Tierna..... historia cortita Gera Ahi les transcribo algo de Cortazar....para que disfruten y mediten...un beso a todos Para leer en forma interrogativa Has visto verdaderamente has visto la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa Has tocado de verdad has tocado el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amás Has vivido como un golpe en la frente el instante el jadeo la caída la fuga Has sabido con cada poro de la piel sabido que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazón había que tirarlos había que llorarlos había que inventarlos otra vez.
AH¡....me olvidaba .... como cierre..... Borges Ausencia Habré de levantar la vasta vida que aún ahora es tu espejo: cada mañana habré de reconstruirla. Desde que te alejaste, cuántos lugares se han tornado vanos y sin sentido, iguales a luces en el día. Tardes que fueron nicho de tu imagen, músicas en que siempre me aguardabas, palabras de aquel tiempo, yo tendré que quebrarlas con mis manos. ¿En qué hondonada esconderé mi alma para que no vea tu ausencia que como un sol terrible, sin ocaso, brilla definitiva y despiadada? Tu ausencia me rodea como la cuerda a la garganta, el mar al que se hunde.
Hola, gracias Geraldine y karolac por el relato y las poesías, yo para mostrarles mi gratitud, les dejo unas imágenes de unas flores coloridas, tan coloridas como ustedes pero no tan bellas, pues ustedes son de una belleza inigualable. Estas plantas se compran en puestitos que están en la veredas de toda la Ciudad de Buenos Aires, son muy graciosos porque son locales de chapa muy pequeños, en donde generalmente solo cabe una persona dentro del puesto de flores, solo el vendedor. Son flores simples de temporada, no tienen nada de sofisticadas y son muy baratas. A mi me gustan porque nos brindan lo mejor que tienen, que no es su fragancia, sino su color intenso y llamativo, que alegra cualquier jardín, es muy difícil pasar por su lado sin mirarlas. Además como aquí esta por llegar la primavera, eso me llena de esperanza, ya que las mujeres comienzan a salir a la calle con menos ropa, dejándome admirar sus curvas con mayor plenitud y eso me convence que siempre es un buen momento para comenzar algo nuevo. Salu2
Gracias Principito, siempre con tus cálidas palabras.... Karo, me encantaron las poesías!!!!! Cortazar me encanta......habla del amor como ninguno..... Un beso a los dos!!!!
Un sitio con olor a chimenea, y tu voz llenándolo todo como el sonido de un arroyuelo en el monte. Ver cómo centellea el drenaje al fondo de tu mirada y sentir tu piel. Darte un millón de besos en la espalda, besos tan leves como pisadas de armiño para que te duermas soñando que vives en una flor no dijo me voy, sólo....ahora vuelvo, pequeña. y la flor.... para él. besos, vega
Hola principito.....gracias por la flor...es que la vi ese dia y me olvide de escribir el mensaje .....pero me encanto...no fue de desagradecida sino de despistada ...un besote y gracias de nuevo...aca van flores para vos: No se comparan con la hermosa simpleza de las tuyas.......pero es que las rosas me encantan....por eso las elegi
Hola vega y karo, gracias por estas flores que me vienen muy bien, porque las mujeres ahora son muy frías y actualmente que tengo que volver a remar con ese tipo de mujeres, me siento como un mero objeto sexual, donde los sentimientos no importan demasiado Vega cuanto romanticismo en esas palabras, gracias Karo yo nunca pensaría que vos sos una malagradecida, el ingrato soy yo por haberte ofrecido flores tan baratas Tus rosas son muy lindas, gracias, cuando cobre te compro la flor mas cara del mundo, aunque se me vaya todo el sueldo Salu2
juis....juis......ya que vas a gastar tantisima plata.... mejor regalame una plantita...a parte de ser hermosa.....dura más¡¡¡¡¡
El cuento que un día puse, pero tú no estabas. EL PARAÍSO ERA UN AUTOBÚS por Juan José Millás Él trabajó durante toda su vida en una ferretería del centro. A las ocho y media de la mañana llegaba a la parada del autobús y tomaba el primero, que no tardaba más de diez minutos. Ella trabajó también durante toda su vida en una mercería. Solía coger el autobús tres paradas después de la de él y se bajaba una antes. Debían salir a horas diferentes, pues por las tardes nunca coincidían. Jamás se hablaron. Si había asientos libres, se sentaban de manera que cada uno pudiera ver al otro. Cuando el autobús iba lleno, se ponían en la parte de atrás, contemplando la calle y sintiendo cada uno de ellos la cercana presencia del otro. Cogían las vacaciones el mismo mes, agosto, de manera que los primeros días de septiembre se miraban con más intensidad que el resto del año. Él solía regresar más moreno que ella, que tenía la piel muy blanca y seguramente algo delicada. Ninguno de ellos llegó a saber jamás cómo era la vida del otro: si estaba casado, si tenía hijos, si era feliz. A lo largo de todos aquellos años se fueron lanzando mensajes no verbales sobre los que se podía especular ampliamente. Ella, por ejemplo, cogió la costumbre de llevar en el bolso una novela que a veces leía o fingía leer. A él le pareció eso un síntoma de sensibilidad al que respondió comprándose todos los días el periódico. Lo llevaba abierto por las páginas de internacional, como para sugerir que era un hombre informado