineralización en ecosistemas mediterráneos pueden encontrarse en Rodá et al (1999) y en Gallardo (2001). Una de las novedades más importantes de los últimos años es la constatación de que la radiación, y en gran parte la ultravioleta, alta durante una parte importante del año en ecosistemas mediterráneos, puede acelerar la descomposición de la hojarasca, como se ha visto en ecosistemas semi-áridos de la Patagonia (Austin y Vivanco 2006). Este hecho podría contribuir a explicar que las tasas de descomposición sean mayores de lo que cabría esperar en función de las tasas de evapotranspiración de los ecosistemas mediterráneos (Berg et al. 1993, Gallardo y Merino 1993).

    Los ciclos de secado y humedecido del suelo durante la estación de crecimiento son los que probablemente más condicionen las tasas de descomposición y mineralización, y su efecto no ha sido suficientemente modelado en ecosistemas mediterráneos (Li et al. 2006). La mineralización y nitrificación están inhibidas en condiciones de suelo seco, y los períodos de sequía se traducen en una capa superior seca del suelo que puede restringir la cantidad de N que está disponible (Garwood y Tyson 1973). Sin embargo, los organismos nitrificantes pueden sobrevivir en forma inactiva en los suelos secos. Cuando cortos períodos húmedos y secos se alternan, a menudo hay un aumento de la mineralización, debido en parte a un aumento en el volumen de la población de microorganismos y en parte a los agregados del suelo que se generan durante la fase de secado, haciendo la materia orgánica más accesible a las enzimas microbianas (Paul y Clark 1989, Davidson et al. 1990). Debido a que los horizontes superficiales se secan más que los profundos, el pedoclima para la mineralización puede ser más favorable en profundidad que en superficie (Rovira y Vallejo 1997). Estos autores encontraron que la reducción de la disponibilidad de oxígeno en los horizontes más profundos tenía menos efecto en la descomposición y mineralización que la desecación en los horizontes superficiales.

    El secado y rehumedecido de los suelos representa un estrés fisiológico común para las comunidades microbianas que habitan los suelos superficiales. Un ciclo de secado-rehumedecido puede inducir la lisis en una proporción significativa de la biomasa microbiana, y puede directa o indirectamente influenciar la composición de la comunidad microbiana (Fierer et al. 2003). Así, el cambio repentino en potencial hídrico del suelo asociado con el re-humedecido es el causante del shock osmótico microbiano que induce la lisis de las células microbianas o una liberación de solutos intracelulares (Bottner 1985; Van Gestel et al. 1992; Halverson et al. 2000). Estos sustratos lábiles de C y N pueden ser rápidamente mineralizados por los microbios sobrevivientes, produciendo un pulso de mineralización bruta de C y de N (Birch 1959; Kieft et al. 1987). Además, el secado-rehumedecido puede causar la rotura de agregados del suelo, poniendo al alcance de los descomponedores materia orgánica previamente protegida (Adu and Oades 1978; Appel 1998; Lundquist et al. 1999). Fierer y Schimel (2002) encontraron que la exposición a frecuentes episodios de secado-rehumedecido disminuía la cantidad de CO2 liberado, e incrementaba la actividad de las poblaciones de nitrificantes autótrofas. Seis semanas después del último ciclo de secado-rehumedecido, las tasas respiratorias en los suelos fueron sustancialmente más bajas que las observadas en los suelos no estresados, sugiriendo que los episodios de secado-rehumedecidos pueden inducir cambios significativos en la dinámica microbiana del C y el N, y que estos efectos pueden durar más de un mes después del último ciclo de secado.

