Tranquila que contigo no va. Que si ponis, que si caballos, que si dragones, que si pollos, que si leonas... muchos animales veo yo por aquí.
Charo (*-*) estoy de acuerdo que eres tú quien debe acabar el mensaje. Y yo estaré siempre dispuesto a responderte. ¡Faltaría más!. Aunque ya es hora de ir dejándolo. CORRIENDO VAN POR LA VEGA Corriendo van por la vega a las puertas de Granada hasta cuarenta gomeles y el capitán que los manda. Al entrar en la ciudad, parando su yegua blanca, le dijo éste a una mujer que entre sus brazos lloraba: «Enjuga el llanto, cristiana no me atormentes así, que tengo yo, mi sultana, un nuevo Edén para ti. Tengo un palacio en Granada, tengo jardines y flores, tengo una fuente dorada con más de cien surtidores, y en la vega del Genil tengo parda fortaleza, que será reina entre mil cuando encierre tu belleza. Y sobre toda una orilla extiendo mi señorío; ni en Córdoba ni en Sevilla hay un parque como el mío. Allí el robusto nogal, allí el nópalo amarillo, allí el sombrío moral crecen al pie del castillo. Y olmos tengo en mi alameda que hasta el cielo se levantan y en redes de plata y seda tengo pájaros que cantan. Y tú mi sultana eres, que desiertos mis salones están, mi harén sin mujeres, mis oídos sin canciones. Yo te daré terciopelos y perfumes orientales; de Grecia te traeré velos y de Cachemira chales. Y te daré blancas plumas para que adornes tu frente, más blanca que las espumas de nuestros mares de Oriente. Y perlas para el cabello, y baños para el calor, y collares para el cuello; para los labios…..¡amor!» «¿Qué me valen tus riquezas --respondióle la cristiana--, si me quitas a mi padre, mis amigos y mis damas? Vuélveme, vuélveme, moro y mi padre y a mi patria, que mis torres de León valen más que tu Granada.» Escuchóla en paz el moro, y manoseando su barba, dijo como quien medita, en la mejilla una lágrima: «Si tus castillos mejores que nuestros jardines son, y son más bellas tus flores, por ser tuyas, en León, y tú diste tus amores a alguno de tus guerreros, hurí del Edén, no llores; vete con tus caballeros.» Y dándole su caballo' y la mitad de su guardia, el capitán de los moros volvió en silencio la espalda. José Zorrilla
Charo... te la dedico: No has de interpretar con saña Las expresiones que lees, Pues quiero decir que es Hombre de bastante maña. Cada cual es buena caña; Pero con tal equidad Que no diria verdad, Cuando dijera por fin Que él la ejercita sin, Extrema necesidad.... Ya puedes poner tu Fin. Hasta siempre y un saludo
Anda, me cambias los mensajes!!. Dios sabrá en qué quedó anoche la cosa. Pero con esos mensajes que me pones es que me ablandas el corazón y no tengo más remedio que escribirte aunque sea sólo para mandarte un beso. Pero te advierto (cariñosamente) que si me vuelves la espalda aunque sea en silencio te caerá el beso en el cogote. Tú verás. Gracias, Mayos Fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin fin
Vaya. 604 páginas sin aparecer. Y cuando pongo fin cómo no, hace de nuevo su rentré. Tienes razón cuando dices que una mujer tiene más peligro que un poni. No lo sabes tú bien.
Me temo que tal y como están las cosas eso vas a tener que demostralo fehacientemente. ¡Pon fotos!. Totalmente de acuerdo Aquí pasa algo raro.