y preocupado por los problemas del mundo. Si alguna vez por la razón que fuera, ella faltaba a esa cita no acordada, él perdía el interés por todo y abandonaba el periódico en un asiento del autobús, sin haberlo leído. Así, durante una temporada en que ella estuvo enferma, él adelgazó varios kilos y descuidó su aseo personal hasta que le llamaron la atención en la ferretería: alguien que trabajaba con el público tenía la obligación de afeitarse a diario. Cuando al fin regresó, los dos parecían unos resucitados: ella, porque había sido operada a vida o muerte de una perforación intestinal de la que no se había quejado para no faltar a la cita; él, porque había enfermado de amor y melancolía. Pero, a los pocos días de volver a verse, ambos ganaron peso y comenzaron a asearse para el otro con el cuidado de antes. Por aquellas fechas, él ascendió a encargado de la ferretería y se compró una agenda. Entonces, se sentaba tan cerca como podía de ella, la abría, y con un bolígrafo hacía complicadas anotaciones que sugerían muchos compromisos. Además, comenzó a llevar corbata, lo que obligó a ella, que siempre había ido muy arreglada, a cuidar más los complementos de sus vestidos. En aquella época ya no eran jóvenes, pero ella comenzó a ponerse unos pendientes muy grandes y algo llamativos que a él le volvían loco de deseo. La pasión, en lugar de disminuir con los años, crecía alimentada por el silencio y la falta de datos que cada uno tenía sobre el otro. Pasaron otoños, primaveras, inviernos. A veces llovía y el viento aplastaba las gotas de lluvia contra los cristales del autobús, difuminando el paisaje urbano. Entonces, él imaginaba que el autobús era la casa de los dos. Había hecho unas divisiones imaginarias para colocar la cocina, el dormitorio de ellos, el cuarto de baño. E imaginaba una vida feliz: ellos vivían en el autobús, que no paraba de dar vueltas alrededor de la ciudad, y la lluvia o la niebla los protegía de las miradas de los de afuera. No había navidades, ni veranos, ni semanas santas. Todo el tiempo llovía y ellos viajaban solos, eternamente, sin hablarse, sin saber nada de sí mismos. Abrazados. Así fueron haciéndose mayores, envejeciendo sin dejar de mirarse. Y cuanto más mayores eran, más se amaban; y cuanto más se amaban más dificultades tenían para acercarse el uno al otro. Y un día a él le dijeron que tenía que jubilarse y no lo entendió, pero de todas formas le hicieron los papeles y le rogaron que no volviera por la ferretería. Durante algún tiempo, siguió tomando el autobús a la hora de siempre, hasta que llegó al punto de no poder justificar frente a su mujer esas raras salidas. De todos modos, a los pocos meses también ella se jubiló y el autobús dejó de ser su casa. Ambos fueron languideciéndose por separado. Él murió a los tres años de jubilarse y ella murió unos meses después. Casualmente fueron enterrados en dos nichos contiguos, donde seguramente cada uno siente la cercanía del otro y sueñan que el paraíso es un autobús sin paradas. besotes, vega, desde Murcia.
Hola vega, gracias por el relato. Describe muy bien esas situaciones rutinarias de la gente de trabajo, que tiene que salir todos los días a su trabajo haciendo un mismo recorrido mientras viaja. Siempre vamos a encontrar a alguien que nos llame la atención, aunque seamos las personas mas fieles del mundo, a veces termina pasando. Como yo ya conté en otra oportunidad, a mi me pasa con la chica que trae los cafés, lo nuestro tiene todo ese tono de puro histérico platónico, que si lo pensas seriamente parece una estupidez de niños, porque mejor no le pido el teléfono directamente o la invito a salir, pero si hago eso todo perdería la magia e idealización del otro, que juegan un papel muy importante en este tipo de juegos de seducción. Para mi estos jueguitos cumplen la función de darle un poco de color a la rutina de tener que trabajar todos los días en lo mismo, lo hacen soportable, mas entretenido. Aunque a mi esa chica que trae los cafés no me gusta tanto como para creer que estoy enamorado, si algún día lo pienso la encaro sin dudar, ni loco dejo que me pase eso que cuenta el relato. Yo prefiero quedar como un tonto al encarar a esa chica, y que ambos descubramos que no somos tan perfectos, ni el uno para el otro, antes que quedarme con la imagen idealizada de una relación que nunca se va a concretar; ya se que si llega a pasar algo con esa chica, las mañanas en el trabajo ya no van a ser lo mismo, pero será cuestión de encontrar en el futuro otro tipo de entretenimiento Karo me gusta tu nuevo avatar, son unos emoticones re fiesteros con DJ y todo, muy bueno. Salu2
Si....a mi tambien me gustan ....aunque a veces extraño...mi 1º avatar Pero creo que la etapa de la tranquilidad y la reflexión...... ya paso y ahora es hora de un poco de diversión
Hola, gracias Geraldine, por tus caritas. Y yo estoy deacuerdo con Karo me parece que ya llego la primavera y hay que descontrolarse un poquito, nada mas Asi que voy a publicar una ultima historia de tono sentimentaloide, para luego avocarme a escribir historias de sexo desenfrenado de verdad, para que estemos listos a recibir el veranito en esta partecita del mundo (es broma) Para los que estan en otoño, no se preocupen que el frio tambien tiene su encanto Salu2