    Las tasas netas potenciales de mineralización del N en ecosistemas mediterráneos suelen oscilar entre 0.2 y 0.8 mg N kg-1 suelo día -1, y dependen mucho de la relación C/N, más concretamente de la relación carbohidratos/N disponible (Gallardo y Merino 199:icon_cool:. La comparación con otros ecosistemas no es fácil, ya que mientras que en ecosistemas templados o tropicales estas tasas operan durante prolongados espacios de tiempo, en la cuenca mediterránea se restringen a los pocos periodos húmedos. Por ejemplo, en un matorral atlántico se encontraron tasas netas potenciales de 0.88 mg kg-1 suelo día -1, en el rango superior de los matorrales mediterráneos (Rodríguez et al. 2007), pero además las condiciones hídricas en dicha comunidad se pueden considerar óptimas en la mayor parte de la estación de crecimiento. En ocasiones las tasas de mineralización puede ser negativas, lo que se conoce como inmovilización neta, y ocurre cuando la cantidad de nitrógeno incorporado a la biomasa microbiana supera al mineralizado. Muchos menos datos existen sobre las tasas de mineralización del P, ya que este elemento reacciona fácilmente con los minerales del suelo, lo que hace más complejo el cálculo de estas tasas (ver Viñegla et al. 2006).

    La heterogeneidad espacial es otro aspecto a destacar cuando se miden las tasas de mineralización en ecosistemas mediterráneos, donde el dosel vegetal suele ser muy discontinuo. Algunos estudios en ecosistemas de Dehesa han mostrado que los suelos desarrollados bajo las copas de los árboles son más ricos en materia orgánica y nutrientes (Escudero 1985, Jackson et al. 1990, Gallardo et al. 2000). Resultados obtenidos por los autores de esta revisión muestran que en un espartal semi-árido del centro de la península Ibérica, las tasas de mineralización varían por un factor de 4 cuando se comparan bajo la copa de retama, de esparto o en el suelo desnudo (Fig. 1).

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    Figura 1. Tasas de mineralización de nitrógeno bajo retama, esparto y suelo desnudo en un espartal semiárido del centro peninsular (Delgado, M. en preparación).El límite superior e inferior de las cajas representan el cuartil 75 y 25 respectivamente. La línea representa la mediana.

    Nitrógeno orgánico disuelto (NOD) en suelos mediterráneos.

    La mayoría de los estudios realizados en torno a la disponibilidad de nutrientes en el medio se han centrado básicamente, hasta hace unos pocos años, en el nitrógeno inorgánico (NH4+ y NO3-), fuentes de N para las plantas en el ciclo clásico del N; mientras que el nitrógeno orgánico disuelto (NOD) ha pasado bastante desapercibido. Sin embargo, recientes investigaciones confieren al NOD un importante papel en procesos ecológicos tales como la mineralización, el lavado de nutrientes o la absorción de nutrientes por plantas (Nasholm et al. 1998; Perakis y Hedin 2002; Jones et al. 2004; Schimel y Bennett 2004; Bardgett 2005; Ros et al. 2009). La capacidad de absorción directa de NOD por parte de las plantas, sin necesidad de su previa mineralización microbiana, ha sido demostrada en la actualidad para diversas especies, tanto en ecosistemas boreales con alta dominancia de NOD en el medio, como en ecosistemas agrícolas donde el NOD, no es la forma dominante, lo cual remarca una alta adaptabilidad de las plantas a la toma de esta fuente (Kielland 1994; Nasholm et al. 1998; Lipton y Nasholm 2001; Christou et al. 2006; Harrison et al. 2007). Todo esto ha desembocado en una nueva visión del ciclo del N, que considera la capacidad de las platas para competir de manera eficaz con los microorganismos del suelo por este recurso, y que coloca a la tasa de despolimerización de la materia orgánica como el principal proceso que controlaría la disponibilidad del N para plantas (papel que jugaba la tasa de mineralización en el modelo clásico; Neff et al. 2003; Schimel y Bennet 2004). La disponibilidad del NOD en el medio esta limitada por distintos factores como la temperatura y humedad del suelo, que incrementan la concentración de NOD al favorecer una mayor tasa de descomposición (Jones y Kielland 2002). La precipitación, sin embargo, puede disminuir el NOD mediante procesos de lixiviación, afectando en mayor medida al NOD lábil que al recalcitrante (Qualls y Haines 1991; Neff et al., 2002; 2003). Otro factor regulador de la cantidad de NOD en los suelos es la cantidad y calidad de la materia orgánica del suelo, ya que una parte importante del NOD provendría de la descomposición de dicha materia orgánica, además de otra parte derivada de los exudados radicales (Qualls y Haines 1991; Moore et al. 1992; Kaiser y Zeck 2000; Neff et al. 2002; 2003).

    En ecosistemas mediterráneos, no existe actualmente casi ningún referente sobre las concentraciones de NOD que se pueden encontrar en sus suelos (Christou et al., 2006; Bernal et al., 2007). En un estudio llevado a cabo en 10 comunidades vegetales en distintos tipos de ecosistemas mediterráneos del suroeste de la península ibérica, se encontraron valores medios anuales de NOD de 3,76 mg N kg-1 suelo, si bien estos valores fluctúan entre 1,16 mg N kg-1 suelo para una comunidad de bosque de ribera y los 7,90 mg N kg-1 suelo encontrados para una comunidad de Juniperus phoenicia (Delgado y Gallardo, 200:icon_cool:. Bernal et al. (2007) encuentran valores entre 7-11 mg kg-1 en un bosque de ribera mediterráneo del noreste de la península ibérica. Rodríguez et al. (2007) y Paramá (2006), encuentran valores en suelos de matorrales templados del noroeste de España entre 21 y 79 mg N kg-1, un orden de magnitud mayor que los encontrados por Delgado y Gallardo (200:icon_cool:. En general, los valores de NOD en ecosistemas mediterráneos son muy bajos en comparación con los observados en otro tipo de ecosistemas (Fig. 2). Además, los niveles de NOD en ecosistemas mediterráneos presentan una importante variabilidad temporal a lo largo de las distintas estaciones (Delgado y Gallardo, 200:icon_cool:. Estos cambios sugieren que el NOD es tanto una fuente directa como un sumidero del nitrógeno inorgánico presente en los suelos estudiados.

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    Figura 2. Niveles medios de NOD para comunidades de distintos ecosistemas. Las líneas de error indican el error estándar. Los valores mediterráneos fueron tomados de Delgado-Baquerizo y Gallardo. (200:icon_cool: y valores inéditos de Delgado-Baquerizo, M., Covelo, F., y Gallardo, A. (200:icon_cool:. Los valores de NOD del bosque de ribera han sido tomados de Bernal et al. (2007). Los datos del brezal atlántico provienen de Rodríguez et al. (2007) y Paramá et al. (2006). Los valores para el bosque templado han sido recogidos de Song et al. (200:icon_cool:, Zhong y Makeschin (2003) y Berthrong y Finzi (2006). Los valores para el bosque boreal y los arbustos subárticos se encuentran en Kranabetter et al. (2007) y Rinnan et al. (2007).

    La dominancia relativa de las formas disponibles de N (amonio, nitrato y NOD) en el medio, puede condicionar la preferencia de absorción de la forma dominante por parte de las plantas. Schimel y Bennet (2004) sugieren que en ecosistemas pobres en nutrientes, como sería el caso de los ecosistemas mediterráneos, la forma dominante de N lábil en el suelo debería ser el NOD. Nuestros datos confirman esta tendencia para la mayoría de las comunidades vegetales mediterráneas estudiadas, si bien no se cumple para todas las estaciones, existiendo una alta mineralización durante los meses de verano y otoño, donde dominan las formas de N inorgánicas (Delgado-Baquerizo y Gallardo, 200:icon_cool:. La mayor dominancia de NOD durante la estación de crecimiento sugiere que las plantas mediterráneas podrían hacer uso preferente de este recurso, extremo que hasta la fecha no ha sido demostrado.

    Nutrientes en la biomasa microbiana

    Los microorganismos del suelo juegan un papel central en la retención y liberación de nutrientes en ecosistemas naturales, siendo al mismo tiempo una fuente y sumidero de estos. La relación de éstos con las plantas puede ser tanto de mutualismo como de competencia (Harte y Kinzig 1993). La cantidad de biomasa microbiana varía a lo largo del año, siendo esta dinámica temporal muy importante en el grado de liberación o inmovilización de nutrientes en el medio, y por lo tanto en su disponibilidad para otros organismos (Bauthus y Barthel, 1995; Diaz-Ravina et al, 1995). El crecimiento de la biomasa microbiana se ve influenciado por factores tales como la humedad del suelo, la temperatura, la aireación, la cantidad y naturaleza del C orgánico en el medio o el pH del suelo, existiendo distintos óptimos en función del tipo de microorganismos Vitousek 1982; Cochran et al., 1989; Tietema y Wessel, 1992; Wardle 1998. Además, en los ecosistemas mediterráneos, las concentraciones de nutrientes en el suelo y en la biomasa microbiana pueden verse afectadas por los frecuentes ciclos de secado-rehumedecido (Schimel et al., 2007). Así pues, durante periodos de secado, los microorganismos del suelo incorporan solutos para ajustarse osmóticamente a la ausencia de agua en el suelo, inmovilizando y, por tanto, disminuyendo la concentración de nutrientes disponibles en el medio (Schimel et al. 2007). La capacidad de aclimatación a ciclos de secado y rehumedecido es propia de cada microorganismo, siendo mayor para bacterias gram positivas (Schimel et al., 2007). Durante los periodos de rehumedecimiento del suelo, los microorganismos liberarían osmolitos (incluyendo NOD) previamente acumulados durante periodos de secado, los cuales pueden ser cuantitativamente importantes (Schimel et al., 2007).

    Los datos sobre los niveles de biomasa microbiana en ecosistemas mediterráneos son escasos. Gallardo et al. (2000) encuentran valores de N en biomasa microbiana para una dehesa de encinas situada en Sierra Morena, en torno a 122,2 mg N kg-1 suelo y 73,1 mg N kg-1 suelo, bajo encina y entre encinas, respectivamente. Por otro lado, en un estudio inédito llevado a cabo por Delgado-Baquerizo, M., Covelo, F., y Gallardo, A. (200:icon_cool: en 10 comunidades vegetales en distintos tipos de ecosistemas mediterráneos (desde una comunidad dunar de Ammophila arenaria hasta bosques de Quercus suber) del suroeste de la península ibérica, se encontraron valores medios anuales de 41,7 mg N kg-1 suelo de N en biomasa microbiana. Sin embargo, se observó una gran variabilidad entre las distintas comunidades muestreadas, encontrándose valores medios anuales de 0,45 mg N kg-1 suelo en la comunidad dunar de Ammophila arenaria hasta los 100,31 mg N kg-1 suelo observados para la comunidad de Quercus suber situada en el Parque Natural de los Alcornocales. Estos últimos valores observados en el bosque mediterráneo de Quercus suber fueron parecidos a los encontrados en bosques templados-fríos del norte de EEUU (de 41,7 a 101,5µg N g-1 suelo, Berthrong y Finzi 2006, Fig. 3). Los altos niveles de N en biomasa microbiana encontrados en gran parte de las comunidades de plantas muestreadas, muy superiores a los niveles de N inorgánico (amonio y nitrato) y NOD, sugieren una alta inmovilización del N en ecosistemas mediterráneos por parte de los microorganismos. Este fenómeno limita las concentraciones de N disponibles para las plantas, pero constituye una fuente de mineralización rápida en los ciclos de rehumedecido del suelo (Bauthus y Barthel, 1995; Diaz-Ravina et al., 1995). Por otro lado, los niveles de biomasa microbiana en suelo, están condicionados por la marcada estacionalidad propia del clima mediterráneo. Así pues, aunque los niveles de N en biomasa microbiana suelen permanecer altos a lo largo del año, se produce una disminución de invierno a primavera coincidiendo con un incremento de disponibilidad de otras formas de N en el sistema (Delgado y Gallardo 200:icon_cool:. Según Schimel et al. (2007) esto podría sugerir que los microorganismos absorberían formas de N bajo condiciones ambientales adversas y los liberarían con la llegada de condiciones óptimas.

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    Figura 3. Niveles medios de nitrógeno en biomasa microbiana en distintos ecosistemas. Las líneas de error indican el error estándar. Los valores mediterráneos fueron tomados de Delgado-Baquerizo y Gallardo. (200:icon_cool: y valores inéditos de Delgado-Baquerizo, M., Covelo, F., y Gallardo, A. (200:icon_cool:. Los valores de bosques templados provienen de Berthrong y Finzi (2006) y Song et al. (200:icon_cool:. Los valores de pinar canario provienen de Rodriguez et al. (2009). Los valores del desierto están extraídos de Gallardo y Schlesinger (1995), mientras que los de bosques boreales se encuentran en Kranabetter et al. (2007).

    Disponibilidad de nutrientes y cambio global

    Dos de los aspectos más importantes del cambio global desde el punto de vista del ciclo de nutrientes en ecosistemas mediterráneos serían la deposición atmosférica de N y el cambio climático. La deposición atmosférica de N en los ecosistemas forestales de la cuenca mediterránea está aumentando en los últimos años debido al aumento de las emisiones de N oxidado de la industria y el transporte, y del N reducido proveniente de la ganadería intensiva y la agricultura (Vitousek et al., 1997; Gruber y Galloway, 2008; Galloway et al., 200:icon_cool:. Las entradas de N atmosférico están asociadas a la acidificación del suelo, la alteración de la composición de las comunidades vegetales, la disminución de micorrizas, y la elevación de las concentraciones de nitrato en suelos, aguas subterráneas y arroyos (Bytnerowicz y Fenn, 1996; Fenn et al., 1998; Fenn y Poth, 1999). Recientemente se ha visto que el enriquecimiento de nitŕogeno está asociado al descenso de la biomasa microbiana del suelo (Treseder, 200:icon_cool:, y teniendo en cuenta la importancia de este reservorio de nutrientes en ecosistemas mediterráneos, es previsible que afecte a las tasas de transformación de la materia orgánica y la disponibilidad de nutrientes para las plantas.

    El aumento de la deposición de N en los bosques ha excedido la capacidad de asimilación de algunos ecosistemas produciendo desequilibrios de nutrientes y lixiviación, en un proceso conocido como 'saturación de N' (Aber et al., 199:icon_cool:. La saturación de N se ha descrito para los bosques que reciben grandes cargas de este nutriente, que oscilan entre 20 y 100 kg de N ha-1 año-1, sin embargo en la mayoría de la cuenca mediterránea los valores observados son más bajos, estando de cualquier forma por encima de los niveles exentos de contaminación (Escarré et al., 1999; ver Fig. 4). En los ecosistemas mediterráneos la susceptibilidad de los ecosistemas a la deposición húmeda y seca sigue siendo desconocida en gran medida, pero es posible que acreciente la baja disponibilidad relativa de P y de otros nutrientes.

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    Figura 4. Niveles de deposición atmosférica de N a nivel global (obtenidos de Galloway et al. 200:icon_cool:. Valores en kg de N por hectárea y año.

    El cambio climático probablemente produzca un aumento de la temperatura y de la sequía en el bosque mediterráneo, con importantes consecuencias para las plantas (Peñuelas et al., 2002; Peñuelas y Boada, 2003; Ogaya y Peñuelas, 2008; Lloret et al., 2009). Experimentos de simulación de cambios en la temperatura y precipitación, indican cambios en la actividad enzimática del suelo (Sardans et al. 2008a y b), lo que probablemente tenga consecuencias en forma de cambios en la disponibilidad de carbono y nutrientes en el suelo junto con cambios en la composición microbiana de la flora edáfica. Sin embargo, existe todavía mucha incertidumbre sobre los cambios que el cambio climático puede inducir en la disponibilidad de nutrientes para las plantas, y hasta qué punto estos cambios pueden determinar la respuesta de las plantas a futuros escenarios. Estos son aspectos que deberán de ser evaluados en detalle en el futuro.

    Referencias...http://www.revistaecosistemas.net/i...ww.revistaecosistemas.net/articulo.asp?Id=601



    Conclusión...no se pierde Nitrógeno si secamos hojas verdes...pero si se pierde el 50% si se seca al caer del árbol,cumpliendo el ciclo biológico.


    Un fuerte abrazo y :beso: :beso: desde Golmayo/Cidones...http://www.eltiempo.es/en-provincia-soria/

    y a ver esas fotografías...


    Jose Luis



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